Melodias Celestiales

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quarta-feira, 8 de junho de 2016

Biblia Reina Valera completa - Salmos 51 a 100


SALMOS 51
1«Al Músico principal: Salmo de David, cuando después que entró a Betsabé, vino a él Natán el profeta» Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. 3Porque yo reconozco mis rebeliones; y mi pecado está siempre delante de mí. 4Contra ti, contra ti sólo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos: Para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio. 5He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre. 6He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo; y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. 7Purifícame con hisopo, y seré limpio: Lávame, y seré más blanco que la nieve.8Hazme oír gozo y alegría; y se recrearán los huesos que has abatido. 9Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. 10Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; y renueva un espíritu recto dentro de mí. 11No me eches de delante de ti; y no quites de mí tu Santo Espíritu. 12Vuélveme el gozo de tu salvación; y el espíritu libre me sustente. 13Entonces enseñaré a los prevaricadores tus caminos; y los pecadores se convertirán a ti. 14Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; cantará mi lengua tu justicia. 15Señor, abre mis labios; y publicará mi boca tu alabanza. 16Porque no quieres tú sacrificio, que yo lo daría; no quieres holocausto.17Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. 18Haz bien con tu benevolencia a Sión: Edifica los muros de Jerusalén. 19Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo quemada: Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar
SALMOS 52
1«Al Músico principal: Masquil de David, cuando vino Doeg idumeo y dio cuenta a Saúl, diciéndole: David ha venido a casa de Ahimelec» ¿Por qué te glorías de maldad, oh poderoso? La misericordia de Dios es continua. 2Agravios maquina tu lengua; como navaja afilada hace engaño. 3Amaste el mal más que el bien; la mentira más que hablar justicia. Selah 4Has amado toda palabra perniciosa, oh lengua engañosa.5Por tanto Dios te derribará para siempre; te asolará y te arrancará de tu morada, y te desarraigará de la tierra de los vivientes. Selah 6Y verán los justos, y temerán; y se reirán de él, diciendo: 7He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza, sino que confió en la multitud de sus riquezas; y se mantuvo en su maldad. 8Mas yo estoy como olivo verde en la casa de Dios: En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre. 9Te alabaré para siempre por lo que has hecho; y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos.
SALMOS 53
1«Al Músico principal: sobre Mahalat: Masquil de David» Dijo el necio en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron e hicieron abominable maldad; no hay quien haga el bien. 2Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido que buscara a Dios. 3Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido; no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno. 4¿No tienen conocimiento todos esos que hacen iniquidad? Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan; a Dios no han invocado. 5Allí se sobresaltaron de pavor donde no había miedo: Porque Dios ha esparcido los huesos del que acampó contra ti: Los avergonzaste, porque Dios los desechó. 6¡Oh, quién diese que la salvación de Israel viniese de Sión! Cuando Dios hiciere volver de la cautividad a su pueblo, se gozará Jacob, y se alegrará Israel.
SALMOS 54
1«Al Músico principal: en Neginot: Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra?» Oh Dios, sálvame por tu nombre, y con tu poder defiéndeme. 2Oh Dios, oye mi oración; escucha las razones de mi boca.3Porque extraños se han levantado contra mí, y hombres violentos buscan mi vida; no han puesto a Dios delante de sí. Selah 4He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es con los que sostienen mi vida.5Él volverá el mal a mis enemigos; córtalos por tu verdad. 6Voluntariamente sacrificaré a ti; alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno. 7Porque me ha librado de toda angustia, y en mis enemigos vieron mis ojos mi deseo.
SALMOS 55
1«Al Músico principal: en Neginot: Masquil de David» Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica. 2Está atento, y respóndeme; clamo en mi oración, y levanto el grito, 3a causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío; porque iniquidad echaron sobre mí, y con furor me aborrecen. 4Mi corazón está dolorido dentro de mí, y terrores de muerte sobre mí han caído. 5Temor y temblor vinieron sobre mí, y terror me ha cubierto. 6Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría. 7Ciertamente huiría lejos: Moraría en el desierto. Selah 8Me apresuraría a escapar del viento tempestuoso, de la tempestad. 9Deshace, oh Señor, divide la lengua de ellos; porque he visto violencia y rencilla en la ciudad. 10Día y noche la rodean sobre sus muros; e iniquidad y trabajo hay en medio de ella.11Agravios hay en medio de ella, y el fraude y engaño no se apartan de sus plazas. 12Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él: 13Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, mi guía, y mi familiar; 14que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, y a la casa de Dios andábamos en compañía. 15Que la muerte los sorprenda; desciendan vivos al infierno; porque maldad hay en sus moradas, en medio de ellos. 16En cuanto a mí, a Dios clamaré; y Jehová me salvará.17Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré; y Él oirá mi voz. 18Él ha rescatado en paz mi alma de la guerra contra mí; aunque había muchos contra mí.19Dios oirá, y los quebrantará luego, Él, que desde la antigüedad permanece Selah; Por cuanto no cambian, ni temen a Dios. 20Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él; violó su pacto.21Las palabras de su boca fueron más blandas que mantequilla, pero guerra había en su corazón: Suavizó sus palabras más que el aceite, mas ellas fueron espadas desenvainadas. 22Echa sobre Jehová tu carga, y Él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo. 23Mas tú, oh Dios, los harás descender al pozo de la destrucción: Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días: Pero yo confiaré en ti.
SALMOS 56
1«Al Músico principal: sobre La paloma silenciosa en paraje muy distante. Mictam de David, cuando los filisteos le prendieron en Gat» Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre: Me oprime combatiéndome cada día. 2Me devorarían cada día mis enemigos; porque muchos son los que pelean contra mí, oh Altísimo. 3En el día que temo, yo en ti confío. 4En Dios alabaré su palabra: En Dios he confiado, no temeré lo que me pueda hacer el hombre.5Todos los días pervierten mis palabras; contra mí son todos sus pensamientos para mal. 6Se reúnen, se esconden, miran atentamente mis pasos, acechan mi vida. 7¿Escaparán ellos con su iniquidad? Oh Dios, derriba en tu furor los pueblos. 8Mis huidas tú has contado; pon mis lágrimas en tu redoma: ¿No están ellas en tu libro? 9Serán luego vueltos atrás mis enemigos el día que yo clamare; en esto conozco que Dios es por mí. 10En Dios alabaré su palabra; en Jehová alabaré su palabra. 11En Dios he confiado: No temeré lo que me pueda hacer el hombre.12Sobre mí, oh Dios, están tus votos; te tributaré alabanzas. 13Porque has librado mi alma de la muerte, y mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven.
SALMOS 57
1«Al Músico principal: sobre No destruyas: Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva» Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé, hasta que pasen los quebrantos. 2Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me favorece. 3Él enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que quiere devorarme. Selah Dios enviará su misericordia y su verdad. 4Mi vida está entre leones; estoy echado entre hijos de hombres encendidos; sus dientes son lanzas y saetas, y su lengua espada aguda. 5Sobre los cielos sé exaltado, oh Dios; sobre toda la tierra tu gloria. 6Red han armado a mis pasos; mi alma se ha abatido: Hoyo han cavado delante de mí; en medio de él han caído. Selah 7Mi corazón está firme, oh Dios, mi corazón está firme; cantaré y trovaré salmos. 8Despierta, oh gloria mía; despierta, salterio y arpa; me levantaré de mañana. 9Te alabaré entre los pueblos, oh Señor; cantaré de ti entre las naciones. 10Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, y hasta las nubes tu verdad. 11Sé exaltado sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra sea tu gloria.
SALMOS 58
1«Al Músico principal: sobre No destruyas: Mictam de David» Oh congregación, ¿pronunciáis en verdad justicia? ¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres?2Antes con el corazón obráis iniquidades: Hacéis pesar la violencia de vuestras manos en la tierra. 3Se apartaron los impíos desde la matriz; se descarriaron desde el momento en que nacieron, hablando mentira.4Veneno tienen semejante al veneno de serpiente; son como áspid sordo que cierra su oído; 5que no oye la voz de los encantadores, por más hábil que el encantador sea. 6Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas; quiebra, oh Jehová, las muelas de los leoncillos. 7Escúrranse como aguas que se van de suyo; al entesar sus saetas, luego sean hechas pedazos. 8Pasen ellos como el caracol que se deslíe; como el abortivo de mujer, no vean el sol.9Antes que vuestras ollas sientan las espinas, así vivos, así airados, los arrebatará Él con tempestad.10Se alegrará el justo cuando viere la venganza; sus pies lavará en la sangre del impío. 11Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay recompensa para el justo; ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.
SALMOS 59
1«Al Músico principal: sobre No destruyas: Mictam de David, cuando envió Saúl, y guardaron la casa para matarlo» Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; ponme a salvo de los que contra mí se levantan.2Líbrame de los obradores de iniquidad, y sálvame de hombres sanguinarios. 3Porque he aquí están acechando mi vida; se han juntado contra mí poderosos, no por falta mía, ni pecado mío, oh Jehová. 4Sin delito mío, corren y se aperciben; despierta para ayudarme, y mira. 5Y tú, Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para castigar a todas las naciones; no tengas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. Selah 6Volverán a la tarde, ladrarán como perros, y rodearán la ciudad.7He aquí proferirán con su boca; espadas hay en sus labios, porque dicen: ¿Quién oye? 8Mas tú, oh Jehová, te reirás de ellos, te burlarás de todas las gentes. 9A causa de su fuerza, esperaré yo en ti; porque Dios es mi defensa. 10El Dios de mi misericordia irá delante de mí: Dios perimitirá que yo vea en mis enemigos mi deseo. 11No los mates, para que mi pueblo no se olvide; Dispérsalos con tu poder, y abátelos, oh Jehová, escudo nuestro, 12por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios; sean presos por su soberbia, y por la maldición y mentira que profieren. 13Acábalos con furor, acábalos, y dejen de ser; y sepan que Dios domina en Jacob hasta los fines de la tierra. Selah 14Vuelvan, pues, a la tarde, y ladren como perros, y rodeen la ciudad. 15Anden ellos errantes para hallar qué comer; y si no se saciaren, murmuren. 16Pero yo cantaré de tu poder, y alabaré de mañana tu misericordia: Porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia.17Fortaleza mía, a ti cantaré; porque eres, oh Dios de mi refugio, el Dios de mi misericordia.
SALMOS 60
1«Al Músico principal; sobre Susan-edut: Mictam de David, para enseñar, cuando tuvo guerra contra Aram-naharaim y contra Aram de Soba, y volvió Joab, e hirió de Edom en el valle de la Sal a doce mil» Oh Dios, tú nos has desechado, nos disipaste; te has airado; ¡vuélvete a nosotros! 2Hiciste temblar la tierra, la abriste; sana sus roturas, porque titubea. 3Has hecho ver a tu pueblo duras cosas; nos hiciste beber el vino de aturdimiento. 4Has dado bandera a los que te temen, que desplieguen por causa de la verdad. Selah5Para que se libren tus amados, salva con tu diestra, y óyeme. 6Dios ha hablado en su santuario: Yo me alegraré; repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot. 7Mío es Galaad, y mío es Manasés; y Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá, mi legislador;8Moab, es la vasija en que me lavo; sobre Edom echaré mi zapato: Haz júbilo a causa de mí, oh Filistea. 9¿Quién me llevará a la ciudad fortificada? ¿Quién me llevará hasta Edom? 10Ciertamente, tú, oh Dios, que nos habías desechado; y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos. 11Danos socorro contra el enemigo, que vana es la ayuda del hombre. 12En Dios haremos proezas; y Él hollará a nuestros enemigos.
SALMOS 61
1«Al Músico principal: sobre Neginot: Salmo de David» Oye, oh Dios, mi clamor; atiende mi oración.2Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare: Llévame a la peña más alta que yo. 3Porque tú has sido mi refugio, y torre fuerte delante del enemigo. 4Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; estaré seguro bajo el abrigo de tus alas. Selah 5Porque tú, oh Dios, has oído mis votos, has dado heredad a los que temen tu nombre. 6Días sobre días añadirás al rey; sus años serán como generación y generación. 7Estará para siempre delante de Dios: Misericordia y verdad prepara para que lo guarden. 8Así cantaré salmos a tu nombre para siempre, pagando mis votos cada día.
SALMOS 62
1«Al Músico principal: A Jedutún: Salmo de David» En Dios solamente está acallada mi alma; de Él viene mi salvación. 2Sólo Él es mi Roca, y mi salvación; es mi refugio, no resbalaré mucho. 3¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre? Pereceréis todos vosotros, caeréis como pared desplomada, como cerca derribada. 4Solamente consultan de cómo arrojarle de su grandeza; aman la mentira, con su boca bendicen, pero maldicen en sus entrañas. Selah5Alma mía, espera solamente en Dios; porque en Él está mi esperanza. 6Sólo Él es mi Roca y mi salvación. Él es mi refugio, no seré movido. 7En Dios está mi salvación y mi gloria; en Dios está la roca de mi fortaleza, y mi refugio. 8Esperad en Él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de Él vuestro corazón: Dios es nuestro refugio. Selah 9Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hombres de renombre; pesándolos a todos juntos en la balanza, pesarán menos que la vanidad. 10No confiéis en la violencia, ni en la rapiña; no os envanezcáis; si se aumentaren las riquezas, no pongáis el corazón en ellas. 11Una vez habló Dios; dos veces he oído esto; que de Dios es el poder.12Y de ti, oh Señor, es la misericordia; porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.
SALMOS 63
1«Salmo de David, estando en el desierto de Judá» Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde agua no hay; 2para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario.3Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán. 4Así te bendeciré en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos. 5Como de meollo y de grosura será saciada mi alma; y con labios de júbilo te alabará mi boca, 6cuando me acuerdo de ti en mi lecho, y medito en ti en las vigilias de la noche.7Porque has sido mi socorro; y así en la sombra de tus alas me regocijaré. 8Está mi alma apegada a ti; tu diestra me ha sostenido. 9Mas los que para destrucción buscan mi alma, caerán en los sitios más bajos de la tierra. 10Caerán a filo de espada; serán la porción de las zorras. 11Pero el rey se alegrará en Dios; será alabado cualquiera que por Él jura; porque la boca de los que hablan mentira, será cerrada.
SALMOS 64
1«Al Músico principal: Salmo de David» Escucha, oh Dios, mi voz en mi oración; guarda mi vida del miedo del enemigo. 2Escóndeme del consejo secreto de los malignos; de la conspiración de los obradores de iniquidad; 3que afilan su lengua como espada, y estiran su arco para lanzar saetas, aun palabras amargas; 4para asaetear a escondidas al íntegro; de repente tiran contra él, y no temen. 5Obstinados en su inicuo designio, tratan de esconder los lazos, y dicen: ¿Quién los ha de ver? 6Inquieren iniquidades, hacen una investigación exacta; y el íntimo pensamiento de cada uno de ellos, así como el corazón, es profundo. 7Mas Dios los herirá con saeta; de repente serán heridos. 8Y harán caer sobre sí sus mismas lenguas; se espantarán todos los que los vieren. 9Y temerán todos los hombres, y anunciarán la obra de Dios, y entenderán su hecho.10Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en Él; y se gloriarán todos los rectos de corazón.
SALMOS 65
1«Al Músico principal: Salmo: Cántico de David» A ti es plácida la alabanza en Sión, oh Dios; y a ti se pagarán los votos. 2Tú oyes la oración; a ti vendrá toda carne. 3Iniquidades prevalecen contra mí; mas tú perdonarás nuestras transgresiones.4Bienaventurado el que tú escogieres, e hicieres acercarse a ti, para que habite en tus atrios. Seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo.5Con tremendas cosas, en justicia, nos responderás tú, oh Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los términos de la tierra, y de los más remotos confines del mar. 6Tú, el que afirma los montes con su poder, ceñido de valentía: 7El que calma el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas, y el alboroto de las naciones. 8Por tanto, los moradores de los fines de la tierra temen de tus maravillas. Tú haces que se alegren las salidas de la mañana y de la tarde. 9Visitas la tierra, y la riegas: En gran manera la enriqueces con el río de Dios, que está lleno de aguas; preparas el grano de ellos, cuando así la dispones. 10Haces que se empapen sus surcos, haces descender sus canales; la ablandas con lluvias, bendices sus renuevos. 11Tú coronas el año con tu bondad; y tus nubes destilan grosura.12Destilan sobre los pastizales del desierto; y los collados se ciñen de alegría. 13Los prados se visten de rebaños, y los valles se cubren de grano; dan voces de júbilo, y aun cantan.
SALMOS 66
1«Al Músico principal: Cántico: Salmo» Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra: 2Cantad la gloria de su nombre; haced gloriosa su alabanza. 3Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos.4Toda la tierra te adorará, y cantará a ti; cantarán a tu nombre. Selah 5Venid, y ved las obras de Dios, temible en sus hechos para con los hijos de los hombres. 6Volvió el mar en tierra seca; por el río pasaron a pie; allí en Él nos alegramos. 7Él señorea con su poder para siempre; sus ojos atalayan sobre las naciones; los rebeldes no serán exaltados. Selah8Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, y haced oír la voz de su alabanza. 9Él es quien preserva nuestra alma en vida, y no permite que nuestros pies resbalen.10Porque tú nos probaste, oh Dios: nos refinaste como se refina la plata. 11Nos metiste en la red; pusiste aflicción en nuestros lomos. 12Hombres hiciste cabalgar sobre nuestra cabeza; pasamos por el fuego y por el agua, pero nos sacaste a un lugar de abundancia. 13Entraré en tu casa con holocaustos; te pagaré mis votos 14que pronunciaron mis labios y habló mi boca, cuando angustiado estaba. 15Te ofreceré holocaustos de animales engordados, con perfume de carneros: Sacrificaré bueyes y machos cabríos. Selah 16Venid, oíd todos los que teméis a Dios, y contaré lo que Él ha hecho a mi alma. 17A Él clamé con mi boca, y exaltado fue con mi lengua.18Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado. 19Mas ciertamente me oyó Dios; atendió a la voz de mi súplica. 20Bendito sea Dios, que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.
SALMOS 67
1«Al Músico principal: sobre Neginot: Salmo: Cántico» Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros Selah; 2Para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salvación. 3Te alaben los pueblos, oh Dios; todos los pueblos te alaben.4Alégrense y gócense las naciones; porque juzgarás los pueblos con equidad, y pastorearás las naciones en la tierra. Selah 5Te alaben los pueblos, oh Dios; todos los pueblos te alaben. 6La tierra dará su fruto: Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro. 7Bendíganos Dios, y témanlo todos los fines de la tierra.
SALMOS 68
1«Al Músico principal: Salmo de David: Canción» Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, y huyan de su presencia los que le aborrecen. 2Como es lanzado el humo, los lanzarás; como se derrite la cera delante del fuego, así perecerán los impíos delante de Dios. 3Mas los justos se alegrarán: se gozarán delante de Dios, y saltarán de alegría.4Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre: Exaltad al que cabalga sobre los cielos; Jehová es su nombre, y alegraos delante de Él. 5Padre de huérfanos y defensor de viudas, es Dios en su santa morada:6Dios hace habitar en familia a los solitarios; Él saca a los aprisionados con grillos; mas los rebeldes habitan en tierra seca. 7Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo, cuando anduviste por el desierto, Selah8La tierra tembló; también destilaron los cielos a la presencia de Dios; aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel. 9Abundante lluvia esparciste, oh Dios, a tu heredad; y cuando se cansó, tú la recreaste.10Los que son de tu grey han morado en ella: Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre. 11El Señor daba palabra: Grande era el ejército de aquellos que la publicaban. 12Huyeron, huyeron reyes de ejércitos; y las que se quedaban en casa repartían el despojo.13Bien que fuisteis echados entre los tiestos, seréis como alas de paloma cubiertas de plata, y sus plumas con amarillez de oro. 14Cuando el Omnipotente esparció los reyes en ella, se emblanqueció como la nieve en Salmón. 15Monte de Dios es el monte de Basán; monte alto el de Basán. 16¿Por qué os levantáis, oh montes altos? Éste es el monte que Dios deseó para su morada; ciertamente Jehová habitará en él para siempre. 17Los carros de Dios son veinte mil, y más millares de ángeles. El Señor está entre ellos, como en el Sinaí, así en el santuario. 18Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, tomaste dones para los hombres, y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios. 19Bendito sea el Señor; cada día nos colma de bendiciones el Dios de nuestra salvación. Selah 20El Dios nuestro es el Dios de la salvación; y de Jehová el Señor es el librar de la muerte. 21Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, la testa cabelluda del que camina en sus pecados. 22El Señor dijo: De Basán los haré volver, haré volver a mi pueblo de las profundidades del mar:23Porque sumergirás tu pie en la sangre de tus enemigos, y en ella también la lengua de tus perros.24Vieron tus caminos, oh Dios; los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario. 25Los cantores iban delante, los tañedores detrás; en medio, las doncellas con panderos. 26Bendecid a Dios en las congregaciones; al Señor, vosotros de la estirpe de Israel. 27Allí estaba el joven Benjamín señoreador de ellos, los príncipes de Judá en su congregación, los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí. 28Tu Dios ha ordenado tu fuerza; Confirma, oh Dios, lo que has hecho por nosotros. 29Por razón de tu templo en Jerusalén, los reyes te ofrecerán dones. 30Reprime la reunión de gentes armadas, la multitud de toros con los becerros de los pueblos, hasta que todos se sometan con sus piezas de plata; esparce a los pueblos que se complacen en la guerra. 31Vendrán príncipes de Egipto; Etiopía pronto extenderá sus manos a Dios. 32Reinos de la tierra, cantad a Dios, cantad al Señor Selah; 33Al que cabalga sobre los cielos de los cielos que son desde la antigüedad: He aquí dará su voz, poderosa voz. 34Atribuid fortaleza a Dios; sobre Israel es su magnificencia, y su poder está en los cielos. 35Terrible eres, oh Dios, desde tus santuarios: El Dios de Israel, Él da fortaleza y vigor a su pueblo. Bendito Dios.
SALMOS 69
1«Al Músico principal: sobre Sosanim: Salmo de David» Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma. 2Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo sentar pie; he venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado.3Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido; han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios. 4Más que los cabellos de mi cabeza son los sin causa que me aborrecen; Poderosos son los que quieren destruirme; Sin razón son mis enemigos; he tenido que pagar lo que no he robado. 5Dios, tú sabes mi locura; y mis pecados no te son ocultos.6No sean avergonzados por mi causa los que esperan en ti, oh Señor Jehová de los ejércitos; no sean confundidos por causa mía los que te buscan, oh Dios de Israel. 7Porque por amor de ti he sufrido afrenta; confusión ha cubierto mi rostro. 8He venido a ser extraño a mis hermanos, y extranjero a los hijos de mi madre. 9Porque me consumió el celo de tu casa; y las afrentas de los que te injuriaban, han caído sobre mí. 10Y lloré afligiendo con ayuno mi alma; y esto me ha sido por afrenta. 11Me puse además cilicio por vestidura; y vine a serles por proverbio.12Hablaban contra mí los que se sentaban a la puerta, y vine a ser la canción de los bebedores de vino. 862 13Mas yo a ti elevo mi oración, oh Jehová, en tiempo aceptable; oh Dios, por la multitud de tu misericordia, por la verdad de tu salvación, escúchame. 14Sácame del lodo, y no sea yo sumergido; sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas. 15No me anegue la corriente de las aguas, ni me trague el abismo, ni el pozo cierre sobre mí su boca. 16Escúchame, oh Jehová, porque benigna es tu misericordia; mírame conforme a la multitud de tus piedades. 17Y no escondas tu rostro de tu siervo; porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme. 18Acércate a mi alma, redímela. Líbrame a causa de mis enemigos.19Tú sabes mi afrenta, y mi confusión, y mi oprobio; delante de ti están todos mis enemigos. 20La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado; y esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo; y consoladores, y ninguno hallé. 21Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre. 22Que la mesa delante de ellos se convierta en lazo, y lo que era para su bien les sea tropiezo. 23Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, y haz vacilar continuamente sus lomos.24Derrama sobre ellos tu ira, y el furor de tu enojo los alcance. 25Sea su palacio asolado; en sus tiendas no haya morador. 26Porque persiguieron al que tú heriste; y cuentan del dolor de los que tú llagaste.27Pon maldad sobre su maldad, y no entren en tu justicia. 28Sean raídos del libro de los vivientes, y no sean escritos con los justos. 29Pero yo estoy afligido y quebrantado, tu salvación, oh Dios, me ponga en alto. 30Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, con acciones de gracias lo exaltaré. 31Y esto agradará a Jehová más que sacrificio de buey, o becerro que tiene cuernos y pezuñas. 32Los humildes lo verán, y se gozarán. Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón. 33Porque Jehová oye a los menesterosos, y no menosprecia a sus prisioneros.34Alábenlo los cielos y la tierra, los mares, y todo lo que se mueve en ellos. 35Porque Dios salvará a Sión, y reedificará las ciudades de Judá; y habitarán allí, y la poseerán. 36Y la simiente de sus siervos la heredará, y los que aman su nombre habitarán en ella.
SALMOS 70
1«Al Músico principal: Salmo de David, para conmemorar» Oh Dios, apresúrate a librarme; apresúrate, oh Dios, a socorrerme. 2Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida; sean vueltos atrás y avergonzados los que mi mal desean. 3Sean vueltos atrás, en pago de su afrenta hecha, los que dicen: ¡Ajá, ajá! 4Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan; y digan siempre los que aman tu salvación: Engrandecido sea Dios. 5Yo estoy afligido y menesteroso; apresúrate a mí, oh Dios; mi ayuda y mi Libertador eres tú; oh Jehová, no te detengas.
SALMOS 71
1En ti, oh Jehová, he esperado; no sea yo avergonzado jamás. 2Hazme escapar, y líbrame en tu justicia; inclina a mí tu oído y sálvame. 3Sé tú mi roca de refugio, adonde recurra yo continuamente; has dado mandamiento para salvarme; porque tú eres mi Roca, y mi fortaleza. 4Dios mío, líbrame de la mano del impío, de la mano del perverso y violento.5Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza; seguridad mía desde mi juventud. 6Por ti he sido sustentado desde el vientre; de las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; de ti será siempre mi alabanza. 7Como prodigio he sido a muchos; y tú mi refugio fuerte. 8Sea llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el día. 9No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares. 10Porque mis enemigos hablan contra mí; y los que acechan mi alma, consultaron juntamente.11Diciendo: Dios lo ha dejado: Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre. 12Oh Dios, no estés lejos de mí: Dios mío, apresúrate a socorrerme.13Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma; sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan. 14Mas yo esperaré siempre, y aún te alabaré más y más. 15Mi boca publicará tu justicia y tu salvación todo el día, aunque no sé su número. 16Iré en la fortaleza del Señor Jehová: Haré mención de tu justicia, que es sólo tuya. 17Oh Dios, me has enseñado desde mi juventud; y hasta ahora he manifestado tus maravillas. 18Y aun hasta la vejez y las canas; oh Dios, no me desampares, hasta que muestre tu fortaleza a esta generación, y tu poder a todos los que han de venir. 19Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso; Tú has hecho grandes cosas. Oh Dios, ¿quién como tú? 20Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida, y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.21Aumentarás mi grandeza, y volverás a consolarme.22Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, oh Dios mío: tu verdad cantaré a ti con el arpa, oh Santo de Israel. 23Mis labios se alegrarán cuando a ti cante, y mi alma, la cual redimiste. 24Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día; por cuanto fueron avergonzados, porque fueron confundidos los que mi mal procuraban.
SALMOS 72
1«Para Salomón» Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey. 2Él juzgará a tu pueblo con justicia, y a tus afligidos con juicio. 3Los montes llevarán paz al pueblo, y los collados justicia.4Juzgará a los afligidos del pueblo, salvará los hijos del menesteroso, y quebrantará al violento. 5Te temerán mientras duren el sol y la luna, de generación en generación. 6Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; como el rocío que destila sobre la tierra. 7En sus días florecerá la justicia, y abundancia de paz hasta que no haya luna. 8Y dominará de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra.9Los que habitan el desierto se postrarán delante de él; y sus enemigos lamerán la tierra. 10Los reyes de Tarsis y de las islas traerán presentes; los reyes de Seba y de Sabá ofrecerán dones, 11y todos los reyes se postrarán delante de él; todas las naciones le servirán. 12Porque él librará al menesteroso que clamare, y al afligido que no tuviere quien le socorra.13Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, y salvará las almas de los pobres. 14De engaño y de violencia redimirá sus almas; y la sangre de ellos será preciosa en sus ojos. 15Y vivirá, y se le dará del oro de Seba; y se orará por él continuamente; todo el día se le bendecirá. 16Será echado un puño de grano en tierra, en las cumbres de los montes; su fruto hará ruido como el Líbano, y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra. 17Su nombre será para siempre, perpetuado será su nombre mientras dure el sol; y benditas serán en él todas las naciones; lo llamarán bienaventurado. 18Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel, sólo Él hace maravillas. 19Y bendito sea su nombre glorioso para siempre; y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y amén. 20Terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.
SALMOS 73
1«Salmo de Asaf.» Ciertamente bueno es Dios a Israel, a los limpios de corazón. 2En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos. 3Porque tuve envidia de los insensatos, viendo la prosperidad de los impíos. 4Porque no hay dolores en su muerte; antes su fortaleza está entera.5No sufren trabajos como los demás mortales; ni son azotados como el resto de los hombres. 6Por tanto soberbia los corona; la violencia los cubre como un manto. 7Sus ojos se les saltan de gordura; logran con creces los antojos del corazón. 8Blasfeman, y hablan con maldad de hacer violencia; hablan con altanería.9Ponen en el cielo su boca, y su lengua pasea la tierra. 10Por eso su pueblo vuelve aquí, y aguas de abundancia son extraídas para ellos. 11Y dicen: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en el Altísimo? 12He aquí estos impíos, sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas. 13Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, y lavado mis manos en inocencia; 14Pues he sido azotado todo el día, y castigado cada mañana. 15Si yo hubiera dicho: Así hablaré; he aquí, habría traicionado la generación de tus hijos: 16Cuando pensé para saber esto; fue duro trabajo para mí, 17hasta que entré en el santuario de Dios, entonces entendí la postrimería de ellos.18Ciertamente los has puesto en deslizaderos; en asolamientos los harás caer. 19¡Cómo han sido asolados de repente! Fueron enteramente consumidos de terrores. 20Como sueño del que despierta, así, Señor, cuando despertares, menospreciarás su apariencia. 21Mi corazón fue atribulado, y en mis riñones sentía punzadas. 22Tan torpe era yo, y no entendía; era como una bestia delante de ti. 23Con todo, yo siempre estuve contigo; Me tomaste de mi mano derecha. 24Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria. 25¿A quién tengo yo en los cielos, sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. 26Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la Roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre. 27Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán: Tú cortarás a todo aquel que fornicando, se aparta de ti. 28Y en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en el Señor Jehová mi esperanza, para contar todas tus obras.
SALMOS 74
1«Masquil de Asaf» ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre? ¿Por qué humea tu furor contra las ovejas de tu prado? 2Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, la vara de tu heredad, la cual redimiste; este monte de Sión, donde has habitado. 3Levanta tus pies a los asolamientos eternos; a toda la maldad que el enemigo ha hecho en el santuario. 4Tus enemigos vociferan en medio de tus asambleas; han puesto sus banderas por señales.5Cualquiera se hacía famoso según que había levantado el hacha sobre los gruesos maderos. 6Y ahora con hachas y martillos han quebrado todas sus entalladuras. 7Han puesto a fuego tus santuarios, han profanado el tabernáculo de tu nombre echándolo a tierra. 8Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez; han quemado todas las sinagogas de Dios en la tierra. 9No vemos ya nuestras señales; no hay más profeta; ni con nosotros hay quien sepa hasta cuándo.10¿Hasta cuándo, oh Dios, el angustiador nos afrentará? ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu nombre? 11¿Por qué retraes tu mano, y tu diestra? ¿Por qué la escondes dentro de tu seno? 12Pero Dios es mi Rey ya de antiguo; el que obra salvación en medio de la tierra. 13Tú dividiste el mar con tu poder; quebrantaste cabezas de dragones en las aguas. 14Tú machacaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos.15Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos.16Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú estableciste la luna y el sol. 17Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste. 18Acuérdate de esto; que el enemigo ha afrentado a Jehová, y que el pueblo insensato ha blasfemado tu nombre. 19No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus afligidos. 20Mira al pacto; porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de habitaciones de violencia. 21No vuelva avergonzado el oprimido; el pobre y el necesitado alaben tu nombre. 22Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el insensato te injuria cada día. 23No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
SALMOS 75
1«Al Músico principal: sobre No destruyas: Salmo de Asaf: Cántico» Te damos gracias, oh Dios, gracias te damos; porque cercano está tu nombre: Tus maravillas declaramos. 2Cuando reciba la congregación, yo juzgaré rectamente. 3Arruinada está la tierra y sus moradores; yo sostengo sus columnas. Selah 4Dije a los insensatos: No os infatuéis; y a los impíos: No levantéis el cuerno: 5No levantéis en alto vuestro cuerno; no habléis con cerviz erguida. 6Porque ni de oriente, ni de occidente, ni del sur viene el enaltecimiento. 7Mas Dios es el Juez; a éste humilla, y a aquél enaltece. 8Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino es tinto, lleno de mixtura; y Él derrama del mismo; los asientos del mismo tomarán y beberán todos los impíos de la tierra. 9Mas yo siempre anunciaré y cantaré alabanzas al Dios de Jacob. 10Y quebraré todos los cuernos de los pecadores; mas los cuernos de los justos serán exaltados.
SALMOS 76
1«Al Músico principal: sobre Neginot: Salmo de Asaf: Canción» Dios es conocido en Judá; en Israel es grande su nombre. 2Y en Salem está su tabernáculo, y su habitación en Sión. 3Allí quebró las saetas del arco, el escudo, y la espada, y las armas de guerra. Selah 4Ilustre eres tú; Majestuoso, más que los montes de caza. 5Los fuertes de corazón fueron despojados, durmieron su sueño; y ninguno de los varones fuertes pudo usar sus manos. 6A tu reprensión, oh Dios de Jacob, el carro y el caballo fueron entorpecidos. 7Tú, temible eres tú: ¿Y quién permanecerá de pie delante de ti, al desatarse tu ira?8Desde los cielos hiciste oír juicio; la tierra tuvo temor y quedó suspensa, 9cuando te levantaste, oh Dios, al juicio, para salvar a todos los mansos de la tierra. Selah 10Ciertamente la ira del hombre te alabará; tú reprimirás el resto de las iras. 11Prometed, y pagad a Jehová vuestro Dios; todos los que están alrededor de Él, traigan presentes al Temible. 12Él cortará el espíritu de los príncipes; terrible es a los reyes de la tierra.
SALMOS 77
1«Al Músico principal: para Jedutún: Salmo de Asaf» Con mi voz clamé a Dios, a Dios clamé, y Él me escuchó. 2Al Señor busqué en el día de mi angustia; mi mal corría de noche y no cesaba; mi alma rehusó el consuelo. 3Me acordaba de Dios, y me turbaba; me quejaba, y desmayaba mi espíritu. Selah 4Detenías los párpados de mis ojos: Estaba yo quebrantado, y no hablaba. 5Consideraba los días desde el principio, los años de los siglos. 6Me acordaba de mis canciones de noche; meditaba con mi corazón, y mi espíritu inquiría. 7¿Desechará el Señor para siempre, y no volverá más a sernos propicio? 8¿Ha cesado para siempre su misericordia? ¿Se ha acabado perpetuamente su promesa? 9¿Ha olvidado Dios el tener misericordia? ¿Ha encerrado con ira sus piedades? Selah 10Y dije: Enfermedad mía es ésta; traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo. 11Me acordaré de las obras de Jehová; sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas. 12Y meditaré en todas tus obras, y hablaré de tus hechos.13Oh Dios, en santidad es tu camino: ¿Qué Dios es grande como nuestro Dios? 14Tú eres el Dios que hace maravillas; hiciste notorio en los pueblos tu poder. 15Con tu brazo redimiste a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José. Selah 16Te vieron las aguas, oh Dios; te vieron las aguas, y temieron; y temblaron los abismos. 17Las nubes echaron inundaciones de aguas; tronaron los cielos, y discurrieron tus rayos. 18Anduvo en derredor el sonido de tus truenos; los relámpagos alumbraron el mundo; se estremeció y tembló la tierra. 19En el mar fue tu camino, y tus sendas en las muchas aguas; y tus pisadas no fueron conocidas. 20Condujiste a tu pueblo como ovejas, por mano de Moisés y de Aarón.
SALMOS 78
1«Masquil de Asaf» Escucha, pueblo mío, mi ley; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.2Abriré mi boca en parábolas; hablaré cosas escondidas desde la antigüedad; 3las cuales hemos oído y entendido; que nuestros padres nos las contaron. 4No las encubriremos a sus hijos, contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová, y su fortaleza, y las maravillas que hizo. 5Él estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel; la cual mandó a nuestros padres que la enseñasen a sus hijos;6para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; y los que se levantarán, lo cuenten a sus hijos; 7a fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios, sino que guarden sus mandamientos; 8y no sean como sus padres, generación contumaz y rebelde; generación que no apercibió su corazón, y cuyo espíritu no fue fiel para con Dios. 9Los hijos de Efraín, arqueros armados, volvieron la espalda el día de la batalla. 10No guardaron el pacto de Dios, ni quisieron andar en su ley; 11antes se olvidaron de sus obras, y de sus maravillas que les había mostrado. 12Delante de sus padres hizo maravillas en la tierra de Egipto, en el campo de Zoán. 13Dividió el mar, y los hizo pasar; y detuvo las aguas como en un montón. 14Y los guió de día con nube, y toda la noche con resplandor de fuego. 15Hendió las peñas en el desierto; y les dio a beber como de grandes abismos; 16pues sacó de la peña corrientes, e hizo descender aguas como ríos.17Pero aún siguieron pecando contra Él, provocando al Altísimo en el desierto. 18Pues tentaron a Dios en su corazón, pidiendo comida a su gusto. 19Y hablaron contra Dios, diciendo: ¿Podrá Dios poner mesa en el desierto? 20He aquí ha herido la peña, y brotaron aguas, y arroyos salieron ondeando: ¿Podrá también dar pan? ¿Podrá proveer carne para su pueblo? 21Por tanto, oyó Jehová, y se indignó: y se encendió el fuego contra Jacob, y el furor subió también contra Israel; 22por cuanto no habían creído a Dios, ni habían confiado en su salvación; 23a pesar de que mandó a las nubes de arriba, y abrió las puertas de los cielos, 24e hizo llover sobre ellos maná para comer, y les dio trigo de los cielos. 25Pan de nobles comió el hombre; les envió comida hasta saciarles.26Hizo que soplase el viento del este en el cielo, y trajo con su poder el viento del sur. 27E hizo llover sobre ellos carne como polvo, y aves de alas como la arena del mar. 28Las hizo caer en medio de su campamento, alrededor de sus tiendas. 29Y comieron, y se saciaron mucho; les cumplió, pues, su deseo. 30No habían quitado de sí su deseo, aún estaba la comida en su boca, 31cuando vino sobre ellos el furor de Dios, y mató los más robustos de ellos, y derribó los escogidos de Israel. 32Con todo esto, pecaron aún, y no dieron crédito a sus maravillas.33Por tanto, consumió sus días en vanidad, y sus años en tribulación. 34Si los hería de muerte, entonces buscaban a Dios; entonces se volvían solícitos en busca suya. 35Y se acordaban que Dios era su refugio; y el Dios Altísimo su Redentor. 36Mas le lisonjeaban con su boca, y con su lengua le mentían;37pues sus corazones no eran rectos para con Él, ni estuvieron firmes en su pacto. 38Pero Él, misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruía; y apartó muchas veces su ira, y no despertó todo su enojo. 39Y se acordó de que eran carne; soplo que va y no vuelve. 40¡Cuántas veces lo provocaron en el desierto, lo enojaron en la soledad!41Y volvían, y tentaban a Dios, y ponían límite al Santo de Israel. 42No se acordaron de su mano, del día que los redimió de angustia; 43cuando puso en Egipto sus señales, y sus maravillas en el campo de Zoán; 44y volvió sus ríos en sangre, y sus corrientes, para que no bebiesen. 45Envió entre ellos enjambres de moscas que los devoraban, y ranas que los destruyeron. 46Dio también al pulgón sus frutos, y sus trabajos a la langosta. 47Sus viñas destruyó con granizo, y sus higuerales con escarcha; 48y entregó al granizo sus bestias, y a los rayos sus ganados.49Envió sobre ellos el furor de su ira, enojo, indignación y angustia, enviándoles ángeles destructores. 50Dispuso camino a su furor; no eximió la vida de ellos de la muerte, sino que entregó su vida a la mortandad; 51e hirió a todo primogénito en Egipto, las primicias de su fuerza en las tiendas de Cam.52Pero hizo salir a su pueblo como ovejas, y los llevó por el desierto, como un rebaño. 53Y los guió con seguridad, de modo que no tuvieran miedo; y el mar cubrió a sus enemigos. 54Los metió después en los términos de su santuario, en este monte que adquirió su diestra. 55Y echó a las naciones de delante de ellos, y con cuerdas les repartió sus tierras por heredad; e hizo habitar en sus tiendas a las tribus de Israel. 56Mas ellos tentaron y enojaron al Dios Altísimo, y no guardaron sus testimonios; 57sino que se volvieron, y se rebelaron como sus padres; se volvieron como arco engañoso, 58y lo enojaron con sus lugares altos, y lo provocaron a celo con sus esculturas. 59Lo oyó Dios, y se enojó, y en gran manera aborreció a Israel. 60Dejó por tanto el tabernáculo de Silo, la tienda en que habitó entre los hombres; 61y entregó al cautiverio su poder, y su gloria en mano del enemigo. 62Entregó también su pueblo a la espada, y se airó contra su heredad. 63El fuego devoró sus jóvenes, y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales. 64Sus sacerdotes cayeron a espada, y sus viudas no hicieron lamentación. 65Entonces despertó el Señor como de un sueño, como un valiente que grita excitado del vino;66e hirió a sus enemigos en las partes posteriores; les dio afrenta perpetua. 67Y desechó el tabernáculo de José, y no escogió la tribu de Efraín. 68Sino que escogió la tribu de Judá, el monte de Sión, al cual amó.69Y edificó su santuario a manera de eminencia, como la tierra que cimentó para siempre. 70Y eligió a David su siervo, y lo tomó de las majadas de las ovejas; 71de tras las paridas lo trajo, para que apacentase a Jacob su pueblo, y a Israel su heredad.72Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón; y los pastoreó con la pericia de sus manos.
SALMOS 79
1«Salmo de Asaf» Oh Dios, vinieron los gentiles a tu heredad; el templo de tu santidad han contaminado; pusieron a Jerusalén en montones. 2Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos; la carne de tus santos a las bestias de la tierra.3Derramaron su sangre como agua en los alrededores de Jerusalén; y no hubo quien los enterrase. 4Somos afrentados de nuestros vecinos, escarnecidos y burlados de los que están en nuestros alrededores. 5¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Estarás airado para siempre? ¿Arderá como fuego tu celo?6Derrama tu ira sobre las gentes que no te conocen, y sobre los reinos que no invocan tu nombre. 7Porque han consumido a Jacob, y su morada han asolado.8No recuerdes contra nosotros las iniquidades antiguas: Anticípennos presto tus misericordias, porque estamos muy abatidos. 9Ayúdanos, oh Dios, salvación nuestra, por la gloria de tu nombre; y líbranos, y aplácate sobre nuestros pecados por amor de tu nombre. 10Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios? Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos, la venganza de la sangre de tus siervos que fue derramada. 11Entre ante tu presencia el gemido de los presos; conforme a la grandeza de tu brazo preserva a los sentenciados a muerte. 12Y da a nuestros vecinos en su seno siete tantos de su infamia, con que te han deshonrado, oh Jehová. 13Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado, te alabaremos para siempre: De generación en generación cantaremos tus alabanzas.
SALMOS 80
1«Al Músico principal: sobre Sosanim-edut: Salmo de Asaf» Oh Pastor de Israel, escucha: Tú que pastoreas como a ovejas a José, que habitas entre querubines, resplandece. 2Despierta tu poder delante de Efraín, y de Benjamín, y de Manasés, y ven a salvarnos. 3Oh Dios, restáuranos; y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos. 4Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Hasta cuándo mostrarás indignación contra la oración de tu pueblo? 5Les diste a comer pan de lágrimas, y les diste a beber lágrimas en gran abundancia. 6Nos pusiste por contienda a nuestros vecinos; y nuestros enemigos se burlan entre sí. 7Oh Dios de los ejércitos, restáuranos; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos. 8Hiciste venir una vid de Egipto; echaste las gentes, y la plantaste. 9Preparaste el terreno delante de ella, e hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra. 10Los montes fueron cubiertos de su sombra; y sus sarmientos fueron como cedros de Dios. 11Extendió sus vástagos hasta el mar, y hasta el río sus renuevos. 12¿Por qué has derribado sus vallados, de modo que la vendimien todos los que pasan por el camino? 13La estropea el puerco montés, y la devora la bestia del campo. 14Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora: Mira desde el cielo, y considera, y visita esta viña, 15y la planta que plantó tu diestra, y el renuevo que para ti afirmaste. 16Está quemada a fuego, asolada: ¡Perezcan por la reprensión de tu rostro! 17Sea tu mano sobre el varón de tu diestra, sobre el hijo del hombre que para ti corroboraste. 18Así no nos apartaremos de ti: Vida nos darás, e invocaremos tu nombre. 19Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¡restáuranos! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
SALMOS 81
1«Al Músico principal: sobre Gitit: Salmo de Asaf» Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra: Aclamad con júbilo al Dios de Jacob. 2Entonad salmos, y tañed el pandero, el arpa deliciosa con el salterio.3Tocad la trompeta en la nueva luna, en el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne.4Porque estatuto es de Israel, ordenanza del Dios de Jacob. 5Por testimonio en José lo ha constituido, cuando salió por la tierra de Egipto; donde oí lenguaje que no entendía. 6Aparté su hombro de debajo de la carga; sus manos fueron liberadas de los cestos. 7En la calamidad clamaste, y yo te libré; te respondí en el secreto del trueno; te probé sobre las aguas de Meriba. Selah 8Oye, pueblo mío y te protestaré. ¡Oh Israel, si me oyeres! 9No habrá en ti dios ajeno, ni adorarás a dios extraño. 10Yo soy Jehová tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto: Abre bien tu boca, y la llenaré. 11Mas mi pueblo no oyó mi voz, e Israel no me quiso a mí. 12Los entregué, por tanto, a la dureza de su corazón: Caminaron en sus consejos.13¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, si Israel hubiera andado en mis caminos! 14En un instante habría yo derribado a sus enemigos, y vuelto mi mano sobre sus adversarios. 15Los aborrecedores de Jehová se le hubieran sometido; y el tiempo de ellos fuera para siempre. 16Él los hubiera sostenido con lo mejor del trigo; y de miel de la roca te hubiera saciado.
SALMOS 82
1«Salmo de Asaf» Dios está en la reunión de los dioses; en medio de los dioses juzga. 2¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, y aceptaréis las personas de los impíos? Selah 3Defended al pobre y al huérfano; haced justicia al afligido y al menesteroso.4Librad al afligido y al necesitado; libradlo de mano de los impíos. 5No saben, no entienden, andan en tinieblas: Vacilan todos los cimientos de la tierra. 6Yo dije: Vosotros sois dioses; y todos vosotros sois hijos del Altísimo. 7Pero como hombres moriréis; y caeréis como cualquiera de los príncipes.8Levántate, oh Dios, juzga la tierra; porque tú heredarás todas las naciones.
SALMOS 83
1«Canción: Salmo de Asaf» Oh Dios no guardes silencio, no calles, oh Dios, ni te estés quieto.2Porque he aquí que rugen tus enemigos; y tus aborrecedores han alzado cabeza. 3Sobre tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han entrado en consejo contra tus protegidos. 4Han dicho: Venid, y cortémoslos de ser nación, y no haya más memoria del nombre de Israel. 5Porque han conspirado a una, de común, contra ti han hecho alianza; 6las tiendas de Edom y de los ismaelitas, Moab y los agarenos;7Gebal, Amón y Amalec; los filisteos con los habitantes de Tiro. 8También el asirio se ha juntado con ellos; han dado la mano a los hijos de Lot. Selah9Hazles como a Madián; como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón; 10que perecieron en Endor, fueron hechos como estiércol para la tierra.11Pon a sus nobles como a Oreb y como a Zeeb; y como a Zeba y como a Zalmuna, a todos sus príncipes; 12que han dicho: Heredemos para nosotros las moradas de Dios. 13Dios mío, ponlos como a torbellinos; como a hojarascas delante del viento. 14Como fuego que quema el monte, como llama que abrasa los montes. 15Persíguelos así con tu tempestad, y atérralos con tu torbellino. 16Llena sus rostros de vergüenza; y busquen tu nombre, oh Jehová. 17Sean afrentados y turbados para siempre; Sean avergonzados, y perezcan. 18Y conozcan que tu nombre es JEHOVÁ; tú solo Altísimo sobre toda la tierra.
SALMOS 84
1«Al Músico principal: sobre Gitit: Salmo para los hijos de Coré» ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos! 2Anhela mi alma, y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo. 3Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos, en tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío. 4Bienaventurados los que habitan en tu casa; perpetuamente te alabarán. Selah5Bienaventurado el hombre que tiene su fortaleza en ti; en cuyo corazón están tus caminos. 6Atravesando el valle de lágrimas lo convierten en fuente, cuando la lluvia llena los estanques. 7Irán de fortaleza en fortaleza, verán a Dios en Sión. 8Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración: Escucha, oh Dios de Jacob. Selah 9Mira, oh Dios, escudo nuestro, y pon los ojos en el rostro de tu ungido. 10Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos: Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad. 11Porque sol y escudo es Jehová Dios: Gracia y gloria dará Jehová; no quitará el bien a los que en integridad andan. 12Jehová de los ejércitos, dichoso el hombre que en ti confía.
SALMOS 85
1«Al Músico principal: Salmo para los hijos de Coré» Fuiste propicio a tu tierra, oh Jehová; volviste la cautividad de Jacob. 2Perdonaste la iniquidad de tu pueblo; cubriste todos sus pecados. Selah 3Dejaste todo tu enojo; te volviste de la ira de tu furor.4Restáuranos, oh Dios, salvación nuestra, y haz cesar tu ira de sobre nosotros. 5¿Estarás enojado contra nosotros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación en generación? 6¿No volverás a darnos vida, para que tu pueblo se regocije en ti?7Muéstranos, oh Jehová, tu misericordia, y danos tu salvación. 8Escucharé lo que hable Jehová Dios; porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, para que no se vuelvan a la locura. 9Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen; para que habite la gloria en nuestra tierra. 10La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron. 11La verdad brotará de la tierra; y la justicia mirará desde los cielos. 12Jehová dará también el bien; y nuestra tierra dará su fruto. 13La justicia irá delante de Él, y nos pondrá en el camino de sus pasos.
SALMOS 86
1«Oración de David» Inclina, oh Jehová, tu oído, y óyeme; porque estoy afligido y menesteroso.2Guarda mi alma, porque soy piadoso: Salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía. 3Ten misericordia de mí, oh Jehová; porque a ti clamo todo el día. 4Alegra el alma de tu siervo; porque a ti, oh Señor, levanto mi alma. 5Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan. 6Escucha, oh Jehová, mi oración, y está atento a la voz de mis ruegos. 7En el día de mi angustia te llamaré; porque tú me respondes. 8Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses, ni hay obras que igualen tus obras.9Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, oh Señor; y glorificarán tu nombre.10Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas: Sólo tú eres Dios. 11Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; consolida mi corazón para que tema tu nombre. 12Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón; y glorificaré tu nombre para siempre. 13Porque tu misericordia es grande para conmigo; y has librado mi alma del más profundo infierno. 14Oh Dios, soberbios se levantaron contra mí, y conspiración de hombres violentos ha buscado mi alma, y no te pusieron delante de sí. 15Mas tú, Señor, eres Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad; 16Mírame, y ten misericordia de mí; da tu fortaleza a tu siervo, y guarda al hijo de tu sierva.17Haz conmigo señal para bien, y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; porque tú, Jehová, me ayudaste, y me consolaste.
SALMOS 87
1«A los hijos de Coré: Salmo: Canción» Su cimiento está en el monte santo. 2Ama Jehová las puertas de Sión, más que todas las moradas de Jacob. 3Cosas gloriosas se dicen de ti, oh ciudad de Dios. Selah4Mencionaré a Rahab y a Babilonia entre los que me conocen. He aquí Filistea y Tiro, con Etiopía: Éste nació allá. 5Y de Sión se dirá: Éste y aquél nacieron en ella; y el Altísimo mismo la establecerá. 6Jehová contará cuando Él inscriba a los pueblos: Éste nació allí. Selah 7Y cantores y tañedores en ella dirán: Todas mis fuentes estarán en ti.
SALMOS 88
1«Canción. Salmo para los hijos de Coré; al Músico principal; para cantar sobre Mahalat; Masquil de Hemán ezraíta» Oh Jehová, Dios de mi salvación, día y noche clamo delante de ti. 2Entre mi oración a tu presencia: Inclina tu oído a mi clamor. 3Porque mi alma está harta de males, y mi vida cercana al sepulcro. 4Soy contado con los que descienden a la fosa, soy como hombre sin fuerza; 5libre entre los difuntos, como los muertos que yacen en el sepulcro, que no te acuerdas más de ellos, y que son cortados de tu mano. 6Me has puesto en el hoyo más profundo, en tinieblas, en lugares profundos. 7Sobre mí descarga tu ira, y me has afligido con todas tus ondas. Selah 8Has alejado de mí mis conocidos; me has puesto por abominación a ellos; encerrado estoy, y no puedo salir. 9Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción; te he llamado, oh Jehová, cada día; he extendido a ti mis manos. 10¿Mostrarás maravillas a los muertos? ¿Se levantarán los muertos para alabarte? Selah 11¿Será contada en el sepulcro tu misericordia, o tu fidelidad en la perdición? 12¿Serán conocidas en las tinieblas tus maravillas, y tu justicia en la tierra del olvido? 13Mas yo a ti he clamado, oh Jehová; y de mañana mi oración sale a tu encuentro.14¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma? ¿Por qué escondes de mí tu rostro? 15Yo estoy afligido y a punto de morir; desde mi juventud he sufrido tus terrores, estoy perplejo. 16Sobre mí han pasado tus iras; tus terrores me han cortado. 17Me han rodeado como aguas de continuo; a una me han cercado.18Has alejado de mí al amigo y al compañero; y a mis conocidos pusiste en tinieblas.
SALMOS 89
1«Masquil de Etán ezraíta» Las misericordias de Jehová cantaré por siempre; con mi boca daré a conocer tu fidelidad a todas las generaciones.2Porque dije: Para siempre será edificada misericordia; en los mismos cielos apoyarás tu verdad.3Hice alianza con mi escogido; Juré a David mi siervo, diciendo: 4Para siempre confirmaré tu simiente, y edificaré tu trono por todas las generaciones. Selah 5Los cielos celebrarán tus maravillas, oh Jehová; tu fidelidad también en la congregación de los santos. 6Porque ¿quién en los cielos se comparará a Jehová? ¿Quién será semejante a Jehová entre los hijos de los poderosos? 7Dios terrible en la gran congregación de los santos, y formidable sobre todos cuantos están a su alrededor.8Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová, y tu fidelidad te rodea. 9Tú tienes dominio sobre la braveza del mar; cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas. 10Tú quebrantaste a Rahab como a un muerto; con tu brazo fuerte esparciste a tus enemigos. 11Tuyos los cielos, tuya también la tierra; el mundo y su plenitud, tú lo fundaste. 12Al norte y al sur tú los creaste: Tabor y Hermón cantarán en tu nombre. 13Tú tienes brazo fuerte; poderosa es tu mano, exaltada es tu diestra.14Justicia y juicio son el fundamento de tu trono: Misericordia y verdad van delante de tu rostro.15Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte; andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro. 16En tu nombre se alegrarán todo el día; y en tu justicia serán exaltados. 17Porque tú eres la gloria de su fortaleza; y por tu buena voluntad exaltarás nuestro cuerno.18Porque Jehová es nuestro escudo; y nuestro Rey es el Santo de Israel. 19Entonces hablaste en visión a tu santo, y dijiste: He puesto el socorro sobre uno que es poderoso; he enaltecido a un escogido de mi pueblo. 20Hallé a David mi siervo; lo ungí con mi óleo santo. 21Mi mano será firme con él, mi brazo también lo fortalecerá. 22No lo avasallará enemigo, ni hijo de iniquidad lo quebrantará. 23Mas yo quebrantaré delante de él a sus enemigos, y heriré a los que le aborrecen. 24Y mi verdad y mi misericordia serán con él; y en mi nombre será exaltado su cuerno. 25Asimismo pondré su mano en el mar, y en los ríos su diestra. 26Él clamará a mí: Mi Padre eres tú, mi Dios, y la Roca de mi salvación.27Yo también lo haré mi primogénito, alto sobre los reyes de la tierra. 28Para siempre le conservaré mi misericordia; y mi pacto será firme con él. 29Y estableceré su simiente para siempre, y su trono como los días de los cielos. 30Si dejaren sus hijos mi ley, y no anduvieren en mis juicios; 31si profanaren mis estatutos, y no guardaren mis mandamientos;32entonces visitaré con vara su rebelión, y con azotes sus iniquidades. 33Mas no quitaré de él mi misericordia, ni falsearé mi fidelidad. 34No olvidaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios.35Una vez he jurado por mi santidad, que no mentiré a David. 36Su simiente será para siempre, y su trono como el sol delante de mí. 37Como la luna será firme para siempre, y como un testigo fiel en el cielo. Selah38Mas tú desechaste y menospreciaste a tu ungido; y te has airado con él. 39Rompiste el pacto de tu siervo; has profanado su corona hasta la tierra.40Rompiste todos sus vallados; has quebrantado sus fortalezas. 41Lo saquean todos los que pasan por el camino: Es oprobio a sus vecinos. 42Has exaltado la diestra de sus enemigos; has alegrado a todos sus adversarios. 43Embotaste asimismo el filo de su espada, y no lo levantaste en la batalla. 44Hiciste cesar su brillo, y echaste su trono por tierra. 45Has acortado los días de su juventud; le has cubierto de afrenta. Selah 46¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Te esconderás para siempre? ¿Arderá tu ira como el fuego? 47Acuérdate de cuán breve es mi tiempo: ¿Por qué habrás creado en vano a todos los hijos del hombre? 48¿Qué hombre vivirá y no verá muerte? ¿Librarás su vida del poder del sepulcro? Selah49Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias, que juraste a David por tu verdad? 50Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos; oprobio de muchos pueblos, que llevo en mi seno. 51Porque tus enemigos, oh Jehová, han deshonrado, han deshonrado los pasos de tu ungido. 52Bendito sea Jehová para siempre. Amén, y amén
SALMOS 90
1«Oración de Moisés varón de Dios» Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación. 2Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo; Desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios. 3Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, y dices: Convertíos, hijos de los hombres. 4Porque mil años delante de tus ojos, son como el día de ayer, que pasó, y como una de las vigilias de la noche. 5Los haces pasar como avenida de aguas; son como un sueño; como la hierba que crece en la mañana. 6En la mañana florece y crece; a la tarde es cortada, y se seca. 7Porque con tu furor somos consumidos, y con tu ira somos turbados. 8Pusiste nuestras maldades delante de ti, nuestros pecados secretos a la luz de tu rostro. 9Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; acabamos nuestros años como un pensamiento. 10Los días de nuestra edad son setenta años; y en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo; porque es cortado presto, y volamos. 11¿Quién conoce el poder de tu ira, y tu indignación según que debes ser temido? 12Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría. 13Vuélvete, oh Jehová: ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos. 14De mañana sácianos de tu misericordia; y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días. 15Alégranos conforme a los días que nos afligiste, y los años que vimos el mal. 16Aparezca en tus siervos tu obra, y tu gloria sobre sus hijos. 17Sea la hermosura de Jehová nuestro Dios sobre nosotros; y confirma sobre nosotros la obra de nuestras manos, sí, la obra de nuestras manos confirma.
SALMOS 91
1El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente. 2Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios; en Él confiaré.3Él te librará del lazo del cazador; de la peste destructora. 4Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. 5No tendrás temor de espanto nocturno, ni de saeta que vuele de día; 6ni de pestilencia que ande en oscuridad, ni de mortandad que en medio del día destruya. 7Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará. 8Ciertamente con tus ojos mirarás, y verás la recompensa de los impíos.9Porque has puesto a Jehová, que es mi refugio, al Altísimo por tu habitación, 10no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. 11Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos; 12en las manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. 13Sobre el león y la serpiente pisarás; hollarás al cachorro del león y al dragón. 14Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. 15Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré, y le glorificaré. 16Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación.
SALMOS 92
1«Salmo: Canción para el día del sábado» Bueno es alabar a Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo; 2anunciar por la mañana tu misericordia, y tu fidelidad en las noches, 3en el decacordio y en el salterio, en tono suave con el arpa. 4Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; en las obras de tus manos me gozo. 5¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus pensamientos. 6El hombre necio no sabe, y el insensato no entiende esto: 7Que brotan los impíos como la hierba, y florecen todos los obradores de iniquidad, para ser destruidos para siempre. 8Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo. 9Porque he aquí tus enemigos, oh Jehová, porque he aquí, perecerán tus enemigos; serán disipados todos los obradores de iniquidad. 10Pero tú exaltarás mi cuerno como el del unicornio; seré ungido con aceite fresco. 11Y mis ojos mirarán mi deseo sobre mis enemigos; oirán mis oídos de los que se levantaron contra mí, de los malignos. 12El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano. 13Los que están plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. 14Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes; 15para anunciar que Jehová es recto: Él es mi Roca, y en Él no hay injusticia.
SALMOS 93
1Jehová reina, se vistió de magnificencia, se vistió Jehová, se ciñó de fortaleza; afirmó también el mundo, para que no sea movido. 2Firme es tu trono desde entonces: Tú eres desde la eternidad. 3Alzaron los ríos, oh Jehová, alzaron los ríos su sonido; alzaron los ríos sus ondas. 4Jehová en las alturas es más poderoso que el estruendo de las muchas aguas, más que las recias ondas del mar. 5Tus testimonios son muy firmes; la santidad conviene a tu casa, oh Jehová, por los siglos y para siempre.
SALMOS 94
1Jehová, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, manifiéstate. 2Levántate, oh Juez de la tierra; da el pago a los soberbios. 3¿Hasta cuándo los impíos, hasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos? 4¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras, y se vanagloriarán todos los obradores de iniquidad? 5A tu pueblo, oh Jehová, quebrantan, y a tu heredad afligen. 6A la viuda y al extranjero matan, y a los huérfanos quitan la vida. 7Y dicen: No mirará Jehová, ni hará caso el Dios de Jacob.8Entended, necios del pueblo; y vosotros fatuos, ¿cuándo seréis sabios? 9El que plantó el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá? 10El que castiga a las gentes, ¿no reprenderá? El que enseña la ciencia al hombre, ¿no sabrá? 11Jehová conoce los pensamientos de los hombres, que son vanidad.12Bienaventurado el hombre a quien tú, oh Jehová, corriges, y en tu ley lo instruyes; 13para darle reposo de los días de aflicción, en tanto que para el impío se cava el hoyo. 14Porque Jehová no abandonará a su pueblo, ni desamparará su heredad; 15sino que el juicio volverá a la justicia, y en pos de ella irán todos los rectos de corazón. 16¿Quién se levantará por mí contra los malignos? ¿Quién estará por mí contra los obradores de iniquidad? 17Si no ayudara Jehová, pronto moraría mi alma en el silencio. 18Cuando yo decía: Mi pie resbala; tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba. 19En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.20¿Se juntará contigo el trono de iniquidades, que forma agravio por ley? 21Se juntan contra la vida del justo, y condenan la sangre inocente. 22Mas Jehová me ha sido por refugio; y mi Dios es la Roca de mi confianza. 23Y Él hará volver sobre ellos su iniquidad, y los destruirá en su propia maldad; los talará Jehová nuestro Dios.
SALMOS 95
1Venid, cantemos alegremente a Jehová: Aclamemos con júbilo a la Roca de nuestra salvación.2Lleguemos ante su presencia con acción de gracias; aclamémosle con salmos. 3Porque Jehová es Dios grande; y Rey grande sobre todos los dioses.4Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas. 5Suyo también el mar, pues Él lo hizo; y sus manos formaron la tierra seca. 6Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.7Porque Él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz,8no endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, como el día de Masah en el desierto; 9donde me tentaron vuestros padres, me probaron, y vieron mis obras. 10Cuarenta años estuve disgustado con esta generación, y dije: Pueblo es que divaga de corazón, y no han conocido mis caminos. 11Por tanto, juré en mi ira que no entrarían en mi reposo.
SALMOS 96
1Cantad a Jehová cántico nuevo; cantad a Jehová, toda la tierra. 2Cantad a Jehová, bendecid su nombre; anunciad de día en día su salvación.3Proclamad entre las naciones su gloria, en todos los pueblos sus maravillas. 4Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; temible sobre todos los dioses. 5Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; pero Jehová hizo los cielos. 6Honor y majestad delante de Él; Poder y gloria hay en su santuario. 7Dad a Jehová, oh familias de los pueblos; dad a Jehová la gloria y el poder. 8Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; traed ofrenda, y venid a sus atrios. 9Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad; temed delante de Él, toda la tierra. 10Decid entre las naciones: Jehová reina, también afirmó el mundo, no será conmovido: Juzgará a los pueblos en justicia. 11Alégrense los cielos, y gócese la tierra; brame el mar y su plenitud. 12Regocíjese el campo, y todo lo que en él está: Entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento delante de Jehová:13Porque Él viene, porque Él viene a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad.
SALMOS 97
1Jehová reina; regocíjese la tierra: Alégrense las muchas islas. 2Nube y oscuridad alrededor de Él: Justicia y juicio son el fundamento de su trono.3Fuego va delante de Él, y abrasa a sus enemigos alrededor. 4Sus relámpagos alumbraron el mundo; la tierra vio, y se estremeció. 5Los montes se derritieron como cera delante de Jehová, delante del Señor de toda la tierra. 6Los cielos anuncian su justicia, y todos los pueblos ven su gloria.7Avergüéncense todos los que sirven a las imágenes de talla, los que se glorían en los ídolos: Adórenle todos los dioses. 8Oyó Sión, y se alegró; y las hijas de Judá, oh Jehová, se gozaron por tus juicios.9Porque tú, Jehová, eres excelso sobre toda la tierra; eres muy enaltecido sobre todos los dioses. 10Los que a Jehová amáis, aborreced el mal: Él guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra.11Luz está sembrada para el justo, y alegría para los rectos de corazón. 12Alegraos, justos, en Jehová; y alabad la memoria de su santidad.
SALMOS 98
1«Salmo» Cantad a Jehová cántico nuevo; porque ha hecho maravillas; su diestra lo ha salvado, y su santo brazo. 2Jehová ha hecho notoria su salvación; a vista de las naciones ha descubierto su justicia. 3Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel; todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios. 4Aclamad con júbilo a Jehová, toda la tierra; levantad la voz, regocijaos, y cantad salmos. 5Cantad salmos a Jehová con arpa; con arpa y voz de cántico.6Aclamad con trompetas y sonidos de bocina delante del Rey Jehová. 7Brame el mar y su plenitud; el mundo y los que en él habitan; 8Los ríos batan las manos; los montes todos hagan regocijo delante de Jehová: 9Porque Él viene a juzgar la tierra; juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con equidad.
SALMOS 99
1Jehová reina, temblarán los pueblos: Él está sentado sobre los querubines, se conmoverá la tierra.2Jehová en Sión es grande, y exaltado sobre todos los pueblos. 3Alaben tu nombre grande y temible: Él es santo. 4Y la gloria del rey ama el juicio: Tú confirmas la rectitud; tú has hecho en Jacob juicio y justicia. 5Exaltad a Jehová nuestro Dios, y postraos al estrado de sus pies: Él es santo. 6Moisés y Aarón entre sus sacerdotes, y Samuel entre los que invocaron su nombre; invocaban a Jehová, y Él les respondía. 7En columna de nube hablaba con ellos; guardaban sus testimonios, y el estatuto que les había dado. 8Jehová Dios nuestro, tú les respondías: Tú les fuiste un Dios perdonador, aunque cobraste venganza de sus malas obras. 9Exaltad a Jehová nuestro Dios, y adorad en su santo monte; porque Jehová nuestro Dios es santo.
SALMOS 100

1«Salmo de alabanza» Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. 2Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo.3Reconoced que Jehová es Dios: Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos. Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. 4Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; dadle gracias, bendecid su nombre. 5Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad permanece por todas las generaciones.

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