Melodias Celestiales

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quarta-feira, 8 de junho de 2016

Biblia Reina Valera completa - Salmos 01 a 50


SALMOS 1
1«El piadoso será prosperado, el impío perecerá» Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2antes en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. 3Y será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará. 4No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento. 5Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos. 6Porque Jehová conoce el camino de los justos; mas la senda de los malos perecerá.
SALMOS 2
1¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan vanidad? 2Se levantan los reyes de la tierra, y los príncipes consultan unidos contra Jehová y contra su ungido, diciendo: 3Rompamos sus coyundas, y echemos de nosotros sus cuerdas. 4El que mora en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos.5Entonces hablará a ellos en su furor, y los turbará con su ira. 6Pero yo he puesto a mi Rey sobre Sión, mi santo monte. 7Yo publicaré el decreto: Jehová me ha dicho: Mi Hijo eres tú; yo te engendré hoy.8Pídeme, y te daré por heredad las naciones, y por posesión tuya los confines de la tierra. 9Los quebrantarás con vara de hierro; como vaso de alfarero los desmenuzarás. 10Y ahora, reyes, entended: Admitid corrección, jueces de la tierra.11Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor. 12Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en Él confían.
SALMOS 3
1«Salmo de David, cuando huía de adelante de Absalón su hijo» ¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí. 2Muchos dicen de mi vida: No hay para él salvación en Dios. Selah 3Pero tú, oh Jehová, eres escudo alrededor de mí, mi gloria, y el que levanta mi cabeza. 4Con mi voz clamé a Jehová, y Él me respondió desde su monte santo. Selah 5Yo me acosté y dormí, y desperté; porque Jehová me sostuvo. 6No temeré de diez millares de pueblos, que pusieren sitio contra mí. 7Levántate, oh Jehová; sálvame, oh Dios mío; porque tú heriste a todos mis enemigos en la quijada; los dientes de los malos quebrantaste. 8De Jehová es la salvación: Sobre tu pueblo es tu bendición. Selah
SALMOS 4
1«Al Músico principal: sobre Neginot: Salmo de David» Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia; estando en angustia, tú me hiciste ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración. 2Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia? ¿Hasta cuándo amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Selah 3Sabed, pues, que Jehová hizo apartar al piadoso para sí; Jehová oirá cuando yo a Él clamare. 4Temblad, y no pequéis: Meditad en vuestro corazón sobre vuestra cama, y callad. Selah 5Ofreced sacrificios de justicia, y confiad en Jehová. 6Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro. 7Tú diste alegría a mi corazón, más que la de ellos en el tiempo que se multiplicó su grano y su mosto. 8En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque sólo tú, Jehová, me haces estar confiado.
SALMOS 5
1«Al Músico principal: sobre Nehilot: Salmo de David» Escucha, oh Jehová, mis palabras; considera mi meditación. 2Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré. 3Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana presentaré mi oración delante de ti, y esperaré. 4Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; el malo no habitará junto a ti. 5Los insensatos no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que obran iniquidad.6Destruirás a los que hablan mentira; al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová. 7Y yo por la multitud de tu misericordia entraré en tu casa; y adoraré hacia tu santo templo en tu temor. 8Guíame, Jehová, en tu justicia a causa de mis enemigos; endereza delante de mí tu camino. 9Porque en su boca no hay rectitud; sus entrañas son perversidad; sepulcro abierto es su garganta; con su lengua lisonjean. 10Destrúyelos, oh Dios; caigan por sus propios consejos; por la multitud de sus transgresiones échalos fuera, porque se rebelaron contra ti. 11Pero alégrense todos los que en ti confían; para siempre den voces de júbilo, porque tú los defiendes: En ti se regocijen los que aman tu nombre. 12Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; lo rodearás de benevolencia como con un escudo.
SALMOS 6
1«Al Músico principal: en Neginot sobre Seminit: Salmo de David» Oh Jehová, no me reprendas en tu furor, ni me castigues con tu ira. 2Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque yo estoy debilitado; sáname, oh Jehová, porque mis huesos están conmovidos.3Mi alma también está muy turbada; y tú, Jehová, ¿hasta cuándo? 4Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma; sálvame por tu misericordia. 5Porque en la muerte no hay memoria de ti; en el sepulcro, ¿quién te alabará?6Fatigado estoy de mi gemir; toda la noche hago nadar mi cama con mis lágrimas, riego mi lecho con mi llanto. 7Mis ojos están consumidos de sufrir; se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.8Apartaos de mí, todos los obradores de iniquidad; porque Jehová ha oído la voz de mi lloro. 9Jehová ha oído mi ruego; ha recibido Jehová mi oración.10Sean avergonzados y muy aterrados todos mis enemigos; que se vuelvan y súbitamente sean avergonzados.
SALMOS 7
1«Sigaión de David, que cantó a Jehová sobre las palabras de Cus, hijo de Benjamín.» Jehová Dios mío, en ti he confiado: Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame; 2no sea que desgarren mi alma cual león, despedazándola, sin que haya quien libre.3Jehová Dios mío, si yo he hecho esto, si hay en mis manos iniquidad; 4si di mal pago al que estaba en paz conmigo Hasta he libertado al que sin causa era mi enemigo, 5persiga el enemigo mi alma, y alcáncela; y pise en tierra mi vida, y mi honra ponga en el polvo. Selah 6Levántate, oh Jehová, en tu ira; levántate a causa de la furia de mis angustiadores, y despierta en favor mío el juicio que mandaste. 7Y te rodeará congregación de pueblos; por amor a ellos vuelve a levantarte en alto. 8Jehová juzgará a los pueblos: Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia y conforme a mi integridad. 9Termine ahora la maldad de los impíos, pero establece tú al justo; pues el Dios justo prueba la mente y el corazón. 10Mi defensa está en Dios, que salva a los rectos de corazón.11Dios es el que juzga al justo; y Dios está airado todos los días contra el impío. 12Si no se convierte, Él afilará su espada: Ha tensado ya su arco, lo ha preparado. 13Asimismo ha preparado para él armas de muerte; ha labrado sus saetas para los que persiguen. 14He aquí, el impío ha gestado iniquidad; concibió maldad, y dio a luz engaño. 15Pozo ha cavado, y lo ha ahondado; y en el hoyo que hizo caerá.16Su maldad se volverá sobre su cabeza, y su agravio caerá sobre su propia coronilla. 17Alabaré a Jehová conforme a su justicia, y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo.
SALMOS 8
1«Al Músico principal: sobre Gitit: Salmo de David» Oh Jehová, Señor nuestro, ¡cuán grande es tu nombre en toda la tierra, que has puesto tu gloria sobre los cielos! 2De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de tus enemigos, para hacer cesar al enemigo y al vengativo. 3Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste: 4Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? 5Le has hecho un poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. 6Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies; 7ovejas y bueyes, todo ello; y también las bestias del campo, 8las aves de los cielos y los peces del mar; todo cuanto pasa por los senderos del mar. 9Oh Jehová, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
SALMOS 9
1«Al Músico principal: sobre Mutlaben: Salmo de David» Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas. 2Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo;3mis enemigos volvieron atrás; caerán y perecerán delante de ti. 4Porque has sostenido mi juicio y mi causa; te sentaste en el trono juzgando con justicia.5Reprendiste naciones, destruiste al malo, raíste el nombre de ellos eternamente y para siempre. 6Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos, y las ciudades que derribaste; su memoria pereció con ellas. 7Mas Jehová permanecerá para siempre; ha dispuesto su trono para juicio. 8Y Él juzgará al mundo con justicia; y juzgará a los pueblos con rectitud. 9Jehová será refugio al oprimido, refugio en los tiempos de angustia. 10En ti confiarán los que conocen tu nombre; por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron.11Cantad a Jehová, que habita en Sión; proclamad entre los pueblos sus obras. 12Cuando demandó la sangre, se acordó de ellos; no se olvidó del clamor de los pobres. 13Ten misericordia de mí, oh Jehová; mira mi aflicción que padezco de los que me aborrecen, tú que me levantas de las puertas de la muerte; 14Para que cuente yo todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sión, y me goce en tu salvación. 15Se hundieron las naciones en la fosa que hicieron; en la red que escondieron fue atrapado su pie. 16Jehová es conocido por el juicio que hizo; en la obra de sus propias manos fue enlazado el malo. Higaion. Selah 17Los malos serán trasladados al infierno, y todas las naciones que se olvidan de Dios.18Porque no para siempre será olvidado el pobre; ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente.19Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre; sean juzgadas las gentes delante de ti. 20Pon, oh Jehová, temor en ellos; conozcan las naciones que no son sino hombres. Selah
SALMOS 10
1¿Por qué estás lejos, oh Jehová, y te escondes en el tiempo de la tribulación? 2Con arrogancia el malo persigue al pobre; sean atrapados en los artificios que han ideado. 3Porque el malo se jacta del deseo de su corazón, y bendice al codicioso al cual aborrece Jehová. 4El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos. 5Sus caminos son torcidos en todo tiempo; tus juicios los tiene muy lejos de su vista, y desprecia a todos sus enemigos. 6Dice en su corazón: No seré movido: Nunca me alcanzará el infortunio. 7Su boca está llena de maldición, de engaño y de fraude; debajo de su lengua hay vejación y maldad. 8Se sienta al acecho en las aldeas; en los escondrijos mata al inocente; sus ojos están acechando al pobre. 9Acecha en oculto, como el león desde su cueva; acecha para arrebatar al pobre; arrebata al pobre trayéndolo a su red. 10Se encoge, se agacha, y caen en sus garras muchos desdichados.11Dice en su corazón: Dios ha olvidado, ha encubierto su rostro; nunca lo verá. 12Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano, no te olvides de los pobres. 13¿Por qué irrita el malo a Dios? En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás. 14Tú lo has visto; porque tú miras la maldad y la vejación, para cobrar venganza con tu mano: En ti se refugia el pobre, tú eres el amparo del huérfano. 15Quiebra tú el brazo del impío y del maligno; persigue su maldad hasta que no halles ninguna. 16Jehová es Rey eternamente y para siempre; de su tierra han perecido las naciones. 17El deseo de los humildes oíste, oh Jehová: Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído; 18Para juzgar al huérfano y al oprimido, a fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra.
SALMOS 11
1«Al Músico principal: Salmo de David» En Jehová he confiado; ¿Cómo decís a mi alma: Escapa al monte cual ave? 2Porque he aquí, los malos tensan el arco, preparan sus saetas sobre la cuerda, para asaetear en oculto a los rectos de corazón. 3Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué podrá hacer el justo?4Jehová está en su santo templo: El trono de Jehová está en el cielo: Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres. 5Jehová prueba al justo; pero al malo y al que ama la violencia, su alma aborrece. 6Sobre los malos lloverá lazos; fuego, azufre y terrible tempestad; ésta será la porción del cáliz de ellos. 7Porque el justo Jehová ama la justicia; el hombre recto mirará su rostro.
SALMOS 12
1«Al Músico principal: sobre Seminit: Salmo de David» Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos; porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres. 2Mentira habla cada uno con su prójimo; Hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón. 3Jehová destruirá todos los labios lisonjeros, y la lengua que habla soberbias;4los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor sobre nosotros? 5Por la opresión de los pobres, por el gemido de los necesitados, ahora me levantaré, dice Jehová; los pondré a salvo del que contra ellos se engríe. 6Las palabras de Jehová son palabras puras; como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces. 7Tú, Jehová, las guardarás; las preservarás de esta generación para siempre.8Asediando andan los malos, cuando son exaltados los más viles de los hijos de los hombres.
SALMOS 13
1«Al Músico principal: Salmo de David» ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? 2¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, con ansiedad en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí? 3Mira, óyeme, Jehová Dios mío; alumbra mis ojos, para que no duerma en muerte;4para que no diga mi enemigo: Lo he vencido: Mis enemigos se alegrarán, si yo resbalare; 5mas yo en tu misericordia he confiado; se alegrará mi corazón en tu salvación. 6Cantaré a Jehová, porque me ha hecho bien.
SALMOS 14
1«Al Músico principal: Salmo de David» Dijo el necio en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron, hicieron obras abominables; no hay quien haga el bien.2Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido, que buscara a Dios. 3Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno. 4¿No tendrán conocimiento todos los obradores de iniquidad, que devoran a mi pueblo como si comiesen pan, y a Jehová no invocan? 5Allí temblaron de espanto; porque Dios está con la generación de los justos. 6El consejo del pobre habéis escarnecido, pero Jehová es su refugio. 7¡Oh que de Sión viniese la salvación de Israel! Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo, se gozará Jacob, y se alegrará Israel.
SALMOS 15
1«Salmo de David» Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién residirá en tu santo monte? 2El que anda en integridad y obra justicia, y habla verdad en su corazón. 3El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo, ni admite reproche contra su prójimo 4Aquel a cuyos ojos es menospreciado el vil; mas honra a los que temen a Jehová; el que aun jurando en daño suyo, no cambia; 5quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente tomó cohecho. El que hace estas cosas, jamás será removido.
SALMOS 16
1«Mictam de David» Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado. 2Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; mi bien a ti no aprovecha; 3sino a los santos que están en la tierra, y a los íntegros, en quienes está toda mi complacencia. 4Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios. No ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres. 5Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa. Tú sustentas mi suerte. 6Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado. 7Bendeciré a Jehová que me aconseja; aun en las noches me enseñan mis riñones. 8A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra no seré conmovido. 9Por tanto, mi corazón se alegra, y se goza mi gloria; también mi carne reposará segura. 10Porque no dejarás mi alma en el infierno; ni permitirás que tu Santo vea corrupción.11Me mostrarás la senda de la vida: Plenitud de gozo hay en tu presencia; delicias en tu diestra para siempre.
SALMOS 17
1«Oración de David» Oye, oh Jehová, justicia; está atento a mi clamor; escucha mi oración hecha de labios sin engaño. 2De delante de tu rostro salga mi juicio; vean tus ojos la rectitud. 3Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has puesto a prueba, y nada hallaste; me he propuesto que mi boca no ha de propasarse. 4En cuanto a las obras de los hombres, por la palabra de tus labios yo me he guardado de las sendas de los violentos. 5Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen. 6Yo te he invocado, porque tú me oirás, oh Dios: Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.7Muestra tus maravillosas misericordias, tú que con tu diestra salvas a los que en ti confían de los que se levantan contra ellos. 8Guárdame como a la niña de tu ojo, escóndeme bajo la sombra de tus alas, 9de la vista de los malos que me oprimen, de mis enemigos mortales que me rodean. 10Encerrados están con su grosura; con su boca hablan soberbiamente. 11Ahora han cercado nuestros pasos; tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra. 12Como el león que desea hacer presa, y como el leoncillo acechando en su escondite. 13Levántate, oh Jehová; sal a su encuentro, póstrale; libra mi alma del malo con tu espada; 14De los hombres con tu mano, oh Jehová, de los hombres del mundo, que tienen su porción en esta vida, y cuyo vientre llenas de tu tesoro; sacian a sus hijos, y dejan el resto a sus pequeños. 15En cuanto a mí, yo en justicia veré tu rostro; quedaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.
SALMOS 18
1«Al Músico principal: Salmo de David, siervo de Jehová, el cual dijo a Jehová las palabras de este cántico el día que le libró Jehová de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo:» Te amaré, oh Jehová, fortaleza mía. 2Jehová es mi Roca, mi castillo y mi Libertador; mi Dios, mi fortaleza, en Él confiaré; mi escudo, el cuerno de mi salvación, y mi alto refugio. 3Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos. 4Me rodearon los dolores de la muerte, y torrentes de hombres perversos me atemorizaron. 5Dolores del infierno me rodearon, me previnieron lazos de muerte.6En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios: Él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de Él, a sus oídos. 7La tierra se estremeció y tembló; se conmovieron los cimientos de los montes, y se estremecieron, porque se indignó Él. 8Humo subió de su nariz, y de su boca fuego consumidor; carbones fueron por Él encendidos. 9Inclinó los cielos, y descendió; y densa oscuridad había debajo de sus pies. 10Y cabalgó sobre un querubín, y voló: Voló sobre las alas del viento. 11Hizo de las tinieblas su escondedero, su pabellón en derredor de sí; oscuridad de aguas, nubes de los cielos. 12Por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron; granizo y carbones encendidos. 13Y tronó en los cielos Jehová, y el Altísimo dio su voz; granizo y carbones encendidos.14Envió sus saetas, y los dispersó; lanzó relámpagos, y los destruyó. 15Entonces aparecieron los senderos de las aguas, y se descubrieron los cimientos del mundo, a tu reprensión, oh Jehová, por el soplo del aliento de tu nariz. 16Envió desde lo alto; me tomó, me sacó de las muchas aguas. 17Me libró de mi poderoso enemigo, y de los que me aborrecían, pues ellos eran más fuertes que yo. 18Me asaltaron en el día de mi quebranto; pero Jehová fue mi apoyo. 19Él me sacó a lugar espacioso; me libró, porque se agradó de mí. 20Jehová me pagó conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado. 21Porque yo he guardado los caminos de Jehová, y no me aparté impíamente de mi Dios. 22Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí, y no eché de mí sus estatutos. 23Y fui íntegro para con Él, y me guardé de mi maldad. 24Por tanto Jehová me pagó conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos delante de sus ojos. 25Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, y recto para con el hombre íntegro. 26Limpio te mostrarás para con el limpio, y severo serás para con el perverso. 27Y tú salvarás al pueblo afligido, y humillarás los ojos altivos. 28Tú, pues, encenderás mi lámpara: Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.29Pues por ti he desbaratado ejércitos; y por mi Dios he saltado sobre muros. 30En cuanto a Dios, perfecto es su camino: La palabra de Jehová es acrisolada: Es escudo a todos los que en Él esperan.31Porque ¿quién es Dios fuera de Jehová? ¿Y qué roca hay aparte de nuestro Dios? 32Dios es el que me ciñe de poder, y hace perfecto mi camino;33quien hace mis pies como de ciervas, y me hace estar firme sobre mis alturas; 34Él adiestra mis manos para la batalla, y el arco de acero será quebrado por mis brazos. 35Me diste asimismo el escudo de tu salvación, y tu diestra me sustentó, y tu benignidad me ha engrandecido. 36Ensanchaste mis pasos debajo de mí, para que mis pies no resbalasen.37Perseguí a mis enemigos, y los alcancé, y no volví hasta acabarlos. 38Los herí, de modo que no pudieron levantarse; cayeron debajo de mis pies.39Pues me ceñiste de fuerza para la pelea; has sometido bajo mis pies a los que se levantaron contra mí. 40Y me has dado la cerviz de mis enemigos, para que yo destruya a los que me aborrecen.41Clamaron, y no hubo quien los salvase; aun a Jehová, pero Él no les respondió. 42Y los molí como polvo delante del viento; los eché fuera como lodo de las calles. 43Me libraste de las contiendas del pueblo; me pusiste por cabeza de gentes; pueblo que yo no conocía, me servirá. 44Así que hubieren oído de mí, me obedecerán; los hijos de extraños se someterán a mí; 45Los extraños se debilitarán, saldrán temblando de sus escondrijos. 46Viva Jehová, y bendita sea mi Roca; y enaltecido sea el Dios de mi salvación: 47Es Dios quién por mí cobra venganza, y sujeta pueblos debajo de mí. 48El que me libra de mis enemigos: Tú me enalteciste sobre los que se levantan contra mí; me has librado del hombre violento. 49Por tanto yo te confesaré entre las gentes, oh Jehová, y cantaré salmos a tu nombre. 50Grandes triunfos da a su rey, y hace misericordia a su ungido, a David y a su simiente, para siempre.
SALMOS 19
1«Al Músico principal: Salmo de David» Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. 2Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. 3No hay habla, ni lenguaje, donde su voz no sea oída. 4Por toda la tierra salió su hilo, y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol.5Y éste, como un novio que sale de su tálamo, se alegra cual gigante para correr el camino. 6De un extremo de los cielos es su salida, y su giro hasta el término de ellos; y nada hay que se esconda de su calor. 7La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. 8Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehová, es puro, que alumbra los ojos. 9El temor de Jehová, es limpio, que permanece para siempre; los juicios de Jehová son verdad, todos justos. 10Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que la miel, y la que destila del panal.11Tu siervo es además amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón. 12¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. 13Detén asimismo a tu siervo de pecados de soberbia; que no se enseñoreen de mí: Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran transgresión. 14Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, Roca mía, y Redentor mío.
SALMOS 20
1«Al Músico principal: Salmo de David» Jehová te oiga en el día de la angustia; El nombre del Dios de Jacob te defienda. 2Te envíe ayuda desde el santuario, y desde Sión te sostenga. 3Haga memoria de todas tus ofrendas, y acepte tu holocausto. Selah4Te dé conforme al deseo de tu corazón, y cumpla todo tu consejo. 5Nosotros nos alegraremos en tu salvación, y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios; conceda Jehová todas tus peticiones.6Ahora entiendo que Jehová guarda a su ungido; lo oirá desde su santo cielo, con la fuerza salvadora de su diestra. 7Éstos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. 8Ellos se doblegaron y cayeron; mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie. 9Salva, Jehová; que el Rey nos oiga el día que lo invoquemos.
SALMOS 21
1«Al Músico principal: Salmo de David» Se alegrará el rey en tu fortaleza, oh Jehová; y en tu salvación se gozará mucho. 2El deseo de su corazón le has concedido, y no le has negado la petición de sus labios. Selah 3Pues le has salido al encuentro con bendiciones de bien; corona de oro fino has puesto sobre su cabeza. 4Vida te demandó, y le diste largura de días eternamente y para siempre. 5Grande es su gloria en tu salvación; honra y majestad has puesto sobre él. 6Porque lo has bendecido para siempre; lo llenaste de alegría con tu rostro. 7Por cuanto el rey confía en Jehová, y en la misericordia del Altísimo, no será conmovido. 8Alcanzará tu mano a todos tus enemigos; tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.9Los pondrás como horno de fuego en el tiempo de tu ira: Jehová los deshará en su furor, y fuego los consumirá. 10Su fruto destruirás de la tierra, y su simiente de entre los hijos de los hombres. 11Porque intentaron el mal contra ti; fraguaron maquinaciones, mas no prevalecerán. 12Pues tú los pondrás en fuga, cuando aprestares en tus cuerdas las saetas contra sus rostros. 13Engrandécete, oh Jehová, con tu poder: Cantaremos y alabaremos tu poderío.
SALMOS 22
1«Al Músico principal, sobre Ajelet-sahar. Salmo de David» Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? 2Dios mío, clamo de día, y no me escuchas; y de noche, y no hay para mí sosiego. 3Pero tú eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel. 4En ti esperaron nuestros padres: Esperaron, y tú los libraste. 5Clamaron a ti, y fueron librados; confiaron en ti, y no fueron avergonzados. 6Mas yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. 7Todos los que me ven, se burlan de mí; estiran los labios, menean la cabeza, diciendo: 8Confió en Jehová, líbrele Él; sálvele, puesto que en Él se complacía. 9Pero tú eres el que me sacó del vientre; Me hiciste estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre. 10Sobre ti fui echado desde la matriz; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios. 11No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no hay quien ayude.12Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado. 13Abrieron sobre mí su boca, como león rapaz y rugiente. 14Estoy derramado como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron: Mi corazón es como cera, derretido en medio de mis entrañas. 15Se secó como un tiesto mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar; y me has puesto en el polvo de la muerte. 16Porque perros me han rodeado, me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies. 17Contar puedo todos mis huesos; ellos me miran, y me observan.18Repartieron entre sí mis vestiduras, y sobre mi ropa echaron suertes. 19Mas tú, oh Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme.20Libra de la espada mi alma; del poder del perro mi vida. 21Sálvame de la boca del león, porque tú me has escuchado de los cuernos de los unicornios.22Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré. 23Los que teméis a Jehová, alabadle; glorificadle, simiente toda de Jacob; y temedle, vosotros, simiente toda de Israel.24Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre, ni de él escondió su rostro; sino que cuando clamó a Él, le oyó. 25De ti será mi alabanza en la gran congregación; mis votos pagaré delante de los que le temen. 26Comerán los pobres, y serán saciados: Alabarán a Jehová los que le buscan: Vivirá vuestro corazón para siempre. 27Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los términos de la tierra; y adorarán delante de ti todas las familias de las naciones. 28Porque de Jehová es el reino; y Él señorea sobre las naciones. 29Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra; se postrarán delante de Él todos los que descienden al polvo, si bien ninguno puede conservar la vida de su propia alma.30La posteridad le servirá; Esto será contado de Jehová por una generación. 31Vendrán, y anunciarán su justicia a un pueblo que ha de nacer, le dirán que Él hizo esto.
SALMOS 23
1«Salmo de David.» Jehová es mi pastor; nada me faltará. 2En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará.3Restaurará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. 4Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. 5Aderezas mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. 6Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa de Jehová moraré por largos días.
SALMOS 24
1«Salmo de David» De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo y los que en él habitan. 2Porque Él la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre los ríos.3¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? 4El limpio de manos, y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a la vanidad, ni jurado con engaño. 5Él recibirá bendición de Jehová, y justicia del Dios de su salvación. 6Tal es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Jacob. Selah 7Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. 8¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla. 9Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. 10¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, Él es el Rey de gloria. Selah
SALMOS 25
1«Salmo de David» A ti, oh Jehová, levantaré mi alma. 2Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.3Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será confundido: Serán avergonzados los que se rebelan sin causa. 4Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas. 5Encamíname en tu verdad, y enséñame; porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día. 6Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, que son eternas. 7De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh Jehová. 8Bueno y recto es Jehová; por tanto, Él enseñará a los pecadores el camino. 9Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.10Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios. 11Por amor de tu nombre, oh Jehová, perdonarás también mi pecado, que es grande.12¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger. 13Su alma reposará en bienestar, y su simiente heredará la tierra.14El secreto de Jehová es para los que le temen; y a ellos hará conocer su pacto. 15Mis ojos están siempre hacia Jehová; porque Él sacará mis pies de la red. 16Mírame, y ten misericordia de mí; porque estoy solo y afligido. 17Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas. 18Mira mi aflicción y mi trabajo; y perdona todos mis pecados.19Mira mis enemigos, que se han multiplicado, y con odio violento me aborrecen. 20Guarda mi alma, y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti confié.21Integridad y rectitud me guarden; porque en ti he esperado. 22Redime, oh Dios, a Israel de todas sus angustias.
SALMOS 26
1«Salmo de David» Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado; he confiado asimismo en Jehová, no vacilaré. 2Examíname, oh Jehová, y pruébame; purifica mi conciencia y mi corazón.3Porque tu misericordia está delante de mis ojos, y camino en tu verdad. 4No me he sentado con hombres falsos, ni entraré con los hipócritas. 5He aborrecido la reunión de los malignos, y no me sentaré con los impíos. 6Lavaré en inocencia mis manos, y andaré alrededor de tu altar, oh Jehová: 7Para proclamar con voz de acción de gracias, y contar todas tus maravillas. 8Jehová, la habitación de tu casa he amado, y el lugar donde tu gloria habita. 9No juntes con los pecadores mi alma, ni mi vida con hombres sanguinarios: 10En cuyas manos está el mal, y su diestra está llena de sobornos. 11Mas yo andaré en mi integridad: Redímeme, y ten misericordia de mí. 12Mi pie ha estado en rectitud; en las congregaciones bendeciré a Jehová.
SALMOS 27
1«Salmo de David» Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? 2Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. 3Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón: Aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado. 4Una cosa he demandado de Jehová, ésta buscaré: Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. 5Porque Él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su pabellón; me pondrá en alto sobre una roca. 6Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean; y yo ofreceré en su tabernáculo sacrificios de júbilo: Cantaré y entonaré salmos a Jehová. 7Oye, oh Jehová, mi voz cuando a ti clamo; y ten misericordia de mí, respóndeme. 8Tú has dicho: Buscad mi rostro. Mi corazón dice de ti: Tu rostro buscaré, oh Jehová. 9No escondas tu rostro de mí, no apartes con ira a tu siervo: Mi ayuda has sido; no me dejes, no me desampares, Dios de mi salvación. 10Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.11Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud, a causa de mis enemigos. 12No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad. 13Hubiera yo desmayado, si no creyese que he de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. 14Espera en Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera en Jehová.
SALMOS 28
1«Salmo de David» A ti clamaré, oh Jehová, Roca mía; no te desentiendas de mí; Para que no sea yo, dejándome tú, semejante a los que descienden a la fosa. 2Oye la voz de mis ruegos cuando a ti clamo, cuando alzo mis manos hacia tu santo templo. 3No me arrebates a una con los malos, y con los obradores de iniquidad; los cuales hablan paz con su prójimo, pero la maldad está en su corazón. 4Dales conforme a su obra, y conforme a la maldad de sus hechos: Dales conforme a la obra de sus manos, dales su paga. 5Porque no atienden a los hechos de Jehová, ni a la obra de sus manos, Él los derribará, y no los edificará. 6Bendito sea Jehová, que oyó la voz de mis súplicas. 7Jehová es mi fortaleza y mi escudo: En Él confió mi corazón, y fui ayudado; por lo que se gozó mi corazón, y con mi canción le alabaré.8Jehová es la fortaleza de su pueblo, y la fuerza salvadora de su ungido. 9Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; pastoréalos y enaltécelos para siempre.
SALMOS 29
1«Salmo de David» Dad a Jehová, oh hijos de poderosos, dad a Jehová la gloria y la fortaleza.2Dad a Jehová la gloria debida a su nombre: Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad. 3La voz de Jehová sobre las aguas; truena el Dios de gloria; Jehová sobre las muchas aguas. 4La voz de Jehová es poderosa; la voz de Jehová es majestuosa. 5La voz de Jehová quiebra los cedros; quebró Jehová los cedros del Líbano. 6Los hace saltar como becerros; al Líbano y al Sirión como cría de unicornio. 7La voz de Jehová derrama llamas de fuego. 8La voz de Jehová hace temblar el desierto; hace temblar Jehová el desierto de Cades. 9La voz de Jehová hace parir a las ciervas, y desnuda los bosques: En su templo todos los suyos proclaman su gloria. 10Jehová preside en el diluvio; Sí, se sienta Jehová como Rey para siempre. 11Jehová dará fortaleza a su pueblo: Jehová bendecirá a su pueblo con paz.
SALMOS 30
1«Salmo cantado en la dedicación de la casa de David» Te glorificaré, oh Jehová; porque me has levantado, y no hiciste a mis enemigos alegrarse de mí. 2Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste.3Oh Jehová, hiciste subir mi alma del sepulcro; me diste vida, para que no descendiese a la fosa.4Cantad a Jehová, vosotros sus santos, y celebrad la memoria de su santidad. 5Porque un momento durará su furor; mas en su voluntad está la vida: Por la noche durará el lloro, pero a la mañana vendrá la alegría. 6Y dije yo en mi prosperidad: No seré movido jamás; 7porque tú, Jehová, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fui conturbado. 8A ti, oh Jehová, clamaré; y al Señor suplicaré. 9¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando yo descienda al sepulcro? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?10Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí: Jehová, sé tú mi ayudador. 11Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.12Por tanto a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.
SALMOS 31
1«Al Músico principal: Salmo de David» En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás: Líbrame en tu justicia. 2Inclina a mí tu oído, líbrame presto; sé tú mi Roca fuerte, mi fortaleza para salvarme. 3Porque tú eres mi Roca y mi castillo; y por amor a tu nombre me guiarás, y me encaminarás.4Me sacarás de la red que han escondido para mí; porque tú eres mi fortaleza. 5En tu mano encomiendo mi espíritu: Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad. 6Aborrecí a los que esperan en vanidades ilusorias; mas yo en Jehová he esperado. 7Me gozaré y alegraré en tu misericordia; porque has visto mi aflicción; has conocido mi alma en las angustias: 8Y no me encerraste en mano del enemigo; hiciste estar mis pies en lugar espacioso.9Ten misericordia de mí, oh Jehová, que estoy en angustia; de pesar se han consumido mis ojos, mi alma, y mis entrañas. 10Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar; se ha debilitado mi fuerza a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido. 11De todos mis enemigos he sido oprobio, más de mis vecinos, y horror a mis conocidos; los que me veían fuera, huían de mí.12He sido olvidado de su corazón como un muerto; he venido a ser como un vaso quebrado. 13Porque he oído la calumnia de muchos; miedo por todas partes, cuando consultaban juntos contra mí, e ideaban quitarme la vida. 14Mas yo en ti confié, oh Jehová; yo dije: Tú eres mi Dios. 15En tu mano están mis tiempos: Líbrame de la mano de mis enemigos, y de mis perseguidores. 16Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo: Sálvame por tu misericordia. 17No sea yo avergonzado, oh Jehová, ya que te he invocado; sean avergonzados los impíos, estén mudos en el sepulcro. 18Enmudezcan los labios mentirosos, que hablan contra el justo cosas duras, con soberbia y menosprecio. 19¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado para los que en ti confían, delante de los hijos de los hombres! 20Los esconderás en el secreto de tu rostro de las arrogancias del hombre; los pondrás en un tabernáculo a cubierto de contención de lenguas.21Bendito Jehová, porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fuerte. 22Y decía yo en mi premura: Cortado soy de delante de tus ojos; mas tú oíste la voz de mis súplicas, cuando a ti clamé. 23Amad a Jehová todos vosotros sus santos: A los fieles guarda Jehová, y paga abundantemente al que obra con soberbia. 24Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y Él fortalecerá vuestro corazón.
SALMOS 32
1«Salmo de David: Masquil» Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. 2Bienaventurado el hombre a quien Jehová no imputa iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño.3Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. 4Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; mi verdor se volvió en sequedades de estío. Selah 5Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah 6Por esto orará a ti todo santo en el tiempo de poder hallarte: Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.7Tú eres mi refugio; me guardarás de angustia: Con cánticos de liberación me rodearás. Selah 8Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar: Sobre ti fijaré mis ojos. 9No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento: Cuya boca ha de ser sujetada con cabestro y con freno, para que no lleguen a ti. 10Muchos dolores habrá para el impío; mas al que confía en Jehová, le rodeará misericordia.11Alegraos en Jehová, y gozaos, justos; dad voces de júbilo todos vosotros los rectos de corazón.
SALMOS 33
1Alegraos, oh justos, en Jehová: A los rectos es hermosa la alabanza. 2Alabad a Jehová con arpa, cantadle con salterio y decacordio. 3Cantadle cántico nuevo; hacedlo bien tañendo con júbilo. 4Porque recta es la palabra de Jehová, y todas sus obras con verdad son hechas. 5Él ama justicia y juicio: De la misericordia de Jehová está llena la tierra. 6Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca. 7Él junta como en un montón las aguas del mar: Él pone en depósitos los abismos. 8Tema a Jehová toda la tierra: Témanle todos los habitantes del mundo.9Porque Él habló, y fue hecho; Él mandó, y se estableció. 10Jehová hace nulo el consejo de las naciones, y frustra las maquinaciones de los pueblos.11El consejo de Jehová permanece para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones. 12Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová; el pueblo a quien Él escogió como heredad para sí. 13Desde los cielos miró Jehová; vio a todos los hijos de los hombres: 14Desde el lugar de su morada miró sobre todos los moradores de la tierra.15Él formó el corazón de todos ellos; Él considera todas sus obras. 16El rey no es salvo con la multitud del ejército: No escapa el valiente por la mucha fuerza.17Vanidad es el caballo para salvarse; no librará por la grandeza de su fuerza. 18He aquí, el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia; 19Para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en tiempos de hambre.20Nuestra alma espera en Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es Él. 21Por tanto, en Él se alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado. 22Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, según esperamos en ti.
SALMOS 34
1«Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue» Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará siempre en mi boca. 2En Jehová se gloriará mi alma; lo oirán los mansos, y se alegrarán. 3Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre. 4Busqué a Jehová, y Él me oyó, y me libró de todos mis temores.5Los que a Él miraron fueron alumbrados; y sus rostros no fueron avergonzados. 6Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias. 7El ángel de Jehová acampa en derredor de los que le temen, y los defiende. 8Gustad, y ved que es bueno Jehová: Dichoso el hombre que en Él confía.9Temed a Jehová, vosotros sus santos; porque nada falta a los que le temen. 10Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová, no tendrán falta de ningún bien. 11Venid, hijos, oídme; el temor de Jehová os enseñaré. 12¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien? 13Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño. 14Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela. 15Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos. 16La ira de Jehová contra los que hacen mal, para cortar de la tierra la memoria de ellos. 17Claman los justos, y Jehová los oye, y los libra de todas sus angustias. 18Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salvará a los contritos de espíritu. 19Muchas son las aflicciones del justo; pero de todas ellas lo librará Jehová. 20Él guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado.21Matará al malo la maldad; y los que aborrecen al justo serán asolados. 22Jehová redime el alma de sus siervos; y no serán desolados cuantos en Él confían.
SALMOS 35
1«Salmo de David» Disputa, oh Jehová, con los que contra mí contienden; pelea con los que combaten contra mí. 2Echa mano al escudo y al pavés, y levántate en mi ayuda. 3Y saca la lanza, cierra contra mis perseguidores; di a mi alma: Yo soy tu salvación.4Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi alma; vuelvan atrás, y sean avergonzados los que mi mal intentan. 5Sean como el tamo delante del viento; y el ángel de Jehová los acose. 6Sea su camino oscuro y resbaladizo; y el ángel de Jehová los persiga. 7Porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo; sin causa hicieron hoyo para mi alma.8Que venga destrucción sobre él sin darse cuenta, y que la red que él escondió lo prenda; que caiga en esa misma destrucción. 9Y mi alma se alegrará en Jehová; Se regocijará en su salvación. 10Todos mis huesos dirán: Jehová, ¿quién como tú, que libras al afligido del más fuerte que él, y al pobre y menesteroso del que le despoja? 11Se levantaron testigos falsos; me demandaron lo que no sabía;12me devolvieron mal por bien, para abatir a mi alma.13Mas yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio; afligí con ayuno mi alma, y mi oración se volvía en mi seno. 14Anduve como si fuesen mis amigos, mis hermanos; como el que trae luto por su madre, enlutado me humillaba. 15Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron; se juntó contra mí gente despreciable, y yo no lo entendía; me despedazaban, y no cesaban; 16como lisonjeros escarnecedores y truhanes, crujiendo sobre mí sus dientes. 17Señor, ¿hasta cuándo verás esto? Rescata mi alma de sus destrucciones, mi ser de los leones. 18Te confesaré en grande congregación; te alabaré entre numeroso pueblo. 19No se alegren de mí los que injustamente son mis enemigos; ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo. 20Porque no hablan paz; y contra los mansos de la tierra piensan palabras engañosas. 21Y ensancharon sobre mí su boca; dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto! 22Tú lo has visto, oh Jehová; no calles: Señor, no te alejes de mí.23Muévete y levántate para mi juicio, para mi causa, Dios mío y Señor mío. 24Júzgame conforme a tu justicia, Jehová Dios mío; y no se alegren de mí.25No digan en su corazón: ¡Ea, alma nuestra! No digan: ¡Lo hemos devorado! 26Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran; Vístanse de vergüenza y confusión los que se engrandecen contra mí. 27Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa, y digan siempre: Sea exaltado Jehová, que se complace en la prosperidad de su siervo. 28Y mi lengua hablará de tu justicia, y de tu loor todo el día.
SALMOS 36
1«Al Músico principal: Salmo de David, siervo del Señor» La iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos. 2Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, hasta que su iniquidad sea hallada aborrecible. 3Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; dejó de ser sensato, y de hacer el bien. 4Iniquidad piensa sobre su cama; está en camino no bueno, el mal no aborrece. 5Jehová, hasta los cielos es tu misericordia; tu fidelidad alcanza hasta las nubes. 6Tu justicia es como los montes de Dios, tus juicios abismo grande: Oh Jehová, al hombre y al animal conservas. 7¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas. 8Serán plenamente saciados de la grosura de tu casa; y tú los abrevarás del torrente de tus delicias. 9Porque contigo está el manantial de la vida: En tu luz veremos la luz. 10Extiende tu bondad a los que te conocen, y tu justicia a los rectos de corazón. 11No venga contra mí pie de soberbia; y mano de impíos no me mueva.12Allí cayeron los obradores de iniquidad; fueron derribados, y no podrán levantarse.
SALMOS 37
1«Salmo de David» No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.2Porque como el pasto serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán. 3Espera en Jehová, y haz el bien; y vivirás en la tierra, y en verdad serás alimentado. 4Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón.5Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él; y Él hará. 6Y exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía. 7Guarda silencio ante Jehová, y espera en Él: No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por causa del hombre que hace maldades. 8Deja la ira, y depón el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo. 9Porque los malignos serán talados, mas los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra. 10Pues de aquí a poco no existirá el malo; y contemplarás sobre su lugar, y ya no estará. 11Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con abundancia de paz.12Maquina el impío contra el justo, y cruje sobre él sus dientes. 13El Señor se reirá de él; porque ve que viene su día. 14Los impíos han desenvainado la espada y entesado su arco, para derribar al pobre y al menesteroso, para matar a los de recto proceder.15La espada de ellos entrará en su mismo corazón, y su arco será quebrado. 16Mejor es lo poco del justo, que las riquezas de muchos pecadores. 17Porque los brazos de los impíos serán quebrados; Pero Jehová sostiene a los justos. 18Conoce Jehová los días de los perfectos; y la heredad de ellos será para siempre.19No serán avergonzados en el mal tiempo; y en los días de hambre serán saciados. 20Mas los impíos perecerán, y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros serán consumidos; se disiparán como humo. 21El impío toma prestado, y no paga; mas el justo tiene misericordia, y da. 22Porque los bendecidos de Él heredarán la tierra; y los maldecidos por Él serán talados. 23Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y Él aprueba su camino.24Cuando cayere, no quedará postrado; porque Jehová sostiene su mano. 25Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni a su simiente mendigando pan. 26En todo tiempo tiene misericordia, y presta; y su simiente es para bendición.27Apártate del mal, y haz el bien, y vivirás para siempre. 28Porque Jehová ama la rectitud, y no desampara a sus santos; para siempre serán guardados; mas la simiente de los impíos será cortada. 29Los justos heredarán la tierra, y vivirán para siempre sobre ella. 30La boca del justo hablará sabiduría; y su lengua pronunciará juicio. 31La ley de su Dios está en su corazón; No vacilarán sus pasos.32Acecha el impío al justo, y procura matarlo.33Jehová no lo dejará en sus manos, ni lo condenará cuando sea juzgado. 34Espera en Jehová, y guarda su camino, y Él te exaltará para heredar la tierra: Cuando sean talados los pecadores, lo verás. 35Vi yo al impío sumamente enaltecido, y que se extendía como un laurel verde; 36pero pasó, y he aquí ya no estaba; lo busqué, y no fue hallado. 37Considera al íntegro, y mira al justo; porque la postrimería de ellos es paz. 38Mas los transgresores serán todos a una destruidos; la postrimería de los impíos será talada.39Pero la salvación de los justos viene de Jehová; Él es su fortaleza en el tiempo de la angustia. 40Jehová los ayudará, y los librará; los librará de los impíos, y los salvará, por cuanto en Él confiaron.
SALMOS 38
1«Salmo de David, para recordar» Jehová, no me reprendas en tu furor, ni me castigues en tu ira.2Porque tus saetas cayeron sobre mí, y sobre mí ha descendido tu mano. 3No hay nada sano en mi carne a causa de tu ira; ni hay paz en mis huesos a causa de mi pecado. 4Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; como carga pesada se han agravado sobre mí. 5Hieden y se corrompen mis llagas, a causa de mi locura. 6Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, ando enlutado todo el día. 7Porque mis lomos están llenos de irritación, y nada hay sano en mi carne. 8Estoy debilitado y molido en gran manera; he gemido a causa de la conmoción de mi corazón. 9Señor, delante de ti están todos mis deseos; y mi suspiro no te es oculto.10Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor; y aun la misma luz de mis ojos se ha ido de mí.11Mis amigos y mis compañeros se quitaron de delante de mi plaga; y mis cercanos se pusieron lejos.12Los que buscaban mi alma tendieron lazos; y los que procuraban mi mal hablaban iniquidades, y meditaban fraudes todo el día. 13Mas yo, como si fuera sordo no oía; y estaba como un mudo, que no abre su boca. 14Fui, pues, como un hombre que no oye, y que en su boca no tiene reprensiones.15Porque en ti, oh Jehová, esperé yo: Tú responderás, Jehová Dios mío. 16Porque dije: Que no se alegren de mí: Cuando mi pie resbalaba, sobre mí se engrandecían. 17Pero yo estoy a punto de claudicar, y mi dolor está delante de mí continuamente.18Por tanto confesaré mi maldad; Me contristaré por mi pecado. 19Porque mis enemigos están vivos y fuertes; y se han aumentado los que me aborrecen sin causa: 20Y pagando mal por bien me son contrarios, por seguir yo lo bueno. 21No me desampares, oh Jehová: Dios mío, no te alejes de mí. 22Apresúrate a socorrerme, oh Señor, mi salvación.
SALMOS 39
1«Al Músico principal, a Jedutún: Salmo de David» Yo dije: Atenderé a mis caminos, para no pecar con mi lengua: Guardaré mi boca con freno, en tanto que el impío esté delante de mí. 2Enmudecí con silencio, me callé aun respecto de lo bueno; y se agravó mi dolor. 3Se enardeció mi corazón dentro de mí; se encendió fuego en mi meditación, y así proferí con mi lengua: 4Hazme saber, Jehová, mi fin, y cuál sea la medida de mis días; sepa yo cuán frágil soy. 5He aquí diste a mis días término corto, y mi edad es como nada delante de ti: Ciertamente el hombre, aun en su mejor estado, es completa vanidad. Selah6Ciertamente en tinieblas anda el hombre; ciertamente en vano se afana; acumula riqueza, y no sabe quién la recogerá. 7Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti. 8Líbrame de todas mis transgresiones; no me pongas por escarnio del insensato. 9Enmudecí, no abrí mi boca; porque tú lo hiciste. 10Quita de sobre mí tu plaga; bajo los golpes de tu mano estoy consumido. 11Con castigos sobre el pecado corriges al hombre, y haces consumirse como de polilla su grandeza: Ciertamente vanidad es todo hombre. Selah 12Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor: no calles ante mis lágrimas; porque peregrino soy para contigo, y advenedizo, como todos mis padres. 13Déjame, y tomaré fuerzas, antes que vaya y perezca.
SALMOS 40
1«Al Músico principal: Salmo de David» Pacientemente esperé en Jehová, y Él se inclinó a mí, y oyó mi clamor. 2Y me sacó del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. 3Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová.4Bienaventurado el hombre que pone en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían a la mentira. 5Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no te los podremos contar; si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser enumerados.6Sacrificio y ofrenda no te agradan; has abierto mis oídos; holocausto y expiación no has demandado.7Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí: 8El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado; y tu ley está en medio de mi corazón.9He predicado justicia en grande congregación; he aquí no he refrenado mis labios, Jehová, tú lo sabes.10No he encubierto tu justicia dentro de mi corazón: Tu fidelidad y tu salvación he proclamado: No he ocultado tu misericordia y tu verdad a la gran congregación. 11Tú, oh Jehová, no retengas de mí tus misericordias; tu misericordia y tu verdad me guarden siempre. 12Porque me han rodeado males sin número; me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista; son más numerosas que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.13Quieras, oh Jehová, librarme; Jehová, apresúrate a socorrerme. 14Sean avergonzados y confundidos a una los que buscan mi vida para destruirla; vuelvan atrás y sean avergonzados los que mi mal desean.15Sean asolados en pago de su afrenta los que me dicen: ¡Ajá, ajá! 16Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan; y digan siempre los que aman tu salvación: Jehová sea engrandecido. 17Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi Libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.
SALMOS 41
1«Al Músico principal: Salmo de David» Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová. 2Jehová lo guardará, y le dará vida; será bienaventurado en la tierra, y no lo entregarás a voluntad de sus enemigos. 3Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor; ablandarás toda su cama en su enfermedad. 4Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; sana mi alma, porque contra ti he pecado. 5Mis enemigos dicen mal de mí, preguntando: ¿Cuándo morirá, y perecerá su nombre?6Y si vienen a verme, hablan mentira; su corazón acumula iniquidad para sí; y al salir fuera, la divulgan.7Reunidos murmuran contra mí todos los que me aborrecen; contra mí piensan mal, diciendo de mí:8Cosa pestilencial se ha apoderado de él; y el que cayó en cama, no volverá a levantarse. 9Aun mi íntimo amigo, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, levantó contra mí su calcañar. 10Mas tú, Jehová, ten misericordia de mí, y hazme levantar, y les daré el pago. 11En esto conozco que te he agradado; en que mi enemigo no triunfa sobre mí.12En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, y me has hecho estar delante de ti para siempre. 13Bendito sea Jehová, el Dios de Israel, desde la eternidad, y hasta la eternidad. Amén, y amén.
SALMOS 42
1«Al Músico principal: Masquil para los hijos de Coré» Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. 2Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? 3Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios? 4Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí: Porque yo fui con la multitud, fui con ellos a la casa de Dios, con voz de alegría y de alabanza, haciendo fiesta la multitud. 5¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle por la ayuda de su presencia. 6Dios mío, mi alma está abatida dentro de mí; me acordaré por tanto de ti desde la tierra del Jordán, y de los hermonitas, desde el monte de Mizar. 7Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí. 8De día mandará Jehová su misericordia, y de noche su canción será conmigo, y mi oración al Dios de mi vida. 9Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo,10como con una espada en mis huesos? Mis enemigos me afrentan, diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios? 11¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle; Él es la salud de mi semblante, y mi Dios.
SALMOS 43
1Júzgame, oh Dios, y aboga mi causa: Líbrame de nación impía, del hombre de engaño e iniquidad.2Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo? 3Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán, me conducirán a tu monte santo, y a tus tabernáculos. 4Y entraré al altar de Dios, a Dios mi alegría, mi gozo; y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío. 5¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle; Él es la salud de mi semblante, y mi Dios.
SALMOS 44
1«Al Músico principal; para los hijos de Coré: Masquil» Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado la obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos. 2Tú con tu mano echaste a las naciones, y los plantaste a ellos; afligiste a los pueblos, y los arrojaste. 3Porque no se apoderaron de la tierra por su espada, ni su brazo los libró; sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos. 4Tú, oh Dios, eres mi Rey; manda salvación a Jacob. 5Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos; en tu nombre hollaremos a nuestros adversarios. 6Porque no confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará. 7Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos, y has avergonzado a los que nos aborrecían. 8En Dios nos gloriaremos todo el tiempo, y para siempre alabaremos tu nombre. Selah 9Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar; y no sales con nuestros ejércitos. 10Nos has hecho retroceder ante el enemigo, y los que nos aborrecían nos han saqueado para sí. 11Nos pusiste como a ovejas para comida, y nos esparciste entre las naciones. 12Has vendido a tu pueblo de balde, y no acrecentaste tu riqueza con su precio. 13Nos pusiste por vergüenza a nuestros vecinos, por escarnio y por burla a los que nos rodean. 14Nos pusiste por proverbio entre las naciones, por movimiento de cabeza en los pueblos.15Cada día mi vergüenza está delante de mí, y me cubre la confusión de mi rostro, 16por la voz del que me injuria y vitupera, por razón del enemigo y del vengativo. 17Todo esto nos ha sobrevenido, pero no nos hemos olvidado de ti; y no hemos faltado a tu pacto. 18No se ha vuelto atrás nuestro corazón, ni nuestros pasos se han apartado de tu camino;19aunque nos quebrantaste en el lugar de los dragones y nos cubriste con sombra de muerte. 20Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios, o extendido nuestras manos a dios ajeno, 21¿No demandaría Dios esto? Porque Él conoce los secretos del corazón. 22Pero por causa de ti nos matan cada día; somos contados como ovejas para el matadero.23Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no nos deseches para siempre. 24¿Por qué escondes tu rostro, y te olvidas de nuestra aflicción y de nuestra opresión? 25Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo; nuestro vientre está pegado con la tierra. 26Levántate para ayudarnos, y redímenos por tu misericordia.
SALMOS 45
1«Al Músico principal: sobre Sosanim: para los hijos de Coré: Masquil: Canción de amores» Rebosa mi corazón palabra buena: Refiero yo al Rey mis obras: Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero. 2Te has hermoseado más que los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre. 3Cíñete tu espada sobre el muslo, oh valiente, con tu gloria y con tu majestad. 4Y en tu gloria sé prosperado: Cabalga sobre palabra de verdad, de humildad y de justicia; y tu diestra te enseñará cosas terribles. 5Tus saetas agudas con que caerán pueblos debajo de ti, penetrarán en el corazón de los enemigos del Rey. 6Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de equidad es el cetro de tu reino. 7Amaste la justicia y aborreciste la maldad; por tanto Dios, el Dios tuyo, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros. 8Mirra, áloe y casia exhalan todas tus vestiduras; desde palacios de marfil te han alegrado. 9Hijas de reyes hay entre tus mujeres ilustres: La reina está a tu diestra, con oro de Ofir. 10Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; y olvida tu pueblo, y la casa de tu padre; 11y deseará el Rey tu hermosura: Adórale, porque Él es tu Señor. 12Y la hija de Tiro vendrá con presentes; los ricos del pueblo implorarán tu favor. 13Toda gloriosa en su interior es la hija del Rey; de brocado de oro es su vestido. 14Con vestidos bordados será llevada al Rey; vírgenes en pos de ella: Sus compañeras serán traídas a ti. 15Serán traídas con alegría y gozo; entrarán en el palacio del Rey. 16En lugar de tus padres serán tus hijos, a quienes harás príncipes en toda la tierra. 17Haré que tu nombre sea recordado en todas las generaciones; por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.
SALMOS 46
1«Al Músico principal; para los hijos de Coré: Salmo sobre Alamot» Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. 2Por tanto no temeremos aunque la tierra sea removida; Aunque se traspasen los montes al corazón del mar; 3aunque bramen y se turben sus aguas; aunque tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah 4Hay un río cuyas corrientes alegrarán la ciudad de Dios, el lugar santo de los tabernáculos del Altísimo. 5Dios está en medio de ella; no será conmovida: Dios la ayudará al clarear la mañana. 6Bramaron las naciones, titubearon los reinos; dio Él su voz, se derritió la tierra.7Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah 8Venid, ved las obras de Jehová, que ha puesto asolamientos en la tierra. 9Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra; que quiebra el arco, corta la lanza, y quema los carros en el fuego. 10Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; enaltecido seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra. 11Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
SALMOS 47
1«Al Músico principal: De los hijos de Coré: Salmo» Pueblos todos, batid las manos; aclamad a Dios con voz de júbilo. 2Porque Jehová el Altísimo es terrible; Rey grande sobre toda la tierra. 3Él sujetará a los pueblos debajo de nosotros, y a las naciones debajo de nuestros pies. 4Él nos elegirá nuestras heredades; la hermosura de Jacob, al cual amó. Selah 5Subió Dios con júbilo, Jehová con sonido de trompeta.6Cantad a Dios, cantad; cantad a nuestro Rey, cantad. 7Porque Dios es el Rey de toda la tierra: Cantad con inteligencia. 8Dios reina sobre las naciones; Sentado está Dios sobre su santo trono.9Los príncipes de los pueblos se han reunido, aun el pueblo del Dios de Abraham: Porque de Dios son los escudos de la tierra; Él es muy enaltecido.
SALMOS 48
1«Canción: Salmo de los hijos de Coré» Grande es Jehová y digno de ser en gran manera alabado, en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.2Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra es el monte de Sión, a los lados del norte, la ciudad del gran Rey. 3Dios en sus palacios es conocido por refugio.4Porque he aquí los reyes de la tierra se reunieron; pasaron todos. 5Y viéndola ellos así, se maravillaron, se turbaron, se dieron prisa a huir. 6Les tomó allí temblor; dolor, como a mujer que da a luz. 7Con viento solano quiebras tú las naves de Tarsis.8Como lo oímos, así hemos visto en la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios: Dios la afirmará para siempre. Selah 9Nos acordamos de tu misericordia, oh Dios, en medio de tu templo. 10Conforme a tu nombre, oh Dios, así es tu loor hasta los fines de la tierra; de justicia está llena tu diestra. 11Se alegrará el monte de Sión; se gozarán las hijas de Judá por tus juicios. 12Andad alrededor de Sión, y rodeadla; contad sus torres. 13Observad atentamente su antemuro; mirad sus palacios; para que lo contéis a la generación venidera. 14Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre: Él nos guiará, aun hasta la muerte.
SALMOS 49
1«Al Músico principal: Salmo para los hijos de Coré» Oíd esto, pueblos todos; escuchad, todos los habitantes del mundo: 2Así los plebeyos como los nobles, el rico y el pobre juntamente. 3Mi boca hablará sabiduría; y la meditación de mi corazón será inteligencia. 4Inclinaré mi oído al proverbio; declararé con el arpa mi enigma. 5¿Por qué he de temer en los días de adversidad, cuando la iniquidad de mis acechadores me rodee? 6Los que confían en sus posesiones, y se jactan en la muchedumbre de sus riquezas, 7ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate 8Porque la redención de su alma es de gran precio, y no se hará jamás. 9Para que viva en adelante para siempre, y nunca vea corrupción. 10Pues él ve que mueren los sabios; igualmente perecen el insensato y el necio, y dejan a otros sus riquezas. 11En su interior piensan que sus casas serán eternas, y sus habitaciones para generación y generación; dan sus nombres a sus tierras. 12Mas el hombre no permanecerá en honra; es semejante a las bestias que perecen. 13Este su camino es locura; con todo, sus descendientes se complacen en el dicho de ellos. Selah 14Como rebaños serán puestos en la sepultura; la muerte se cebará en ellos; y los rectos señorearán sobre ellos por la mañana; y su buen parecer se consumirá en el sepulcro de su morada. 15Pero Dios redimirá mi alma del poder de la sepultura, porque Él me recibirá. Selah 16No temas cuando se enriquece alguno, cuando aumenta la gloria de su casa; 17porque cuando muera no llevará nada, ni descenderá tras él su gloria. 18Aunque mientras viva, bendiga a su alma: y tú serás loado cuando te hicieres bien. 19Entrará a la generación de sus padres; nunca mirarán la luz. 20El hombre que está en honra y no entiende, semejante es a las bestias que perecen.
SALMOS 50

1«Salmo de Asaf» El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra desde el nacimiento del sol hasta donde se pone. 2De Sión, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido. 3Vendrá nuestro Dios, y no callará; fuego consumirá delante de Él, y en derredor suyo habrá tempestad grande. 4Convocará a los cielos de arriba, y a la tierra, para juzgar a su pueblo. 5Juntadme mis santos; los que hicieron conmigo pacto con sacrificio. 6Y los cielos declararán su justicia; Porque Dios es el Juez. Selah7Oye, pueblo mío, y hablaré: Escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el Dios tuyo. 8No te reprenderé sobre tus sacrificios, ni por tus holocaustos, que delante de mí están siempre. 9No tomaré de tu casa becerros, ni machos cabríos de tus apriscos. 10Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados. 11Conozco todas las aves de los montes, y mías son las fieras del campo. 12Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud. 13¿He de comer yo carne de toros, o he de beber sangre de machos cabríos? 14Sacrifica a Dios alabanza, y paga tus votos al Altísimo. 15E invócame en el día de la angustia: Te libraré, y tú me honrarás. 16Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que narrar mis leyes, y que tomar mi pacto en tu boca? 17Pues tú aborreces la instrucción, y echas a tu espalda mis palabras.18Si veías al ladrón, tú corrías con él; y con los adúlteros era tu parte. 19Tu boca metías en mal, y tu lengua componía engaño. 20Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; contra el hijo de tu madre ponías infamia. 21Estas cosas hiciste, y yo he callado; pensabas que de cierto sería yo como tú; pero yo te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos.22Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios; no sea que os despedace, sin que haya quien libre.23El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le mostraré la salvación de Dios.

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