JOSUÉ 1
1Y aconteció después de la muerte de Moisés siervo
de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, ministro de Moisés,
diciendo: 2Mi siervo Moisés ha muerto: levántate, pues, ahora,
y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los
hijos de Israel. 3Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés,
todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. 4Desde el
desierto y este Líbano hasta el gran río Éufrates, toda la tierra de los heteos
hasta el Mar Grande donde se pone el sol, será vuestro término.5Nadie te
podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré
contigo; no te dejaré, ni te desampararé. 6Esfuérzate y
sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la
cual juré a sus padres que la daría a ellos.7Solamente
esfuérzate, y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que
mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella ni a derecha ni a izquierda,
para que seas prosperado en todas las cosas que emprendieres. 8Este libro de
la ley nunca se apartará de tu boca, sino que de día y de noche meditarás en
él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque
entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 9Mira que te
mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu
Dios estará contigo dondequiera que vayas. 10Y Josué mandó
a los oficiales del pueblo, diciendo: 11Pasad por
medio del campamento, y mandad al pueblo, diciendo: Preparaos provisiones;
porque dentro de tres días pasaréis el Jordán, para que entréis a poseer la
tierra que Jehová vuestro Dios os da para que la poseáis. 12También habló
Josué a los rubenitas y gaditas, y a la media tribu de Manasés, diciendo: 13Acordaos de
la palabra que Moisés, siervo de Jehová, os mandó diciendo: Jehová vuestro Dios
os ha dado reposo, y os ha dado esta tierra. 14Vuestras
esposas y vuestros niños y vuestras bestias quedarán en la tierra que Moisés os
ha dado a este lado del Jordán; mas vosotros, todos los valientes y fuertes,
pasaréis armados delante de vuestros hermanos, y les ayudaréis; 15hasta tanto
que Jehová haya dado reposo a vuestros hermanos como a vosotros, y que ellos
también posean la tierra que Jehová vuestro Dios les da; entonces volveréis a
la tierra de vuestra herencia y la disfrutaréis, la cual Moisés, siervo de
Jehová, os dio, a este lado del Jordán, hacia donde nace el sol. 16Entonces
respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todas las cosas que nos has
mandado, e iremos adondequiera que nos mandes. 17De la manera
que obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te obedeceremos a ti; solamente
que Jehová tu Dios esté contigo como estuvo con Moisés. 18Cualquiera
que fuere rebelde a tu mandamiento, y no obedeciere a tus palabras en todas las
cosas que le mandares, que muera; solamente esfuérzate y sé valiente.
JOSUÉ 2
1Y Josué, hijo de Nun, envió desde Sitim dos espías
secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos
fueron, y entraron en casa de una mujer ramera que se llamaba Rahab, y posaron
allí.2Y fue dado aviso al rey de Jericó, diciendo: He
aquí que hombres de los hijos de Israel han venido aquí esta noche a espiar la
tierra. 3Entonces el rey de Jericó, envió a decir a Rahab:
Saca fuera los hombres que han venido a ti, y han entrado en tu casa; porque
han venido a espiar toda la tierra. 4Pero la mujer
había tomado los dos hombres, y los había escondido; y dijo: Verdad que hombres
vinieron a mí, mas no supe de dónde eran. 5Y a la hora
de cerrar la puerta, siendo ya oscuro, esos hombres salieron, y no sé a dónde
se han ido; seguidlos aprisa y los alcanzaréis.6Mas ella los
había hecho subir al terrado, y los había escondido entre manojos de lino que
en aquel terrado tenía puestos. 7Y los hombres
fueron tras ellos por el camino del Jordán, hasta los vados; y la puerta fue
cerrada después que salieron los que tras ellos iban.8Y antes que
ellos durmiesen, ella subió a ellos al terrado, y les dijo: 9Sé que Jehová
os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y
todos los moradores del país desmayan por causa de vosotros. 10Porque hemos
oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros, cuando
salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que
estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis
destruido. 11Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha
quedado más ánimo en hombre alguno por causa de vosotros: porque Jehová vuestro
Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.12Os ruego
pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con
vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis
una señal segura; 13y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, y
a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras
vidas de la muerte. 14Y ellos le respondieron: Nuestra alma por vosotros
hasta la muerte, si no denunciareis este nuestro asunto; y cuando Jehová nos
hubiere dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad. 15Entonces ella
los hizo descender con una cuerda por la ventana; porque su casa estaba a la
pared del muro, y ella vivía en el muro. 16Y les dijo:
Marchaos al monte, para que los que fueron tras vosotros no os encuentren; y
permaneced escondidos allí tres días, hasta que los que os siguen hayan vuelto;
y después os iréis por vuestro camino. 17Y ellos le
dijeron: Nosotros quedaremos libres de este juramento que nos has hecho
jurar. 18He aquí, cuando nosotros entremos en la tierra, tú
atarás este cordón de grana a la ventana por la cual nos descolgaste; y tú
juntarás en tu casa a tu padre y a tu madre, a tus hermanos y a toda la familia
de tu padre. 19Cualquiera que saliere fuera de las puertas de tu
casa, su sangre será sobre su cabeza, y nosotros seremos sin culpa. Mas
cualquiera que se estuviere en casa contigo, su sangre será sobre nuestra
cabeza, si mano le tocare. 20Y si tú
denunciares este nuestro asunto, nosotros seremos libres de este tu juramento
con que nos has hecho jurar. 21Y ella
respondió: Sea así como habéis dicho. Luego los despidió, y se fueron; y ella
ató el cordón de grana a la ventana. 22Y caminando
ellos, llegaron al monte, y estuvieron allí tres días, hasta que los que los
seguían se hubiesen vuelto; y los que los siguieron, buscaron por todo el
camino, mas no los hallaron.23Y volviéndose los dos varones, descendieron del
monte, y pasaron, y vinieron a Josué hijo de Nun, y le contaron todas las cosas
que les habían acontecido.24Y dijeron a Josué: Jehová ha entregado toda la
tierra en nuestras manos; y también todos los moradores del país desmayan
delante de nosotros.
JOSUÉ 3
1Y Josué se levantó de mañana, y partieron de Sitim,
y vinieron hasta el Jordán, él y todos los hijos de Israel, y reposaron allí
antes de pasarlo. 2Y pasados tres días, los oficiales atravesaron por
medio del campamento, 3y mandaron al pueblo, diciendo: Cuando viereis el
arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y los sacerdotes y levitas que la
llevan, vosotros partiréis de vuestro lugar, y marcharéis en pos de ella,4pero entre
vosotros y ella habrá una distancia como de la medida de dos mil codos, no os
acercaréis a ella; para que sepáis el camino por el cuál debéis ir, por cuanto
vosotros no habéis pasado antes por este camino. 5Y Josué dijo
al pueblo: Santificaos, porque mañana Jehová hará maravillas entre
vosotros. 6Y habló Josué a los sacerdotes, diciendo: Tomad el
arca del pacto, y pasad delante del pueblo. Y ellos tomaron el arca del pacto,
y fueron delante del pueblo.7Entonces Jehová dijo a Josué: Desde este día
comenzaré a engrandecerte delante de los ojos de todo Israel, para que
entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo. 8Tú, pues,
mandarás a los sacerdotes que llevan el arca del pacto, diciendo: Cuando
hubiereis entrado hasta el borde del agua del Jordán, pararéis en el
Jordán. 9Y Josué dijo a los hijos de Israel: Llegaos acá, y
escuchad las palabras de Jehová vuestro Dios. 10Y añadió
Josué: En esto conoceréis que el Dios viviente está en medio de vosotros, y que
Él echará de delante de vosotros al cananeo, y al heteo, y al heveo, y al
ferezeo, y al gergeseo, y al amorreo, y al jebuseo. 11He aquí, el
arca del pacto del Señor de toda la tierra pasa el Jordán delante de
vosotros. 12Tomad, pues, ahora doce hombres de las tribus de
Israel, de cada tribu uno. 13Y cuando las
plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca de Jehová Señor de
toda la tierra, fueren asentadas sobre las aguas del Jordán, las aguas del
Jordán se partirán; porque las aguas que vienen de arriba se detendrán en un
montón. 14Y aconteció que cuando el pueblo partió de sus
tiendas para pasar el Jordán con los sacerdotes delante del pueblo llevando el
arca del pacto, 15cuando los que llevaban el arca entraron en el
Jordán y los pies de los sacerdotes que llevaban el arca se mojaron a la orilla
del agua porque el Jordán suele desbordarse sobre todas sus riberas todo el
tiempo de la siega, 16las aguas que venían de arriba, se pararon como en
un montón bien lejos de la ciudad de Adam, que está al lado de Zaretán; y las
que descendían al mar del Arabá, el Mar Salado, se acabaron y fueron partidas;
y el pueblo pasó frente a Jericó. 17Mas los
sacerdotes que llevaban el arca del pacto de Jehová, estuvieron en seco, firmes
en medio del Jordán, hasta que todo el pueblo hubo acabado de pasar el Jordán;
y todo Israel pasó en seco.
JOSUÉ 4
1Y cuando toda la gente hubo acabado de pasar el
Jordán, Jehová habló a Josué, diciendo: 2Tomad del
pueblo doce hombres, uno de cada tribu, 3y mandadles,
diciendo: Tomaos de aquí del medio del Jordán, del lugar donde están firmes los
pies de los sacerdotes, doce piedras, las cuales pasaréis con vosotros, y las
asentaréis en el alojamiento donde habéis de pasar la noche. 4Entonces
Josué llamó a los doce hombres, los cuales él había preparado de entre los
hijos de Israel, uno de cada tribu. 5Y les dijo
Josué: Pasad delante del arca de Jehová vuestro Dios al medio del Jordán; y
cada uno de vosotros tome una piedra sobre su hombro, conforme al número de las
tribus de los hijos de Israel; 6Para que esto
sea señal entre vosotros; y cuando vuestros hijos preguntaren a sus padres
mañana, diciendo: ¿Qué significan para vosotros estas piedras? 7Les
responderéis: Que las aguas del Jordán fueron partidas delante del arca del
pacto de Jehová; cuando ella pasó el Jordán, las aguas del Jordán se partieron;
y estas piedras serán por memorial a los hijos de Israel para siempre. 8Y los hijos
de Israel lo hicieron así como Josué les mandó. Tomaron doce piedras del medio
del Jordán, como Jehová lo había dicho a Josué, conforme al número de las
tribus de los hijos de Israel, y las pasaron consigo al alojamiento, y las
asentaron allí.9Josué también levantó doce piedras en medio del
Jordán, en el lugar donde estuvieron los pies de los sacerdotes que llevaban el
arca del pacto; y han estado allí hasta hoy. 10Y los
sacerdotes que llevaban el arca se pararon en medio del Jordán, hasta tanto que
se hizo todo lo que Jehová había mandado a Josué que hablase al pueblo,
conforme a todas las cosas que Moisés había mandado a Josué; y el pueblo se dio
prisa y pasó. 11Y sucedió que cuando todo el pueblo acabó de pasar,
también pasó el arca de Jehová, y los sacerdotes, en presencia del pueblo.12También los
hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, pasaron armados
delante de los hijos de Israel, según Moisés les había dicho:13Como cuarenta
mil hombres armados a punto pasaron hacia la llanura de Jericó delante de
Jehová a la guerra. 14En aquel día Jehová engrandeció a Josué en ojos de
todo Israel; y le temieron, como habían temido a Moisés, todos los días de su
vida.15Y Jehová habló a Josué, diciendo: 16Manda a los
sacerdotes que llevan el arca del testimonio, que suban del Jordán. 17Y Josué mandó
a los sacerdotes, diciendo: Subid del Jordán. 18Y aconteció
que cuando los sacerdotes que llevaban el arca del pacto de Jehová, subieron
del medio del Jordán, y las plantas de los pies de los sacerdotes estuvieron en
lugar seco, las aguas del Jordán se volvieron a su lugar, corriendo como antes
sobre todos sus bordes.19Y el pueblo subió del Jordán el día diez del mes
primero, y acamparon en Gilgal, al lado oriental de Jericó. 20Y Josué
erigió en Gilgal las doce piedras que habían traído del Jordán. 21Y habló a los
hijos de Israel, diciendo: Cuando mañana preguntaren vuestros hijos a sus
padres, y dijeren: ¿Qué significan para vosotros estas piedras? 22Declararéis a
vuestros hijos, diciendo: Israel pasó en seco por este Jordán.23Porque Jehová
vuestro Dios secó las aguas del Jordán delante de vosotros, hasta que habíais
pasado, a la manera que Jehová vuestro Dios lo había hecho en el Mar Rojo, al
cual secó delante de nosotros hasta que pasamos: 24Para que
todos los pueblos de la tierra conozcan la mano de Jehová, que es poderosa;
para que temáis a Jehová vuestro Dios todos los días.
JOSUÉ 5
1Y aconteció que cuando todos los reyes de los
amorreos, que estaban al otro lado del Jordán al occidente, y todos los reyes
de los cananeos, que estaban cerca del mar, oyeron cómo Jehová había secado las
aguas del Jordán delante de los hijos de Israel hasta que hubieron pasado,
desfalleció su corazón, y no hubo más espíritu en ellos delante de los hijos de
Israel. 2En aquel tiempo Jehová dijo a Josué: Hazte
cuchillos afilados, y vuelve a circuncidar, por segunda vez, a los hijos de
Israel. 3Y Josué se hizo cuchillos afilados, y circuncidó a
los hijos de Israel en el monte de los prepucios. 4Ésta es la
causa por la cual Josué los circuncidó: Todo el pueblo que había salido de
Egipto, los varones, todos los hombres de guerra, habían muerto en el desierto
por el camino, después que salieron de Egipto. 5Porque todos
los del pueblo que habían salido, estaban circuncidados; mas todos los del
pueblo que habían nacido en el desierto, por el camino, después que salieron de
Egipto, no estaban circuncidados. 6Porque los
hijos de Israel anduvieron por el desierto cuarenta años, hasta que toda la
gente de los hombres de guerra que habían salido de Egipto, fue consumida, por
cuanto no obedecieron a la voz de Jehová; por lo cual Jehová les juró que no
les dejaría ver la tierra, de la cual Jehová había jurado a sus padres que nos
la daría, tierra que fluye leche y miel. 7Y a los hijos
de ellos, que Él había levantado en su lugar, Josué los circuncidó; pues eran
incircuncisos, porque no habían sido circuncidados por el camino. 8Y sucedió que
cuando terminaron de circuncidar a toda la gente, se quedaron en su lugar en el
campamento hasta que sanaron. 9Y Jehová dijo
a Josué: Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto; por lo cual el nombre
de aquel lugar fue llamado Gilgal, hasta hoy. 10Y los hijos
de Israel acamparon en Gilgal, y celebraron la pascua a los catorce días del
mes, por la tarde, en los llanos de Jericó. 11Y al otro día
de la pascua comieron del fruto de la tierra los panes sin levadura, y en el
mismo día espigas nuevas tostadas. 12Y el maná
cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y
los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de
la tierra de Canaán aquel año. 13Y sucedió que
cuando Josué estaba cerca de Jericó, alzó sus ojos y miró, y he aquí, un varón
estaba delante de él con su espada desenvainada en su mano. Y Josué fue hacia
Él y le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?14Y Él
respondió: No; sino que he venido ahora como Príncipe del ejército de Jehová.
Entonces Josué postrándose sobre su rostro en tierra le adoró; y le dijo: ¿Qué
dice mi Señor a su siervo? 15Y el Príncipe
del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita las sandalias de tus pies;
porque el lugar donde estás es santo. Y Josué lo hizo así.
JOSUÉ 6
1Pero Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a causa
de los hijos de Israel: nadie entraba, ni salía. 2Mas Jehová
dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus
varones de guerra.3Cercaréis, pues, la ciudad todos los hombres de
guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez; y esto haréis seis días. 4Y siete
sacerdotes llevarán siete trompetas de cuernos de carneros delante del arca; y
al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las
trompetas. 5Y cuando tocaren prolongadamente el cuerno de
carnero, así que oyereis el sonido de la trompeta, todo el pueblo gritará a
gran voz, y el muro de la ciudad se vendrá abajo; entonces el pueblo subirá
cada uno en derecho de sí. 6Y llamando
Josué hijo de Nun a los sacerdotes, les dijo: Llevad el arca del pacto, y que
siete sacerdotes lleven trompetas de cuernos de carneros delante del arca de
Jehová. 7Y dijo al pueblo: Pasad, y rodead la ciudad; y los
que están armados pasarán delante del arca de Jehová. 8Y sucedió que
cuando Josué hubo hablado al pueblo, los siete sacerdotes, llevando las siete
trompetas de cuernos de carneros, pasaron delante del arca de Jehová, y tocaron
las trompetas; y el arca del pacto de Jehová los seguía. 9Y los hombres
armados iban delante de los sacerdotes que tocaban las trompetas, y la gente reunida
iba detrás del arca, andando y tocando las trompetas. 10Y Josué mandó
al pueblo, diciendo: Vosotros no gritaréis, ni se oirá vuestra voz, ni saldrá
palabra de vuestra boca, hasta el día que yo os diga: Gritad; entonces
gritaréis. 11Así hizo que el arca de Jehová diera una vuelta
alrededor de la ciudad, y volvieron luego al campamento, y en el campamento
pasaron la noche. 12Y Josué se levantó de mañana, y los sacerdotes
tomaron el arca de Jehová. 13Y los siete
sacerdotes, llevando las siete trompetas de cuernos de carneros, fueron delante
del arca de Jehová, andando siempre y tocando las trompetas; y los hombres
armados iban delante de ellos, y la gente reunida iba detrás del arca de
Jehová, andando y tocando las trompetas. 14Así dieron
otra vuelta a la ciudad el segundo día, y volvieron al campamento; de esta
manera hicieron por seis días.15Y sucedió que en el séptimo día se levantaron
temprano, al despuntar el alba, y dieron vuelta a la ciudad de la misma manera
siete veces; solamente este día dieron vuelta a la ciudad siete veces. 16Y aconteció
que, a la séptima vez, cuando los sacerdotes tocaron las trompetas, Josué dijo
al pueblo: ¡Gritad! Porque Jehová os ha entregado la ciudad. 17Mas la ciudad
será anatema a Jehová, ella con todas las cosas que están en ella: solamente
Rahab la ramera vivirá, con todos los que estuvieren en casa con ella, por
cuanto escondió los mensajeros que enviamos. 18Pero guardaos
vosotros del anatema, que ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea
que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis. 19Mas toda la
plata y el oro, y los vasos de bronce y de hierro, son consagrados a Jehová.
Entrarán al tesoro de Jehová. 20Entonces el
pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las trompetas; y aconteció que cuando el
pueblo oyó el sonido de la trompeta, el pueblo gritó con gran vocerío, y el
muro cayó a plomo; y el pueblo subió luego a la ciudad, cada uno en derecho de
sí, y la tomaron. 21Y destruyeron a filo de espada todo lo que había en
la ciudad; hombres y mujeres, jóvenes y viejos, hasta los bueyes, ovejas y
asnos. 22Mas Josué dijo a los dos hombres que habían
reconocido la tierra: Entrad en casa de la mujer ramera, y haced salir de allá
a la mujer, y a todo lo que fuere suyo, como lo jurasteis. 23Y los jóvenes
espías entraron, y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos y
todo lo que era suyo; y también sacaron a toda su parentela, y los pusieron
fuera del campamento de Israel. 24Y consumieron
con fuego la ciudad, y todo lo que en ella había; solamente pusieron en el
tesoro de la casa de Jehová la plata, y el oro, y los vasos de bronce y de
hierro.25Mas Josué salvó la vida a Rahab la ramera, y a la
casa de su padre, y a todo lo que ella tenía: y habitó ella entre los
israelitas hasta hoy; por cuanto escondió los mensajeros que Josué envió a
reconocer a Jericó.26Y en aquel tiempo Josué les juramentó diciendo:
Maldito delante de Jehová el hombre que se levantare y reedificare esta ciudad
de Jericó. En su primogénito eche sus cimientos, y en su hijo menor asiente sus
puertas. 27Fue, pues, Jehová con Josué, y su nombre se divulgó
por toda la tierra.
JOSUÉ 7
1Pero los hijos de Israel cometieron prevaricación
en el anatema: porque Acán, hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la
tribu de Judá, tomó del anatema; y la ira de Jehová se encendió contra los
hijos de Israel.2Y Josué envió hombres desde Jericó a Hai, que
estaba junto a Betaven hacia el oriente de Betel; y les habló diciendo: Subid,
y reconoced la tierra. Y ellos subieron, y reconocieron a Hai. 3Y volviendo a
Josué, le dijeron: No suba todo el pueblo, mas suban como dos mil o como tres
mil hombres, y tomarán a Hai: no fatigues a todo el pueblo allí, porque son
pocos. 4Y subieron allá del pueblo como tres mil hombres,
los cuales huyeron delante de los de Hai.5Y los de Hai
hirieron de ellos como treinta y seis hombres, y los siguieron desde la puerta
hasta Sebarim, y los rompieron en la bajada: por lo que se disolvió el corazón
del pueblo, y vino a ser como agua.6Entonces
Josué rompió sus vestiduras, y se postró en tierra sobre su rostro delante del
arca de Jehová hasta la tarde, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo
sobre sus cabezas. 7Y Josué dijo: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Por qué hiciste
pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos en las manos de los amorreos y
que nos destruyan? ¡Mejor nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán! 8¡Ay Señor!
¿Qué diré, ya que Israel ha vuelto la espalda delante de sus enemigos? 9Porque los
cananeos y todos los moradores de la tierra oirán, y nos cercarán, y raerán
nuestro nombre de sobre la tierra: entonces ¿qué harás tú a tu grande
nombre? 10Y Jehová dijo a Josué: Levántate; ¿por qué te
postras así sobre tu rostro? 11Israel ha
pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les había mandado; pues aun han
tomado del anatema, y hasta han hurtado, y también han mentido, y aun lo han
guardado entre sus enseres.12Por esto los hijos de Israel no podrán estar
delante de sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la espalda;
por cuanto han venido a ser anatema. Ya no seré más con vosotros, al menos que
destruyáis el anatema de en medio de vosotros.13Levántate,
santifica al pueblo, y di: Santificaos para mañana, porque Jehová el Dios de
Israel dice así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás estar delante de
tus enemigos, hasta tanto que hayáis quitado el anatema de en medio de
vosotros. 14Os acercaréis, pues, mañana por vuestras tribus; y
la tribu que Jehová tomare, se acercará por sus familias; y la familia que
Jehová tomare, se acercará por sus casas; y la casa que Jehová tomare, se
acercará por los varones; 15Y el que fuere sorprendido en el anatema, será
quemado a fuego, él y todo lo que tiene, por cuanto ha quebrantado el pacto de
Jehová, y ha cometido maldad en Israel. 16Josué, pues,
levantándose de mañana, hizo venir a Israel por sus tribus; y fue tomada la
tribu de Judá. 17Y trajo a la tribu de Judá, y tomó la familia de
los zeraítas; luego trajo a la familia de los zeraítas por los varones, y fue
tomado Zabdi. 18E hizo venir a los varones de su casa, y fue tomado
Acán, hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá. 19Entonces
Josué dijo a Acán: Hijo mío, te ruego, da gloria a Jehová, Dios de Israel, y
confiesa ante Él; y declárame ahora lo que has hecho, no me lo encubras. 20Y Acán
respondió a Josué, diciendo: Verdaderamente yo he pecado contra Jehová el Dios
de Israel, y he hecho así y así: 21Que vi entre
el despojo un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un
lingote de oro de peso de cincuenta siclos; lo cual codicié y tomé; y he aquí
que está escondido debajo de tierra en el medio de mi tienda, y el dinero
debajo de ello.22Josué entonces envió mensajeros, los cuales fueron
corriendo a la tienda; y he aquí estaba escondido en su tienda, y el dinero debajo
de ello.23Y tomándolo de en medio de la tienda, lo trajeron a
Josué y a todos los hijos de Israel, y lo pusieron delante de Jehová. 24Entonces
Josué, y todo Israel con él, tomó a Acán hijo de Zera, y el dinero, y el manto,
y el lingote de oro, y sus hijos, y sus hijas, y sus bueyes, y sus asnos, y sus
ovejas, y su tienda, y todo cuanto tenía, y lo llevaron todo al valle de
Acor. 25Y dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? Jehová te
turbe en este día. Y todos los israelitas los apedrearon, y los quemaron a
fuego, después de apedrearlos con piedras. 26Y levantaron
sobre él un gran montón de piedras, hasta hoy. Y Jehová se volvió del furor de
su ira. Y por eso fue llamado aquel lugar el Valle de Acor, hasta hoy.
JOSUÉ 8
1Y Jehová dijo a Josué: No temas, ni desmayes; toma
contigo toda la gente de guerra, y levántate y sube a Hai. Mira, yo he
entregado en tu mano al rey de Hai, y a su pueblo, a su ciudad, y a su
tierra. 2Y harás a Hai y a su rey como hiciste a Jericó y a
su rey: sólo que sus despojos y sus bestias tomaréis para vosotros. Pondrás,
pues, emboscadas a la ciudad detrás de ella. 3Y se levantó
Josué, y toda la gente de guerra, para subir contra Hai: y escogió Josué
treinta mil hombres fuertes, los cuales envió de noche.4Y les mandó,
diciendo: Mirad, pondréis emboscada a la ciudad detrás de ella: no os alejaréis
mucho de la ciudad, y estaréis todos apercibidos. 5Y yo, y todo
el pueblo que está conmigo, nos acercaremos a la ciudad; y cuando saldrán ellos
contra nosotros, como hicieron antes, huiremos delante de ellos. 6Y ellos
saldrán tras nosotros, hasta que los arranquemos de la ciudad; porque ellos
dirán: Huyen de nosotros como la primera vez. Huiremos, pues, delante de ellos.7Entonces
vosotros os levantaréis de la emboscada, y os echaréis sobre la ciudad; pues
Jehová vuestro Dios la entregará en vuestras manos. 8Y cuando la
hubiereis tomado, le prenderéis fuego. Haréis conforme a la palabra de Jehová.
Mirad que os lo he mandado. 9Entonces
Josué los envió; y ellos se fueron a la emboscada, y se pusieron entre Betel y
Hai, al occidente de Hai: y Josué se quedó aquella noche en medio del
pueblo. 10Y levantándose Josué muy de mañana, revistó al
pueblo, y subió él, con los ancianos de Israel, delante del pueblo contra Hai. 11Y toda la
gente de guerra que estaba con él, subió, y se acercó, y llegaron delante de la
ciudad, y acamparon al norte de Hai; y el valle estaba entre él y Hai. 12Y tomó como
cinco mil hombres, y los puso en emboscada entre Betel y Hai, al lado oeste de
la ciudad. 13Y habiendo ordenado al pueblo, todo el campamento
que estaba en el norte de la ciudad, y su emboscada al occidente de la ciudad,
Josué vino aquella noche hasta el medio del valle. 14Y sucedió que
cuando lo vio el rey de Hai, se levantó prestamente de mañana, y salió con la
gente de la ciudad contra Israel, él y todo su pueblo, para combatir por el
llano al tiempo señalado, no sabiendo que le estaba puesta emboscada a las
espaldas de la ciudad.15Entonces Josué y todo Israel, fingiéndose vencidos
ante ellos, huyeron por el camino del desierto. 16Y todo el
pueblo que estaba en Hai se juntó para seguirlos; y siguieron a Josué, siendo
así arrancados de la ciudad. 17Y no quedó
hombre en Hai y Betel, que no saliera tras de Israel; y por seguir a Israel
dejaron la ciudad abierta. 18Entonces
Jehová dijo a Josué: Levanta la lanza que tienes en tu mano hacia Hai, porque
yo la entregaré en tu mano. Y Josué levantó hacia la ciudad la lanza que en su
mano tenía.19Y levantándose prestamente de su lugar los que
estaban en la emboscada, corrieron luego que él alzó su mano, y vinieron a la
ciudad, y la tomaron, y se apresuraron a prenderle fuego. 20Y cuando los
de la ciudad miraron atrás, observaron, y he aquí el humo de la ciudad que
subía al cielo, y no pudieron huir ni a una parte ni a otra; y el pueblo que
iba huyendo hacia el desierto se volvió contra quienes los perseguían.21Josué y todo
Israel, viendo que los de la emboscada habían tomado la ciudad, y que el humo
de la ciudad subía, volvieron, e hirieron a los de Hai. 22Y los otros
salieron de la ciudad a su encuentro: y así fueron encerrados en medio de
Israel, los unos de la una parte, y los otros de la otra. Y los hirieron hasta
que no quedó ninguno de ellos que escapase. 23Y tomaron
vivo al rey de Hai, y le trajeron a Josué. 24Y sucedió que
cuando Israel acabó de matar a todos los moradores de Hai en el campo y en el
desierto, adonde ellos los habían perseguido, y todos habían caído a filo de
espada hasta ser consumidos, todos los israelitas volvieron a Hai y la hirieron
a filo de espada. 25Y el número de los que cayeron aquel día, hombres y
mujeres, fue doce mil, todos los de Hai.26Y Josué no
retrajo su mano que había extendido con la lanza, hasta que hubo destruido a
todos los moradores de Hai. 27E Israel tomó
para sí, sólo las bestias y el despojo de la ciudad, conforme a la palabra de
Jehová que Él había mandado a Josué.28Y Josué quemó
a Hai y la redujo a un montón perpetuo, asolado hasta hoy. 29Mas al rey de
Hai colgó de un madero hasta la tarde; y cuando el sol se puso, mandó Josué que
quitasen del madero su cuerpo, y lo echasen a la puerta de la ciudad; y
levantaron sobre él un gran montón de piedras, que permanece hasta hoy. 30Entonces
Josué edificó un altar a Jehová Dios de Israel en el monte de Ebal,31como Moisés,
siervo de Jehová, lo había mandado a los hijos de Israel, como está escrito en
el libro de la ley de Moisés, un altar de piedras enteras sobre las cuales
nadie alzó hierro: y ofrecieron sobre él holocaustos a Jehová, y sacrificaron
ofrendas de paz.32También escribió allí en piedras la repetición de
la ley de Moisés, la cual él había escrito delante de los hijos de
Israel. 33Y todo Israel, y sus ancianos, oficiales, y jueces,
estaban a uno y otro lado del arca, delante de los sacerdotes levitas que
llevan el arca del pacto de Jehová; así extranjeros como naturales, la mitad de
ellos estaba hacia el monte de Gerizim, y la otra mitad hacia el monte de Ebal;
de la manera que Moisés, siervo de Jehová, lo había mandado antes, para que
bendijesen primeramente al pueblo de Israel.34Después de
esto, leyó todas las palabras de la ley, las bendiciones y las maldiciones,
conforme a todo lo que está escrito en el libro de la ley. 35No hubo
palabra alguna de todas las cosas que mandó Moisés, que Josué no hiciese leer
delante de toda la congregación de Israel, mujeres y niños, y extranjeros que
andaban entre ellos.
JOSUÉ 9
1Y aconteció que cuando oyeron estas cosas todos los
reyes que estaban a este lado del Jordán, así en las montañas como en los
llanos, y en toda la costa del Mar Grande delante del Líbano, los heteos,
amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos; 2se juntaron a
una, de un acuerdo, para pelear contra Josué e Israel. 3Y cuando los
habitantes de Gabaón oyeron lo que Josué había hecho a Jericó y a Hai, 4ellos usaron
de astucia; pues fueron y se fingieron embajadores, y tomaron sacos viejos
sobre sus asnos, y odres viejos de vino, rotos y remendados,5y zapatos
viejos y recosidos en sus pies, con vestiduras viejas sobre sí; y todo el pan
que traían para el camino, seco y mohoso. 6Así vinieron
a Josué al campo en Gilgal, y le dijeron a él y a los de Israel: Nosotros
venimos de tierra muy lejana: haced, pues, ahora alianza con nosotros. 7Y los de
Israel respondieron a los heveos: Quizá vosotros habitáis en medio de nosotros,
¿cómo, pues, podremos nosotros hacer alianza con vosotros? 8Y ellos
respondieron a Josué: Nosotros somos tus siervos. Y Josué les dijo: ¿Quiénes
sois vosotros y de dónde venís? 9Y ellos
respondieron: Tus siervos han venido de muy lejanas tierras, por la fama de
Jehová tu Dios; porque hemos oído su fama, y todo lo que Él hizo en
Egipto, 10y todo lo que hizo a los dos reyes de los amorreos
que estaban al otro lado del Jordán; a Sehón rey de Hesbón, y a Og rey de
Basán, que estaba en Astarot.11Por lo cual nuestros ancianos y todos los moradores
de nuestra tierra nos dijeron: Tomad en vuestras manos provisión para el
camino, e id al encuentro de ellos, y decidles: Nosotros somos vuestros
siervos, y haced ahora con nosotros alianza.12Este nuestro
pan lo tomamos caliente de nuestras casas para el camino el día que salimos
para venir a vosotros; y helo aquí ahora está seco y mohoso.13Estos odres
de vino también los llenamos nuevos; y helos aquí, ya están rotos; también
estas nuestras vestiduras y nuestros zapatos están ya viejos a causa de lo muy
largo del camino. 14Y los hombres de Israel tomaron de su provisión del
camino, y no consultaron a la boca de Jehová. 15Y Josué hizo
paz con ellos, y concertó con ellos que les dejaría la vida: también los
príncipes de la congregación les juraron.16Y sucedió que
pasados tres días después que hicieron alianza con ellos, oyeron que eran sus
vecinos y que habitaban en medio de ellos. 17Y partieron
los hijos de Israel, y al tercer día llegaron a sus ciudades; y sus ciudades
eran Gabaón, Cefira, Beerot y Quiriat-jearim. 18Y no los
hirieron los hijos de Israel, por cuanto los príncipes de la congregación les
habían jurado por Jehová el Dios de Israel. Y toda la congregación murmuraba
contra los príncipes. 19Mas todos los príncipes respondieron a toda la
congregación: Nosotros les hemos jurado por Jehová Dios de Israel; por tanto,
ahora no les podemos tocar.20Esto haremos con ellos: les dejaremos vivir, para
que no venga ira sobre nosotros a causa del juramento que les hemos
hecho. 21Y los príncipes les dijeron: Vivan; mas sean
leñadores y aguadores para toda la congregación, como los príncipes les han
dicho. 22Y llamándolos Josué, les habló diciendo: ¿Por qué
nos habéis engañado, diciendo: Habitamos muy lejos de vosotros, cuando moráis
en medio de nosotros?23Ahora, pues, vosotros sois malditos, y ninguno de
vosotros será exento de ser siervo, y de ser leñador y sacar el agua para la
casa de mi Dios. 24Y ellos respondieron a Josué, y dijeron: Como fue
dado a entender a tus siervos, que Jehová tu Dios había mandado a Moisés su
siervo que os había de dar toda la tierra, y que había de destruir todos los
moradores de la tierra delante de vosotros, por esto temimos en gran manera de
vosotros por nuestras vidas, e hicimos esto. 25Ahora pues,
henos aquí en tu mano; lo que te pareciere bueno y recto hacer de nosotros,
hazlo.26Y él lo hizo así; que los libró de la mano de los
hijos de Israel, para que no los matasen. 27Y los
constituyó Josué aquel día por leñadores y aguadores para la congregación y
para el altar de Jehová, en el lugar que Él escogiese; lo que son hasta hoy.
JOSUÉ 10
1Y aconteció que cuando Adonisedec, rey de
Jerusalén, oyó que Josué había tomado a Hai, y que la habían asolado como había
hecho a Jericó y a su rey, así hizo a Hai y a su rey, y que los moradores de
Gabaón habían hecho paz con los israelitas, y que estaban entre ellos; 2tuvieron gran
temor; porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y
mayor que Hai, y todos sus hombres eran fuertes. 3Envió pues a
decir Adonisedec rey de Jerusalén, a Oham rey de Hebrón, y a Piream rey de
Jarmut, y a Jafía rey de Laquis, y a Debir rey de Eglón: 4Subid a mí, y
ayudadme, y combatamos a Gabaón: porque ha hecho paz con Josué y con los hijos
de Israel. 5Y cinco reyes de los amorreos, el rey de Jerusalén,
el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis, el rey de Eglón, se
juntaron y subieron, ellos con todos sus ejércitos, y acamparon frente a
Gabaón, y pelearon contra ella. 6Y los moradores
de Gabaón enviaron a decir a Josué al campo en Gilgal: No niegues dar la mano a
tus siervos; sube rápidamente a nosotros para defendernos y ayudarnos; porque
todos los reyes de los amorreos que habitan en las montañas se han reunido
contra nosotros. 7Y subió Josué de Gilgal, él y toda la gente de
guerra con él, y todos los hombres valientes. 8Y Jehová dijo
a Josué: No tengas temor de ellos: porque yo los he entregado en tu mano, y
ninguno de ellos parará delante de ti. 9Y Josué vino
a ellos de repente, toda la noche subió desde Gilgal. 10Y Jehová los
turbó delante de Israel, y los hirió con gran mortandad en Gabaón: y los siguió
por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda. 11Y cuando iban
huyendo de los israelitas, a la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó sobre ellos
del cielo grandes piedras hasta Azeca, y murieron; y fueron más los que
murieron por las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel mataron a
espada. 12Entonces Josué habló a Jehová el día que Jehová entregó
al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los
israelitas: Sol, detente en Gabaón; y tú, Luna, en el valle de Ajalón. 13Y el sol se
detuvo y la luna se paró, hasta tanto que la gente se hubo vengado de sus
enemigos. ¿No está esto escrito en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio
del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero. 14Y nunca fue
tal día antes ni después de aquél, habiendo atendido Jehová a la voz de un
hombre: porque Jehová peleaba por Israel. 15Y Josué, y
todo Israel con él, se volvían al campo en Gilgal. 16Pero los
cinco reyes huyeron, y se escondieron en una cueva en Maceda. 17Y fue dicho a
Josué que los cinco reyes habían sido hallados en una cueva en Maceda. 18Entonces
Josué dijo: Rodad grandes piedras a la boca de la cueva, y poned hombres junto
a ella que los guarden; 19Y vosotros no os paréis, sino seguid a vuestros
enemigos, y heridles la retaguardia, sin dejarles entrar en sus ciudades;
porque Jehová vuestro Dios los ha entregado en vuestra mano. 20Y aconteció
que cuando Josué y los hijos de Israel terminaron de herirlos con gran
mortandad, hasta destruirlos, los que quedaron de ellos se metieron en las
ciudades fortificadas. 21Y todo el pueblo volvió en paz al campamento a
Josué en Maceda; no hubo quien moviese su lengua contra ninguno de los hijos de
Israel. 22Entonces dijo Josué: Abrid la boca de la cueva, y
sacadme de ella a estos cinco reyes. 23Y lo hicieron
así, y le sacaron de la cueva aquellos cinco reyes: al rey de Jerusalén, al rey
de Hebrón, al rey de Jarmut, al rey de Laquis, al rey de Eglón. 24Y cuando
hubieron sacado estos reyes a Josué, llamó Josué a todos los varones de Israel,
y dijo a los principales de la gente de guerra que habían venido con él: Llegad
y poned vuestros pies sobre los cuellos de estos reyes. Y ellos se llegaron, y
pusieron sus pies sobre los cuellos de ellos. 25Y Josué les
dijo: No temáis, ni os atemoricéis; sed fuertes y valientes: porque así hará
Jehová a todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis. 26Y después de
esto Josué los hirió y los mató, y los hizo colgar en cinco maderos; y quedaron
colgados en los maderos hasta la tarde. 27Y cuando el
sol se iba a poner, mandó Josué que los quitasen de los maderos, y los echasen
en la cueva donde se habían escondido: y pusieron grandes piedras a la boca de
la cueva, que permanecen hasta hoy. 28En aquel
mismo día tomó Josué a Maceda, y la hirió a filo de espada, y mató a su rey; a
ellos y a todas las almas que había en ella, sin quedar nada; e izo al rey de
Maceda como había hecho al rey de Jericó. 29Y de Maceda
pasó Josué, y todo Israel con él, a Libna; y peleó contra Libna: 30Y Jehová la
entregó también a ella y a su rey en manos de Israel; y la hirió a filo de
espada, con todas las almas que había en ella, sin quedar nada; e hizo a su rey
de la manera que había hecho al rey de Jericó. 31Y Josué, y
todo Israel con él, pasó de Libna a Laquis, y acampó contra ella, y la
combatió. 32Y Jehová entregó a Laquis en mano de Israel, y la
tomó al día siguiente, y la hirió a filo de espada, con todas las almas que
había en ella, como había hecho en Libna. 33Entonces
Horam, rey de Gezer, subió en ayuda de Laquis; mas a él y a su pueblo hirió
Josué, hasta no quedar ninguno de ellos.34De Laquis
pasó Josué, y todo Israel con él, a Eglón; y acamparon contra ella, y la
combatieron.35Y la tomaron el mismo día, y la metieron a espada;
y aquel día mató a todas las almas que había en ella, como había hecho en
Laquis. 36Subió luego Josué, y todo Israel con él, de Eglón a
Hebrón, y la combatieron; 37Y tomándola, la hirieron a filo de espada, a su rey
y a todas sus ciudades, con todas las almas que había en ella, sin quedar nada;
como habían hecho a Eglón, así la destruyeron con todo lo que en ella tenía
vida. 38Después volvió Josué, y todo Israel con él, contra
Debir, y combatió contra ella; 39y la tomó, y
a su rey, y a todas sus ciudades; y los hirieron a filo de espada, y
destruyeron todas las almas que había en ella, sin quedar nada; como había
hecho a Hebrón, así hizo a Debir y a su rey; y como había hecho a Libna y a su
rey. 40Hirió, pues, Josué toda la región de las montañas,
y del sur, y de la llanura, y de las cuestas, y a todos sus reyes, sin quedar
nada; todo lo que tenía vida mató, como Jehová Dios de Israel lo había
mandado. 41Y los hirió Josué desde Cades-barnea hasta Gaza, y
toda la tierra de Gosén hasta Gabaón. 42Todos estos
reyes y sus tierras tomó Josué de una vez; porque Jehová el Dios de Israel
peleaba por Israel. 43Y se volvió Josué, y todo Israel con él, al
campamento en Gilgal.
JOSUÉ 11
1Oyendo esto Jabín rey de Hazor, envió mensaje a
Jobab rey de Madón, y al rey de Simrón, y al rey de Acsaf, 2y a los reyes
que estaban en el norte de las montañas, y en la llanura del sur de Cineret, y
en los llanos, y en las regiones de Dor al occidente; 3Y al cananeo
que estaba al oriente y al occidente, y al amorreo, y al heteo, y al ferezeo, y
al jebuseo en las montañas, y al heveo debajo de Hermón en tierra de
Mizpa. 4Éstos salieron, y con ellos todos sus ejércitos,
mucha gente, como la arena que está a la orilla del mar, con muchísimos
caballos y carros. 5Y cuando todos estos reyes se reunieron, vinieron y
acamparon juntos frente a las aguas de Merom, para pelear contra Israel. 6Mas Jehová
dijo a Josué: No tengas temor de ellos, porque mañana a esta hora yo entregaré
a todos éstos, muertos delante de Israel; Desjarretarás sus caballos y sus
carros quemarás a fuego. 7Y vino Josué, y con él todo el pueblo de guerra,
contra ellos, y dio de repente sobre ellos junto a las aguas de Merom. 8Y los entregó
Jehová en manos de Israel, los cuales los hirieron y siguieron hasta Sidón la
grande, y hasta Misrefotmaim, y hasta el llano de Mizpa al oriente, hiriéndolos
hasta que no les dejaron ninguno. 9Y Josué hizo
con ellos como Jehová le había mandado; desjarretó sus caballos, y sus carros
quemó a fuego. 10Y volviendo Josué, tomó en el mismo tiempo a Hazor,
e hirió a espada a su rey; pues Hazor había sido antes cabeza de todos estos
reinos. 11E hirieron a espada a todas las almas que había en
ella, destruyéndoles por completo; no quedo nada que respirase; y a Hazor
pusieron a fuego. 12Asimismo tomó Josué todas las ciudades de estos
reyes, y a todos los reyes de ellas, y los hirió a filo de espada, y los
destruyó, tal como Moisés, siervo de Jehová, lo había mandado. 13Pero a todas
las ciudades que estaban sobre sus colinas, no las quemó Israel, con la única
excepción de Hazor, la cual quemó Josué. 14Y los hijos
de Israel tomaron para sí todo el despojo y el ganado de estas ciudades; pero a
todos los hombres metieron a espada hasta destruirlos, sin dejar nada que
respirase. 15De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés
su siervo, así Moisés lo mandó a Josué: y así Josué lo hizo, sin quitar palabra
de todo lo que Jehová había mandado a Moisés. 16Tomó, pues,
Josué toda aquella tierra, las montañas, y toda la región del sur, y toda la
tierra de Gosén, y los bajos y los llanos, y las montañas de Israel y sus
valles. 17Desde el monte de Halac, que sube hasta Seir, hasta
Baal-gad en la llanura del Líbano, a la falda del monte Hermón; tomó asimismo
todos sus reyes, los cuales hirió y mató.18Por mucho
tiempo tuvo guerra Josué con estos reyes. 19No hubo
ciudad que hiciese paz con los hijos de Israel, salvo los heveos, que moraban
en Gabaón; todo lo tomaron por guerra. 20Porque esto
vino de Jehová, que endurecía el corazón de ellos para que resistiesen con
guerra a Israel, para destruirlos, y que no les fuese hecha misericordia, antes
fuesen desarraigados, como Jehová lo había mandado a Moisés. 21También en el
mismo tiempo vino Josué y destruyó a los anaceos de los montes, de Hebrón, de
Debir, y de Anab, y de todos los montes de Judá, y de todos los montes de
Israel: Josué los destruyó a ellos y a sus ciudades. 22Ninguno de los
anaceos quedó en la tierra de los hijos de Israel; solamente quedaron en Gaza,
en Gat y en Asdod. 23Tomó, pues, Josué toda la tierra, conforme a todo
lo que Jehová había dicho a Moisés; y la entregó Josué a los israelitas por
herencia, conforme a sus repartimientos de sus tribus; y la tierra reposó de la
guerra.
JOSUÉ 12
1Éstos son los reyes de la tierra que los hijos de
Israel hirieron, y cuya tierra poseyeron al otro lado del Jordán al nacimiento
del sol, desde el arroyo de Arnón hasta el monte Hermón, y toda la llanura
oriental:2Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón,
y señoreaba desde Aroer, que está a la ribera del arroyo de Arnón, y desde en
medio del arroyo, y la mitad de Galaad, hasta el arroyo Jaboc, el término de
los hijos de Amón; 3Y desde el Arabá hasta el mar de Cineret, al
oriente; y hasta el mar del Arabá, el Mar Salado, al oriente, por el camino de
Bet-jesimot; y desde el sur debajo de las vertientes del Pisga. 4Y el
territorio de Og rey de Basán, que había quedado de los refaítas, el cual
habitaba en Astarot y en Edrei, 5y señoreaba
en el monte de Hermón, y en Salca, y en todo Basán hasta los términos de los
gesuritas y de los maacatitas, y la mitad de Galaad, término de Sehón rey de
Hesbón. 6A éstos hirieron Moisés siervo de Jehová y los
hijos de Israel; y Moisés siervo de Jehová dio aquella tierra en posesión a los
rubenitas, gaditas, y a la media tribu de Manasés. 7Y éstos son
los reyes de la tierra que hirió Josué con los hijos de Israel, de este lado
del Jordán al occidente, desde Baal-gad en el valle del Líbano hasta el monte
de Halac que sube a Seir; y cuya tierra dio Josué en posesión a las tribus de
Israel, conforme a sus divisiones; 8en las
montañas y en valles, en las llanuras y en las vertientes, en el desierto y en
el sur; el heteo, el amorreo, el cananeo, el ferezeo, el heveo y el jebuseo.9El rey de
Jericó, uno; el rey de Hai, que está al lado de Betel, otro; 10el rey de
Jerusalén, otro; el rey de Hebrón, otro: 11el rey de
Jarmut, otro; el rey de Laquis, otro; 12el rey de
Eglón, otro; el rey de Gezer, otro; 13el rey de
Debir, otro; el rey de Geder, otro;14el rey de
Horma, otro; el rey de Arad, otro; 15el rey de
Libna, otro; el rey de Adulam, otro; 16el rey de
Maceda, otro; el rey de Betel, otro; 17el rey de
Tapúa, otro; el rey de Hefer, otro; 18el rey de
Afec, otro; el rey de Sarón, otro; 19el rey de
Madón, otro; el rey de Hazor, otro; 20el rey de
Simrom-meron, otro; el rey de Acsaf, otro; 21el rey de
Taanac, otro; el rey de Meguido, otro; 22el rey de
Cedes, otro; el rey de Jocneam del Carmelo, otro; 23el rey de
Dor, de la provincia de Dor, otro; el rey de las naciones en Gilgal,
otro; 24el rey de Tirsa, otro; treinta y un reyes en total.
JOSUÉ 13
1Y siendo Josué ya viejo, entrado en días, Jehová le
dijo: Tú eres ya viejo, de edad avanzada, y queda aún mucha tierra por
poseer. 2Ésta es la tierra que queda; todos los términos de
los filisteos y toda Gesuri; 3desde Sihor,
que está delante de Egipto, hasta el término de Ecrón al norte, que se
considera de los cananeos; de los cinco príncipes de los filisteos; el gazeo,
el asdodeo, el ascaloneo, el geteo y el ecroneo; también los aveos; 4al sur toda
la tierra de los cananeos, y Mehara que es de los sidonios, hasta Afec, hasta
el término del amorreo; 5y la tierra de los giblitas, y todo el Líbano hacia
donde sale el sol, desde Baal-gad a las raíces del monte Hermón, hasta la
entrada de Hamat; 6a todos los que habitan en las montañas desde el
Líbano hasta Misrefotmaim, a todos los sidonios; yo los desarraigaré de delante
de los hijos de Israel; solamente reparte tú por suerte la tierra a los
israelitas como heredad, tal como te he mandado. 7Reparte,
pues, tú ahora esta tierra en heredad a las nueve tribus, y a la media tribu de
Manasés. 8Porque la otra media recibió su heredad con los
rubenitas y gaditas, la cual les dio Moisés al otro lado del Jordán al oriente,
tal como se la dio Moisés siervo de Jehová; 9desde Aroer,
que está a la orilla del arroyo de Arnón, y la ciudad que está en medio del
arroyo, y toda la llanura de Medeba, hasta Dibón; 10y todas las
ciudades de Sehón rey de los amorreos, el cual reinó en Hesbón, hasta los
términos de los hijos de Amón; 11y Galaad, y
los términos de los gesuritas y de los maacatitas, y todo el monte de Hermón, y
toda la tierra de Basán hasta Salca;12todo el reino
de Og en Basán, el cual reinó en Astarot y Edrei, el cual había quedado del
resto de los refaítas; pues Moisés los hirió, y los echó. 13Mas a los
gesuritas y maacatitas no echaron los hijos de Israel; sino que los gesuritas y
los maacatitas habitaron entre los israelitas hasta hoy. 14Sólo a la
tribu de Leví no dio heredad; los sacrificios de Jehová Dios de Israel son su
heredad, como Él les había dicho. 15Y Moisés dio
heredad a la tribu de los hijos de Rubén conforme a sus familias. 16Y fue el
territorio de ellos desde Aroer, que está a la orilla del arroyo de Arnón, y la
ciudad que está en medio del valle, y toda la llanura hasta Medeba; 17Hesbón, con
todas sus ciudades que están en la llanura; Dibón, y Bamot-baal, y
Bet-baal-meón; 18y Jahaza, y Cademot, y Mefaat, 19y Quiriataim,
y Sibma y Zeretshahar en el monte del valle, 20y Bet-peor, y
Asdot-pisga y Bet-jesimot,21y todas las ciudades de la llanura, y todo el reino
de Sehón rey de los amorreos, que reinó en Hesbón, al cual hirió Moisés, y a
los príncipes de Madián, Hevi, Requem, Zur, Hur y Reba, príncipes de Sehón que
habitaban en aquella tierra. 22También
mataron a espada los hijos de Israel a Balaam el adivino, hijo de Beor, con los
demás que mataron. 23Y el Jordán fue el término de los hijos de Rubén,
con su frontera. Ésta fue la heredad de los hijos de Rubén conforme a sus
familias, estas ciudades con sus aldeas. 24Moisés
también dio heredad a la tribu de Gad, a los hijos de Gad, conforme a sus
familias. 25Y el término de ellos fue Jazer, y todas las
ciudades de Galaad, y la mitad de la tierra de los hijos de Amón hasta Aroer,
que está delante de Rabá. 26Y desde Hesbón hasta Ramat-mispe, y Betonim; y
desde Mahanaim hasta el término de Debir: 27Y el valle de
Bet-aram, y Bet-nimra, y Sucot, y Safón, resto del reino de Sehón, rey de
Hesbón; el Jordán y su término hasta el cabo del mar de Cineret al otro lado
del Jordán, al oriente. 28Ésta es la heredad de los hijos de Gad, por sus
familias, estas ciudades con sus aldeas. 29También dio
Moisés heredad a la media tribu de Manasés; y fue de la media tribu de los
hijos de Manasés, conforme a sus familias. 30El término de
ellos fue desde Mahanaim, todo Basán, todo el reino de Og rey de Basán, y todas
las aldeas de Jair que están en Basán, sesenta poblaciones. 31Y la mitad de
Galaad, y Astarot, y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán, fueron para los
hijos de Maquir, hijo de Manasés, para la mitad de los hijos de Maquir conforme
a sus familias. 32Éstos son los territorios que Moisés repartió en
heredad en los llanos de Moab, del otro lado del Jordán de Jericó, al oriente. 33Mas Moisés no
dio heredad a la tribu de Leví; Jehová Dios de Israel fue la heredad de ellos
como Él les había dicho.
JOSUÉ 14
1Éstos, pues, son los territorios que los hijos de
Israel tomaron por heredad en la tierra de Canaán, lo cual les repartieron
Eleazar sacerdote, y Josué hijo de Nun, y los principales de los padres de las
tribus de los hijos de Israel. 2Por suerte se
les dio su heredad, como Jehová lo había mandado por Moisés, que diese a las
nueve tribus y a la media tribu. 3Porque a las dos
tribus, y a la media tribu, Moisés les había dado heredad al otro lado del
Jordán; mas a los levitas no dio heredad entre ellos. 4Porque los
hijos de José fueron dos tribus, Manasés y Efraín; y no dieron parte a los
levitas en la tierra, sino ciudades en que morasen, con sus ejidos para sus
ganados y rebaños. 5De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés,
así lo hicieron los hijos de Israel en la repartición de la tierra.6Y los hijos
de Judá vinieron a Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jefone cenezeo, le dijo:
Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante a
mí y a ti. 7Yo tenía cuarenta años de edad cuando Moisés,
siervo de Jehová, me envió de Cades-barnea a reconocer la tierra; y yo le
referí el asunto como lo tenía en mi corazón. 8Mas mis
hermanos, los que habían subido conmigo, menguaron el corazón del pueblo; pero
yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios. 9Entonces
Moisés juró, diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y
para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi
Dios. 10Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como Él dijo,
estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a
Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy día soy de
ochenta y cinco años; 11pero aún hoy estoy tan fuerte como el día que
Moisés me envió; cual era entonces mi fuerza, tal es ahora, para la guerra, y
para salir y para entrar.12Dame, pues, ahora esta montaña, de la cual habló
Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y
que las ciudades son grandes y fortificadas. Quizá Jehová será conmigo, y los
echaré como Jehová ha dicho. 13Josué
entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad.14Por tanto,
Hebrón fue de Caleb, hijo de Jefone cenezeo, en heredad hasta hoy; porque
siguió cumplidamente a Jehová Dios de Israel. 15Mas Hebrón
fue antes llamada Quiriat-arba; fue Arba un hombre grande entre los anaceos. Y
la tierra tuvo reposo de las guerras.
JOSUÉ 15
1Y la parte que tocó en suerte a la tribu de los
hijos de Judá, por sus familias, se extendía hasta el término de Edom en el
desierto de Zin hacia el sur, éste era el extremo sur. 2Y su frontera
sur era desde la costa del Mar Salado, desde la bahía que mira hacia el
sur; 3y salía hacia el sur de la subida de Acrabim,
pasando hasta Zin; y subiendo por el sur hasta Cades-barnea, pasaba a Hezrón, y
subiendo por Adar daba vuelta a Carca. 4De allí
pasaba a Asmón, y salía al arroyo de Egipto; y sale este término al occidente.
Éste, pues, os será el término del sur. 5El término
del oriente es el Mar Salado hasta el fin del Jordán. Y el término de la parte
del norte, desde la bahía del mar, desde el fin del Jordán: 6y sube este
término por Bet-hogla, y pasa del norte a Bet-araba, y de aquí sube este
término a la piedra de Bohán, hijo de Rubén. 7Y torna a
subir este término a Debir desde el valle de Acor; y al norte mira sobre
Gilgal, que está delante de la subida de Adumín, la cual está al sur del
arroyo; y pasa este término a las aguas de Ensemes, y sale a la fuente de
Rogel: 8Y sube este término por el valle del hijo de Hinom
al lado sur del jebuseo; ésta es Jerusalén. Luego sube este término por la
cumbre del monte que está delante del valle de Hinom hacia el occidente, el
cual está en el extremo del valle de los gigantes hacia el norte. 9Y rodea este
término desde la cumbre del monte hasta la fuente de las aguas de Neftoa, y
sale a las ciudades del monte de Efrón, rodeando luego el mismo término a
Baala, la cual es Quiriat-jearim. 10Y este límite
rodeaba desde Baala hacia el occidente al monte de Seir; y pasa al lado del
monte de Jearim hacia el norte, ésta es Quesalón, y desciende a Bet-semes, y
pasa a Timna. 11Sale luego este límite al lado de Ecrón hacia el
norte; y rodea el mismo término a Sicrón, y pasa por el monte de Baala, y sale
a Jabneel; y sale este término al mar. 12El término
del occidente es el Mar Grande y su costa. Éste, es el término de los hijos de
Judá en derredor, por sus familias. 13Mas a Caleb,
hijo de Jefone, dio parte entre los hijos de Judá, conforme al mandamiento de
Jehová a Josué, esto es, a Quiriat-arba, del padre de Anac, que es Hebrón.14Y Caleb echó
de allí tres hijos de Anac, a Sesai, Ahimán, y Talmai, hijos de Anac. 15De aquí subió
a los que moraban en Debir; y el nombre de Debir era antes Quiriat-sefer. 16Y dijo Caleb:
Al que hiriere a Quiriat-sefer, y la tomare, yo le daré a mi hija Acsa por
esposa. 17Y la tomó Otoniel, hijo de Cenaz, hermano de Caleb;
y él le dio por esposa a su hija Acsa. 18Y aconteció
que cuando ella vino a él, ella le persuadió para pedir a su padre un campo.
Ella entonces se bajó del asno, y Caleb le dijo: ¿Qué quieres? 19Y ella
respondió: Dame una bendición; puesto que me has dado tierra de sequedal, dame
también fuentes de aguas. Él entonces le dio las fuentes de arriba, y las
fuentes de abajo. 20Ésta, pues, es la heredad de la tribu de los hijos
de Judá por sus familias. 21Y fueron las ciudades del término de la tribu de
los hijos de Judá hacia el término de Edom hacia el sur; Cabseel, Eder,
Jagur, 22Cina, Dimona, Adada, 23Cedes, Hazor,
Itnán, 24Zif, Telem, Bealot, 25Hazor-hadata
y Queriot-hezrón, que es Hazor, 26Amam, Sema,
Molada, 27Asar-gada, Hesmón, Bet-pelet, 28Hasar-sual,
Beerseba, Bizotia, 29Baala, Iim, Esem,30Eltolad,
Cesil, Horma, 31Siclag, Madmana, Sansana, 32Lebaot,
Silim, Aín y Rimón; en todas veintinueve ciudades con sus aldeas. 33En las
llanuras, Estaol, Zora, Asena, 34Zanoa,
Enganim, Tapúa, Enam, 35Jarmut, Adulam, Soco, Azeca,36Saaraim, Aditaim,
Gedera y Gederotaim; catorce ciudades con sus aldeas. 37Senán,
Hadasa, Migdalgad, 38Dilán, Mizpa, Jocteel, 39Laquis,
Boscat, Eglón, 40Cabón, Lamas, Quitlis,41Gederot,
Bet-dagón, Naama y Maceda; dieciséis ciudades con sus aldeas. 42Libna, Eter,
Asán,43Jifta, Asena, Nesib, 44Keila, Aczib
y Maresa; nueve ciudades con sus aldeas. 45Ecrón con sus
villas y sus aldeas: 46Desde Ecrón hasta el mar, todas las que están a la
costa de Asdod con sus aldeas. 47Asdod con sus
villas y sus aldeas: Gaza con sus villas y sus aldeas hasta el río de Egipto, y
el Mar Grande con sus términos. 48Y en las
montañas, Samir, Jatir, Soco, 49Dana,
Quiriat-sana, que es Debir, 50Anab,
Estemoa, Anim, 51Gosén, Holón y Gilo; once ciudades con sus
aldeas. 52Arab, Duma, Esán, 53Janum, Bet-tapúa,
Afeca, 54Humta, Quiriat-arba, que es Hebrón y Sior; nueve
ciudades con sus aldeas. 55Maón, el Carmelo, Zif, Juta,56Jezreel,
Jocdeam, Zanoa, 57Caín, Gabaa y Timna; diez ciudades con sus
aldeas. 58Halhul, Bet-zur, Gedor, 59Maarat,
Bet-anot y Eltecón; seis ciudades con sus aldeas. 60Quiriat-baal,
que es Quiriat-jearim y Rabá; dos ciudades con sus aldeas.61En el
desierto, Bet-araba, Midín, Secaca,62Nibsan, la
ciudad de la sal y Engadi; seis ciudades con sus aldeas. 63Mas a los
jebuseos que habitaban en Jerusalén, los hijos de Judá no los pudieron
desarraigar; antes quedó el jebuseo en Jerusalén con los hijos de Judá, hasta
hoy.
JOSUÉ 16
1Y la suerte de los hijos de José salió desde el
Jordán de Jericó hasta las aguas de Jericó hacia el oriente, al desierto que
sube de Jericó al monte de Betel: 2Y de Betel
sale a Luz, y pasa al término de Arqui en Atarot;3y torna a
descender hacia el mar al término de Jaflet, hasta el término de Bet-horón la
de abajo, y hasta Gezer; y sale al mar. 4Recibieron
pues heredad los hijos de José, Manasés y Efraín. 5Y fue el
término de los hijos de Efraín por sus familias, fue el término de su herencia
a la parte oriental, desde Atarot-adar hasta Bet-horón la de arriba: 6Y sale este
término al mar, y a Micmetat al norte, y da vuelta este término hacia el
oriente a Tanat-silo, y de aquí pasa al oriente a Janoa.7Y de Janoa
desciende a Atarot, y a Naara, y toca en Jericó, y sale al Jordán. 8Y de Tapúa
torna este término hacia el mar al arroyo de Cana, y sale al mar. Ésta es la
heredad de la tribu de los hijos de Efraín por sus familias. 9Hubo también
ciudades que se apartaron para los hijos de Efraín en medio de la herencia de
los hijos de Manasés, todas las ciudades con sus aldeas. 10Y no echaron
al cananeo que habitaba en Gezer; antes quedó el cananeo en medio de Efraín,
hasta hoy, y fue tributario.
JOSUÉ 17
1También hubo suerte para la tribu de Manasés, pues
él era el primogénito de José; y Maquir, el primogénito de Manasés, y padre de
Galaad, el cual fue hombre de guerra, tuvo a Galaad y a Basán. 2Tuvieron
también suerte los otros hijos de Manasés conforme a sus familias; los hijos de
Abiezer, y los hijos de Helec, y los hijos de Asriel, y los hijos de Siquem, y
los hijos de Hefer, y los hijos de Semida; éstos fueron los hijos varones de
Manasés hijo de José, por sus familias.3Pero
Zelofehad, hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, no
tuvo hijos, sino hijas, los nombres de las cuales son estos: Maala, Noa, Hogla,
Milca, y Tirsa. 4Éstas vinieron delante de Eleazar sacerdote, y de
Josué hijo de Nun, y de los príncipes, y dijeron: Jehová mandó a Moisés que nos
diese heredad entre nuestros hermanos. Y él les dio herencia entre los hermanos
del padre de ellas, conforme al dicho de Jehová. 5Y a Manasés
le tocaron diez porciones, además de la tierra de Galaad y de Basán, que está
al otro lado del Jordán, 6porque las hijas de Manasés poseyeron herencia
entre sus hijos: y la tierra de Galaad fue de los otros hijos de Manasés. 7Y fue el
término de Manasés desde Aser hasta Micmetat, la cual está delante de Siquem; y
va este término a la mano derecha, a los que habitan en Tapúa. 8Y la tierra
de Tapúa fue de Manasés; pero Tapúa, que está junto al término de Manasés, es
de los hijos de Efraín. 9Y desciende este término al arroyo de Cana, hacia
el lado sur del arroyo. Estas ciudades de Efraín están entre las ciudades de
Manasés: y el término de Manasés es desde el norte del mismo arroyo, y sus
salidas son al mar. 10Efraín al sur, y Manasés al norte, y el mar es su
término; y se encuentran con Aser al lado del norte, y con Isacar al
oriente. 11Tuvo también Manasés en Isacar y en Aser a Bet-seán
y sus aldeas, e Ibleam y sus aldeas, y los moradores de Dor y sus aldeas, y los
moradores de Endor y sus aldeas, y los moradores de Taanac y sus aldeas, y los
moradores de Meguido y sus aldeas; tres provincias. 12Pero los
hijos de Manasés no pudieron echar a los de aquellas ciudades; antes el cananeo
quiso habitar en la tierra. 13Pero cuando
los hijos de Israel se hicieron fuertes, pusieron a tributo al cananeo, mas no
lo echaron. 14Y los hijos de José hablaron a Josué, diciendo:
¿Por qué me has dado por heredad una sola suerte y una sola parte, siendo yo un
pueblo tan grande y que Jehová me ha así bendecido hasta ahora? 15Y Josué les
respondió: Si eres pueblo tan grande, sube tú al monte, y corta para ti allí en
la tierra del ferezeo y de los gigantes, pues que el monte de Efraín es angosto
para ti. 16Y los hijos de José dijeron: No nos bastará a
nosotros este monte; y todos los cananeos que habitan la tierra de la llanura,
tienen carros herrados; los que están en Bet-seán y en sus aldeas, y los que
están en el valle de Jezreel.17Entonces Josué respondió a la casa de José, a
Efraín y Manasés, diciendo: Tú eres gran pueblo, y tienes gran fuerza; no
tendrás sólo una suerte; 18sino que aquel monte será tuyo; porque aunque es
bosque, tú lo desmontarás y serán tuyos sus términos; porque tú echarás al
cananeo, aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte.
JOSUÉ 18
1Y toda la congregación de los hijos de Israel se
juntó en Silo, y asentaron allí el tabernáculo del testimonio, después que la
tierra les fue sujeta. 2Mas habían quedado en los hijos de Israel siete
tribus, a las cuales aún no habían repartido su posesión. 3Y Josué dijo
a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo seréis negligentes para venir a poseer la
tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres? 4Señalad tres
varones de cada tribu, para que yo los envíe, y que ellos se levanten, y
recorran la tierra, y la describan conforme a sus heredades, y se vuelvan a
mí. 5Y la dividirán en siete partes: y Judá estará en su
término al sur, y los de la casa de José estarán en el suyo al norte.6Vosotros,
pues, delinearéis la tierra en siete partes, y me traeréis la descripción aquí,
y yo os echaré las suertes aquí delante de Jehová nuestro Dios. 7Mas los
levitas ninguna parte tienen entre vosotros; porque el sacerdocio de Jehová es
la heredad de ellos; Gad también y Rubén, y la media tribu de Manasés, ya han
recibido su heredad al otro lado del Jordán al oriente, la cual les dio Moisés
siervo de Jehová.8Levantándose, pues, aquellos varones, fueron; y
mandó Josué a los que iban para delinear la tierra, diciéndoles: Id, recorred
la tierra, y delineadla, y volved a mí, para que yo os eche las suertes aquí
delante de Jehová en Silo. 9Fueron pues
aquellos varones y pasearon la tierra, delineándola por ciudades en siete
partes en un libro, y volvieron a Josué al campamento en Silo. 10Y Josué les
echó las suertes delante de Jehová en Silo; y allí repartió Josué la tierra a
los hijos de Israel por sus porciones. 11Y se sacó la
suerte de la tribu de los hijos de Benjamín por sus familias: y salió el
término de su suerte entre los hijos de Judá y los hijos de José. 12Y fue el término
de ellos al lado del norte desde el Jordán: y sube aquel término al lado de
Jericó al norte; sube después al monte hacia el occidente, y viene a salir al
desierto de Betaven; 13y de allí pasa aquel término a Luz, por el lado de
Luz ésta es Betel hacia el sur. Y desciende este término de Atarot-adar al
monte que está al sur de Bet-horón la de abajo. 14Y rodea este
término, y da vuelta al lado del mar hacia el sur hasta el monte que está
delante de Bet-horón hacia el sur; y viene a salir a Quiriat-baal, que es
Quiriat-jearim, ciudad de los hijos de Judá. Éste es el lado del
occidente. 15Y el lado del sur es desde el cabo de
Quiriat-jearim, y sale el término al occidente, y sale a la fuente de las aguas
de Neftoa: 16Y desciende este término al cabo del monte que está
delante del valle del hijo de Hinom, que está en el valle de los gigantes hacia
el norte; desciende luego al valle de Hinom, al lado del jebuseo al sur, y de
allí desciende a la fuente de Rogel; 17y del norte
torna y sale a Ensemes, y de allí sale a Gelilot, que está delante de la subida
de Adumín, y descendía a la piedra de Bohán, hijo de Rubén, 18y pasa al
lado que está enfrente del Arabá, y desciende al Arabá. 19Y la ribera
pasaba por el lado de Bet-hogla hacia el norte, y la salida de la ribera estaba
a la bahía norte del Mar Salado, en el extremo sur del Jordán: Ésta era la
frontera sur. 20Y el Jordán acaba este término al lado del oriente.
Ésta es la heredad de los hijos de Benjamín por sus términos alrededor,
conforme a sus familias. 21Las ciudades de la tribu de los hijos de Benjamín,
por sus familias, fueron Jericó, Bet-hogla, y el valle de Casis,22Bet-araba,
Zemaraim, y Betel; 23y Avim, y Para, y Ofra, 24y
Cefar-hamonai, Ofni, y Geba; doce ciudades con sus aldeas: 25Gabaón, Ramá,
Beerot,26y Mizpa, Cefira, y Moza, 27Requem,
Irpeel y Tarala, 28Sela, Elef, Jebús, que es Jerusalén, Gibeat y
Quiriat; catorce ciudades con sus aldeas. Ésta es la heredad de los hijos de
Benjamín, conforme a sus familias.
JOSUÉ 19
1La segunda suerte salió para Simeón, para la tribu
de los hijos de Simeón conforme a sus familias; y su heredad fue entre la
heredad de los hijos de Judá. 2Y tuvieron en
su heredad a Beerseba, Seba, Molada,3Hasar-sual,
Bala, Esem, 4Eltolad, Betul, Horma,5Siclag,
Bet-marcabot, Hasar-susa, 6Bet-lebaot y Saruhén; trece ciudades con sus
aldeas; 7Aín, Rimón, Eter y Asán; cuatro ciudades con sus
aldeas;8y todas las aldeas que estaban alrededor de estas
ciudades hasta Baalat-beer, que es Ramat del Neguev. Ésta es la heredad de la
tribu de los hijos de Simeón, conforme a sus familias. 9De la porción
de los hijos de Judá fue sacada la heredad de los hijos de Simeón; porque la
porción de los hijos de Judá era excesiva para ellos; así que los hijos de
Simeón tuvieron su heredad en medio de la de ellos. 10La tercera
suerte salió para los hijos de Zabulón conforme a sus familias; y el término de
su heredad fue hasta Sarid. 11Y su término
subía hasta el mar, hasta Merala, y llegaba hasta Dabeset, y de allí llegaba
hasta el arroyo que está enfrente de Jocneam; 12y doblaba de
Sarid hacia el oriente, hacia donde nace el sol, al término de Quisi-lotabor,
seguía hasta Daberat y subía a Jafía;13y de allí
pasaba hacia el lado oriental a Gat-hefer y a Ita-kazin, y salía a Rimón rodeando
a Nea. 14Y por el lado norte el término rodeaba hasta
Hanatón, viniendo a salir al valle de Iftael; 15y abarcaba
Cata, Naalal, Simrón, Ideala y Belén; doce ciudades con sus aldeas. 16Ésta es la
heredad de los hijos de Zabulón por sus familias; estas ciudades con sus
aldeas.17La cuarta suerte salió para Isacar, para los hijos
de Isacar conforme a sus familias. 18Y fue su
término Jezreel, Quesulot, Sunem, 19Hafaraim,
Sihón, Anaarat, 20Rabit, Quisión, Ebes, 21Ramet,
En-ganim, En-hada y Bet-pases; 22y llegaba
este término hasta Tabor, Sahasim y Bet-semes; y terminaba en ell Jordán;
dieciséis ciudades con sus aldeas. 23Ésta es la
heredad de la tribu de los hijos de Isacar conforme a sus familias; estas
ciudades con sus aldeas. 24Y salió la quinta suerte para la tribu de los hijos
de Aser conforme a sus familias. 25Y su término
fue Helcat, Halí, Betén, Acsaf, 26Alamelec,
Amead y Miseal; y llegaba hasta el Carmelo al occidente, y a
Sihor-libnat; 27y doblaba hacia donde nace el sol hasta Bet-dagón,
y llegaba a Zabulón, al valle de Iftael hacia el norte, a Bet-emec y Nehiel, y
salía a Cabul hacia la izquierda; 28y abarcaba
Hebrón, Rehob, Hamón y Cana, hasta la gran Sidón;29y doblaba de
allí este término hacia Ramá, hasta la ciudad fortificada de Tiro, y tornaba
este término hacia Hosa, y salía al mar desde el territorio de Aczib:30Abarcaba
también Uma, Afec y Rehob; veintidós ciudades con sus aldeas. 31Ésta es la
heredad de la tribu de los hijos de Aser por sus familias; estas ciudades con
sus aldeas. 32La sexta suerte salió para los hijos de Neftalí,
para los hijos de Neftalí conforme a sus familias. 33Y su término
era desde Helef, Alón-saananim, Adami-neceb y Jabneel, hasta Lacum; y salía al
Jordán. 34y tornaba de allí este término hacia el occidente a
Aznot-tabor, pasando de allí a Hucoc, y llegaba hasta Zabulón por el lado sur,
y al occidente colindaba con Aser, y con Judá al Jordán hacia donde nace el
sol. 35Y las ciudades fortificadas eran Sidim, Ser, Hamat,
Racat, Cineret, 36Adama, Ramá, Hazor, 37Cedes, Edrei,
En-hazor, 38Irón, Migdalel, Horem, Bet-anat y Bet-semes;
diecinueve ciudades con sus aldeas. 39Ésta es la
heredad de la tribu de los hijos de Neftalí conforme a sus familias; estas
ciudades con sus aldeas. 40La séptima suerte salió para la tribu de los hijos
de Dan conforme a sus familias. 41Y fue el
término de su heredad, Zora, Estaol, Ir-semes, 42Saalbim,
Ajalón, Jetla, 43Elón, Timnat, Ecrón, 44Elteque,
Gibetón, Baalat,45Jehúd, Bene-berac, Gat-rimón, 46Mejarcón y
Racón, con el término que está delante de Jope. 47Y les faltó
territorio a los hijos de Dan; y subieron los hijos de Dan y combatieron a
Lesem, y tomándola la hirieron a filo de espada, y la poseyeron, y habitaron en
ella; y llamaron a Lesem, Dan, del nombre de Dan su padre. 48Ésta es la
heredad de la tribu de los hijos de Dan conforme a sus familias; estas ciudades
con sus aldeas. 49Y después que acabaron de repartir la tierra en
heredad por sus términos, dieron los hijos de Israel heredad a Josué hijo de
Nun en medio de ellos:50De acuerdo a la palabra de Jehová, le dieron la
ciudad que él pidió, Timnat-sera, en el monte de Efraín; y él reedificó la
ciudad, y habitó en ella. 51Éstas son las heredades que Eleazar sacerdote, y
Josué hijo de Nun, y los principales de los padres, entregaron por suerte en
posesión a las tribus de los hijos de Israel en Silo delante de Jehová, a la
entrada del tabernáculo de la congregación; y acabaron de repartir la tierra.
JOSUÉ 20
1Y Jehová habló a Josué, diciendo: 2Habla a los
hijos de Israel, diciendo: Señalaos las ciudades de refugio, de las cuales yo
os hablé por Moisés; 3para que se refugie allí el homicida que matare a
alguno por yerro y no a sabiendas; que os sean por refugio del cercano del
muerto. 4Y el que se refugiare a alguna de aquellas
ciudades, se presentará a la puerta de la ciudad, y dirá sus causas, oyéndolo
los ancianos de aquella ciudad: y ellos le recibirán consigo dentro de la
ciudad, y le darán lugar que habite con ellos. 5Y cuando el
cercano del muerto le siguiere, no entregarán en su mano al homicida, por
cuanto hirió a su prójimo por accidente, ni tuvo con él antes enemistad. 6Y quedará en
aquella ciudad hasta que comparezca en juicio delante de la congregación, hasta
la muerte del sumo sacerdote que fuere en aquel tiempo: entonces el homicida
tornará y vendrá a su ciudad y a su casa y a la ciudad de donde huyó. 7Entonces
señalaron a Cedes en Galilea, en el monte de Neftalí, y a Siquem en el monte de
Efraín, y a Quiriat-arba, que es Hebrón, en el monte de Judá. 8Y al otro
lado del Jordán, al oriente de Jericó, señalaron a Beser en el desierto, en la
llanura de la tribu de Rubén, y a Ramot en Galaad de la tribu de Gad, y a Golán
en Basán de la tribu de Manasés. 9Éstas fueron
las ciudades señaladas para todos los hijos de Israel, y para el extranjero que
habitase entre ellos, para que pudiese huir a ellas cualquiera que hiriese
hombre por accidente, y no muriese por mano del vengador de la sangre, hasta
que compareciese delante de la congregación.
JOSUÉ 21
1Y los principales de los padres de los levitas
vinieron a Eleazar sacerdote, y a Josué hijo de Nun, y a los principales de los
padres de las tribus de los hijos de Israel; 2y les
hablaron en Silo en la tierra de Canaán, diciendo: Jehová mandó por Moisés que
nos fuesen dadas villas para habitar, con sus ejidos para nuestras
bestias. 3Entonces los hijos de Israel dieron a los levitas
de sus posesiones, conforme a la palabra de Jehová, estas villas con sus
ejidos. 4Y salió la suerte por las familias de los coatitas;
y fueron dadas por suerte a los hijos de Aarón sacerdote, que eran de los
levitas, por la tribu de Judá, por la de Simeón y por la de Benjamín, trece
ciudades. 5Y a los otros hijos de Coat se dieron por suerte
diez ciudades de las familias de la tribu de Efraín, y de la tribu de Dan, y de
la media tribu de Manasés; 6Y a los hijos
de Gersón, por las familias de la tribu de Isacar, y de la tribu de Aser, y de
la tribu de Neftalí, y de la media tribu de Manasés en Basán, fueron dadas por
suerte trece ciudades. 7A los hijos de Merari por sus familias se dieron
doce ciudades por la tribu de Rubén, y por la tribu de Gad, y por la tribu de
Zabulón. 8Y así dieron por suerte los hijos de Israel a los
levitas estas ciudades con sus ejidos, como Jehová lo había mandado por Moisés.9Y de la tribu
de los hijos de Judá, y de la tribu de los hijos de Simeón dieron estas
ciudades que fueron nombradas. 10Y la primera
suerte fue de los hijos de Aarón, de la familia de Coat, de los hijos de
Leví; 11a los cuales dieron Quiriat-arba, del padre de
Anac, la cual es Hebrón, en el monte de Judá, con sus ejidos en sus
contornos. 12Mas el campo de esta ciudad y sus aldeas dieron a
Caleb hijo de Jefone, por su posesión.13y a los hijos
de Aarón sacerdote dieron la ciudad de refugio para los homicidas, a Hebrón con
sus ejidos; y a Libna con sus ejidos, 14y a Jatir con
sus ejidos, y a Estemoa con sus ejidos, 15a Holón con
sus ejidos, y a Debir con sus ejidos, 16a Aín con sus
ejidos, a Juta con sus ejidos, y a Bet-semes con sus ejidos; nueve ciudades de
estas dos tribus. 17Y de la tribu de Benjamín, a Gabaón con sus ejidos,
a Geba con sus ejidos, 18a Anatot con sus ejidos, a Almón con sus ejidos:
cuatro ciudades. 19Todas las ciudades de los sacerdotes, hijos de
Aarón, son trece con sus ejidos.20Mas las
familias de los hijos de Coat, levitas, los que quedaban de los hijos de Coat,
recibieron por suerte ciudades de la tribu de Efraín. 21Y les dieron
a Siquem, ciudad de refugio para los homicidas, con sus ejidos, en el monte de
Efraín; y a Gezer con sus ejidos.22Y a Kibsaim
con sus ejidos, y a Bet-horón con sus ejidos; cuatro ciudades. 23Y de la tribu
de Dan a Elteque con sus ejidos, a Gibetón con sus ejidos, 24a Ajalón con
sus ejidos y a Gat-rimón con sus ejidos; cuatro ciudades. 25Y de la media
tribu de Manasés, a Taanac con sus ejidos, y a Gat-rimón con sus ejidos; dos
ciudades. 26Todas las ciudades para el resto de las familias de
los hijos de Coat fueron diez con sus ejidos. 27A los hijos
de Gersón de las familias de los levitas, dieron la ciudad de refugio para los
homicidas, de la media tribu de Manasés; a Golán en Basán con sus ejidos, y a
Beestera con sus ejidos; dos ciudades.28Y de la tribu
de Isacar, a Cisón con sus ejidos, a Daberat con sus ejidos, 29a Jarmut con
sus ejidos, y a En-ganim con sus ejidos; cuatro ciudades. 30Y de la tribu
de Aser, a Miseal con sus ejidos, a Abdón con sus ejidos, 31a Helcat con
sus ejidos y a Rehob con sus ejidos; cuatro ciudades. 32Y de la tribu
de Neftalí, la ciudad de refugio para los homicidas, a Cedes en Galilea con sus
ejidos, a Hamot-dor con sus ejidos, y a Cartán con sus ejidos; tres
ciudades: 33Todas las ciudades de los gersonitas por sus
familias fueron trece ciudades con sus ejidos. 34Y a las
familias de los hijos de Merari, levitas que quedaban, se les dio de la tribu
de Zabulón, a Jocneam con sus ejidos, Carta con sus ejidos, 35Dimna con sus
ejidos, Naalal con sus ejidos; cuatro ciudades. 36Y de la tribu
de Rubén, a Beser con sus ejidos, a Jahaza con sus ejidos, 37a Cademot con
sus ejidos, y Mefaat con sus ejidos; cuatro ciudades. 38De la tribu
de Gad, la ciudad de refugio para los homicidas, Ramot en Galaad con sus
ejidos, y Mahanaim con sus ejidos, 39Hesbón con
sus ejidos, y Jazer con sus ejidos; cuatro ciudades.40Todas las
ciudades de los hijos de Merari por sus familias, que restaban de las familias
de los levitas, fueron por sus suertes doce ciudades. 41Y todas las
ciudades de los levitas en medio de la posesión de los hijos de Israel, fueron
cuarenta y ocho ciudades con sus ejidos. 42Y estas
ciudades estaban apartadas la una de la otra cada cual con sus ejidos alrededor
de ellas; lo cual fue en todas estas ciudades. 43Así dio
Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres; y la
poseyeron, y habitaron en ella. 44Y Jehová les
dio reposo alrededor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres: y
ninguno de todos los enemigos les paró delante, sino que Jehová entregó en sus
manos a todos sus enemigos. 45No faltó ni
una palabra de las buenas promesas que Jehová había dado a la casa de Israel;
todas se cumplieron.
JOSUÉ 22
1Entonces Josué llamó a los rubenitas, a los gaditas
y a la media tribu de Manasés, 2y les dijo:
Vosotros habéis guardado todo lo que Moisés siervo de Jehová os mandó, y habéis
obedecido a mi voz en todo lo que os he mandado. 3No habéis
dejado a vuestros hermanos en estos muchos días hasta hoy, sino que habéis
cuidado de guardar los mandamientos de Jehová vuestro Dios. 4Y ahora,
Jehová vuestro Dios ha dado reposo a vuestros hermanos, como se los había
prometido; volved, pues, e id a vuestras tiendas, a la tierra de vuestra
posesión que Moisés, siervo de Jehová, os dio al otro lado del Jordán. 5Solamente que
con diligencia cuidéis de poner por obra el mandamiento y la ley, que Moisés
siervo de Jehová os intimó: que améis a Jehová vuestro Dios, y andéis en todos
sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y le sigáis, y le sirváis de todo
vuestro corazón y de toda vuestra alma. 6Y
bendiciéndolos Josué, los envió, y ellos se fueron a sus tiendas. 7También a la
media tribu de Manasés había dado Moisés posesión en Basán; mas a la otra media
tribu dio Josué heredad entre sus hermanos de este lado del Jordán al
occidente: y también a éstos envió Josué a sus tiendas, después de haberlos
bendecido. 8Y les habló, diciendo: Volveos a vuestras tiendas
con grandes riquezas, y con mucho ganado, con plata, y con oro, y bronce, y
muchas vestiduras; compartid con vuestros hermanos el despojo de vuestros
enemigos.9Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media
tribu de Manasés, se volvieron, y se apartaron de los hijos de Israel, de Silo,
que está en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Galaad, a la tierra de
sus posesiones, de la cual eran poseedores, según palabra de Jehová por mano de
Moisés. 10Y llegando a los términos del Jordán, que está en
la tierra de Canaán, los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de
Manasés, edificaron allí un altar junto al Jordán, un altar de grande
apariencia. 11Y los hijos de Israel oyeron decir como los hijos
de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, habían edificado un
altar delante de la tierra de Canaán, en los términos del Jordán, al paso de
los hijos de Israel: 12Y cuando los hijos de Israel oyeron esto, se juntó
toda la congregación de los hijos de Israel en Silo, para subir a pelear contra
ellos. 13Y enviaron los hijos de Israel a los hijos de Rubén
y a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés en la tierra de Galaad, a
Finees hijo de Eleazar sacerdote, 14y a diez
príncipes con él; un príncipe de cada casa paterna de todas las tribus de
Israel, cada uno de los cuales era cabeza de familia de sus padres en la
multitud de Israel. 15Los cuales vinieron a los hijos de Rubén y a los
hijos de Gad, y a la media tribu de Manasés, en la tierra de Galaad; y les
hablaron, diciendo: 16Toda la congregación de Jehová dice así: ¿Qué
transgresión es ésta con que prevaricáis contra el Dios de Israel, volviéndoos
hoy de seguir a Jehová, edificándoos altar para ser hoy rebeldes contra
Jehová? 17¿Nos ha sido poco la maldad de Peor, de la que no
estamos aún limpios hasta este día, por la cual fue la mortandad en la
congregación de Jehová? 18Y vosotros os volvéis hoy de seguir a Jehová; mas
será que vosotros os rebelaréis hoy contra Jehová, y mañana se airará Él contra
toda la congregación de Israel. 19Que si os
parece que la tierra de vuestra posesión es inmunda, pasaos a la tierra de la
posesión de Jehová, en la cual está el tabernáculo de Jehová, y tomad posesión
entre nosotros; pero no os rebeléis contra Jehová, ni os rebeléis contra
nosotros, edificándoos altar a más del altar de Jehová nuestro Dios. 20¿No cometió
Acán, hijo de Zera, prevaricación en el anatema, y vino ira sobre toda la
congregación de Israel? y aquel hombre no pereció solo en su iniquidad. 21Entonces los
hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, respondieron y
dijeron a los principales de la multitud de Israel: 22El Dios de
los dioses, Jehová, el Dios de los dioses, Jehová, Él sabe, y lo sabrá Israel.
Que si fue por rebelión o por prevaricación contra Jehová, no nos salves
hoy. 23Que si nos hemos edificado altar para tornarnos de
en pos de Jehová, o para sacrificar holocausto o presente, o para hacer sobre
él sacrificios de paz, el mismo Jehová nos lo demande. 24Asimismo, si
no lo hicimos por temor de esto, diciendo: Mañana vuestros hijos dirán a
nuestros hijos: ¿Qué tenéis que ver vosotros con Jehová, el Dios de
Israel? 25Jehová ha puesto por término el Jordán entre
nosotros y vosotros, oh hijos de Rubén e hijos de Gad; no tenéis vosotros parte
en Jehová: y así vuestros hijos harán que nuestros hijos no teman a
Jehová. 26Por esto dijimos: Hagamos ahora por edificarnos un
altar, no para holocausto ni para sacrificio, 27sino para que
sea un testimonio entre nosotros y vosotros, y entre los que vendrán después de
nosotros, de que podemos hacer el servicio de Jehová delante de Él con nuestros
holocaustos, con nuestros sacrificios, y con nuestras ofrendas de paz; y no
digan mañana vuestros hijos a los nuestros: Vosotros no tenéis parte en
Jehová. 28Nosotros, pues, dijimos: Si aconteciere que tal
digan a nosotros, o a nuestras generaciones en lo por venir, entonces
responderemos: Mirad el símil del altar de Jehová, el cual hicieron nuestros
padres, no para holocaustos o sacrificios, sino para que fuese testimonio entre
nosotros y vosotros. 29Nunca tal acontezca que nos rebelemos contra
Jehová, o que nos apartemos hoy de seguir a Jehová, edificando altar para
holocaustos, para presente, o para sacrificio, a más del altar de Jehová
nuestro Dios que está delante de su tabernáculo. 30Y cuando
Finees el sacerdote y los príncipes de la congregación, y las cabezas de la
multitud de Israel que con él estaban, oyeron las palabras que hablaron los
hijos de Rubén y los hijos de Gad y los hijos de Manasés, les pareció
bien. 31Y dijo Finees hijo del sacerdote Eleazar, a los
hijos de Rubén, a los hijos de Gad, y a los hijos de Manasés: Hoy hemos
entendido que Jehová está entre nosotros, pues que no habéis intentado esta
traición contra Jehová. Ahora habéis librado a los hijos de Israel de la mano
de Jehová. 32Y Finees hijo del sacerdote Eleazar, y los
príncipes, se volvieron de con los hijos de Rubén, y de con los hijos de Gad,
de la tierra de Galaad a la tierra de Canaán, a los hijos de Israel: a los
cuales dieron la respuesta. 33Y el asunto
agradó a los hijos de Israel, y bendijeron a Dios los hijos de Israel; y no
hablaron más de subir contra ellos en guerra, para destruir la tierra en que
habitaban los hijos de Rubén y los hijos de Gad. 34Y los hijos
de Rubén y los hijos de Gad pusieron por nombre al altar Ed; pues dijeron: Será
un testimonio entre nosotros que Jehová es Dios.
JOSUÉ 23
1Y aconteció, muchos días después que Jehová dio
reposo a Israel de todos sus enemigos alrededor, que Josué, siendo viejo, y
entrado en días, 2llamó a todo Israel, a sus ancianos, a sus
príncipes, a sus jueces y a sus oficiales, y les dijo: Yo ya soy viejo y
entrado en días: 3Y vosotros habéis visto todo lo que Jehová vuestro
Dios ha hecho con todas estas naciones en vuestra presencia; porque Jehová
vuestro Dios ha peleado por vosotros. 4He aquí os he
repartido por suerte, en herencia para vuestras tribus, estas naciones, así las
destruidas como las que quedan, desde el Jordán hasta el Mar Grande hacia donde
el sol se pone. 5Y Jehová vuestro Dios las echará de delante de
vosotros, y las lanzará de vuestra presencia: y vosotros poseeréis sus tierras,
como Jehová vuestro Dios os ha dicho. 6Esforzaos
pues mucho a guardar y hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de
Moisés, sin apartaros de ello ni a derecha ni a izquierda; 7para que no
os mezcléis con estas naciones que han quedado con vosotros, no hagáis mención
ni juréis por el nombre de sus dioses, ni los sirváis, ni os inclinéis a
ellos: 8Mas a Jehová vuestro Dios seguiréis, como habéis
hecho hasta hoy;9pues Jehová ha echado de delante de vosotros a
grandes y fuertes naciones, y hasta hoy nadie ha podido permanecer delante de
vosotros. 10Un varón de vosotros perseguirá a mil; porque
Jehová vuestro Dios pelea por vosotros, como Él os dijo. 11Por tanto,
cuidad mucho por vuestras almas, que améis a Jehová vuestro Dios. 12Porque si os
apartareis, y os uniereis a lo que resta de estas naciones que han quedado con
vosotros, y si concertareis con ellas matrimonios, y entrareis a ellas, y ellas
a vosotros;13sabed que Jehová vuestro Dios no echará más a estas
naciones de delante de vosotros; antes os serán por lazo, y por tropiezo, y por
azote para vuestros costados, y por espinas para vuestros ojos, hasta tanto que
perezcáis de esta buena tierra que Jehová vuestro Dios os ha dado. 14Y he aquí que
yo estoy para entrar hoy por el camino de toda la tierra; reconoced, pues, con
todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no se ha perdido una palabra
de todas la buenas palabras que Jehová vuestro Dios había dicho de vosotros;
todas os han venido, no ha faltado ninguna de ellas. 15Mas será, que
como ha venido sobre vosotros toda palabra buena que Jehová vuestro Dios os
había dicho, así también traerá Jehová sobre vosotros toda palabra mala, hasta
destruiros de sobre la buena tierra que Jehová vuestro Dios os ha dado; 16si
traspasareis el pacto de Jehová vuestro Dios que Él os ha mandado, yendo y
honrando dioses ajenos, e inclinándoos a ellos. Entonces el furor de Jehová se
inflamará contra vosotros, y pereceréis luego de esta buena tierra que Él os ha
dado.
JOSUÉ 24
1Y juntando Josué a todas las tribus de Israel en
Siquem, llamó a los ancianos de Israel, a sus príncipes, a sus jueces y a sus
oficiales; y se presentaron delante de Dios. 2Y dijo Josué
a todo el pueblo: Así dice Jehová, Dios de Israel: Vuestros padres habitaron
antiguamente al otro lado del río, esto es, Taré, padre de Abraham y de Nacor;
y servían a dioses extraños.3Y yo tomé a vuestro padre Abraham del otro lado del
río, y lo traje por toda la tierra de Canaán, y aumenté su generación, y le di
a Isaac. 4Y a Isaac di a Jacob y a Esaú: y a Esaú di el monte
de Seir, que lo poseyese: mas Jacob y sus hijos descendieron a Egipto. 5Y yo envié a
Moisés y a Aarón, y herí a Egipto, al modo que lo hice en medio de él, y
después os saqué. 6Y saqué a vuestros padres de Egipto: y como
llegaron al mar, los egipcios siguieron a vuestros padres hasta el Mar Rojo con
carros y caballería. 7Y cuando ellos clamaron a Jehová, Él puso oscuridad
entre vosotros y los egipcios, e hizo venir sobre ellos el mar, el cual los
cubrió; y vuestros ojos vieron lo que hice en Egipto. Después estuvisteis
muchos días en el desierto. 8Y os
introduje en la tierra de los amorreos, que habitaban al otro lado del Jordán,
los cuales pelearon contra vosotros; mas yo los entregué en vuestras manos, y
poseísteis su tierra, y los destruí de delante de vosotros. 9Y se levantó
después Balac hijo de Zipor, rey de los moabitas, y peleó contra Israel; y
envió a llamar a Balaam hijo de Beor, para que os maldijese. 10Pero yo no
quise escuchar a Balaam y él tuvo que bendeciros, así os libré yo de sus manos.11Y pasado el
Jordán, vinisteis a Jericó; y los moradores de Jericó pelearon contra vosotros:
los amorreos, ferezeos, cananeos, heteos, gergeseos, heveos, y jebuseos: y yo
los entregué en vuestras manos. 12Y envié
avispas delante de vosotros, las cuales echaron de delante de vosotros a los
dos reyes de los amorreos; pero no con tu espada, ni con tu arco. 13Y os di la
tierra por la cual nada trabajasteis, y las ciudades que no edificasteis, en
las cuales moráis; y de las viñas y olivares que no plantasteis, coméis. 14Ahora pues,
temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de en medio los
dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en
Egipto; y servid a Jehová. 15Y si mal os
parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes
sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los
dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a
Jehová. 16Entonces el pueblo respondió, y dijo: Nunca tal
acontezca, que dejemos a Jehová para servir a otros dioses.17Porque Jehová
nuestro Dios es el que nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la tierra de
Egipto, de la casa de servidumbre; el cual ha hecho estas grandes señales
delante de nuestros ojos, y nos ha guardado por todo el camino por donde hemos
andado y en todos los pueblos por entre los cuales pasamos. 18Y Jehová echó
de delante de nosotros a todos los pueblos, y al amorreo que habitaba en la
tierra; nosotros, pues, también serviremos a Jehová, porque Él es nuestro
Dios. 19Entonces Josué dijo al pueblo: No podréis servir a
Jehová, porque Él es Dios santo, y Dios celoso; no sufrirá vuestras rebeliones
y vuestros pecados. 20Si dejareis a Jehová y sirviereis a dioses ajenos,
Él se volverá y os hará daño; y os consumirá, después que os ha hecho
bien. 21El pueblo entonces dijo a Josué: No, sino que
serviremos a Jehová. 22Y Josué respondió al pueblo: Vosotros sois testigos
contra vosotros mismos, de que os habéis elegido a Jehová para servirle. Y
ellos respondieron: Testigos somos. 23Quitad, pues,
ahora los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a
Jehová, Dios de Israel. 24Y el pueblo respondió a Josué: A Jehová nuestro
Dios serviremos, y a su voz obedeceremos. 25Entonces
Josué hizo pacto con el pueblo el mismo día, y le puso ordenanzas y leyes en
Siquem. 26Y escribió Josué estas palabras en el libro de la
ley de Dios; y tomando una gran piedra, la levantó allí debajo de un alcornoque
que estaba junto al santuario de Jehová. 27Y dijo Josué
a todo el pueblo: He aquí esta piedra nos servirá de testigo, porque ella ha
oído todas las palabras de Jehová que Él nos ha hablado; será, pues, testigo
contra vosotros, para que no mintáis contra vuestro Dios. 28Y envió Josué
al pueblo, cada uno a su heredad. 29Y después de
estas cosas murió Josué, hijo de Nun, siervo de Jehová siendo de ciento diez
años. 30Y lo enterraron en el término de su posesión en
Timnat-sera, que está en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas.31Y sirvió
Israel a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que
vivieron después de Josué, y que sabían todas las obras de Jehová, que había
hecho por Israel. 32Y enterraron en Siquem los huesos de José que los
hijos de Israel habían traído de Egipto, en la parte del campo que Jacob compró
de los hijos de Hamor padre de Siquem, por cien piezas de plata; y fue en
posesión a los hijos de José.33También murió Eleazar, hijo de Aarón; al cual
enterraron en el collado de Finees su hijo, que le fue dado en el monte de
Efraín.
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