EZEQUIEL 1
1Y aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, el
quinto día del mes, estando yo en medio de los cautivos junto al río de Quebar,
los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios. 2En el quinto
día del mes, que fue en el quinto año de la cautividad del rey Joaquín,3vino la
palabra de Jehová al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzi, en la tierra de los
caldeos, junto al río de Quebar; y la mano de Jehová fue allí sobre él. 4Y miré, y he
aquí un viento tempestuoso venía del norte, una gran nube, con un fuego
envolvente, y en derredor suyo un resplandor, y en medio del fuego una cosa que
parecía como de ámbar, 5y en medio de ella la figura de cuatro seres
vivientes. Y ésta era su apariencia: Tenían ellos semejanza de hombre. 6Y cada uno
tenía cuatro caras, y cuatro alas. 7Y los pies de
ellos eran derechos, y la planta de sus pies como la planta de pie de becerro;
y centelleaban a manera de bronce muy bruñido. 8Y debajo de
sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y sus caras y sus alas por
los cuatro lados. 9Con las alas se juntaban el uno al otro. No se
volvían cuando andaban; cada uno caminaba derecho hacia adelante. 10Y el aspecto
de sus caras era cara de hombre; y cara de león al lado derecho en los cuatro;
y a la izquierda cara de buey en los cuatro; y los cuatro tenían cara de
águila. 11Tales eran sus rostros; y tenían sus alas
extendidas por encima, cada uno dos, las cuales se juntaban; y las otras dos
cubrían sus cuerpos. 12Y cada uno caminaba derecho hacia adelante; hacia
donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; y cuando andaban, no se
volvían. 13En cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su
parecer era como de carbones de fuego encendidos, como parecer de hachones
encendidos que andaban entre los seres vivientes; y el fuego resplandecía, y
del fuego salían relámpagos. 14Y los seres
vivientes corrían y volvían a semejanza de relámpagos. 15Y mientras yo
miraba a los seres vivientes, he aquí una rueda en la tierra junto a los seres
vivientes de cuatro caras. 16Y el parecer
de las ruedas y su obra era semejante al color del berilo. Y las cuatro tenían
una misma semejanza; su apariencia y su obra eran como una rueda en medio de
otra rueda. 17Cuando andaban, se movían sobre sus cuatro
costados; no se volvían cuando andaban. 18Y sus aros
eran altos y espantosos, y llenos de ojos alrededor en las cuatro. 19Y cuando los
seres vivientes andaban, las ruedas andaban junto a ellos: y cuando los seres
vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban. 20Hacia donde el
espíritu les movía que anduviesen, andaban; hacia donde les movía el espíritu
que anduviesen, las ruedas también se levantaban tras ellos; porque el espíritu
de los seres vivientes estaba en las ruedas. 21Cuando ellos
andaban, andaban ellas; y cuando ellos se paraban, se paraban ellas; asimismo
cuando se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban tras ellos; porque
el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.22Y sobre las
cabezas de cada ser viviente aparecía una expansión a manera de cristal
maravilloso, extendido encima sobre sus cabezas. 23Y debajo de
la expansión estaban las alas de ellos derechas la una a la otra; cada uno
tenía dos, y otras dos que cubrían sus cuerpos. 24Y oí el ruido
de sus alas cuando andaban, como el estruendo de muchas aguas, como la voz del
Omnipotente, como ruido de muchedumbre, como la voz de un ejército. Cuando se
paraban, aflojaban sus alas. 25Y cuando se
paraban y bajaban sus alas, se oía una voz de arriba de la expansión que había
sobre sus cabezas. 26Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas,
se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la
figura del trono había una semejanza que parecía de hombre, sentado sobre él. 27Y vi
apariencia como de ámbar, como apariencia de fuego dentro de ella en derredor,
desde el aspecto de sus lomos para arriba; y desde sus lomos para abajo, vi que
parecía como fuego, y que tenía resplandor alrededor. 28Como la
apariencia del arco iris que está en las nubes el día que llueve, así era el
parecer del resplandor alrededor. Ésta fue la visión de la semejanza de la
gloria de Jehová. Y luego que yo la vi, caí sobre mi rostro, y oí la voz de uno
que hablaba.
EZEQUIEL 2
1Y me dijo: Hijo de hombre, ponte sobre tus pies, y
hablaré contigo. 2Y luego que me habló, entró el Espíritu en mí, y me
afirmó sobre mis pies, y oía al que me hablaba. 3Y me dijo:
Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a gente rebelde que se ha
rebelado contra mí; ellos y sus padres se han rebelado contra mí hasta este
mismo día. 4Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de
empedernido corazón; y les dirás: Así dice Jehová el Señor. 5Y ya sea que
ellos escuchen; o dejen de escuchar porque son una casa rebelde, siempre sabrán
que hubo profeta entre ellos.6Y tú, hijo de hombre, no temas de ellos, ni tengas
miedo de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinas, y moras con
escorpiones; no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque
son casa rebelde. 7Les hablarás, pues, mis palabras, escuchen o dejen
de escuchar; porque son muy rebeldes. 8Mas tú, hijo
de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas tú rebelde como la casa rebelde;
abre tu boca, y come lo que yo te doy. 9Y miré, y he
aquí una mano extendida hacia mí, y en ella había un rollo de libro. 10Y lo extendió
delante de mí, y estaba escrito por delante y por detrás; y había escritas en
él endechas, lamentaciones y ayes.
EZEQUIEL 3
1Y me dijo: Hijo de hombre, come lo que hallas; come
este rollo, y ve y habla a la casa de Israel. 2Y abrí mi
boca, y me hizo comer aquel rollo. 3Y me dijo:
Hijo de hombre, haz a tu vientre que coma, y llena tus entrañas de este rollo
que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como miel. 4Me dijo
luego: Hijo de hombre, ve y entra a la casa de Israel, y habla a ellos con mis
palabras. 5Porque no eres enviado a pueblo de habla profunda
ni de lengua difícil, sino a la casa de Israel. 6No a muchos
pueblos de habla profunda ni de lengua difícil, cuyas palabras no entiendas; y
si a ellos te enviara, ellos te oyeran. 7Mas la casa
de Israel no te querrá oír, porque no me quieren oír a mí; porque toda la casa
de Israel son duros de frente, y de corazón empedernido. 8He aquí, yo
he hecho tu rostro fuerte contra los rostros de ellos, y tu frente fuerte
contra sus frentes. 9Como diamante, más fuerte que el pedernal he hecho
tu frente; no los temas, ni tengas miedo delante de ellos, porque son casa
rebelde. 10Y me dijo: Hijo de hombre, toma en tu corazón todas
mis palabras que yo te hablaré, y oye con tus oídos. 11Y ve y entra
a los cautivos, a los hijos de tu pueblo, y les hablarás y les dirás: Así dice
Jehová el Señor; escuchen, o dejen de escuchar.12Entonces el
Espíritu me levantó, y oí detrás de mí una voz de grande estruendo, que decía:
Bendita sea la gloria de Jehová desde su lugar. 13Oí también el
ruido de las alas de los seres vivientes que se juntaban la una con la otra, y
el ruido de las ruedas delante de ellos, y ruido de grande estruendo. 14Me levantó,
pues, el Espíritu, y me tomó; y fui en amargura, en la indignación de mi
espíritu; mas la mano de Jehová era fuerte sobre mí. 15Y vine a los
cautivos en Telabib, que moraban junto al río de Quebar, y me senté donde ellos
estaban sentados, y allí permanecí siete días atónito entre ellos. 16Y aconteció
que al cabo de los siete días vino a mí palabra de Jehová, diciendo:17Hijo de
hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú, la
palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. 18Cuando yo dijere
al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares, ni le hablares, para que
el impío sea apercibido de su mal camino, a fin de que viva, el impío morirá
por su pecado, pero su sangre demandaré de tu mano. 19Y si tú
amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad, y de su mal
camino, él morirá por su pecado, pero tú habrás librado tu alma. 20Y cuando el
justo se apartare de su justicia, e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo
delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá, y
sus justicias que había hecho no vendrán en memoria; pero su sangre demandaré
de tu mano. 21Y si al justo amonestares para que el justo no
peque, y no pecare, de cierto vivirá, porque fue amonestado; y tú habrás
librado tu alma. 22Y vino allí la mano de Jehová sobre mí, y me dijo:
Levántate, y sal al campo, y allí hablaré contigo. 23Y me levanté,
y salí al campo; y he aquí que allí estaba la gloria de Jehová, como la gloria
que había visto junto al río de Quebar; y caí sobre mi rostro. 24Entonces
entró el Espíritu en mí, y me afirmó sobre mis pies, y me habló, y me dijo:
Entra, y enciérrate dentro de tu casa. 25Y tú, oh hijo
de hombre, he aquí que pondrán sobre ti cuerdas, y con ellas te atarán, y no
saldrás entre ellos. 26Y haré que tu lengua se pegue a tu paladar, y
estarás mudo, y no serás a ellos varón que reprende; porque son casa
rebelde. 27Mas cuando yo te hubiere hablado, abriré tu boca, y
les dirás: Así dice Jehová el Señor: El que oye, oiga; y el que no quiera oír,
no oiga; porque casa rebelde son.
EZEQUIEL 4
1Y tú, hijo de hombre, tómate un adobe, y ponlo
delante de ti, y diseña sobre él la ciudad de Jerusalén:2Y pon contra
ella sitio, y edifica contra ella fortaleza, y levanta contra ella baluarte, y
pon delante de ella campamento, y coloca contra ella arietes alrededor.3Tómate
también una plancha de hierro, y ponla en lugar de muro de hierro entre ti y la
ciudad; afirma luego tu rostro contra ella, y será sitiada, y tú pondrás sitio
contra ella. Ésta será señal a la casa de Israel.4Y tú te
acostarás sobre tu lado izquierdo, y pondrás sobre él la iniquidad de la casa
de Israel; el número de los días que dormirás sobre él, llevarás sobre ti la
iniquidad de ellos. 5Yo te he dado los años de su iniquidad por el
número de los días, trescientos noventa días; así llevarás la iniquidad de la
casa de Israel. 6Y cumplidos éstos, te acostarás otra vez, sobre tu
lado derecho, y llevarás la iniquidad de la casa de Judá cuarenta días; día por
año, día por año te lo he dado. 7Y afirmarás
tu rostro al sitio de Jerusalén, y descubierto tu brazo, profetizarás contra
ella. 8Y he aquí, yo pondré sobre ti ataduras, y no te
darás vuelta de un lado al otro, hasta que hayas cumplido los días de tu
asedio. 9Y tú toma para ti trigo, cebada, habas, lentejas,
maíz y centeno, y ponlos en una vasija, y hazte pan de ellos el número de los
días que durmieres sobre tu lado; trescientos noventa días comerás de él.10Y la comida
que has de comer será por peso de veinte siclos al día; de tiempo a tiempo lo
comerás.11Y beberás el agua por medida, la sexta parte de un
hin; de tiempo a tiempo beberás. 12Y comerás pan
de cebada cocido debajo de la ceniza; y lo cocerás sobre excremento de hombre,
a vista de ellos. 13Y dijo Jehová: Así comerán los hijos de Israel su
pan inmundo, entre las naciones a donde los lanzaré yo.14Y dije: ¡Ah
Señor Jehová! he aquí que mi alma no es inmunda, ni nunca desde mi juventud hasta
este tiempo comí cosa mortecina ni despedazada, ni nunca en mi boca entró carne
inmunda. 15Y me respondió: He aquí te doy estiércol de bueyes
en lugar del estiércol de hombre, y cocerás tu pan con ellos.16Me dijo
luego: Hijo de hombre, he aquí quebrantaré la provisión de pan en Jerusalén, y
comerán el pan por peso, y con angustia; y beberán el agua por medida, y con
espanto. 17Porque les faltará el pan y el agua, y se
espantarán los unos con los otros, y se consumirán por su maldad.
EZEQUIEL 5
1Y tú, hijo de hombre, tómate un cuchillo agudo,
toma una navaja de barbero, y hazla pasar sobre tu cabeza y tu barba; tómate
después un peso de balanza, y divide los cabellos. 2Una tercera
parte quemarás con fuego en medio de la ciudad, cuando se cumplieren los días
del sitio, y tomarás una tercera parte, y herirás con espada alrededor de ella;
y una tercera parte esparcirás al viento, y yo desenvainaré espada en pos de
ellos. 3Tomarás también de allí unos pocos en número, y los
atarás en el borde de tu manto. 4Y tomarás
otra vez de ellos, y los echarás en medio del fuego, y en el fuego los
quemarás; de allí saldrá el fuego hacia toda la casa de Israel. 5Así dice
Jehová el Señor: Ésta es Jerusalén; la puse en medio de las naciones y de las
tierras alrededor de ella. 6Y ella cambió
mis juicios y mis ordenanzas en impiedad más que las naciones, y más que las
tierras que están alrededor de ella; porque desecharon mis juicios y mis
mandamientos, y no anduvieron en ellos. 7Por tanto,
así dice Jehová el Señor: ¿Por haberos multiplicado más que las naciones que
están alrededor de vosotros, no habéis andado en mis mandamientos, ni habéis
guardado mis leyes? Ni siquiera según las leyes de las naciones que están
alrededor de vosotros habéis hecho. 8Así pues,
dice el Señor Jehová: He aquí yo contra ti; sí, yo, y haré juicios en medio de
ti a los ojos de las naciones. 9Y haré en ti
lo que nunca hice, ni jamás haré cosa semejante, a causa de todas tus
abominaciones. 10Por eso los padres comerán a los hijos en medio de
ti, y los hijos comerán a sus padres; y haré en ti juicios, y a todo tu
remanente esparciré a todos los vientos. 11Por tanto,
vivo yo, dice el Señor Jehová, ciertamente por haber profanado mi santuario con
todos tus ídolos detestables y con todas tus abominaciones, te quebrantaré yo
también; mi ojo no perdonará, ni tampoco tendré yo misericordia. 12Una tercera
parte de ti morirá de pestilencia y será consumida de hambre en medio de ti; y
una tercera parte caerá a espada alrededor de ti; y una tercera parte esparciré
a todos los vientos, y tras ellos desenvainaré espada. 13Y se cumplirá
mi furor, y haré que mi enojo repose en ellos, y tomaré satisfacción; y sabrán
que yo Jehová he hablado en mi celo, cuando haya cumplido en ellos mi
enojo. 14Y te tornaré en desierto y en oprobio entre las
naciones que están alrededor de ti, a los ojos de todo transeúnte. 15Y serás
oprobio y escarnio y escarmiento y espanto a las naciones que están alrededor
de ti, cuando yo haga en ti juicios en furor e indignación, y en reprensiones de
ira. Yo Jehová he hablado. 16Cuando arroje
yo sobre ellos las perniciosas saetas del hambre, que serán para destrucción,
las cuales enviaré para destruiros, entonces aumentaré el hambre sobre
vosotros, y quebrantaré entre vosotros la provisión de pan.17Enviaré,
pues, sobre vosotros hambre, y malas bestias que te destruyan; y pestilencia y
sangre pasarán por ti, y meteré sobre ti espada. Yo Jehová he hablado.
EZEQUIEL 6
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de
hombre, pon tu rostro hacia los montes de Israel, y profetiza contra
ellos. 3Y dirás: Montes de Israel, oíd palabra del Señor
Jehová: Así dice Jehová el Señor a los montes y a los collados, a los arroyos y
a los valles: He aquí que yo, yo haré venir sobre vosotros espada, y destruiré
vuestros lugares altos. 4Y vuestros altares serán asolados, y vuestras
imágenes del sol serán quebradas: y haré que caigan vuestros muertos delante de
vuestros ídolos. 5Y pondré los cuerpos muertos de los hijos de Israel
delante de sus ídolos; y vuestros huesos esparciré en derredor de vuestros
altares. 6En todo lugar donde habitéis las ciudades serán
desiertas, y los lugares altos serán asolados, para que sean asolados y se
hagan desiertos vuestros altares; y quebrados serán vuestros ídolos, y cesarán;
y vuestras imágenes del sol serán destruidas, y vuestras obras serán
desechas. 7Y los muertos caerán en medio de vosotros; y
sabréis que yo soy Jehová. 8Mas dejaré un
remanente de modo que tengáis quien escape de la espada entre las naciones,
cuando seáis esparcidos por las tierras. 9Y los que de
vosotros escaparen, se acordarán de mí entre las naciones entre las cuales
serán cautivos; porque yo me quebranté a causa de su corazón fornicario, que se
apartó de mí, y a causa de sus ojos, que fornicaron tras sus ídolos; y se
avergonzarán de sí mismos, a causa de los males que hicieron en todas sus
abominaciones. 10Y sabrán que yo soy Jehová; no en vano dije que les
había de hacer este mal.11Así dice el Señor Jehová: Hiere con tu mano, y
huella con tu pie, y di: ¡Ay de los males de la casa de Israel por todas las
abominaciones! porque con espada, y con hambre, y con pestilencia caerán. 12El que
estuviere lejos, morirá de pestilencia, y el que estuviere cerca caerá a
espada, y el que quedare y fuere sitiado morirá de hambre; así cumpliré en
ellos mi enojo. 13Y sabréis que yo soy Jehová, cuando sus muertos
estén en medio de sus ídolos, en derredor de sus altares, en todo collado alto,
y en todas las cumbres de los montes, y debajo de todo árbol frondoso, y debajo
de toda encina espesa, lugares donde ofrecieron olor agradable a todos sus
ídolos.14Y extenderé mi mano contra ellos, y tornaré la
tierra más asolada y desierta que el desierto hacia Diblat, en todas sus
habitaciones; y conocerán que yo soy Jehová.
EZEQUIEL 7
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Y tú, hijo de
hombre di: Así dice Jehová el Señor a la tierra de Israel: El fin, el fin viene
sobre los cuatro extremos de la tierra. 3Ahora será el
fin sobre ti, y enviaré sobre ti mi furor, y te juzgaré según tus caminos; y
pondré sobre ti todas tus abominaciones. 4Y mi ojo no
te perdonará, ni tendré misericordia; antes pondré sobre ti tus caminos, y en
medio de ti estarán tus abominaciones; y sabréis que yo soy Jehová. 5Así dice
Jehová el Señor: Un mal, he aquí que viene un mal. 6Viene el fin,
el fin viene; se ha despertado contra ti; he aquí que viene. 7La mañana
viene para ti, oh morador de la tierra; el tiempo viene, cercano está el día; día
de tribulación, y no de alegría, sobre los montes. 8Ahora pronto
derramaré mi ira sobre ti, y cumpliré en ti mi furor, y te juzgaré según tus
caminos; y pondré sobre ti tus abominaciones. 9Y mi ojo no
perdonará, ni tendré misericordia: Te pagaré conforme a tus caminos y a tus
abominaciones que están en medio de ti; y sabréis que yo Jehová soy el que
hiere.10He aquí el día, he aquí que viene: ha salido la
mañana; ha florecido la vara, ha reverdecido la soberbia. 11La violencia
se ha levantado en vara de impiedad; ninguno quedará de ellos, ni de su
multitud, ni uno de los suyos; ni habrá quien por ellos se lamente. 12El tiempo ha
venido, se acercó el día; el que compra, no se alegre, y el que vende, no
llore; porque la ira está sobre toda la multitud. 13Porque el que
vende no volverá a lo vendido, aunque queden vivos: porque la visión sobre toda
su multitud no será revocada; y ninguno podrá, a causa de su iniquidad, amparar
su vida. 14Tocarán trompeta, y prepararán todas las cosas,
pero no habrá quien vaya a la batalla: porque mi ira está sobre toda la
multitud. 15De fuera espada, de dentro pestilencia y hambre; el
que estuviere en el campo morirá a espada; y al que estuviere en la ciudad, el
hambre y la pestilencia lo consumirán. 16Y los que
escaparen de ellos, huirán y estarán sobre los montes como palomas de los
valles, gimiendo todos por su iniquidad. 17Toda mano
será debilitada, y toda rodilla será débil como agua. 18Se ceñirán
también de cilicio, y les cubrirá terror; en todo rostro habrá vergüenza, y todas
sus cabezas estarán rapadas. 19Arrojarán su
plata en las calles, y su oro será desechado; ni su plata ni su oro podrá
librarlos en el día de la ira de Jehová; no saciarán su alma, ni llenarán sus
entrañas, porque ha sido tropiezo para su maldad. 20En cuanto a
la belleza de su ornamento, Él la puso en majestad; pero ellos hicieron de ella
las imágenes de sus detestables ídolos; por eso se lo torné en cosa
repugnante. 21Y en mano de extraños la entregué por presa, y por
despojo a los impíos de la tierra, y la profanarán. 22Y apartaré de
ellos mi rostro, y mi lugar secreto será profanado; pues entrarán en él
ladrones y lo profanarán. 23Haz una cadena, porque la tierra está llena de
crímenes sangrientos, y la ciudad está llena de violencia.24Traeré, por
tanto, a los más malos de las naciones, los cuales poseerán sus casas; y haré
cesar la soberbia de los poderosos, y sus santuarios serán profanados. 25Destrucción
viene; y buscarán la paz, y no la habrá. 26Quebrantamiento
vendrá sobre quebrantamiento, y rumor será sobre rumor; y buscarán respuesta
del profeta, pero la ley se alejará del sacerdote, y el consejo de los
ancianos. 27El rey se enlutará, y el príncipe se vestirá de
asolamiento, y las manos del pueblo de la tierra serán conturbadas; según su
camino haré con ellos, y con los juicios de ellos los juzgaré; y sabrán que yo
soy Jehová.
EZEQUIEL 8
1Y aconteció en el sexto año, en el mes sexto, a los
cinco del mes, que estaba yo sentado en mi casa, y los ancianos de Judá estaban
sentados delante de mí, y allí descendió sobre mí la mano del Señor Jehová.2Y miré, y he
aquí una semejanza que parecía de fuego; desde sus lomos para abajo, fuego; y
desde sus lomos para arriba parecía como resplandor, como el color ámbar. 3Y aquella
semejanza extendió la mano, y me tomó por las guedejas de mi cabeza; y el
Espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y me llevó en visiones de Dios a
Jerusalén, a la entrada de la puerta de adentro que mira hacia el norte, donde
estaba la habitación de la imagen del celo, la que hacía celar.4Y he aquí,
allí estaba la gloria del Dios de Israel, como la visión que yo había visto en
el campo. 5Y me dijo: Hijo de hombre, alza ahora tus ojos
hacia el lado del norte. Y alcé mis ojos hacia el lado del norte, y he aquí al
norte, junto a la puerta del altar, la imagen del celo en la entrada. 6Me dijo
entonces: Hijo de hombre, ¿no ves lo que éstos hacen, las grandes abominaciones
que la casa de Israel hace aquí, para alejarme de mi santuario? Mas vuélvete
aún, y verás abominaciones mayores. 7Y me llevó a
la entrada del atrio, y miré, y he aquí en la pared un agujero. 8Y me dijo:
Hijo de hombre, cava ahora en la pared. Y cavé en la pared, y he aquí una
puerta. 9Me dijo luego: Entra, y ve las malvadas
abominaciones que éstos hacen allí. 10Entré pues, y
miré, y he aquí toda forma de reptiles, y bestias abominables, y todos los
ídolos de la casa de Israel, que estaban pintados en la pared alrededor. 11Y delante de
ellos estaban setenta varones de los ancianos de la casa de Israel, y Jaazanías
hijo de Safán estaba en medio de ellos, cada uno con su incensario en su mano;
y subía una espesa nube de incienso. 12Y me dijo:
Hijo de hombre, ¿has visto las cosas que los ancianos de la casa de Israel
hacen en tinieblas, cada uno en sus cámaras de imágenes pintadas? porque dicen
ellos: No nos ve Jehová; Jehová ha dejado la tierra. 13Me dijo
después: Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que hacen éstos. 14Y me llevó a
la entrada de la puerta de la casa de Jehová, que está al norte; y he aquí
mujeres que estaban allí sentadas endechando a Tamuz. 15Luego me
dijo: ¿No ves hijo de hombre? Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que
éstas. 16Y me metió en el atrio de adentro de la casa de
Jehová; y he aquí junto a la entrada del templo de Jehová, entre la entrada y
el altar, como veinticinco varones, sus espaldas vueltas al templo de Jehová y
sus rostros hacia el oriente, y adoraban al sol, postrándose hacia el
oriente. 17Y me dijo: ¿No has visto, hijo de hombre? ¿Es cosa
liviana para la casa de Judá hacer las abominaciones que hacen aquí? Después
que han llenado la tierra de maldad, y han vuelto a provocarme a ira, y he aquí
que se llevan el ramo a su nariz. 18Por tanto, yo
también obraré con furor; no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia, y
gritarán a mis oídos con gran voz, y no los oiré.
EZEQUIEL 9
1Y clamó en mis oídos con gran voz, diciendo: Los
verdugos de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano su instrumento
para destruir. 2Y he aquí que seis varones venían del camino de la
puerta de arriba que mira hacia el norte, y cada uno traía en su mano su
instrumento para destruir. Y entre ellos había un varón vestido de lino, el
cual traía a su cintura un tintero de escribano; y entrados, se pararon junto
al altar de bronce. 3Y la gloria del Dios de Israel se alzó de sobre el
querubín sobre el cual había estado, al umbral de la casa; y Jehová llamó al
varón vestido de lino, que tenía a su cintura el tintero de escribano; 4y le dijo
Jehová: Pasa por medio de la ciudad, por medio de Jerusalén, y pon una señal en
la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las
abominaciones que se hacen en medio de ella. 5Y a los otros
dijo a mis oídos: Pasad por la ciudad en pos de él, y herid; no perdone vuestro
ojo, ni tengáis misericordia. 6Matad viejos,
jóvenes y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; mas a todo
aquel sobre el cual hubiere señal, no llegaréis; y habéis de comenzar desde mi
santuario. Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del
templo. 7Y les dijo: Contaminad la casa, y llenad los atrios
de muertos; salid. Y salieron, e hirieron en la ciudad. 8Y aconteció
que cuando ellos los herían y quedé yo solo, me postré sobre mi rostro, y clamé
y dije: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Has de destruir todo el remanente de Israel
derramando tu furor sobre Jerusalén? 9Y me dijo: La
maldad de la casa de Israel y de Judá es grande sobremanera, pues la tierra
está llena de sangre, y la ciudad está llena de perversidad; porque han dicho:
Jehová ha dejado la tierra, y Jehová no ve. 10Así también
yo; mi ojo no perdonará, ni tendré misericordia, sino que haré recaer el camino
de ellos sobre su cabeza. 11Y he aquí que el varón vestido de lino, que tenía
el tintero a su cintura, respondió una palabra diciendo: He hecho conforme a
todo lo que me mandaste.
EZEQUIEL 10
1Y miré, y he aquí en la expansión que había sobre
la cabeza de los querubines como una piedra de zafiro, que parecía como
semejanza de un trono que se mostró sobre ellos. 2Y habló al
varón vestido de lino, y le dijo: Entra en medio de las ruedas debajo de los
querubines, y llena tus manos con carbones encendidos de entre los querubines,
y espárcelos sobre la ciudad. Y él entró a vista mía. 3Y los
querubines estaban a la mano derecha de la casa cuando este varón entró; y la
nube llenaba el atrio de adentro. 4Y la gloria
de Jehová se levantó del querubín al umbral de la puerta; y la casa fue llena
de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria de Jehová. 5Y el
estruendo de las alas de los querubines se oía hasta el atrio de afuera, como
la voz del Dios Omnipotente cuando habla. 6Y aconteció
que, cuando mandó al varón vestido de lino, diciendo: Toma fuego de entre las
ruedas, de entre los querubines, él entró, y se paró entre las ruedas. 7Y un querubín
extendió su mano de entre los querubines al fuego que estaba entre los
querubines, y tomó, y puso en las manos del que estaba vestido de lino, el cual
lo tomó y se salió. 8Y apareció en los querubines la figura de una mano
de hombre debajo de sus alas. 9Y miré, y he
aquí cuatro ruedas junto a los querubines, una rueda junto a un querubín, y
otra rueda junto a otro querubín; y el aspecto de las ruedas era como la piedra
de berilo. 10En cuanto al parecer de ellas, las cuatro eran de
una forma, como si una rueda estuviera en medio de otra rueda. 11Cuando
andaban, sobre sus cuatro lados andaban; no se volvían cuando andaban, sino que
al lugar adonde se volvía la primera, en pos de ella iban; no se volvían cuando
andaban. 12Y todo su cuerpo, y sus espaldas, y sus manos, y
sus alas, y las ruedas, estaban llenos de ojos alrededor en sus cuatro
ruedas. 13A las ruedas, oyéndolo yo, se les gritaba:
¡Rueda! 14Y cada uno tenía cuatro caras. La primera tenía
rostro de querubín; la segunda, rostro de hombre; la tercera, rostro de león;
la cuarta, rostro de águila. 15Y se
levantaron los querubines; éste es el ser viviente que vi en el río de
Quebar. 16Y cuando andaban los querubines, andaban las ruedas
junto con ellos; y cuando los querubines alzaban sus alas para levantarse de la
tierra, las ruedas también no se volvían de junto a ellos. 17Cuando se
paraban ellos, se paraban ellas, y cuando ellos se alzaban, se alzaban con
ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en ellas. 18Y la gloria
de Jehová se salió de sobre el umbral de la casa, y se puso sobre los
querubines. 19Y alzando los querubines sus alas, se levantaron de
la tierra delante de mis ojos: cuando ellos salieron, también las ruedas al
lado de ellos; y se pararon a la entrada de la puerta oriental de la casa de
Jehová, y la gloria del Dios de Israel estaba arriba sobre ellos. 20Éste era el
ser viviente que vi debajo del Dios de Israel en el río de Quebar; y conocí que
eran querubines. 21Cada uno tenía cuatro caras, y cada uno cuatro
alas, y figuras de manos de hombres debajo de sus alas. 22Y la figura
de sus rostros era la de los rostros que vi junto al río de Quebar, su mismo
parecer y su ser; cada uno caminaba derecho hacia adelante.
EZEQUIEL 11
1Y el Espíritu me elevó, y me metió por la puerta
oriental de la casa de Jehová, la cual mira hacia el oriente: y he aquí a la
entrada de la puerta veinticinco varones, entre los cuales vi a Jaazanías hijo
de Azur, y a Pelatías hijo de Benaía, príncipes del pueblo. 2Y me dijo:
Hijo de hombre, éstos son los hombres que maquinan perversidad, y dan mal
consejo en esta ciudad. 3Los cuales dicen: No será tan pronto; edifiquemos
casas; ésta será la caldera, y nosotros la carne. 4Por tanto,
profetiza contra ellos, profetiza, hijo de hombre. 5Y el Espíritu
de Jehová descendió sobre mí, y me dijo: Di: Así dice Jehová: Así habéis
hablado, oh casa de Israel, y las cosas que suben a vuestro espíritu, yo las he
entendido. 6Habéis multiplicado vuestros muertos en esta
ciudad, y habéis llenado de muertos sus calles. 7Por tanto,
así dice Jehová el Señor: Vuestros muertos que habéis puesto en medio de ella,
ellos son la carne, y ella es la caldera; mas yo os sacaré a vosotros de en
medio de ella.8Espada habéis temido, y espada traeré sobre
vosotros, dice Jehová el Señor. 9Y os sacaré
de en medio de ella, y os entregaré en manos de extraños, y yo haré juicios
entre vosotros. 10A espada caeréis; en el término de Israel os
juzgaré, y sabréis que yo soy Jehová. 11Esta ciudad
no os será por caldera, ni vosotros seréis en medio de ella la carne; en el
término de Israel os juzgaré. 12Y sabréis que
yo soy Jehová: porque no habéis andado en mis estatutos, ni habéis obedecido
mis juicios, sino según las costumbres de las gentes que están en vuestros
alrededores habéis hecho. 13Y aconteció que mientras yo profetizaba, Pelatías
hijo de Benaía murió. Entonces caí sobre mi rostro, y clamé con grande voz, y
dije: ¡Ah, Señor Jehová! ¿Habrás de exterminar al remanente de Israel? 14Y vino a mí
palabra de Jehová, diciendo:15Hijo de hombre, tus hermanos, tus hermanos, los
hombres de tu parentesco y toda la casa de Israel, toda ella son aquellos a
quienes dijeron los moradores de Jerusalén: Alejaos de Jehová; a nosotros es
dada la tierra en posesión. 16Por tanto,
di: Así dice Jehová el Señor: Aunque los he echado lejos entre las naciones, y
los he esparcido por las tierras, con todo eso les seré por un pequeño
santuario en las tierras a donde llegaren. 17Por tanto,
di: Así dice Jehová el Señor: Yo os recogeré de los pueblos, y os congregaré de
las tierras en las cuales estáis esparcidos, y os daré la tierra de
Israel. 18Y vendrán allá, y quitarán de ella todas las cosas
detestables, y todas sus abominaciones. 19Y les daré un
solo corazón; y pondré un espíritu nuevo dentro de ellos, y quitaré de su carne
el corazón de piedra, y les daré un corazón de carne; 20para que
anden en mis ordenanzas, y guarden mis juicios y los cumplan, y ellos serán mi
pueblo, y yo seré su Dios. 21Mas a
aquellos cuyo corazón anda tras el deseo de sus cosas detestables y de sus
abominaciones, yo haré que recaiga su camino sobre sus cabezas, dice el Señor
Jehová. 22Después alzaron los querubines sus alas, y las
ruedas en pos de ellos; y la gloria del Dios de Israel estaba encima sobre
ellos. 23Y la gloria de Jehová se fue de en medio de la
ciudad, y se puso sobre el monte que está al oriente de la ciudad.24Luego me
levantó el Espíritu, y me volvió a llevar en visión del Espíritu de Dios a la
tierra de los caldeos, a los cautivos. Y se fue de mí la visión que había
visto.25Y hablé a los cautivos todas las cosas que Jehová
me había mostrado.
EZEQUIEL 12
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de hombre,
tú habitas en medio de casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver, y no ven,
tienen oídos para oír, y no oyen, porque son casa rebelde. 3Por tanto tú,
hijo de hombre, hazte equipaje de cautivo, y márchate de día delante de sus
ojos; y te pasarás de tu lugar a otro lugar a vista de ellos, por si tal vez
consideren, porque son casa rebelde. 4Entonces
sacarás tu equipaje, como equipaje de cautivo, de día delante de sus ojos; y tú
saldrás por la tarde a vista de ellos, como quien sale a cautiverio. 5Delante de
sus ojos horadarás la pared, y saldrás por ella. 6Delante de
sus ojos llevarás sobre tus hombros el equipaje, de noche lo sacarás; cubrirás
tu rostro, y no mirarás la tierra; porque te he puesto por señal a la casa de
Israel. 7Y yo hice así como me fue mandado; saqué mi
equipaje de día, como equipaje de cautivo, y a la tarde horadé la pared a mano;
salí de noche, y llevé mi equipaje sobre los hombros a vista de ellos. 8Y vino a mi
palabra de Jehová por la mañana, diciendo:9Hijo de
hombre, ¿no te ha dicho la casa de Israel, aquella casa rebelde: ¿Qué
haces? 10Diles: Así dice Jehová el Señor: Al príncipe en
Jerusalén es esta carga, y a toda la casa de Israel que está en medio de
ellos. 11Diles: Yo soy vuestra señal; como yo hice, así les
harán a ellos; irán al destierro, a la cautividad.12Y al príncipe
que está en medio de ellos llevarán a cuestas de noche, y saldrán; horadarán la
pared para sacarlo por ella; cubrirá su rostro para no ver con sus ojos la
tierra. 13Mas yo extenderé mi red sobre él, y será preso en
mi malla, y lo haré llevar a Babilonia, a tierra de caldeos; mas no la verá, y
allá morirá. 14Y a todos los que estuvieren alrededor de él para
ayudarle, y a todas sus tropas esparciré a todo viento, y desenvainaré espada
en pos de ellos. 15Y sabrán que yo soy Jehová, cuando los esparciere
entre las naciones, y los dispersare por las tierras. 16Y haré que de
ellos queden pocos en número, de la espada, y del hambre, y de la pestilencia,
para que cuenten todas sus abominaciones entre las naciones adonde llegaren; y
sabrán que yo soy Jehová. 17Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 18Hijo de
hombre, come tu pan con temblor, y bebe tu agua con estremecimiento y con
angustia; 19y di al pueblo de la tierra: Así ha dicho el Señor
Jehová sobre los moradores de Jerusalén, y sobre la tierra de Israel: Su pan
comerán con temor, y con espanto beberán su agua; porque su tierra será
despojada de todo lo que en ella hay, a causa de la maldad de todos los que en
ella moran.20Y las ciudades habitadas quedarán desiertas, y la
tierra será asolada; y sabréis que yo soy Jehová.21Y vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: 22Hijo de
hombre, ¿qué refrán es éste que tenéis vosotros en la tierra de Israel,
diciendo: Se prolongan los días, y toda visión desaparece? 23Diles por
tanto: Así dice Jehová el Señor: Haré cesar este refrán, y no repetirán más
este dicho en Israel. Diles pues: Se han acercado aquellos días, y la palabra
de toda visión. 24Porque no habrá más visión vana, ni habrá
adivinación de lisonjeros en medio de la casa de Israel. 25Porque yo
Jehová hablaré; y se cumplirá la palabra que yo hable; no se dilatará más;
antes en vuestros días, oh casa rebelde, hablaré palabra, y la cumpliré, dice
el Señor Jehová. 26Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:27Hijo de hombre,
he aquí que los de la casa de Israel dicen: La visión que éste ve es para
muchos días, y para lejanos tiempos profetiza éste. 28Por tanto,
diles: Así dice Jehová el Señor: No se dilatarán más todas mis palabras; la
palabra que yo hable, se cumplirá, dice Jehová el Señor.
EZEQUIEL 13
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de
hombre, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan, y di a los que
profetizan de su corazón: Oíd palabra de Jehová. 3Así dice
Jehová el Señor: ¡Ay de los profetas insensatos, que andan en pos de su propio
espíritu, y nada han visto! 4Como zorras
en los desiertos fueron tus profetas, oh Israel. 5No habéis
subido a los portillos, ni echasteis vallado en la casa de Israel, estando en
la batalla en el día de Jehová. 6Vieron
vanidad y adivinación de mentira, diciendo: Dice Jehová; y Jehová no los envió;
y hacen esperar que se confirme la palabra. 7¿No habéis
visto visión vana, y no habéis dicho adivinación de mentira, por cuanto decís:
Dice Jehová; no habiendo yo hablado? 8Por tanto,
así dice Jehová el Señor: Por cuanto vosotros habéis hablado vanidad, y habéis
visto mentira, por tanto, he aquí yo estoy contra vosotros, dice Jehová el
Señor. 9Y será mi mano contra los profetas que ven vanidad
y adivinan mentira; no estarán en la congregación de mi pueblo, ni serán
escritos en el libro de la casa de Israel, ni a la tierra de Israel volverán; y
sabréis que yo soy Jehová el Señor.10Así que, por
cuanto engañaron a mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz; y uno edificaba
la pared, y he aquí que los otros la recubrían con lodo suelto; 11di a los que
la recubren con lodo suelto, que caerá; vendrá lluvia torrencial, y enviaré
piedras de granizo que la hagan caer, y viento tempestuoso la romperá. 12Y he aquí
cuando la pared haya caído, ¿no os dirán: ¿Dónde está la embarradura con la que
recubristeis? 13Por tanto, así dice Jehová el Señor: Y haré que la
rompa viento tempestuoso con mi ira, y lluvia torrencial vendrá con mi furor, y
piedras de granizo con enojo para consumir. 14Así
desbarataré la pared que vosotros recubristeis con lodo suelto, y la echaré a
tierra, y será descubierto su cimiento, y caerá, y seréis consumidos en medio
de ella; y sabréis que yo soy Jehová. 15Cumpliré así
mi furor en la pared y en los que la recubrieron con lodo suelto; y os diré: No
existe la pared, ni aquellos que la recubrieron,16los profetas
de Israel que profetizan a Jerusalén, y ven para ella visión de paz, no
habiendo paz, dice Jehová el Señor. 17Y tú, hijo de
hombre, pon tu rostro contra las hijas de tu pueblo que profetizan de su propio
corazón, y profetiza contra ellas, 18y di: Así
dice Jehová el Señor: ¡Ay de aquellas que cosen almohadillas para todas las
manos, y hacen velos sobre la cabeza de toda edad para cazar las almas! ¿Habéis
de cazar las almas de mi pueblo, para mantener así vuestra propia vida? 19¿Y habéis de
profanarme entre mi pueblo por puñados de cebada y por pedazos de pan, matando
las almas que no mueren, y dando vida a las almas que no vivirán, mintiendo a
mi pueblo que escucha la mentira? 20Por tanto,
así dice Jehová el Señor: He aquí yo contra vuestras almohadillas, con que
cazáis allí las almas volando; yo las arrancaré de vuestros brazos, y dejaré
las almas, las almas que cazáis volando. 21Rasgaré
también vuestros velos, y libraré a mi pueblo de vuestra mano, y no estarán más
en vuestra mano para caza; y sabréis que yo soy Jehová. 22Por cuanto
entristecisteis con mentira el corazón del justo, al cual yo no entristecí, y
esforzasteis las manos del impío, para que no se apartase de su mal camino,
infundiéndole ánimo; 23por tanto, ya no veréis vanidad, ni adivinaréis
adivinación; y libraré a mi pueblo de vuestra mano, y sabréis que yo soy
Jehová.
EZEQUIEL 14
1Y vinieron a mí algunos de los ancianos de Israel,
y se sentaron delante de mí. 2Y vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: 3Hijo de
hombre, estos hombres han puesto sus ídolos en su corazón, y establecido el
tropiezo de su maldad delante de su rostro; ¿acaso he de ser yo en manera
alguna consultado por ellos?4Háblales, por tanto, y diles: Así dice Jehová el
Señor: Cualquier hombre de la casa de Israel que hubiere puesto sus ídolos en
su corazón, y establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro, y viniere
al profeta, yo Jehová responderé al que viniere conforme a la multitud de sus
ídolos; 5para tomar a la casa de Israel en su corazón, que
se han apartado de mí todos ellos por sus ídolos. 6Por tanto di
a la casa de Israel: Así dice Jehová el Señor: Convertíos, y volveos de
vuestros ídolos, y apartad vuestro rostro de todas vuestras
abominaciones. 7Porque cualquier hombre de la casa de Israel, y de
los extranjeros que moran en Israel, que se hubiere apartado de andar en pos de
mí, y hubiere puesto sus ídolos en su corazón, y establecido delante de su
rostro el tropiezo de su maldad, y viniere al profeta para preguntarle por mí,
yo Jehová le responderé por mí mismo: 8Y pondré mi
rostro contra aquel hombre, y le pondré por señal y por refrán, y yo lo cortaré
de entre mi pueblo; y sabréis que yo soy Jehová. 9Y cuando el
profeta fuere engañado y hablare palabra, yo Jehová engañé al tal profeta; y
extenderé mi mano contra él, y le raeré de en medio de mi pueblo Israel. 10Y ambos
llevarán el castigo de su maldad; el castigo del profeta será igual que el
castigo de quien le consulta; 11para que la
casa de Israel no se desvíe más de en pos de mí; ni se contamine más en todas
sus rebeliones, y me sean por pueblo, y yo les sea por Dios, dice Jehová el
Señor. 12Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 13Hijo de
hombre, cuando la tierra pecare contra mí rebelándose pérfidamente, entonces yo
extenderé mi mano sobre ella y le quebrantaré el sustento de pan y enviaré en
ella hambre, y cortaré de ella hombres y bestias; 14y aunque
estuviesen en medio de ella estos tres varones, Noé, Daniel, y Job, sólo ellos
por su justicia librarían sus propias almas, dice el Señor Jehová.15Y si hiciere
pasar malas bestias por la tierra, y la asolaren, y fuere desolada que no haya
quien pase a causa de las bestias, 16y estos tres
varones estuviesen en medio de ella, vivo yo, dice el Señor Jehová, ni a sus
hijos ni a sus hijas librarían; ellos solos serían librados, pero la tierra
será asolada. 17O si yo trajere espada sobre la tierra, y dijere:
Espada, pasa por la tierra; e hiciere cortar de ella hombres y bestias,18y estos tres
varones estuviesen en medio de ella, vivo yo, dice el Señor Jehová, no
librarían ni a sus hijos ni a sus hijas; sólo ellos serían librados. 19O si
pestilencia enviare sobre esa tierra, y derramare mi ira sobre ella en sangre,
para cortar de ella hombres y bestias, 20y estuviesen
en medio de ella Noé, Daniel, y Job, vivo yo, dice Jehová el Señor, no librarán
hijo ni hija; ellos por su justicia librarían sus almas. 21Por lo cual
así dice Jehová el Señor: ¿Cuánto más, si yo enviare contra Jerusalén mis
cuatro juicios terribles, espada, y hambre, y mala bestia, y pestilencia, para
cortar de ella hombres y bestias? 22Sin embargo,
he aquí quedará en ella un remanente, hijos e hijas, que serán llevados fuera;
he aquí que ellos entrarán a vosotros, y veréis su camino y sus hechos; y
seréis consolados del mal que hice venir sobre Jerusalén, de todas las cosas
que traje sobre ella. 23Y os consolarán cuando viereis su camino y sus
hechos, y sabréis que no sin causa hice todo lo que he hecho en ella, dice
Jehová el Señor.
EZEQUIEL 15
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de
hombre, ¿qué es el árbol de la vid más que todo árbol? ¿Qué es el sarmiento
entre los árboles del bosque?3¿Tomarán de él madera para hacer alguna obra?
¿Tomarán de él una estaca para colgar de ella algún vaso? 4He aquí, que
es puesto en el fuego para ser consumido; sus dos extremos consumió el fuego, y
la parte del medio se quemó; ¿servirá para obra alguna?5He aquí que
cuando estaba entero no era para obra alguna: ¿cuánto menos después que el
fuego lo hubiere consumido, y fuere quemado? ¿Servirá más para obra
alguna? 6Por tanto, así dice Jehová el Señor: Como el árbol
de la vid entre los árboles del bosque, el cual di al fuego para que lo
consuma, así haré a los moradores de Jerusalén. 7Y pondré mi
rostro contra ellos; de un fuego saldrán, y otro fuego los consumirá; y sabréis
que yo soy Jehová, cuando pusiere mi rostro contra ellos. 8Y tornaré la
tierra en asolamiento, por cuanto cometieron prevaricación, dice Jehová el
Señor.
EZEQUIEL 16
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de
hombre, haz conocer a Jerusalén sus abominaciones,3y di: Así
dice Jehová el Señor sobre Jerusalén: Tu origen, tu nacimiento, es de la tierra
de Canaán; tu padre fue amorreo, y tu madre hetea. 4Y en cuanto a
tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu ombligo, ni fuiste lavada
con aguas para atemperarte, ni salada con sal, ni fuiste envuelta con
fajas. 5No hubo ojo que se compadeciese de ti, para hacerte
algo de esto, teniendo de ti misericordia; sino que fuiste echada sobre la faz
del campo, con menosprecio de tu vida, en el día que naciste. 6Y yo pasé
junto a ti, y te vi sucia en tus sangres. Y cuando estabas en tu propia sangre,
te dije: ¡Vive! Sí, cuando estabas en tu sangre, te dije: ¡Vive! 7Te hice
multiplicar como la hierba del campo, y creciste, y te has engrandecido, y
viniste a ser adornada grandemente; tus pechos te crecieron, y tu pelo creció;
pero tú estabas desnuda y descubierta.8Y cuando pasé
yo junto a ti, y te miré, he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí
mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez; y te hice juramento, y entré en pacto
contigo y fuiste mía, dice Jehová el Señor. 9Y te lavé con
agua, y lavé tu sangre de encima de ti, y te ungí con aceite; 10y te vestí de
bordado, y te calcé de tejón, y te ceñí de lino, y te vestí de seda. 11Y te atavié
con adornos, y puse brazaletes en tus brazos, y collar a tu cuello. 12Y puse joyas
en tu nariz, y zarcillos en tus orejas, y una hermosa diadema en tu
cabeza. 13Y fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido
fue lino, y seda, y bordado; comiste flor de harina de trigo, y miel, y aceite;
y fuiste hermoseada en extremo, y has prosperado hasta reinar. 14Y salió tu
renombre entre las naciones a causa de tu hermosura; porque era perfecta, a
causa de mi hermosura que yo puse sobre ti, dice Jehová el Señor. 15Pero
confiaste en tu hermosura, y te prostituiste a causa de tu renombre, y
derramaste tus fornicaciones a cuantos pasaron; suya eras. 16Y tomaste de
tus vestidos, y te hiciste diversos lugares altos, y te prostituiste en ellos;
cosa semejante no había sucedido, ni sucederá más.17Tomaste
también tus hermosas joyas de mi oro y de mi plata, que yo te había dado, y te
hiciste imágenes de hombre, y fornicaste con ellas. 18Y tomaste tus
vestidos de diversos colores, y las cubriste; y mi aceite y mi incienso pusiste
delante de ellas. 19Mi pan también, que yo te había dado, la flor de
harina, y el aceite, y la miel, con que yo te mantuve, pusiste delante de ellas
para perfume grato; y fue así, dice Jehová el Señor. 20Además de
esto, tomaste a tus hijos y a tus hijas que habías dado a luz para mí, y los
sacrificaste a ellas para ser consumidos. ¿Te fueron poca cosa tus
fornicaciones, 21que sacrificaste a mis hijos, y los diste a ellas
para que los hiciesen pasar por el fuego? 22Y con todas
tus abominaciones y tus prostituciones no te has acordado de los días de tu
juventud, cuando estabas desnuda y descubierta, cuando estabas envuelta en tu
sangre.23Y sucedió que después de toda tu maldad ¡ay, ay de
ti! dice Jehová el Señor, 24te edificaste lugares altos, y te hiciste altar en
todas las plazas. 25En toda cabecera de camino edificaste tu altar, e
hiciste abominable tu hermosura, y abriste tus piernas a cuantos pasaban, y
multiplicaste tus prostituciones.26Y fornicaste
con los hijos de Egipto, tus vecinos, de grandes carnes; y aumentaste tus
prostituciones para enojarme. 27Por tanto, he
aquí que yo extendí sobre ti mi mano, y disminuí tu provisión ordinaria, y te
entregué a la voluntad de las hijas de los filisteos, que te aborrecen, las
cuales se avergüenzan de tu camino deshonesto. 28Te
prostituiste también con los asirios, porque no estabas satisfecha; y te
prostituiste con ellos y tampoco te saciaste. 29Multiplicaste
asimismo tu fornicación en la tierra de Canaán y de los caldeos; y tampoco con
ello quedaste satisfecha.30¡Cuán débil es tu corazón, dice Jehová el Señor,
habiendo hecho todas estas cosas, obras de una desvergonzada ramera, 31edificando
tus altares en cabeza de todo camino, y haciendo tus altares en todas las
plazas! Y no fuiste semejante a ramera, en que menospreciaste la paga, 32sino como
mujer adúltera, que en lugar de su marido recibe a ajenos.33A todas las
rameras les dan regalos; mas tú diste regalos a todos tus amantes; y les diste
presentes, para que entrasen a ti de todas partes por tus prostituciones. 34Y tú has sido
lo contrario de las demás mujeres en tus prostituciones, porque ninguno te
solicitó para prostituirse; y tú das la paga, y a ti no se te paga, tú has sido
lo contrario. 35Por tanto, ramera, oye palabra de Jehová: 36Así dice
Jehová el Señor: Por cuanto fue descubierta tu suciedad, y tu desnudez ha sido
manifestada a tus amantes con tus prostituciones, y a todos los ídolos de tus
abominaciones, y en la sangre de tus hijos, los cuales les diste; 37por tanto, he
aquí que yo reuniré a todos tus amantes con los cuales tomaste placer, y a
todos los que amaste, con todos los que aborreciste; y los reuniré contra ti
alrededor, y descubriré tu desnudez ante ellos, para que vean toda tu
desnudez. 38Y yo te juzgaré por las leyes de las adúlteras, y
de las que derraman sangre; y te daré en sangre de ira y de celo.39Y te
entregaré en mano de ellos; y destruirán tus lugares altos, y derribarán tus
altares, y te despojarán de tus ropas, y se llevarán tus hermosas joyas, y te
dejarán desnuda y descubierta. 40Y harán subir
contra ti una multitud, y te apedrearán, y te atravesarán con sus
espadas. 41Y quemarán tus casas a fuego, y harán en ti juicios
a ojos de muchas mujeres; y haré que dejes de ser ramera, y ya no volverás a
dar paga.42Y daré descanso a mi ira sobre ti, y se apartará de
ti mi celo, y reposaré, y ya no me enojaré más. 43Por cuanto no
te acordaste de los días de tu juventud, y me provocaste a ira en todo esto,
por eso, he aquí yo también haré recaer tu camino sobre tu cabeza, dice Jehová
el Señor; y no cometerás esta lascivia además de todas tus abominaciones. 44He aquí que
todo proverbista hará de ti proverbio, diciendo: Como la madre, tal su
hija. 45Hija de tu madre eres tú, que desechó a su marido y
a sus hijos; y hermana de tus hermanas eres tú, que desecharon a sus maridos y
a sus hijos: vuestra madre fue hetea, y vuestro padre amorreo. 46Y tu hermana
mayor es Samaria con su hijas, la cual habita a tu mano izquierda; y tu hermana
menor es Sodoma con sus hijas, la cual habita a tu mano derecha. 47Ni aun
anduviste en sus caminos, ni hiciste según sus abominaciones; antes, como si
esto fuera poco y muy poco, te corrompiste más que ellas en todos tus
caminos. 48Vivo yo, dice Jehová el Señor: Sodoma tu hermana,
con sus hijas, no ha hecho como hiciste tú y tus hijas. 49He aquí que
ésta fue la maldad de Sodoma tu hermana: Soberbia, abundancia de pan, y
demasiada ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del
pobre y del menesteroso. 50Y se enaltecieron, e hicieron abominación delante
de mí, y cuando lo vi las quité.51Y Samaria no
cometió ni la mitad de tus pecados; porque tú multiplicaste tus abominaciones
más que ellas, y has justificado a tus hermanas con todas las abominaciones que
hiciste. 52Tú también, que juzgaste a tus hermanas, lleva tu
vergüenza en tus pecados que hiciste, más abominables que los de ellas; más
justas son que tú: avergüénzate, pues, tú también, y lleva tu confusión, pues
que has justificado a tus hermanas. 53Yo, pues,
haré volver a sus cautivos, los cautivos de Sodoma y de sus hijas, y los
cautivos de Samaria y de sus hijas, y los cautivos de tus cautiverios entre
ellas, 54para que tú lleves tu confusión, y te avergüences
de todo lo que has hecho, siéndoles tú motivo de consuelo. 55Y tus
hermanas, Sodoma con sus hijas y Samaria con sus hijas, volverán a su primer
estado; tú también y tus hijas volveréis a vuestro primer estado. 56Sodoma, tu
hermana, no fue mencionada por tu boca en el tiempo de tus soberbias, 57antes que tu
maldad se descubriese, como en el tiempo del oprobio de las hijas de Siria y de
todas las hijas de los filisteos alrededor, que por todos lados te
desprecian. 58Has llevado sobre ti tu lascivia y tus
abominaciones, dice Jehová. 59Porque así
dice Jehová el Señor: ¿Haré yo contigo como tú hiciste, que menospreciaste el
juramento para invalidar el pacto? 60Sin embargo
yo tendré memoria de mi pacto que concerté contigo en los días de tu juventud,
y estableceré contigo un pacto eterno. 61Y te
acordarás de tus caminos y te avergonzarás, cuando recibas a tus hermanas, las
mayores que tú y las menores que tú, las cuales yo te daré por hijas, mas no
por tu pacto. 62Y estableceré mi pacto contigo, y sabrás que yo soy
Jehová;63Para que te acuerdes, y te avergüences, y nunca más
abras la boca a causa de tu vergüenza, cuando yo hiciere expiación por todo lo
que has hecho, dice Jehová el Señor.
EZEQUIEL 17
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de
hombre, propón una enigma, y relata una parábola a la casa de Israel. 3Y dirás: Así
dice Jehová el Señor: Una gran águila, de grandes alas y de largos miembros,
llena de plumas de diversos colores, vino al Líbano, y tomó el cogollo del
cedro; 4arrancó el más alto de sus renuevos, y lo llevó a
la tierra de comerciantes, y lo puso en una ciudad de mercaderes.5Tomó también
de la semilla de la tierra, y la puso en un campo bueno para sembrar, la plantó
junto a aguas abundantes, la puso como un sauce. 6Y creció, y
se hizo una vid de mucho ramaje, baja de estatura, que sus ramas miraban al
guila, y sus raíces estaban debajo de ella; así que se hizo una vid, y arrojó
renuevos, y echó sarmientos. 7Hubo también
otra gran águila, de grandes alas y de muchas plumas; y he aquí que esta vid
juntó cerca de ella sus raíces, y extendió hacia ella sus ramas, para ser
regada por ella por los surcos de su plantío. 8En un buen
campo, junto a aguas abundantes fue plantada, para que echase ramas y llevase
fruto, y para que fuese vid robusta. 9Di: Así dice
Jehová el Señor: ¿Será prosperada? ¿No arrancará sus raíces, y destruirá su
fruto, y se secará? Todas sus hojas lozanas se secarán, y no con gran poder ni
con mucha gente para arrancarla de sus raíces. 10Y he aquí que
estando plantada, ¿será prosperada? ¿No se secará del todo cuando el viento
solano la tocare? En los surcos de su verdor se secará. 11Y vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: 12Di ahora a la
casa rebelde: ¿No habéis entendido qué significan estas cosas? Diles: He aquí
que el rey de Babilonia vino a Jerusalén, y tomó tu rey y sus príncipes, y los
llevó consigo a Babilonia.13Tomó también de la simiente del reino, e hizo pacto
con él, y le trajo a juramento; y tomó a los poderosos de la tierra, 14para que el
reino fuese abatido y no se levantase, sino que guardase su alianza y estuviese
en ella. 15Pero se rebeló contra él enviando sus embajadores a
Egipto para que le diese caballos y mucha gente. ¿Será prosperado, escapará el
que hace tales cosas? ¿Podrá romper el pacto y escapar?16Vivo yo, dice
Jehová el Señor, que ciertamente morirá en medio de Babilonia, en el lugar
donde habita el rey que le hizo reinar, cuyo juramento menospreció, y cuyo
pacto hecho con él rompió. 17Y no con
grande ejército, ni con mucha compañía hará por él Faraón en la batalla, cuando
funden baluarte y edifiquen bastiones para cortar muchas vidas. 18Por cuanto
menospreció el juramento, para invalidar el pacto cuando he aquí que había dado
su mano, e hizo todas estas cosas, no escapará. 19Por tanto,
así dice Jehová el Señor: Vivo yo, que el juramento mío que menospreció, y mi
pacto que ha quebrantado, haré recaer sobre su cabeza. 20Y extenderé sobre
él mi red, y será preso en mi malla; y lo haré venir a Babilonia, y allí estaré
a juicio con él, por su prevaricación con que contra mí se ha rebelado. 21Y todos sus
fugitivos con todos sus escuadrones caerán a espada, y los que quedaren serán
esparcidos a todos los vientos; y sabréis que yo Jehová he hablado.22Así dice
Jehová el Señor: Y yo tomaré el más alto de los renuevos de aquel alto cedro, y
lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré
sobre un monte alto y sublime. 23En el monte
alto de Israel lo plantaré, y alzará ramas, y llevará fruto, y se hará
magnífico cedro; y todas las especies de aves habitarán debajo de él, a la
sombra de sus ramas habitarán. 24Y sabrán
todos los árboles del campo que yo Jehová abatí el árbol sublime, levanté el
árbol bajo, hice secar el árbol verde, e hice reverdecer el árbol seco. Yo
Jehová hablé e hice.
EZEQUIEL 18
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2¿Qué pensáis
vosotros, vosotros que usáis este refrán sobre la tierra de Israel, diciendo:
Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la
dentera? 3Vivo yo, dice Jehová el Señor, que nunca más
tendréis por qué usar este refrán en Israel. 4He aquí que
todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía;
el alma que pecare, esa morirá. 5Y el hombre
que fuere justo, e hiciere juicio y justicia; 6que no
comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel,
ni deshonrare a la esposa de su prójimo, ni se llegare a la mujer
menstruosa, 7ni oprimiere a ninguno; al deudor devolviere su
prenda, no cometiere robo, diere de su pan al hambriento, y cubriere con ropa
al desnudo,8el que no diere a usura, ni prestare a interés; de
la maldad retrajere su mano, e hiciere juicio de verdad entre hombre y
hombre, 9en mis estatutos caminare, y guardare mis
ordenanzas para hacer rectamente, éste es justo; éste vivirá, dice Jehová el
Señor.10Mas si engendrare hijo ladrón, derramador de
sangre, o que haga alguna cosa de éstas, 11y que no haga
las otras; antes comiere sobre los montes, o deshonrare a la esposa de su
prójimo, 12al pobre y menesteroso oprimiere, cometiere robos,
no devolviere la prenda, o alzare sus ojos a los ídolos, e hiciere
abominación, 13diere a usura y prestare a interés; ¿vivirá éste?
No vivirá. Todas estas abominaciones hizo, de cierto morirá; su sangre será
sobre él. 14Pero si éste engendrare hijo, el cual viere todos
los pecados que su padre hizo, y viéndolos no hiciere según ellos; 15no comiere
sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel; a la
esposa de su prójimo no deshonrare, 16ni oprimiere
a nadie; la prenda no retuviere, ni cometiere robos; al hambriento diere de su
pan, y cubriere de ropa al desnudo; 17apartare su
mano del pobre, usura e interés no recibiere; hiciere mis derechos, y anduviere
en mis estatutos, éste no morirá por la maldad de su padre; de cierto
vivirá. 18Su padre, por cuanto hizo agravio, despojó
violentamente al hermano, e hizo en medio de su pueblo lo que no es bueno, he
aquí que él morirá por su maldad. 19Y si
dijereis: ¿Por qué el hijo no llevará el pecado de su padre? Porque el hijo
hizo juicio y justicia, guardó todos mis estatutos, y los hizo, de cierto
vivirá. 20El alma que pecare, esa morirá. El hijo no llevará
el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del
justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él. 21Mas si el
impío se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todas mis
estatutos, e hiciere juicio y justicia, de cierto vivirá; no morirá. 22Todas sus
rebeliones que cometió, no le serán recordadas; en su justicia que hizo
vivirá. 23¿Quiero yo la muerte del impío? dice Jehová el
Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos? 24Mas si el
justo se apartare de su justicia, y cometiere maldad, e hiciere conforme a
todas las abominaciones que el impío hizo; ¿vivirá él? Ninguna de las justicias
que hizo le serán recordadas; por su rebelión con que prevaricó, y por su
pecado que cometió, por ello morirá. 25Y si
dijereis: No es recto el camino del Señor: Oíd ahora, casa de Israel: ¿No es
recto mi camino? ¿No son torcidos vuestros caminos?26Cuando el
justo se apartare de su justicia, e hiciere iniquidad, él morirá por ello; por
su iniquidad que hizo, morirá. 27Y cuando el
impío se apartare de su impiedad que hizo, e hiciere juicio y justicia, hará
vivir su alma. 28Porque miró, y se apartó de todas sus
prevaricaciones que hizo, de cierto vivirá, no morirá.29Si aún dijere
la casa de Israel: No es recto el camino del Señor: ¿No son rectos mis caminos,
casa de Israel? Cierto, vuestros caminos no son rectos.30Por tanto, yo
os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice el Señor
Jehová. Convertíos, y volveos de todas vuestras iniquidades; y no os será la
iniquidad causa de ruina. 31Echad de vosotros todas vuestras iniquidades con
que habéis prevaricado, y haceos corazón nuevo y espíritu nuevo. ¿Por qué
moriréis, casa de Israel? 32Porque yo no quiero la muerte del que muere, dice
el Señor Jehová, convertíos, pues, y viviréis.
EZEQUIEL 19
1Y tú levanta endecha sobre los príncipes de Israel.2Y dirás:
¡Cómo se echó entre los leones tu madre la leona! entre los leoncillos crió sus
cachorros. 3E hizo subir uno de sus cachorros; vino a ser
leoncillo, y aprendió a capturar presa, y a devorar hombres. 4Y las
naciones oyeron de él; fue capturado en la trampa de ellas, y lo llevaron con
grillos a la tierra de Egipto.5Y viendo ella que había esperado mucho tiempo, y
que se perdía su esperanza, tomó otro de sus cachorros, y lo puso por
leoncillo. 6Y él andaba entre los leones; se hizo leoncillo,
aprendió a capturar la presa, devoró hombres. 7Y conoció sus
lugares desolados, y arrasó sus ciudades; y fue desolada la tierra y su
abundancia, a la voz de su rugido. 8Y
arremetieron contra él las gentes de las provincias de su alrededor, y
extendieron sobre él su red; y en su foso fue capturado. 9Y lo pusieron
en jaula con cadenas, y lo llevaron al rey de Babilonia; lo metieron en
fortalezas, para que su voz no se oyese más sobre los montes de Israel. 10Tu madre es
como una vid en tu sangre, plantada junto a las aguas, dando fruto y echando
vástagos a causa de las muchas aguas. 11Y ella tuvo
varas fuertes para cetros de señores; y se levantó su estatura por encima entre
las ramas, y fue vista en su altura, y con la multitud de sus sarmientos.12Pero fue
arrancada con ira, derribada en tierra, y viento solano secó su fruto; fueron
quebradas y se secaron sus varas fuertes; las consumió el fuego.13Y ahora está
plantada en el desierto, en tierra de sequedad y de aridez. 14Y ha salido
fuego de la vara de sus ramas, ha consumido su fruto, y no ha quedado en ella
vara fuerte, cetro para señorear. Endecha es ésta, y de endecha servirá.
EZEQUIEL 20
1Y aconteció en el año séptimo, en el mes quinto, a
los diez del mes, que vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar a
Jehová, y se sentaron delante de mí. 2Y vino a mí
palabra de Jehová, diciendo:3Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel, y
diles: Así dice Jehová el Señor: ¿A consultarme venís vosotros? Vivo yo, que yo
no os responderé, dice Jehová el Señor. 4¿Quieres tú
juzgarlos? ¿Los quieres juzgar tú, hijo de hombre? Hazles saber las
abominaciones de sus padres; 5y diles: Así
dice Jehová el Señor: El día que escogí a Israel, e hice juramento a la
simiente de la casa de Jacob, y que fui conocido de ellos en la tierra de
Egipto, cuando alcé mi mano a ellos y les juré, diciendo: Yo soy Jehová vuestro
Dios; 6Aquel día que les alcé mi mano, jurando así que los
sacaría de la tierra de Egipto a la tierra que les había provisto, que fluye
leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las tierras;7entonces les
dije: Cada uno eche de sí las abominaciones de sus ojos, y no os contaminéis
con los ídolos de Egipto. Yo soy Jehová vuestro Dios.8Mas ellos se
rebelaron contra mí, y no quisieron obedecerme; no echó de sí cada uno las
abominaciones de sus ojos, ni dejaron los ídolos de Egipto; y dije que
derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en medio de la tierra
de Egipto. 9Pero actué por causa de mi nombre, para que no se
infamase ante los ojos de las naciones en medio de las cuales estaban, en cuyos
ojos me di a conocer sacándolos de la tierra de Egipto. 10Los saqué,
pues, de la tierra de Egipto, y los traje al desierto; 11y les di mis
ordenanzas, y les declaré mis decretos, los cuales el hombre que los hiciere,
vivirá por ellos. 12Y les di también mis sábados que fuesen por señal
entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico. 13Mas se rebeló
contra mí la casa de Israel en el desierto; no anduvieron en mis ordenanzas, y
desecharon mis decretos, los cuales el hombre que los hiciere, vivirá por
ellos; y mis sábados profanaron en gran manera; dije, por tanto, que había de
derramar sobre ellos mi ira en el desierto para consumirlos. 14Pero actué
por causa de mi nombre, para que éste no se infamase a vista de las naciones,
delante de cuyos ojos los saqué. 15Y también yo
les alcé mi mano en el desierto, jurando que no los metería en la tierra que
les había dado, que fluye leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las
tierras; 16porque desecharon mis decretos, y no anduvieron en
mis ordenanzas, y mis sábados profanaron; porque tras sus ídolos iba su
corazón.17Con todo, los perdonó mi ojo, no matándolos, ni los
consumí en el desierto; 18antes dije en el desierto a sus hijos: No andéis en
las ordenanzas de vuestros padres, ni guardéis sus leyes, ni os contaminéis con
sus ídolos. 19Yo soy Jehová vuestro Dios; andad en mis estatutos,
y guardad mis decretos, y ponedlos por obra; 20y santificad
mis sábados, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy
Jehová vuestro Dios. 21Sin embargo los hijos se rebelaron contra mí; no
anduvieron en mis estatutos, ni guardaron mis decretos para ponerlos por obra,
los cuales el hombre que los hiciere, vivirá por ellos; profanaron mis sábados.
Dije entonces que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo contra
ellos en el desierto. 22Mas retraje mi mano, y actué por causa de mi nombre,
para que no se infamase a la vista de las naciones, delante de cuyos ojos los
saqué.23Y también les alcé yo mi mano en el desierto,
jurando que los dispersaría entre las naciones, y que los esparciría por las
tierras; 24porque no pusieron por obra mis decretos, y
desecharon mis ordenanzas, y profanaron mis sábados, y tras los ídolos de sus
padres se les fueron sus ojos. 25Por eso yo
también les di estatutos que no eran buenos, y decretos por los cuales no
podrían vivir. 26Y los contaminé en sus ofrendas cuando hacían pasar
por el fuego a todo primogénito, para desolarlos, a fin de que supiesen que yo
soy Jehová. 27Por tanto, hijo de hombre, habla a la casa de
Israel, y diles: Así dice Jehová el Señor: Aun en esto me afrentaron vuestros
padres cuando cometieron contra mí rebelión. 28Porque yo los
metí en la tierra sobre la cual había alzado mi mano jurando que había de
dársela, y miraron a todo collado alto, y a todo árbol frondoso, y allí
sacrificaron sus víctimas, y allí presentaron la provocación de sus ofrendas,
allí pusieron también el olor de su suavidad, y allí derramaron sus
libaciones. 29Y yo les dije: ¿Qué es ese lugar alto adonde
vosotros vais? Y fue llamado su nombre Bama hasta el día de hoy. 30Di, pues, a
la casa de Israel: Así dice Jehová el Señor: ¿No os contamináis vosotros a la
manera de vuestros padres, y fornicáis tras sus abominaciones?31Porque
ofreciendo vuestras ofrendas, haciendo pasar vuestros hijos por el fuego, os
habéis contaminado con todos vuestros ídolos hasta hoy; ¿y he de ser consultado
por vosotros, oh casa de Israel? Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no os
responderé.32Y no ha de ser lo que habéis pensado. Porque
vosotros decís: Seamos como las naciones, como las familias de las tierras, que
sirven a la madera y a la piedra. 33Vivo yo, dice
Jehová el Señor, que con mano fuerte, y brazo extendido, y enojo derramado, he
de reinar sobre vosotros; 34y os sacaré de entre los pueblos, y os juntaré de
las tierras en que estáis esparcidos, con mano fuerte, y brazo extendido, y enojo
derramado; 35y os traeré al desierto de los pueblos, y allí
entraré en juicio con vosotros cara a cara. 36Como entré a
juicio con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, así entraré
en juicio con vosotros, dice Jehová el Señor. 37Y os haré
pasar bajo la vara y os haré entrar en el vínculo del pacto; 38y apartaré de
entre vosotros a los rebeldes, y a los que se rebelaron contra mí; de la tierra
de sus peregrinaciones los sacaré, mas a la tierra de Israel no entrarán, y
sabréis que yo soy Jehová. 39Y vosotros,
oh casa de Israel, así dice Jehová el Señor: Andad cada uno tras sus ídolos, y
servidles, pues que a mí no me obedecéis; y no profanéis más mi santo nombre
con vuestras ofrendas, y con vuestros ídolos.40Porque en mi
santo monte, en el alto monte de Israel, dice Jehová el Señor, allí me servirá
toda la casa de Israel, toda ella en la tierra; allí los aceptaré, y allí
demandaré vuestras ofrendas, y las primicias de vuestros dones, con todas
vuestras cosas consagradas. 41En olor de
suavidad os aceptaré, cuando os hubiere sacado de entre los pueblos, y os
hubiere reunido de entre las tierras en que estáis esparcidos; y seré
santificado en vosotros a los ojos de las naciones. 42Y sabréis que
yo soy Jehová, cuando os hubiere metido en la tierra de Israel, en la tierra
por la cual alcé mi mano jurando que la daría a vuestros padres. 43Y allí os
acordaréis de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os
contaminasteis; y os detestaréis a vosotros mismos por todos vuestros pecados
que cometisteis. 44Y sabréis que yo soy Jehová cuando haga con
vosotros por amor de mi nombre, no según vuestros malos caminos, ni según
vuestras perversas obras, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor. 45Y vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: 46Hijo de hombre,
pon tu rostro hacia el sur, y derrama tu palabra hacia la parte austral, y
profetiza contra el bosque de la región del sur. 47Y dirás al
bosque del sur: Oye palabra de Jehová: Así dice Jehová el Señor: He aquí que yo
enciendo en ti fuego, el cual consumirá en ti todo árbol verde, y todo árbol
seco; no se apagará la llama del fuego; y serán quemados en ella todos los
rostros, desde el sur hasta el norte. 48Y verá toda
carne que yo Jehová lo encendí; no se apagará. 49Y dije: ¡Ah,
Señor Jehová! ellos dicen de mí: ¿No profiere éste parábolas?
EZEQUIEL 21
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de
hombre, pon tu rostro contra Jerusalén, y derrama palabra sobre los santuarios,
y profetiza contra la tierra de Israel. 3Y dirás a la
tierra de Israel: Así dice Jehová: He aquí, que yo contra ti, y sacaré mi
espada de su vaina, y cortaré de ti al justo y al impío. 4Y por cuanto
he de cortar de ti al justo y al impío, por tanto, mi espada saldrá de su vaina
contra toda carne, desde el sur hasta el norte. 5Y sabrá toda
carne que yo Jehová saqué mi espada de su vaina; no volverá más a su
vaina. 6Y tú, hijo de hombre, gime con quebrantamiento de
tus lomos, y con amargura; gime delante de los ojos de ellos. 7Y será, que
cuando te dijeren: ¿Por qué gimes tú? dirás: Por la noticia que viene; y todo
corazón desfallecerá, y toda mano se debilitará, y se angustiará todo espíritu,
y toda rodilla será débil como el agua; he aquí que viene, y se hará, dice
Jehová el Señor. 8Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 9Hijo de
hombre, profetiza, y di: Así dice el Señor: Di: La espada, la espada está
afilada, y también pulida. 10Para degollar
víctimas está afilada, pulida está para que relumbre. ¿Hemos de alegrarnos? Al
cetro de mi hijo ha menospreciado como a una vara cualquiera. 11Y la dio a
pulir para tenerla a mano: la espada está afilada, y pulida está ella, para
entregarla en mano del matador. 12Clama y gime,
oh hijo de hombre; porque ésta será sobre mi pueblo, será ella sobre todos los
príncipes de Israel. Temores de espada serán a mi pueblo: por tanto, hiere el
muslo; 13porque está probado. ¿Y qué, si la espada desprecia
aun el cetro? Él no será más, dice Jehová el Señor. 14Tú, pues,
hijo de hombre, profetiza y bate una mano con otra, y se duplicará la espada la
tercera vez, la espada de muertos; ésta es la espada de la gran matanza que los
traspasará,15para que el corazón desmaye, y los estragos se
multipliquen; en todas las puertas de ellos he puesto espanto de espada. ¡Ah!
dispuesta está para que relumbre, y preparada para degollar. 16Ponte a una
parte, ya sea a la derecha, o a la izquierda, hacia donde tu rostro se
determine. 17Y yo también batiré mi mano con mi mano, y haré
reposar mi ira. Yo Jehová he hablado. 18Y vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: 19Y tú, hijo de
hombre, señálate dos caminos por donde venga la espada del rey de Babilonia; de
una misma tierra salgan ambos; y elige un lugar; escógelo en el principio del
camino que conduce a la ciudad. 20El camino
señalarás por donde venga la espada a Rabá de los hijos de Amón, y a Judá
contra Jerusalén la fortificada. 21Porque el rey
de Babilonia se paró en una encrucijada, al principio de dos caminos, para
tomar adivinación; acicaló las saetas, consultó en ídolos, miró el hígado.22La
adivinación señaló a su mano derecha, sobre Jerusalén, para poner capitanes,
para abrir la boca a la matanza, para levantar la voz en grito de guerra, para
poner arietes contra las puertas, para levantar baluarte, y edificar
fuerte. 23Y les será como adivinación mentirosa en sus ojos,
por estar juramentados con juramento a ellos; pero él trae a la memoria la
maldad de ellos, para prenderlos. 24Por tanto,
así dice Jehová el Señor: Por cuanto habéis hecho venir en memoria vuestras
maldades, manifestando vuestras traiciones, y descubriendo vuestros pecados en
todas vuestras obras; por cuanto habéis venido en memoria, seréis apresados por
su mano. 25Y tú, profano e impío príncipe de Israel, cuyo día
vino en el tiempo de la consumación de la maldad; 26así dice
Jehová el Señor: Depón la mitra, quita la corona; ésta ya no será la misma; sea
exaltado lo bajo, y lo alto sea humillado.27La derribaré,
derribaré, derribaré, y ya no será más, hasta que venga Aquél cuyo es el
derecho, y se la entregaré. 28Y tú, hijo de
hombre, profetiza, y di: Así dice Jehová el Señor sobre los hijos de Amón, y su
oprobio. Dirás, pues: La espada, la espada está desenvainada para degollar,
para consumir; pulida con resplandor. 29Te profetizan
vanidad, y te adivinan mentira, para entregarte con los cuellos de los malos sentenciados
a muerte, cuyo día vino en tiempo de la consumación de la maldad. 30¿La volveré a
su vaina? En el lugar donde te criaste, en la tierra donde has vivido, te
juzgaré. 31Y derramaré sobre ti mi ira; el fuego de mi enojo
haré encender sobre ti, y te entregaré en mano de hombres temerarios, artífices
de destrucción. 32Serás pasto para el fuego; tu sangre quedará en
medio de la tierra, y no habrá más memoria de ti; porque yo Jehová he hablado.
EZEQUIEL 22
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Y tú, hijo de
hombre, ¿no juzgarás tú, no juzgarás tú a la ciudad derramadora de sangre, y le
mostrarás todas sus abominaciones? 3Dirás, pues:
Así dice Jehová el Señor: ¡Ciudad derramadora de sangre en medio de sí, para
que venga su hora, y que hizo ídolos contra sí misma para contaminarse! 4En tu sangre
que derramaste has pecado, y te has contaminado en tus ídolos que hiciste; y
has hecho acercar tus días, y has llegado al término de tus años; por tanto, te
he dado en oprobio a las naciones, y en escarnio a todas las tierras. 5Las que están
cerca de ti y las que están lejos se reirán de ti, que eres amancillada de
nombre y de gran turbación. 6He aquí que
los príncipes de Israel, cada uno según su poder, estuvieron en ti para
derramar sangre. 7Despreciaron en ti al padre y a la madre; al
extranjero trataron con violencia en medio de ti; y despojaron en ti al
huérfano y a la viuda. 8Has menospreciado mis cosas sagradas, y mis sábados
has profanado. 9Calumniadores hubo en ti para derramar sangre; y
sobre los montes comieron en ti; hicieron en medio de ti perversidades. 10La desnudez
del padre descubrieron en ti; la inmundicia de menstruo humillaron en ti. 11Y cada uno
hizo abominación con la esposa de su prójimo; y otro contaminó pervertidamente
a su nuera; y en ti otro humilló a su hermana, hija de su padre. 12Precio
recibieron en ti para derramar sangre; interés y usura tomaste, y a tus
prójimos defraudaste con violencia; te olvidaste de mí, dice Jehová el
Señor. 13Y he aquí, que golpeé mi mano a causa de tu avaricia
que cometiste, y a causa de la sangre que derramaste en medio de ti. 14¿Estará firme
tu corazón? ¿Tus manos serán fuertes en los días que yo actúe contra ti? Yo
Jehová he hablado, y lo haré. 15Y yo te
dispersaré por las naciones, y te esparciré por las tierras; y haré fenecer de
ti tu inmundicia. 16Y tomarás heredad para ti a los ojos de las
naciones; y sabrás que yo soy Jehová. 17Y vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: 18Hijo de
hombre, la casa de Israel se me ha vuelto en escoria; todos ellos son bronce y
estaño y hierro y plomo en medio del horno; y en escorias de plata se
volvieron. 19Por tanto, así dice Jehová el Señor: Por cuanto
todos vosotros os habéis vuelto en escorias, por tanto, he aquí que yo os
juntaré en medio de Jerusalén. 20Como quien
junta plata y bronce y hierro y plomo y estaño en medio del horno, para
encender fuego en él para fundir; así os juntaré en mi furor y en mi ira, y os
dejaré allí, y os fundiré.21Yo os juntaré y soplaré sobre vosotros en el fuego
de mi furor, y en medio de él seréis fundidos.22Como se funde
la plata en medio del horno, así seréis fundidos en medio de él; y sabréis que
yo Jehová habré derramado mi furor sobre vosotros.23Y vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: 24Hijo de
hombre, di a ella: Tú no eres tierra limpia, ni rociada con lluvia en el día
del furor. 25Hay conspiración de sus profetas en medio de ella,
como león rugiente que arrebata presa; devoraron almas, tomaron haciendas y
honra, aumentaron sus viudas en medio de ella.26Sus
sacerdotes quebrantaron mi ley, y contaminaron mis santuarios; entre lo santo y
lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio; y
de mis sábados escondieron sus ojos, y yo he sido profanado en medio de ellos.27Sus príncipes
en medio de ella como lobos que arrebataban presa, derramando sangre, para
destruir las almas, para obtener ganancia deshonesta. 28Y sus
profetas los recubrieron con lodo suelto, profetizándoles vanidad, y
adivinándoles mentira, diciendo: Así dice Jehová el Señor; y Jehová no había hablado. 29El pueblo de
la tierra usaba de opresión y cometía robo, y al pobre y menesteroso hacían
violencia, y al extranjero oprimían sin derecho. 30Y busqué
entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de
mí por la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé. 31Por tanto
derramé sobre ellos mi ira; con el fuego de mi ira los consumí: hice recaer el
camino de ellos sobre su cabeza, dice el Señor Jehová.
EZEQUIEL 23
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de hombre,
hubo dos mujeres, hijas de una madre, 3las cuales se
prostituyeron en Egipto; en su juventud se prostituyeron. Allí fueron apretados
sus pechos, y allí fueron estrujados los pechos de su virginidad. 4Y se
llamaban, la mayor, Ahola, y su hermana, Aholiba; las cuales fueron mías, y
dieron a luz hijos e hijas. Y llamaron a Samaria, Ahola; y Jerusalén,
Aholiba. 5Y Ahola se prostituyó aun cuando era mía; y se
enamoró de sus amantes, los asirios sus vecinos, 6vestidos de
púrpura, capitanes y príncipes, todos ellos jóvenes codiciables, jinetes que
montaban a caballo. 7Y se prostituyó con ellos, con todos los más
escogidos de los hijos de los asirios, y con todos aquellos de quienes se
enamoró; se contaminó con todos los ídolos de ellos. 8Y no dejó sus
prostituciones traídas de Egipto; porque con ella se echaron en su juventud, y
ellos estrujaron los pechos de su virginidad, y derramaron sobre ella su
prostitución. 9Por lo cual la entregué en mano de sus amantes, en
mano de los hijos de los asirios, de quienes se había enamorado.10Ellos
descubrieron su desnudez, tomaron sus hijos y sus hijas, y a ella mataron a
espada; y vino a ser famosa entre las mujeres, pues en ella ejecutaron
juicios. 11Y lo vio su hermana Aholiba, y se corrompió en sus
deseos más que ella; y sus prostituciones, fueron más que las prostituciones de
su hermana. 12Y se enamoró de los hijos de los asirios, sus
vecinos, capitanes y príncipes, vestidos en perfección, jinetes que andaban a
caballo, todos ellos jóvenes codiciables. 13Y vi que se había
contaminado; un mismo camino era el de ambas.14Y aumentó sus
prostituciones; pues cuando vio hombres pintados en la pared, imágenes de
caldeos pintadas de color, 15ceñidos de
talabartes por sus lomos, y turbantes de colores en sus cabezas, teniendo todos
ellos parecer de capitanes, a la manera de los hombres de Babilonia, nacidos en
tierra de caldeos, 16al verlos se enamoró de ellos, y les envió
mensajeros a la tierra de los caldeos. 17Y entraron a
ella los hombres de Babilonia, al lecho de amores, y la contaminaron con su
prostitución; y ella también se contaminó con ellos, y su deseo se sació de
ellos.18Así hizo patentes sus prostituciones, y descubrió
su desnudez; por lo cual mi alma se hastió de ella, como se había ya hastiado
mi alma de su hermana. 19Aun multiplicó sus prostituciones trayendo en
memoria los días de su juventud, en los cuales se había prostituido en la
tierra de Egipto. 20Y se enamoró de sus rufianes, cuya carne es como
carne de asnos, y cuyo flujo como flujo de caballos. 21Así trajiste
a la memoria la lujuria de tu juventud, cuando los egipcios comprimieron tus
pechos, los pechos de tu juventud.22Por tanto,
Aholiba, así dice Jehová el Señor: He aquí que yo despierto tus amantes contra
ti, de los cuales se sació tu deseo, y yo les haré venir contra ti en
derredor; 23Los de Babilonia, y todos los caldeos, los de
Pecod, Soa y Coa, y todos los de Asiria con ellos; jóvenes todos ellos
codiciables, capitanes y gobernadores, nobles y varones de renombre, que montan
a caballo todos ellos. 24Y vendrán contra ti carros, carretas, y ruedas, y
multitud de pueblos. Escudos, y paveses, y yelmos pondrán contra ti en
derredor; y yo daré el juicio delante de ellos, y por sus leyes te
juzgarán. 25Y pondré mi celo contra ti, y obrarán contigo con
furor; te quitarán tu nariz y tus orejas, y lo que te quedare caerá a espada.
Ellos tomarán a tus hijos y a tus hijas, y tu remanente será consumido por el
fuego. 26Y te despojarán de tus vestidos, y tomarán tus
hermosas joyas. 27Y haré cesar de ti tu suciedad, y tu prostitución
de la tierra de Egipto; y no levantarás más a ellos tus ojos, ni nunca más te
acordarás de Egipto. 28Porque así dice Jehová el Señor: He aquí, yo te
entrego en mano de aquellos que tú aborreciste, en mano de aquellos de los
cuales se hastió tu alma; 29los cuales obrarán contigo con odio, y tomarán todo
lo que tú trabajaste, y te dejarán desnuda y descubierta; y se descubrirá la
vergüenza de tus prostituciones; tanto tu lujuria como tus
prostituciones. 30Estas cosas se harán contigo, porque te
prostituiste en pos de las naciones, en las cuales te contaminaste con sus
ídolos. 31En el camino de tu hermana anduviste; yo, pues,
pondré su cáliz en tu mano. 32Así dice
Jehová el Señor: Beberás el hondo y ancho cáliz de tu hermana; de ti se mofarán
las gentes, y te escarnecerán; de grande cabida es. 33Serás llena
de embriaguez y de dolor por el cáliz de soledad y desolación, por el cáliz de
tu hermana Samaria. 34Lo beberás, pues, y lo agotarás, y quebrarás sus
tiestos; y rasgarás tus pechos; porque yo he hablado, dice Jehová el Señor.35Por tanto,
así dice Jehová el Señor: Por cuanto te has olvidado de mí, y me has echado
tras tus espaldas, por eso, lleva tú también tu lujuria y tus
prostituciones. 36Y me dijo Jehová: Hijo de hombre, ¿no juzgarás tú a
Ahola, y a Aholiba, y les denunciarás sus abominaciones? 37Porque han
adulterado, y hay sangre en sus manos, y han cometido adulterio con sus ídolos;
y aun sus hijos que habían dado a luz para mí, hicieron pasar por el fuego,
quemándolos.38Además me hicieron esto: contaminaron mi santuario
en aquel día, y profanaron mis sábados;39pues habiendo
sacrificado sus hijos a sus ídolos, entraban en mi santuario el mismo día para
contaminarlo; y he aquí, así hicieron en medio de mi casa. 40Y aun más,
enviaron por hombres que viniesen de lejos, a los cuales había sido enviado
mensajero; y he aquí vinieron; y por amor de ellos te lavaste, y pintaste tus
ojos, y te ataviaste con adornos;41y te sentaste
sobre suntuoso estrado, y fue aderezada mesa delante de él, y sobre ella
pusiste mi incienso y mi óleo. 42Y se oyó en
ella voz de compañía en holganza; y con los varones de la gente común fueron
traídos los sabeos del desierto; y pusieron brazaletes sobre sus manos, y
hermosas coronas sobre sus cabezas. 43Y dije acerca
de la envejecida en adulterios: ¿Cometerán ahora prostituciones con ella, y
ella con ellos? 44Porque han venido a ella como quien viene a mujer
ramera; así vinieron a Ahola y a Aholiba, mujeres depravadas.45Por tanto,
hombres justos las juzgarán por la ley de las adúlteras, y por la ley de las
que derraman sangre; porque son adúlteras, y sangre hay en sus manos.46Por lo que
así dice Jehová el Señor: Yo haré subir contra ellas compañías, las entregaré a
turbación y a rapiña, 47y la multitud las apedreará, y las atravesarán con
sus espadas; matarán a sus hijos y a sus hijas, y a sus casas consumirán con
fuego. 48Y haré cesar la depravación de la tierra, y
escarmentarán todas las mujeres, y no harán según vuestra depravación. 49Y sobre
vosotras pondrán vuestra depravación, y llevaréis el pecado de adorar vuestros
ídolos; y sabréis que yo soy Jehová el Señor.
EZEQUIEL 24
1Y vino a mí palabra de Jehová en el noveno año, en
el mes décimo, a los diez del mes, diciendo: 2Hijo de
hombre, escríbete la fecha de este día; el rey de Babilonia se puso contra
Jerusalén este mismo día.3Y pronuncia una parábola a la casa rebelde, y
diles: Así dice Jehová el Señor: Pon una olla, ponla, y echa también agua en
ella; 4junta sus piezas de carne en ella; todas buenas
piezas, pierna y espalda; llénala de huesos escogidos. 5Toma una
oveja escogida; y también enciende los huesos debajo de ella; haz que hierva
bien; cuece también sus huesos dentro de ella.6Pues así dice
Jehová el Señor: ¡Ay de la ciudad sanguinaria, de la olla enmohecida, y cuyo
moho no salió de ella! Por sus piezas, por sus piezas sácala; no caiga suerte
sobre ella. 7Porque su sangre está en medio de ella; sobre una
roca alisada la derramó; no la derramó sobre la tierra para que fuese cubierta
con polvo. 8Habiendo, pues, hecho subir la ira para hacer
venganza, yo pondré su sangre sobre la roca alisada, para que no sea
cubierta. 9Por tanto, así dice Jehová el Señor: ¡Ay de la
ciudad sanguinaria! Pues también haré yo grande la hoguera, 10multiplicando
la leña, encendiendo el fuego, para consumir la carne y hacer la salsa; y los
huesos serán quemados. 11Asentando después la olla vacía sobre sus brasas,
para que se caldee, y se queme su fondo, y se funda en ella su suciedad, y se
consuma su herrumbre. 12Se fatigó con mentiras, y no salió de ella su mucha
herrumbre. Sólo en fuego será su herrumbre consumida. 13En tu
suciedad perversa padecerás; porque te limpié, y tú no te limpiaste de tu
suciedad; nunca más te limpiarás, hasta que yo haga que mi ira repose sobre
ti. 14Yo Jehová he hablado; vendrá, y lo haré. No me
volveré atrás, ni tendré misericordia, ni me arrepentiré; según tus caminos y
tus obras te juzgarán, dice Jehová el Señor. 15Y vino a mí
palabra de Jehová, diciendo:16Hijo de hombre, he aquí que yo te quito de golpe el
deleite de tus ojos; no endeches, ni llores, ni corran tus lágrimas. 17Reprime el
suspirar, no hagas luto de mortuorios; ata tu mitra sobre ti, y pon tus zapatos
en tus pies, y no te cubras con rebozo, ni comas pan de hombres. 18Y hablé al
pueblo por la mañana, y a la tarde murió mi esposa; y a la mañana hice como me
fue mandado. 19Y me dijo el pueblo: ¿No nos enseñarás qué
significan para nosotros estas cosas que tú haces? 20Y yo les
dije: La palabra de Jehová vino a mí, diciendo: 21Di a la casa de
Israel: Así dice Jehová el Señor: He aquí yo profano mi santuario, la gloria de
vuestra fortaleza, el deseo de vuestros ojos, y el deleite de vuestra alma;
vuestros hijos y vuestras hijas que dejasteis caerán a espada. 22Y haréis de
la manera que yo hice: no os cubriréis con rebozo, ni comeréis pan de
hombres; 23Y vuestras mitras estarán sobre vuestras cabezas, y
vuestros zapatos en vuestros pies; no endecharéis ni lloraréis, sino que os
consumiréis a causa de vuestras maldades, y gemiréis unos con otros. 24Ezequiel,
pues, os será por señal; según todas las cosas que él hizo, haréis; cuando esto
suceda, entonces sabréis que yo soy Jehová el Señor.25Y tú, hijo de
hombre, el día que yo quite de ellos su fortaleza, el gozo de su gloria, el
deleite de sus ojos, y el anhelo de sus almas, sus hijos y sus hijas, 26ese día
vendrá a ti uno que haya escapado para traer la noticia. 27En aquel día
se abrirá tu boca para hablar con el que haya escapado, y hablarás, y no
estarás más mudo; y les serás por señal, y sabrán que yo soy Jehová.
EZEQUIEL 25
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de
hombre, pon tu rostro hacia los hijos de Amón, y profetiza contra ellos. 3Y dirás a los
hijos de Amón: Oíd palabra de Jehová el Señor: Así dice Jehová el Señor: Por
cuanto dijiste ¡Ea, bien! contra mi santuario cuando fue profanado, y contra la
tierra de Israel cuando fue asolada, y contra la casa de Judá, cuando fueron en
cautiverio; 4por tanto, he aquí, yo te entrego por heredad a los
orientales, y pondrán en ti sus apriscos, y colocarán en ti sus tiendas; ellos
comerán tus sementeras, y beberán tu leche. 5Y pondré a
Rabá por establo de camellos, y a los hijos de Amón por majada de ovejas; y
sabréis que yo soy Jehová. 6Porque así
dice Jehová el Señor: Por cuanto tú batiste tus manos, y golpeaste con tus
pies, y te regocijaste en tu corazón con todo tu menosprecio contra la tierra
de Israel; 7por tanto, he aquí yo extenderé mi mano contra ti,
y te entregaré a las naciones para ser saqueada; y yo te cortaré de entre los
pueblos, y te destruiré de entre las tierras; te raeré; y sabrás que yo soy
Jehová. 8Así dice Jehová el Señor: Por cuanto dijo Moab y
Seir: He aquí la casa de Judá es como todas las naciones; 9por tanto, he
aquí yo abro el lado de Moab desde las ciudades, desde sus ciudades que están
en su confín, las tierras deseables de Bet-jesimot, y Baal-meón, y Quiriataim,10a los hijos
del oriente contra los hijos de Amón; y la entregaré por heredad para que no
haya más memoria de los hijos de Amón entre las naciones. 11También en
Moab haré juicios; y sabrán que yo soy Jehová.12Así dice
Jehová el Señor: Por lo que hizo Edom tomando venganza de la casa de Judá, pues
delinquieron en extremo, y se vengaron de ellos;13Por tanto,
así dice Jehová el Señor: Yo también extenderé mi mano sobre Edom, y cortaré de
ella hombres y bestias, y la asolaré; desde Temán y Dedán caerán a
espada. 14Y pondré mi venganza en Edom por la mano de mi
pueblo Israel; y harán en Edom según mi enojo y según mi ira; y conocerán mi
venganza, dice Jehová el Señor. 15Así dice
Jehová el Señor: Porque los filisteos procedieron con venganza, cuando se
vengaron con despecho de ánimo, destruyendo por antiguas enemistades; 16por tanto,
así dice Jehová: He aquí yo extiendo mi mano contra los filisteos, y talaré a
los cereteos, y destruiré el remanente de la costa del mar. 17Y ejecutaré
sobre ellos grandes venganzas con reprensiones de ira; y sabrán que yo soy
Jehová, cuando descargue mi venganza sobre ellos.
EZEQUIEL 26
1Y aconteció en el undécimo año, en el primero del
mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo:2Hijo de
hombre, por cuanto dijo Tiro sobre Jerusalén: Ea, bien; destruida está la que
era puerta de las naciones; a mí se volvió; yo seré llena; y ella
desierta; 3por tanto, así dice Jehová el Señor: He aquí yo
contra ti, oh Tiro, y haré subir contra ti muchas naciones, como el mar hace
subir sus olas. 4Y demolerán los muros de Tiro, y derribarán sus
torres; y raeré de ella su polvo, y la dejaré como una roca lisa.5Tendedero de
redes será en medio del mar, porque yo he hablado, dice Jehová el Señor; y será
saqueada por las naciones. 6Y sus hijas
que están en el campo, serán muertas a espada; y sabrán que yo soy Jehová.7Porque así
dice Jehová el Señor: He aquí que del norte traigo yo contra Tiro a
Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, y carros, y
jinetes, y compañías, y mucho pueblo. 8Matará a
espada a tus hijas que están en el campo; y pondrá contra ti fortaleza, y
levantará contra ti baluarte, y escudo afirmará contra ti. 9Y pondrá
arietes contra tus muros, y con sus hachas demolerá tus torres.10Por la
multitud de sus caballos te cubrirá el polvo de ellos; con el estruendo de la
caballería, y de las ruedas, y de los carros, temblarán tus muros, cuando él
entre por tus puertas como por portillos de ciudad destruida. 11Con los
cascos de sus caballos hollará todas tus calles; a tu pueblo matará a espada, y
las estatuas de tu fortaleza caerán a tierra. 12Y robarán tus
riquezas, y saquearán tus mercaderías: y arruinarán tus muros, y tus casas
preciosas destruirán; y pondrán tus piedras y tu madera y tu polvo en medio de
las aguas. 13Y haré cesar el estrépito de tus canciones, y no se
oirá más el sonido de tus arpas. 14Y te pondré
como una roca lisa; tendedero de redes serás; nunca más serás edificada; porque
yo Jehová he hablado, dice Jehová el Señor. 15Así dice
Jehová el Señor a Tiro: ¿No se estremecerán las islas al estruendo de tu caída,
cuando griten los heridos, cuando se haga la matanza en medio de ti?16Entonces
todos los príncipes del mar descenderán de sus tronos, y se quitarán sus
mantos, y desnudarán sus ropas bordadas; se vestirán de espanto, se sentarán
sobre la tierra, y temblarán a cada momento, y estarán ante ti atónitos. 17Y levantarán
sobre ti endechas, y te dirán: ¿Cómo pereciste tú, poblada por gente de mar,
ciudad que fue alabada, que fue fuerte en el mar, ella y sus habitantes, que
infundían terror a todos sus vecinos? 18Ahora se
estremecerán las islas en el día de tu caída, sí, las islas que están en el mar
se espantarán de tu partida. 19Porque así
dice Jehová el Señor: Yo te tornaré en ciudad asolada, como las ciudades que no
se habitan; haré subir sobre ti el abismo, y las muchas aguas te
cubrirán. 20Y te haré descender con los que descienden a la
fosa, con el pueblo de antaño; y te pondré en las profundidades de la tierra,
como los desiertos antiguos, con los que descienden a la fosa, para que nunca
más seas poblada; y yo daré gloria en la tierra de los vivientes.21Yo te
convertiré en espanto, y dejarás de ser; aunque seas buscada, nunca más serás
hallada, dice Jehová el Señor.
EZEQUIEL 27
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Tú, hijo de
hombre, levanta endechas sobre Tiro. 3Y dirás a
Tiro: Oh tú que estás asentada a las entradas del mar, que eres mercader de los
pueblos de muchas islas: Así dice Jehová el Señor: Tiro, tú has dicho: Yo soy
de perfecta hermosura. 4En el corazón de los mares están tus términos; los
que te edificaron completaron tu belleza. 5De cipreses
del monte Senir te fabricaron toda tu armazón; tomaron cedros del Líbano para
hacerte el mástil. 6De encinas de Basán hicieron tus remos; compañía de
asirios hicieron tus bancos de marfil de las islas de Quitim. 7De lino fino
bordado de Egipto era tu cortina, para que te sirviese de vela; de azul y
púrpura de las costas de Elisa era tu pabellón.8Los moradores
de Sidón y de Arvad fueron tus remeros; tus sabios, oh Tiro, estaban en ti;
ellos fueron tus timoneles. 9Los ancianos
de Gebal y sus expertos calafateadores reparaban tus junturas; todas las
galeras del mar y los remeros de ellas estuvieron en ti para negociar
contigo. 10Persas y los de Lud, y los de Fut, fueron en tu
ejército tus hombres de guerra; escudos y yelmos colgaron en ti; ellos te
dieron tu honra. 11Y los hijos de Arvad con tu ejército estuvieron
sobre tus muros alrededor, y los gamadeos en tus torres; sus escudos colgaron
sobre tus muros alrededor; ellos completaron tu hermosura. 12Tarsis tu
mercader a causa de la multitud de todas tus riquezas; con plata, hierro,
estaño y plomo, comerciaba en tus ferias. 13Grecia,
Tubal, y Mesec, fueron tus mercaderes, con hombres y con utensilios de bronce,
comerciaban en tus ferias. 14De la casa de
Togarma, caballos y jinetes y mulos, comerciaban en tu mercado. 15Los hijos de
Dedán eran tus negociantes; muchas costas tomaban mercadería de tu mano;
colmillos de marfil y ébano te dieron en presente. 16Siria fue tu
mercader por la multitud de tus productos; venía a tus ferias con esmeraldas,
púrpura, vestidos bordados, linos finos, corales y rubíes. 17Judá, y la
tierra de Israel, eran tus mercaderes; con trigos de Minit y Panag, miel,
aceite y resina comerciaban en tu mercado. 18Damasco, era
tu mercader por la multitud de tus productos, por la abundancia de toda
riqueza, con vino de Helbón y lana blanca. 19Asimismo Dan
y el errante Javán vinieron a tus ferias, para negociar en tu mercado con
hierro labrado, casia y caña aromática. 20Dedán fue tu
mercader con paños preciosos para carros. 21Arabia y
todos los príncipes de Cedar, comerciaban contigo en corderos, y carneros, y
machos cabríos; en estas cosas fueron tus mercaderes. 22Los
mercaderes de Seba y de Raama fueron tus mercaderes; con lo principal de toda
especiería, y toda piedra preciosa, y oro, vinieron a tus ferias. 23Harán, Cane,
Edén y los mercaderes de Seba, de Asiria y de Quilmad, comerciaban
contigo. 24Éstos eran tus mercaderes en varias cosas; en
mantos de azul, y bordados, y en cajas de ropas preciosas, enlazadas con
cordones, y en madera de cedro. 25Las naves de
Tarsis, eran tus flotas que llevaban tus mercancías; y llegaste a ser opulenta
y muy gloriosa en medio de los mares. 26En muchas
aguas te engolfaron tus remeros; viento solano te quebrantó en medio de los
mares. 27Tus riquezas, tus mercancías, tu comercio, tus
marineros, tus timoneles, tus calafateadores, los agentes de tus negocios y
todos tus hombres de guerra que hay en ti, con toda tu compañía que en medio de
ti se halla, caerán en medio de los mares el día de tu caída.28Al estrépito
de las voces de tus timoneles temblarán las costas. 29Y descenderán
de sus naves todos los que toman remo; remeros, y todos los timoneles del mar
se pararán en tierra: 30Y harán oír su voz sobre ti, y gritarán amargamente,
y echarán polvo sobre sus cabezas, y se revolcarán en la ceniza.31Y se raparán
la cabeza por causa de ti, y se ceñirán con cilicio, y llorarán por ti con
amargura de corazón y amargo duelo. 32Y en sus
endechas levantarán sobre ti lamentaciones, y endecharán sobre ti diciendo:
¿Quién como Tiro, como la ciudad destruida en medio del mar? 33Cuando tus
mercaderías salían de las naves, saciabas a muchos pueblos; a los reyes de la
tierra enriqueciste con la multitud de tus riquezas y de tus mercancías. 34En el tiempo
que serás destrozada por los mares en las profundidades de las aguas, tu
comercio y toda tu compañía caerán en medio de ti. 35Todos los
moradores de las costas se maravillarán sobre ti, y sus reyes temblarán de
espanto; y demudarán sus rostros.36Los
mercaderes en los pueblos silbarán sobre ti; vendrás a ser espanto, y para
siempre dejarás de ser.
EZEQUIEL 28
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de
hombre, di al príncipe de Tiro: Así dice Jehová el Señor: Por cuanto se
enalteció tu corazón y dijiste: Yo soy Dios; en la silla de Dios estoy sentado
en medio de los mares siendo tú hombre y no Dios, y has puesto tu corazón como
corazón de Dios. 3He aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay
secreto que te sea oculto; 4con tu
sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas, y has adquirido oro y
plata en tus tesoros. 5Con la grandeza de tu sabiduría y tu comercio has
multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu
corazón. 6Por tanto, así dice Jehová el Señor: Por cuanto
pusiste tu corazón como corazón de Dios, 7por tanto, he
aquí yo traigo sobre ti extranjeros, los violentos de las naciones, que
desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría, y mancharán tu
esplendor.8A la fosa te harán descender, y morirás de la
muerte de los que mueren en medio de los mares.9¿Hablarás
delante del que te mate, diciendo: Yo soy Dios? Tú, hombre eres, y no Dios, en
la mano de tu matador. 10De muerte de incircuncisos morirás por mano de
extranjeros; porque yo he hablado, dice Jehová el Señor. 11Y vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: 12Hijo de
hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así dice Jehová el
Señor: Tú eras el sello a la proporción, lleno de sabiduría y perfecto en
hermosura. 13En Edén, en el huerto de Dios estuviste; toda
piedra preciosa fue tu vestidura; el sardio, el topacio, el diamante, el
berilo, el ónice, el jaspe, el zafiro, la esmeralda, el carbunclo y el oro; los
primores de tus tamboriles y flautas fueron preparados en ti el día que fuiste
creado. 14Tú, querubín ungido, protector; yo te puse así; en
el santo monte de Dios estuviste; en medio de piedras de fuego has andado.15Perfecto eras
en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti
maldad.16A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste
lleno de iniquidad, y pecaste; por lo cual yo te echaré por profano del monte
de Dios, y te destruiré, oh querubín protector, de entre las piedras de fuego.17Se enalteció
tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu
esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que
miren en ti. 18Con la multitud de tus maldades, y con la iniquidad
de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, sacaré fuego de en
medio de ti, el cual te consumirá, y te pondré en ceniza sobre la tierra a los
ojos de todos los que te miran. 19Todos los que
te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y
para siempre dejarás de ser.20Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 21Hijo de
hombre, pon tu rostro hacia Sidón, y profetiza contra ella; 22y dirás: Así
dice Jehová el Señor: He aquí yo contra ti, oh Sidón, y en medio de ti seré
glorificado; y sabrán que yo soy Jehová, cuando ejecute en ella juicios, y en
ella sea santificado.23Porque pestilencia enviaré a ella, y sangre en sus
calles; y caerán muertos en medio de ella; con espada contra ella por todos
lados; y sabrán que yo soy Jehová. 24Y nunca más
será a la casa de Israel espina que le hiera, ni aguijón que le dé dolor, en
medio de cuantos la rodean y la desprecian; y sabrán que yo soy Jehová el
Señor. 25Así dice Jehová el Señor: Cuando reúna la casa de
Israel de los pueblos entre los cuales está esparcida, entonces me santificaré
en ellos a los ojos de las naciones, y habitarán en su tierra, la cual di a mi
siervo Jacob. 26Y habitarán en ella seguros, y edificarán casas, y
plantarán viñas, y habitarán confiadamente, cuando yo haya ejecutado juicios en
todos los que los desprecian en sus alrededores; y sabrán que yo soy Jehová su
Dios.
EZEQUIEL 29
1En el año décimo, en el mes décimo, a los doce del
mes, vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de
hombre, pon tu rostro contra Faraón rey de Egipto, y profetiza contra él y
contra todo Egipto. 3Habla, y di: Así dice Jehová el Señor: He aquí yo
contra ti, Faraón rey de Egipto, el gran dragón que yace en medio de sus ríos,
el cual dijo: Mío es mi río, y yo lo hice para mí. 4Yo pues,
pondré anzuelos en tus quijadas, y haré que los peces de tus ríos se peguen a
tus escamas, y te sacaré de en medio de tus ríos, y todos los peces de tus ríos
se pegarán a tus escamas. 5Y te dejaré en el desierto, a ti y a todos los
peces de tus ríos; sobre la faz del campo caerás; no serás recogido, ni serás
juntado; a las fieras de la tierra y a las aves del cielo te he dado por
comida. 6Y sabrán todos los moradores de Egipto que yo soy
Jehová, por cuanto fueron bordón de caña a la casa de Israel.7Cuando te
tomaron con la mano, te quebraste, y les rompiste todo el hombro; y cuando se
recostaron sobre ti, te quebraste, y les rompiste sus lomos enteramente. 8Por tanto,
así dice Jehová el Señor: He aquí que yo traigo contra ti espada, y cortaré de
ti hombres y bestias. 9Y la tierra de Egipto será asolada y desierta; y
sabrán que yo soy Jehová: porque dijo: Mío es mi río, y yo lo hice. 10Por tanto, he
aquí yo contra ti, y contra tus ríos; y pondré a la tierra de Egipto en total
desolación, en la soledad del desierto, desde Migdol hasta Sevene, hasta el
término de Etiopía. 11No pasará por ella pie de hombre, ni pie de bestia
pasará por ella; ni será habitada por cuarenta años. 12Y pondré a la
tierra de Egipto en soledad entre las tierras asoladas, y sus ciudades entre
las ciudades destruidas estarán asoladas por cuarenta años; y esparciré a
Egipto entre las naciones, y los dispersaré por las tierras. 13Porque así
dice Jehová el Señor: Al fin de cuarenta años juntaré a Egipto de los pueblos
entre los cuales fueren esparcidos; 14y volveré a
traer a los cautivos de Egipto, y los volveré a la tierra de Patros, a la
tierra de su origen; y allí serán un reino humilde. 15En
comparación de los otros reinos será humilde; nunca más se alzará sobre las
naciones; porque yo los disminuiré, para que no se enseñoreen sobre las
naciones. 16Y no será más a la casa de Israel por confianza,
que les haga recordar el pecado, mirando en pos de ellos; y sabrán que yo soy
Jehová el Señor.17Y aconteció en el año veintisiete, en el mes
primero, al primer día del mes, que vino a mí palabra de Jehová,
diciendo: 18Hijo de hombre, Nabucodonosor rey de Babilonia
sometió a su ejército a una ardua labor contra Tiro. Toda cabeza fue rapada, y
todo hombro fue desgarrado; y ni para él ni para su ejército hubo paga de Tiro,
por el servicio que prestó contra ella. 19Por tanto, así
dice Jehová el Señor: He aquí que yo doy a Nabucodonosor, rey de Babilonia, la
tierra de Egipto; y él tomará su multitud, y recogerá sus despojos, y
arrebatará su presa, y habrá paga para su ejército. 20Por su
trabajo con que sirvió contra ella le he dado la tierra de Egipto; porque
trabajaron para mí, dice Jehová el Señor. 21En aquel
tiempo haré reverdecer el cuerno a la casa de Israel, y abriré tu boca en medio
de ellos; y sabrán que yo soy Jehová.
EZEQUIEL 30
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de
hombre, profetiza, y di: Así dice Jehová el Señor: Clamad: ¡Ay de aquel
día! 3Porque cerca está el día, cerca está el día del
Señor; día de nublado, tiempo de las naciones será. 4Y la espada
vendrá a Egipto, y habrá gran dolor en Etiopía, cuando caigan los heridos en
Egipto; y tomarán sus riquezas, y serán destruidos sus fundamentos. 5Etiopía, y
Libia, y Lidia, y todo el pueblo mezclado, y Cub, y los hijos de las tierras
aliadas, caerán con ellos a espada. 6Así dice
Jehová: También caerán los que sostienen a Egipto, y la altivez de su poderío
caerá; desde Migdol hasta Sevene caerán en él a espada, dice Jehová el Señor.7Y serán
asolados entre las tierras asoladas, y sus ciudades serán entre las ciudades
desiertas. 8Y sabrán que yo soy Jehová, cuando ponga fuego a
Egipto, y sean destruidos todos sus ayudadores. 9En aquel
tiempo saldrán mensajeros de delante de mí en navíos, para espantar a Etiopía
la confiada, y tendrán espanto como en el día de Egipto; porque he aquí
viene. 10Así dice Jehová el Señor: Haré cesar la multitud de
Egipto por mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia. 11Él, y con él
su pueblo, los más violentos de las naciones, serán traídos para destruir la
tierra; y desenvainarán sus espadas contra Egipto, y llenarán la tierra de
muertos. 12Y secaré los ríos, y entregaré la tierra en manos
de malos, y destruiré la tierra y su plenitud por mano de extranjeros; yo
Jehová he hablado. 13Así dice Jehová el Señor: Destruiré también las
imágenes, y haré cesar los ídolos de Nof; y no habrá más príncipe de la tierra
de Egipto, y en la tierra de Egipto pondré temor. 14Y asolaré a
Patros, y pondré fuego a Zoán, y ejecutaré juicios en No. 15Y derramaré
mi ira sobre Sin, fortaleza de Egipto, y talaré la multitud de No. 16Y pondré
fuego a Egipto; Sin tendrá gran dolor, y No será destrozada, y Nof tendrá
angustias todos los días. 17Los jóvenes de Avén y de Pibeset caerán a espada; y
ellas irán en cautiverio. 18Y en Tafnes se oscurecerá el día, cuando quiebre yo
el yugo de Egipto, y cesará en ella la soberbia de su poderío; una nube la
cubrirá, y sus hijas irán en cautiverio. 19Ejecutaré,
pues, juicios en Egipto y sabrán que yo soy Jehová. 20Y aconteció
en el año undécimo, en el mes primero, a los siete del mes, que vino a mí
palabra de Jehová, diciendo:21Hijo de hombre, he quebrado el brazo de Faraón rey
de Egipto; y he aquí que no ha sido vendado para que pueda sanar, ni le han
puesto faja para ligarlo, a fin de fortalecerle para que pueda sostener la
espada.22Por tanto, así dice Jehová el Señor: Heme aquí
contra Faraón rey de Egipto, y quebraré sus brazos, el fuerte y el fracturado,
y haré que la espada se le caiga de la mano. 23Y esparciré a
los egipcios entre las naciones, y los dispersaré por las tierras. 24Y fortaleceré
los brazos del rey de Babilonia, y pondré mi espada en su mano; mas quebraré
los brazos de Faraón, y delante de aquél gemirá con gemidos de herido de
muerte. 25Fortaleceré, pues, los brazos del rey de Babilonia,
y los brazos de Faraón caerán; y sabrán que yo soy Jehová, cuando yo ponga mi
espada en la mano del rey de Babilonia, y él la extendiere contra la tierra de
Egipto. 26Y esparciré a los egipcios entre las naciones, y
los dispersaré por las tierras; y sabrán que yo soy Jehová.
EZEQUIEL 31
1Y aconteció en el año undécimo, en el mes tercero,
al primer día del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de
hombre, di a Faraón rey de Egipto, y a su pueblo: ¿A quién te comparaste en tu
grandeza? 3He aquí era el asirio cedro en el Líbano, hermoso
en ramas, y de frondoso ramaje y de grande altura, y su copa estaba entre
densas ramas. 4Las aguas lo hicieron crecer, lo encumbró el
abismo; sus ríos corrían alrededor de su pie, y a todos los árboles del campo
enviaba sus corrientes. 5Por tanto, se encumbró su altura sobre todos los
árboles del campo, y se multiplicaron sus ramas, y a causa de las muchas aguas
se alargó su ramaje que había echado. 6En sus ramas
hacían su nido todas las aves del cielo, y debajo de su ramaje parían todas las
bestias del campo, y a su sombra habitaban todas las grandes naciones. 7Se hizo,
pues, hermoso en su grandeza con la extensión de sus ramas; porque su raíz
estaba junto a muchas aguas. 8Los cedros no
lo cubrieron en el huerto de Dios; las hayas no fueron semejantes a sus ramas,
ni los castaños fueron semejantes a su ramaje; ningún árbol en el huerto de
Dios fue semejante a él en su hermosura. 9Lo hice
hermoso con la multitud de sus ramas; y todos los árboles de Edén, que estaban
en el huerto de Dios, tuvieron de él envidia. 10Por tanto,
así dice Jehová el Señor: Por cuanto se encumbró en altura, y puso su cumbre
entre densas ramas, y su corazón se elevó con su altura,11por eso yo lo
he entregado en mano del poderoso de las naciones, que de cierto tratará con
él. Yo lo he desechado por su impiedad. 12Y los
extranjeros, los violentos de las naciones, le han cortado, y lo han
abandonado. Sus ramas caerán sobre los montes y por todos los valles, y por
todos los ríos de la tierra será quebrado su ramaje; y se irán de su sombra
todos los pueblos de la tierra, y lo dejarán. 13Sobre sus
ruinas habitarán todas las aves del cielo, y sobre sus ramas estarán todas las
bestias del campo, 14para que no se exalten en su altura todos los
árboles que están junto a las aguas, ni levanten su cumbre entre las espesuras,
ni en sus ramas se paren por su altura todos los que beben aguas; porque todos
son entregados a muerte, a la parte más baja de la tierra, en medio de los
hijos de los hombres, con los que descienden a la fosa. 15Así dice
Jehová el Señor: El día que descendió a la sepultura, hice hacer luto, hice
cubrir por él el abismo, y detuve sus ríos, y las muchas aguas fueron
detenidas; y al Líbano cubrí de tinieblas por él, y todos los árboles del campo
desmayaron por él. 16Del estruendo de su caída hice temblar a las
naciones, cuando les hice descender al infierno con todos los que descienden a
la fosa; y todos los árboles del Edén, los escogidos y mejores del Líbano,
todos los que beben aguas, fueron consolados en las partes más bajas de la
tierra. 17También ellos descendieron con él al infierno, con
los muertos a espada, los que fueron su brazo, los que habitaron a su sombra en
medio de las naciones. 18¿A quién te has comparado así en gloria y en
grandeza entre los árboles del Edén? Pues derribado serás con los árboles del
Edén a la parte más baja de la tierra; entre los incircuncisos yacerás, con los
muertos a espada. Éste es Faraón y toda su multitud, dice Jehová el Señor.
EZEQUIEL 32
1Y aconteció en el año duodécimo, en el mes duodécimo,
al primer día del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de
hombre, levanta endechas sobre Faraón rey de Egipto, y dile: A leoncillo de
gentes eres semejante, y eres como la ballena en los mares; que secabas tus
ríos, y enturbiabas las aguas con tus pies, y hollabas sus riberas. 3Así dice
Jehová el Señor: Yo extenderé sobre ti mi red en compañía de muchos pueblos, y
te harán subir en mi red. 4Y te dejaré en tierra, te arrojaré sobre la faz del
campo, y haré que posen sobre ti todas las aves del cielo, y saciaré de ti a
las bestias de toda la tierra. 5Y pondré tus
carnes sobre los montes, y llenaré los valles de tus cadáveres. 6Y regaré de
tu sangre la tierra donde nadas, hasta los montes; y los ríos se llenarán de
ti. 7Y cuando te haya extinguido, cubriré los cielos, y
haré entenebrecer sus estrellas; el sol cubriré con nublado, y la luna no hará
resplandecer su luz. 8Haré entenebrecer todas las lumbreras del cielo por
ti, y pondré tinieblas sobre tu tierra, dice Jehová el Señor. 9Y entristeceré
el corazón de muchos pueblos, cuando traiga tu destrucción entre las naciones,
por las tierras que no conociste. 10Y dejaré
atónitos sobre ti a muchos pueblos, y sus reyes tendrán horror grande a causa
de ti, cuando haga resplandecer mi espada delante de sus rostros, y todos se
sobresaltarán en sus ánimos a cada momento en el día de tu caída. 11Porque así
dice Jehová el Señor: La espada del rey de Babilonia vendrá sobre ti. 12Con espadas
de fuertes haré caer a tu pueblo; todos ellos serán los poderosos de las
naciones; y destruirán la soberbia de Egipto, y toda su multitud será
deshecha. 13Todas sus bestias destruiré de sobre las muchas
aguas; ni más las enturbiará pie de hombre, ni pezuña de bestias las
enturbiará. 14Entonces haré asentarse sus aguas, y haré que sus
ríos corran como aceite, dice Jehová el Señor. 15Cuando asuele
la tierra de Egipto, y la tierra fuere despojada de su plenitud, cuando hiera a
todos los que en ella moran, entonces sabrán que yo soy Jehová. 16Ésta es la
endecha, y la cantarán; las hijas de las naciones la cantarán: endecharán sobre
Egipto, y sobre toda su multitud, dice Jehová el Señor. 17Y aconteció
en el año duodécimo, a los quince del mes, que vino a mí palabra de Jehová,
diciendo: 18Hijo de hombre, endecha sobre la multitud de
Egipto, y despéñalo a él, y a las hijas de las naciones poderosas, a las partes
más bajas de la tierra, con los que descienden a la fosa. 19¿A quién
superas en hermosura? Desciende, y yace con los incircuncisos.20Entre los
muertos a espada caerán; a la espada es entregado; traedlo a él y a todos sus
pueblos. 21De en medio del infierno hablarán a él los fuertes
de entre los poderosos, con los que le ayudaron, que descendieron y yacen con
los incircuncisos muertos a espada. 22Allí está
Asiria con toda su gente; en derredor de él están sus sepulcros; todos ellos
cayeron muertos a espada. 23Sus sepulcros fueron puestos a los lados de la
fosa, y su gente está por los alrededores de su sepulcro; todos ellos cayeron
muertos a espada, los cuales causaron terror en la tierra de los
vivientes. 24Allí está Elam, y toda su multitud por los
alrededores de su sepulcro; todos ellos cayeron muertos a espada, los cuales
descendieron incircuncisos a las partes más bajas de la tierra, porque causaron
terror en la tierra de los vivientes, mas llevaron su confusión con los que
descienden a la fosa. 25En medio de los muertos le pusieron cama con toda
su multitud; a sus alrededores están sus sepulcros; todos ellos incircuncisos,
muertos a espada, porque causaron terror en la tierra de los vivientes, mas
llevaron su confusión con los que descienden a la fosa; él fue puesto en medio
de los muertos. 26Allí está Mesec, y Tubal, y toda su multitud; sus
sepulcros en sus alrededores; todos ellos incircuncisos muertos a espada, porque
habían causado su terror en la tierra de los vivientes. 27Y no yacerán
con los fuertes que cayeron de los incircuncisos, los cuales descendieron al
infierno con sus armas de guerra, y pusieron sus espadas debajo de sus cabezas;
mas sus pecados estarán sobre sus huesos, porque fueron terror de fuertes en la
tierra de los vivientes. 28Tú, pues, serás destruido entre los incircuncisos,
y yacerás con los muertos a espada. 29Allí está
Idumea, sus reyes y todos sus príncipes, los cuales con su poderío fueron
puestos con los muertos a espada: ellos yacerán con los incircuncisos, y con
los que descienden a la fosa.30Allí están los príncipes del norte, todos ellos, y
todos los de Sidón, que con su terror descendieron con los muertos,
avergonzados de su poderío, yacen también incircuncisos con los muertos a
espada, y llevaron su confusión con los que descienden a la fosa.31A éstos verá
Faraón, y se consolará sobre toda su multitud; Faraón muerto a espada, y todo
su ejército, dice Jehová el Señor. 32Porque yo puse
mi terror en la tierra de los vivientes, también yacerá entre los incircuncisos
con los muertos a espada, Faraón y toda su multitud, dice Jehová el Señor.
EZEQUIEL 33
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de
hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y diles: Cuando trajere yo espada sobre
la tierra, y el pueblo de la tierra tomare un hombre de sus términos, y lo
pusiere por atalaya, 3y él viere venir la espada sobre la tierra, y
tocare trompeta, y avisare al pueblo; 4cualquiera
que oyere el sonido de la trompeta, y no se apercibiere, y viniendo la espada
lo tomare, su sangre será sobre su cabeza. 5El sonido de
la trompeta oyó, y no se apercibió; su sangre será sobre él; mas el que se
apercibiere, librará su vida. 6Pero si el
atalaya viere venir la espada, y no tocare la trompeta, y el pueblo no se
apercibiere, y viniendo la espada, tomare de él a alguno; por causa de su
pecado fue tomado, pero demandaré su sangre de mano del atalaya. 7A ti, pues,
hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás la
palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. 8Cuando yo
dijere al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde
el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero su sangre yo la
demandaré de tu mano.9Y si tú avisares al impío de su camino para que de
él se aparte, y él no se apartare de su camino, él morirá por su pecado, pero
tú libraste tu alma. 10Tú, pues, hijo de hombre, di a la casa de Israel:
Vosotros habéis hablado así, diciendo: Nuestras transgresiones y nuestros
pecados están sobre nosotros, y a causa de ellos somos consumidos: ¿cómo, pues,
viviremos?11Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no me
complazco en la muerte del impío, sino en que se vuelva el impío de su camino,
y que viva. Volveos, volveos de vuestros caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de
Israel? 12Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo:
La justicia del justo no lo librará el día que se rebelare; y la impiedad del
impío no le será estorbo el día que se volviere de su impiedad; y el justo no
podrá vivir por su justicia el día que pecare.13Diciendo yo
al justo: De cierto vivirás, y él confiado en su justicia hiciere iniquidad,
todas sus justicias no serán recordadas, sino que morirá por su iniquidad que
hizo. 14Y diciendo yo al impío: De cierto morirás; si él se
volviere de su pecado, e hiciere juicio y justicia,15si el impío
restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere robado, caminare en los
estatutos de la vida, no haciendo iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá.16No se le
recordará ninguno de sus pecados que había cometido; hizo según el derecho y la
justicia; vivirá ciertamente. 17Luego dirán
los hijos de tu pueblo: No es recto el camino del Señor. ¡El camino de ellos es
el que no es recto! 18Cuando el justo se apartare de su justicia, e
hiciere iniquidad, morirá por ello. 19Y cuando el
impío se apartare de su impiedad, e hiciere según el derecho y la justicia,
vivirá por ello.20Y dijisteis: No es recto el camino del Señor. Yo os
juzgaré, oh casa de Israel, a cada uno conforme a sus caminos. 21Y aconteció
en el año duodécimo de nuestro cautiverio, en el mes décimo, a los cinco del
mes, que vino a mí uno que había escapado de Jerusalén, diciendo: La ciudad ha
sido herida. 22Y la mano de Jehová había sido sobre mí la tarde
antes que viniese el que había escapado, y había abierto mi boca, hasta que
vino a mí por la mañana; y abrió mi boca, y ya no más estuve callado. 23Y vino a mí
palabra de Jehová, diciendo: 24Hijo de
hombre, los que habitan aquellos desiertos en la tierra de Israel, hablan
diciendo: Abraham era uno, y poseyó la tierra; pues nosotros somos muchos; a
nosotros es dada la tierra en posesión. 25Por tanto,
diles: Así dice Jehová el Señor: ¿Coméis con sangre, y a vuestros ídolos alzáis
vuestros ojos, y sangre derramáis, y poseeréis vosotros la tierra? 26Estáis sobre
vuestras espadas, hacéis abominación y contamináis cada cual a la esposa de su
prójimo, ¿y habréis de poseer la tierra? 27Les dirás
así: Así dice Jehová el Señor: Vivo yo, que los que están en aquellos
asolamientos caerán a espada, y al que está sobre la faz del campo entregaré a
las fieras para que lo devoren; y los que están en las fortalezas y en las
cuevas, de pestilencia morirán. 28Y pondré la
tierra en desierto y en soledad, y cesará la soberbia de su fortaleza; y los
montes de Israel serán asolados, que no habrá quien pase. 29Y sabrán que
yo soy Jehová, cuando pusiere la tierra en soledad y desierto, por todas las
abominaciones que han hecho. 30Y tú, hijo de
hombre, los hijos de tu pueblo se mofan de ti junto a las paredes y a las
puertas de las casas, y habla el uno con el otro, cada uno con su hermano,
diciendo: Venid ahora, y oíd qué palabra viene de Jehová. 31Y vendrán a
ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti como mi pueblo, y oirán tus
palabras, y no las pondrán por obra; porque con su boca muestran mucho amor,
pero su corazón va en pos de su avaricia. 32Y he aquí que
tú eres a ellos como cantor de amores, agradable de voz y que toca bien un
instrumento; oyen tus palabras, pero no las ponen por obra. 33Pero cuando
esto sucediere he aquí, viene, sabrán que hubo profeta entre ellos.
EZEQUIEL 34
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de
hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y diles a los pastores:
Así dice Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí
mismos! ¿No deben los pastores apacentar los rebaños? 3Coméis la
grosura, y os vestís de la lana; la engordada degolláis, pero no apacentáis las
ovejas. 4No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la
enferma; no vendasteis la perniquebrada, no hicisteis volver la descarriada, ni
buscasteis la perdida; sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con
violencia; 5Y ellas fueron dispersadas por falta de pastor; y
fueron para ser comidas de toda bestia del campo, y fueron dispersadas. 6Y anduvieron
perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado alto; y por toda la
faz de la tierra fueron dispersadas mis ovejas, y no hubo quien las buscase ni
preguntase por ellas. 7Por tanto, pastores, oíd palabra de Jehová: 8Vivo yo, dice
Jehová el Señor, que por cuanto mi rebaño ha venido a ser por presa, y por
falta de pastor mis ovejas han venido a ser por comida a todas las fieras del
campo; y mis pastores no buscaron mis ovejas, sino que los pastores se
apacentaron a sí mismos, y no apacentaron mis ovejas; 9Por tanto, oh
pastores, oíd palabra de Jehová: 10Así dice
Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra los pastores; y requeriré mis ovejas
de su mano, y les haré dejar de apacentar las ovejas; ni los pastores se
apacentarán más a sí mismos; pues yo libraré mis ovejas de sus bocas, y no les
serán más por comida. 11Porque así dice Jehová el Señor: He aquí, yo mismo
iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré. 12Como reconoce
su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así
reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron
esparcidas el día del nublado y de la oscuridad. 13Y yo las
sacaré de los pueblos, y las juntaré de las tierras; y las traeré a su propia
tierra, y las apacentaré en los montes de Israel por las riberas, y en todos
los lugares habitados del país. 14En buenos
pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel estará su aprisco; allí
dormirán en buen redil, y en delicados pastos serán apacentadas sobre los
montes de Israel. 15Yo apacentaré mis ovejas, y yo les haré descansar,
dice Jehová el Señor. 16Yo buscaré la perdida, y haré volver la
descarriada, y vendaré la perniquebrada, y fortaleceré a la enferma. Mas destruiré
a la engordada y a la fuerte. Yo las apacentaré con justicia. 17Mas vosotras,
ovejas mías, así dice Jehová el Señor: He aquí yo juzgo entre oveja y oveja,
entre carneros y machos cabríos. 18¿Os es poco
que comáis los buenos pastos, sino que holláis con vuestros pies lo que de
vuestros pastos queda; y que después de beber las aguas profundas, enturbiáis
además con vuestros pies las que quedan? 19Y mis ovejas
comen lo hollado de vuestros pies, y beben lo que con vuestros pies habéis
enturbiado. 20Por tanto, así les dice Jehová el Señor: He aquí,
yo, yo juzgaré entre la oveja engordada y la oveja flaca, 21por cuanto
empujasteis con el costado y con el hombro, y acorneasteis con vuestros cuernos
a todas las débiles, hasta que las esparcisteis lejos. 22Yo salvaré a
mis ovejas, y nunca más serán por rapiña; y juzgaré entre oveja y oveja. 23Y levantaré
sobre ellas a un pastor, y Él las apacentará; a mi siervo David; Él las
apacentará, y Él será su pastor. 24Yo Jehová
seré su Dios, y mi siervo David será príncipe en medio de ellos. Yo Jehová he
hablado. 25Y estableceré con ellos pacto de paz, y haré cesar
de la tierra las malas bestias; y habitarán en el desierto seguramente, y
dormirán en los bosques. 26Y haré a ellos y a los alrededores de mi collado una
bendición; y haré descender la lluvia en su tiempo, lluvias de bendición
serán. 27Y el árbol del campo dará su fruto, y la tierra
dará su fruto, y estarán a salvo sobre su tierra; y sabrán que yo soy Jehová,
cuando yo haya quebrado las coyundas de su yugo, y los haya librado de mano de
los que se sirven de ellos. 28Y no serán
más por presa a las naciones, ni las fieras de la tierra los devorarán; sino
que habitarán seguros, y no habrá quien los espante. 29Y levantaré
para ellos una planta de renombre, y no serán ya más consumidos de hambre en la
tierra, ni ya más serán avergonzados por las naciones. 30Y sabrán que
yo Jehová su Dios soy con ellos, y ellos son mi pueblo, la casa de Israel, dice
Jehová el Señor. 31Y vosotras, ovejas mías, ovejas de mi prado,
hombres sois, y yo vuestro Dios, dice Jehová el Señor.
EZEQUIEL 35
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de
hombre, pon tu rostro hacia el monte de Seir, y profetiza contra él, 3y dile: Así
dice Jehová el Señor: He aquí estoy yo contra ti, oh monte de Seir, y extenderé
mi mano contra ti, y te convertiré en desolación y en soledad. 4A tus
ciudades asolaré, y tú serás asolado; y sabrás que yo soy Jehová. 5Por cuanto
tuviste enemistad perpetua, y derramaste la sangre de los hijos de Israel con
el poder de la espada en el tiempo de su aflicción, en el tiempo extremadamente
malo; 6por tanto, vivo yo, dice Jehová el Señor, que a
sangre te destinaré, y sangre te perseguirá; y porque la sangre no aborreciste,
sangre te perseguirá. 7Y convertiré al monte de Seir en desolación y en
soledad, y cortaré de él al que pasa y al que vuelve. 8Y llenaré sus
montes de sus muertos; en tus collados y en tus valles y en todos tus arroyos
ellos caerán muertos a espada. 9Yo te pondré
en asolamientos perpetuos, y tus ciudades nunca más se restaurarán; y sabréis
que yo soy Jehová. 10Por cuanto dijiste: Estas dos naciones y estas dos
tierras serán mías, y las poseeremos, aunque Jehová esté allí. 11Por tanto,
vivo yo, dice Jehová el Señor, yo haré conforme a tu ira, y conforme a tu celo
con que procediste, a causa de tus enemistades con ellos: y seré conocido en
ellos, cuando te haya juzgado. 12Y sabrás que
yo Jehová he oído todas tus injurias que proferiste contra los montes de
Israel, diciendo: Destruidos son, nos han sido dados para que los
devoremos. 13Y os engrandecisteis contra mí con vuestra boca, y
multiplicasteis contra mí vuestras palabras. Yo lo oí. 14Así dice
Jehová el Señor: Para que se alegre toda la tierra, yo te haré una desolación.15Como te
alegraste sobre la heredad de la casa de Israel, porque fue asolada, así te
haré a ti; asolado será el monte de Seir, y toda Idumea, toda ella; y sabrán
que yo soy Jehová.
EZEQUIEL 36
1Y tú, hijo de hombre, profetiza a los montes de
Israel, y di: Montes de Israel, oíd palabra de Jehová:2Así dice
Jehová el Señor: Por cuanto el enemigo dijo sobre vosotros: ¡Ea! también las
alturas perpetuas nos han sido dadas por heredad. 3Profetiza por
tanto, y di: Así dice Jehová el Señor: Por cuanto os desolaron y os tragaron de
todas partes, para que fueseis heredad a las otras naciones, y se os ha hecho
caer en boca de habladores, y ser el oprobio de los pueblos, 4por tanto,
montes de Israel, oíd palabra de Jehová el Señor: Así dice Jehová el Señor a
los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles, a las ruinas y
asolamientos, y a las ciudades desamparadas, que fueron puestas por presa y
escarnio al resto de las naciones alrededor; 5por eso, así
dice Jehová el Señor: He hablado por cierto en el fuego de mi celo contra las
demás naciones, y contra toda Idumea, que se adjudicaron mi tierra por heredad
con alegría de todo corazón, con enconamiento de ánimo, para arrojarla por
presa.6Por tanto, profetiza acerca de la tierra de Israel,
y di a los montes y a los collados, y a los arroyos y a los valles: Así dice
Jehová el Señor: He aquí, en mi celo y en mi furor he hablado, porque habéis
llevado el oprobio de las naciones. 7Por lo cual
así dice Jehová el Señor: Yo he alzado mi mano, he jurado que las naciones que
están a vuestro alrededor han de llevar su afrenta. 8Mas vosotros,
oh montes de Israel, daréis vuestras ramas, y llevaréis vuestro fruto a mi
pueblo Israel; porque cerca están para venir. 9Porque he
aquí, yo estoy por vosotros, y a vosotros me volveré, y seréis labrados y
sembrados. 10Y haré multiplicar sobre vosotros hombres, a toda
la casa de Israel, toda ella; y las ciudades serán habitadas, y las ruinas
serán edificadas. 11Y multiplicaré sobre vosotros hombres y bestias, y
serán multiplicados y crecerán; y os haré morar como solíais antiguamente, y os
haré mayor bien que en vuestros principios; y sabréis que yo soy Jehová. 12Y haré andar
hombres sobre vosotros, a mi pueblo Israel; y te poseerán, y les serás por
heredad, y nunca más les privarás de varones. 13Así dice
Jehová el Señor: Por cuanto dicen de vosotros: Tú has sido devoradora de
hombres, y has privado de los hijos a tu nación;14por tanto, ya
no devorarás hombres, y nunca más privarás de hijos a tu nación, dice Jehová el
Señor.15Y nunca más te haré oír injuria de naciones, ni más
llevarás el oprobio de pueblos, ni harás más morir a los hijos de tu nación,
dice Jehová el Señor. 16Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 17Hijo de
hombre, morando en su tierra la casa de Israel, la contaminaron con sus caminos
y con sus obras; como inmundicia de menstruosa fue su camino delante de
mí. 18Y derramé mi ira sobre ellos por la sangre que
derramaron sobre la tierra; porque con sus ídolos la contaminaron. 19Y los esparcí
por las naciones, y fueron dispersados por las tierras; conforme a sus caminos
y conforme a sus obras los juzgué. 20Y entrados a
las naciones a donde fueron, profanaron mi santo nombre, diciéndose de ellos:
Éstos son el pueblo de Jehová, y de la tierra de Él han salido. 21Pero he
tenido compasión por causa de mi santo nombre, el cual profanó la casa de
Israel entre las naciones adonde fueron. 22Por tanto, di
a la casa de Israel: Así dice Jehová el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa
de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros
entre las naciones adonde habéis llegado. 23Y santificaré
mi grande nombre, el cual fue profanado entre las naciones, el cual
profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán las naciones que yo soy
Jehová, dice Jehová el Señor, cuando yo sea santificado en vosotros delante de
sus ojos. 24Y yo os tomaré de las naciones, y os reuniré de
todas las tierras, y os traeré a vuestro país. 25Y rociaré
sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y
de todos vuestros ídolos os limpiaré. 26Y os daré
corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra
carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. 27Y pondré
dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis mandamientos, y
guardéis mis decretos y los pongáis por obra. 28Y habitaréis
en la tierra que di a vuestros padres; y vosotros seréis mi pueblo, y yo seré
vuestro Dios.29Y os libraré de todas vuestras inmundicias; y
llamaré al trigo, y lo multiplicaré, y no os daré hambre.30Multiplicaré asimismo
el fruto de los árboles, y el fruto de los campos, para que nunca más recibáis
oprobio de hambre entre las naciones. 31Y os
acordaréis de vuestros malos caminos, y de vuestras obras que no fueron buenas;
y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestras iniquidades, y por vuestras
abominaciones. 32No lo hago por vosotros, dice Jehová el Señor,
sabedlo bien. Avergonzaos y confundíos de vuestros caminos, casa de Israel.33Así dice
Jehová el Señor: El día que os limpie de todas vuestras iniquidades, haré
también que habitéis las ciudades, y las ruinas serán edificadas. 34Y la tierra
asolada será labrada, en lugar de haber permanecido asolada a la vista de todos
los que pasaron. 35Y dirán: Esta tierra que estaba asolada ha venido a
ser como el huerto del Edén; y las ciudades que estaban desiertas y asoladas y
arruinadas, están fortificadas y habitadas. 36Y las
naciones que queden en vuestros alrededores, sabrán que yo Jehová reedifiqué lo
que estaba derribado, y planté lo que estaba asolado. Yo Jehová he hablado, y
lo haré. 37Así dice Jehová el Señor: Aun seré consultado por
la casa de Israel, para hacerles esto; los multiplicaré con hombres como un
rebaño.38Como las ovejas consagradas, como las ovejas de
Jerusalén en sus fiestas solemnes, así las ciudades desiertas serán llenas de
rebaños de hombres; y sabrán que yo soy Jehová.
EZEQUIEL 37
1Y la mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el
Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un campo que estaba lleno de
huesos. 2Y me hizo pasar cerca de ellos por todo alrededor:
y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en
gran manera. 3Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y
dije: Señor Jehová, tú lo sabes.4Me dijo
entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de
Jehová. 5Así dice Jehová el Señor a estos huesos: He aquí,
yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. 6Y pondré
tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de
piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.7Profeticé,
pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí
un temblor, y los huesos se juntaron cada hueso a su hueso. 8Y miré, y he
aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de
ellos; pero no había en ellos espíritu. 9Y me dijo:
Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así dice
Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos
muertos, y vivirán. 10Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu
en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies, un ejército grande en
extremo. 11Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos
son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y
pereció nuestra esperanza, y somos del todo talados. 12Por tanto,
profetiza, y diles: Así dice Jehová el Señor: He aquí, yo abro vuestros
sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la
tierra de Israel. 13Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abriere
vuestros sepulcros, y os sacare de vuestras sepulturas, pueblo mío. 14Y pondré mi
Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y
sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová. 15Y vino a mí
palabra de Jehová, diciendo:16Tú, hijo de hombre, tómate ahora una vara, y
escribe en ella: Para Judá, y para los hijos de Israel sus compañeros. Toma
después otra vara, y escribe en ella: Para José, vara de Efraín, y para toda la
casa de Israel sus compañeros. 17Júntalos
luego el uno con el otro, para que sean uno solo, y serán uno solo en tu
mano. 18Y cuando te hablaren los hijos de tu pueblo,
diciendo: ¿No nos enseñarás qué te propones con eso?, 19diles: Así
dice Jehová el Señor: He aquí, yo tomo la vara de José que está en la mano de
Efraín, y a las tribus de Israel sus compañeros, y los pondré con él, con la
vara de Judá, y los haré una sola vara, y vendrán a ser uno en mi mano. 20Y las varas
sobre que escribieres, estarán en tu mano delante de sus ojos, 21y les dirás:
Así dice Jehová el Señor: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las
naciones a las que fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su
tierra; 22y los haré una nación en la tierra, en los montes de
Israel; y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni
nunca más serán divididos en dos reinos.23No se
contaminarán ya más con sus ídolos, ni con sus abominaciones, ni con ninguna de
sus transgresiones; y los salvaré de todas sus habitaciones en las cuales
pecaron, y los limpiaré; y ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios. 24Y mi siervo
David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un pastor. Andarán en mis
decretos y guardarán mis estatutos y los pondrán por obra. 25Y habitarán
en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres, en
ella habitarán ellos, y sus hijos, y los hijos de sus hijos para siempre; y mi
siervo David les será príncipe para siempre. 26Y haré con
ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré, y los
multiplicaré, y pondré mi santuario en medio de ellos para siempre. 27Y estará en
ellos mi tabernáculo, y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.28Y sabrán las
naciones que yo Jehová santifico a Israel, estando mi santuario en medio de
ellos para siempre.
EZEQUIEL 38
1Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de
hombre, pon tu rostro contra Gog en tierra de Magog, príncipe de la cabecera de
Mesec y Tubal, y profetiza contra él. 3Y di: Así
dice Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe de la
cabecera de Mesec y Tubal. 4Y yo te
quebrantaré, y pondré anzuelos en tus quijadas, y te sacaré a ti, y a todo tu
ejército, caballos y jinetes, todos ellos vestidos de toda armadura, gran
multitud con pavés y escudo, todos ellos empuñando espada. 5Persia, y
Etiopía, y Libia con ellos; todos ellos con escudo y yelmo; 6Gomer, y
todas sus tropas; la casa de Togarma, a los lados del norte, y todas sus
tropas; muchos pueblos contigo.7Prepárate y apercíbete, tú, y toda tu multitud que
se ha reunido a ti, y sé tú su guarda. 8De aquí a
muchos días serás visitado; al cabo de años vendrás a la tierra salvada de la
espada, recogida de muchos pueblos, a los montes de Israel, que siempre fueron
una desolación; pero fue sacada de las naciones, y todos ellos morarán
confiadamente. 9Y subirás tú, vendrás como tempestad; como nublado
para cubrir la tierra serás tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo.10Así dice
Jehová el Señor: Y será en aquel día, que subirán cosas a tu mente, y
concebirás mal pensamiento; 11y dirás:
Subiré contra tierra de aldeas indefensas, iré contra gentes tranquilas, que
habitan confiadamente; todos ellos habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni
puertas; 12para arrebatar despojos y para tomar presa; para
poner tu mano sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo
recogido de entre las naciones, que ha adquirido ganados y posesiones, que
habita en medio de la tierra. 13Seba, y
Dedán, y los mercaderes de Tarsis, y todos sus leoncillos, te dirán: ¿Has
venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu multitud para tomar presa, para
quitar plata y oro, para tomar ganados y posesiones, para tomar grandes
despojos?14Por tanto profetiza, hijo de hombre, y di a Gog:
Así dice Jehová el Señor: En aquel tiempo, cuando mi pueblo Israel habite
seguramente, ¿no lo sabrás tú?15Y vendrás de tu lugar, de las partes del norte, tú
y muchos pueblos contigo, todos ellos a caballo, gran multitud y poderoso
ejército: 16Y subirás contra mi pueblo Israel como nublado para
cubrir la tierra; será al cabo de los días; y te traeré sobre mi tierra, para
que las naciones me conozcan, cuando yo sea santificado en ti, oh Gog, delante
de sus ojos. 17Así dice Jehová el Señor: ¿No eres tú aquél de
quien hablé yo en tiempos pasados por mis siervos los profetas de Israel, los
cuales profetizaron en aquellos tiempos que yo te había de traer sobre
ellos? 18Y será en aquel tiempo, cuando vendrá Gog contra la
tierra de Israel, dice Jehová el Señor, que subirá mi ira en mi enojo.19Porque he
hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira: Que en aquel tiempo habrá gran
temblor sobre la tierra de Israel; 20que los peces
del mar, y las aves del cielo, y las bestias del campo, y todo reptil que se
arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la
tierra, temblarán a mi presencia; y se arruinarán los montes, y los vallados
caerán, y todo muro caerá a tierra. 21Y en todos
mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová el Señor; la espada de cada
cual será contra su hermano. 22Y yo haré
juicio contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre
sus tropas, y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y
piedras de granizo, fuego y azufre. 23Y seré
engrandecido y santificado, y seré conocido en ojos de muchas naciones; y
sabrán que yo soy Jehová.
EZEQUIEL 39
1Tú, pues, hijo de hombre, profetiza contra Gog, y
di: Así dice Jehová el Señor: He aquí yo contra ti, oh Gog, príncipe de la
cabecera de Mesec y Tubal: 2Y te
quebrantaré, y dejaré de ti sólo la sexta parte, y te haré subir de las partes
del norte, y te traeré sobre los montes de Israel; 3y romperé tu
arco de tu mano izquierda, y derribaré tus saetas de tu mano derecha.4Sobre los
montes de Israel caerás tú, y todas tus tropas, y los pueblos que fueron
contigo; a toda ave de rapiña de toda especie, y a las fieras del campo, te
daré por comida. 5Sobre la faz del campo caerás; porque yo he
hablado, dice Jehová el Señor. 6Y enviaré
fuego sobre Magog, y sobre los que moran seguros en las islas; y sabrán que yo
soy Jehová. 7Y haré notorio mi santo nombre en medio de mi
pueblo Israel, y nunca más dejaré profanar mi santo nombre; y sabrán las
naciones que yo soy Jehová, el Santo en Israel. 8He aquí, ha
venido, y se ha cumplido, dice Jehová el Señor; éste es el día del cual he
hablado.9Y los moradores de las ciudades de Israel saldrán,
y encenderán y quemarán las armas, escudos y paveses, arcos y saetas, dardos de
mano y lanzas; y las quemarán en fuego por siete años. 10Y no traerán
leña del campo, ni cortarán de los bosques, sino que quemarán las armas en el
fuego; y despojarán a sus despojadores, y robarán a los que los robaron, dice
Jehová el Señor. 11Y será en aquel tiempo, que yo daré a Gog lugar
para sepultura allí en Israel, el valle de los que pasan al oriente del mar, y
obstruirá el paso a los transeúntes, pues allí enterrarán a Gog y a toda su
multitud; y lo llamarán, el valle de Hamón-gog. 12Y la casa de
Israel los estará enterrando por siete meses, para limpiar la tierra: 13Todo el
pueblo de la tierra los enterrará; y será célebre para ellos el día que yo sea
glorificado, dice Jehová el Señor. 14Y tomarán
hombres a jornal, que vayan por el país con los que viajen, para enterrar a los
que queden sobre la faz de la tierra, a fin de limpiarla; al cabo de siete
meses harán el reconocimiento. 15Y pasarán los
que irán por el país, y el que viere los huesos de algún hombre, pondrá junto a
ellos una señal, hasta que los entierren los sepultureros en el valle de
Hamón-gog.16Y también el nombre de la ciudad será Hamona; y
limpiarán la tierra. 17Y tú, hijo de hombre, así dice Jehová el Señor: Di
a todas las aves, y a toda bestia del campo: Juntaos, y venid; reuníos de todas
partes a mi víctima que sacrifico para vosotros, un sacrificio grande sobre los
montes de Israel, y comeréis carne y beberéis sangre. 18Comeréis
carne de poderosos, y beberéis la sangre de príncipes de la tierra; de
carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes, de toros, engordados todos
de Basán. 19Y comeréis gordura hasta saciaros y beberéis sangre
hasta embriagaros, de mis víctimas que yo sacrifiqué por vosotros. 20Y os
hartaréis sobre mi mesa, de caballos, y de jinetes fuertes, y de todos los
hombres de guerra, dice Jehová el Señor. 21Y pondré mi
gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que habré
hecho, y mi mano que sobre ellos puse. 22Y de aquel
día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy Jehová su Dios. 23Y sabrán las
naciones que la casa de Israel fue llevada cautiva por su pecado; por cuanto se
rebelaron contra mí, y yo escondí de ellos mi rostro, y los entregué en mano de
sus enemigos, y cayeron todos a espada.24Conforme a su
inmundicia y conforme a sus rebeliones hice con ellos; y de ellos escondí mi
rostro.25Por tanto, así dice Jehová el Señor: Ahora volveré
la cautividad de Jacob, y tendré misericordia de toda la casa de Israel, y me
mostraré celoso por mi santo nombre. 26Y ellos
sentirán su vergüenza, y toda su rebelión con que prevaricaron contra mí, cuando
habiten seguros en su tierra, sin que nadie los espante;27cuando los
haga volver de los pueblos, y los reúna de las tierras de sus enemigos, y sea
santificado en ellos ante los ojos de muchas naciones. 28Y sabrán que
yo soy Jehová su Dios, cuando después de que hice que fuesen llevados en
cautiverio entre las naciones, los reúna sobre su tierra, sin dejar allá a
ninguno de ellos. 29No esconderé más de ellos mi rostro; porque habré
derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice Jehová el Señor.
EZEQUIEL 40
1En el año veinticinco de nuestro cautiverio, al
principio del año, a los diez del mes, a los catorce años después que la ciudad
fue tomada, en aquel mismo día vino sobre mí la mano de Jehová, y me llevó
allá. 2En visiones de Dios me llevó a la tierra de Israel,
y me puso sobre un monte muy alto, sobre el cual había como la estructura de
una ciudad en el sur.3Y me llevó allí, y he aquí un varón, cuyo aspecto
era como aspecto de bronce, y tenía un cordel de lino en su mano, y una caña de
medir; y él estaba a la puerta.4Y me habló aquel varón, diciendo: Hijo de hombre,
mira con tus ojos, y oye con tus oídos, y pon tu corazón a todas las cosas que
te muestro; pues para que yo te las mostrase eres traído aquí. Declara todo lo
que ves a la casa de Israel. 5Y he aquí, un
muro fuera de la casa, alrededor; y la caña de medir que aquel varón tenía en
la mano, era de seis codos, de a codo y palmo menor; y midió la anchura del
edificio de una caña, y la altura, de otra caña. 6Después vino
a la puerta que daba hacia el oriente, y subió por sus gradas, y midió el poste
de la puerta, de una caña de ancho, y el otro poste de otra caña de
ancho. 7Y cada cámara tenía una caña de largo, y una caña
de ancho; y entre las cámaras había cinco codos de ancho; y cada poste de la
puerta junto a la entrada de la puerta por dentro, una caña. 8Midió
asimismo la entrada de la puerta por dentro, una caña. 9Midió luego
la entrada del portal, de ocho codos, y sus postes de dos codos; y la puerta
del portal estaba por dentro. 10Y la puerta
que daba hacia el oriente tenía tres cámaras a cada lado, las tres de una
medida; también de una medida los portales a cada lado. 11Y midió el
ancho de la entrada de la puerta, de diez codos; la longitud del portal de
trece codos. 12Y el espacio de delante de las cámaras, de un codo
a un lado, y de otro codo al otro lado; y cada cámara tenía seis codos de un
lado, y seis codos del otro lado.13Y midió la
puerta desde el techo de una cámara hasta el techo de la otra, veinticinco
codos de anchura, puerta contra puerta. 14E hizo los
postes de sesenta codos, cada poste del atrio y del portal por todo
alrededor. 15Y desde el frente de la puerta de la entrada hasta
el frente de la entrada de la puerta interior, cincuenta codos. 16Y había
ventanas estrechas en las cámaras, y en sus portales por dentro de la puerta
alrededor, y asimismo en los corredores; y las ventanas estaban alrededor por
dentro; y en cada poste había palmeras. 17Me llevó
luego al atrio exterior, y he aquí, había cámaras, y un enlosado hecho en
derredor del atrio; treinta cámaras había sobre el enlosado. 18Y el enlosado
a los lados de las puertas, en proporción a la longitud de los portales, era el
enlosado más bajo. 19Y midió la anchura desde el frente de la puerta de
abajo hasta el frente del atrio interior por fuera, de cien codos hacia el
oriente y el norte. 20Y de la puerta que estaba hacia el norte en el
atrio exterior, midió su longitud y su anchura. 21Y sus cámaras
eran tres de un lado, y tres del otro, y sus postes y sus arcos eran como la
medida de la puerta primera; cincuenta codos su longitud, y veinticinco su
anchura. 22Y sus ventanas, y sus arcos, y sus palmeras, eran
conforme a la medida de la puerta que estaba hacia el oriente; y subían a ella
por siete gradas; y delante de ellas estaban sus arcos. 23Y la puerta
del atrio interior estaba enfrente de la puerta al norte; y así al oriente; y
midió de puerta a puerta cien codos. 24Me llevó
después hacia el sur, y he aquí una puerta hacia el sur; y midió sus portales y
sus arcos conforme a estas medidas. 25Y tenía sus
ventanas y sus arcos alrededor, como las otras ventanas; la longitud era de
cincuenta codos, y la anchura de veinticinco codos. 26Y sus gradas
eran de siete escalones, con sus arcos delante de ellas; y tenía palmeras, una
de un lado, y otra del otro, en sus postes. 27Y había una
puerta que daba hacia el sur del atrio interior; y midió de puerta a puerta
hacia el sur cien codos. 28Me metió después en el atrio de adentro a la puerta
del sur, y midió la puerta del sur conforme a estas medidas. 29Y sus
cámaras, y sus postes y sus arcos, eran conforme a estas medidas; y tenía sus
ventanas y sus arcos alrededor; la longitud era de cincuenta codos, y de
veinticinco codos la anchura. 30Y los arcos
alrededor eran de veinticinco codos de largo, y cinco codos de ancho. 31Y sus arcos
caían afuera al atrio, con palmeras en sus postes; y sus gradas eran de ocho
escalones. 32Y me llevó al atrio interior hacia el oriente, y
midió la puerta conforme a estas medidas. 33Y eran sus
cámaras, y sus postes, y sus arcos, conforme a estas medidas; y tenía sus
ventanas y sus arcos alrededor; la longitud era de cincuenta codos, y la
anchura de veinticinco codos. 34Y sus arcos
caían hacia el atrio exterior, con palmeras en sus postes de un lado y otro; y
sus gradas eran de ocho escalones. 35Me llevó
luego a la puerta del norte, y midió conforme a estas medidas: 36Sus cámaras,
y sus postes, y sus arcos, y sus ventanas alrededor; la longitud era de
cincuenta codos, y de veinticinco codos el ancho. 37Y sus postes
caían hacia el atrio exterior, con palmeras a cada uno de sus postes de un lado
y otro; y sus gradas eran de ocho escalones. 38Y había allí
una cámara, y su puerta con postes de portales; allí lavaban el
holocausto. 39Y en la entrada de la puerta había dos mesas a un
lado, y otras dos al otro, para degollar sobre ellas el holocausto y la
expiación y el sacrificio por el pecado. 40Y por el lado
de fuera de las gradas, a la entrada de la puerta del norte, había dos mesas; y
al otro lado que estaba a la entrada de la puerta, dos mesas. 41Cuatro mesas
a un lado, y cuatro mesas al otro lado, junto a la puerta; ocho mesas, sobre
las cuales degollaban los sacrificios.42Y las cuatro
mesas para el holocausto eran de piedra labrada, de un codo y medio de longitud,
y codo y medio de ancho, y de altura de un codo; sobre éstas ponían los
instrumentos con que degollaban el holocausto y el sacrificio. 43Y adentro,
ganchos de un palmo menor, dispuestos en derredor; y sobre las mesas la carne
de las ofrendas. 44Y fuera de la puerta interior, en el atrio de
adentro que estaba al lado de la puerta del norte, estaban las cámaras de los
cantores, las cuales miraban hacia el sur; una estaba al lado de la puerta del
oriente que miraba hacia el norte.45Y me dijo:
Esta cámara que mira hacia el sur es de los sacerdotes que tienen la guarda del
templo. 46Y la cámara que mira hacia el norte es de los
sacerdotes que tienen la guarda del altar; éstos son los hijos de Sadoc, los
cuales son llamados de los hijos de Leví para ministrar a Jehová. 47Y midió el
atrio, cien codos de longitud, y la anchura de cien codos cuadrados; y el altar
estaba delante de la casa. 48Y me llevó al
pórtico del templo, y midió cada poste del pórtico, cinco codos de un lado, y
cinco codos de otro; y la anchura de la puerta tres codos de un lado, y tres
codos del otro. 49La longitud del pórtico veinte codos, y la anchura
once codos, al cual subían por gradas; y había columnas junto a los postes, una
de un lado, y otra de otro.
EZEQUIEL 41
1Me metió luego en el templo, y midió los postes,
siendo el ancho seis codos de un lado, y seis codos de otro, que era la anchura
del tabernáculo. 2Y la anchura de la puerta era de diez codos; y los
lados de la puerta, de cinco codos de un lado, y cinco de otro. Y midió su
longitud de cuarenta codos, y la anchura de veinte codos. 3Y pasó al
interior, y midió cada poste de la puerta de dos codos; y la puerta de seis
codos; y la anchura de la entrada de siete codos. 4Midió también
su longitud, de veinte codos, y la anchura de veinte codos, delante del templo;
y me dijo: Éste es el lugar santísimo. 5Después midió
el muro de la casa, de seis codos; y de cuatro codos la anchura de las cámaras,
en torno de la casa alrededor. 6Y las tres
cámaras laterales estaban sobrepuestas unas a otras, treinta por orden; y
entraban modillones en la pared de la casa alrededor, sobre los que las cámaras
estribasen, para que no estribasen en la pared de la casa. 7Y había mayor
anchura y espiral en las cámaras a lo más alto; la escalera de caracol de la
casa subía muy alto alrededor por dentro de la casa; por tanto la casa tenía
más anchura arriba; y de la cámara baja se subía a la cámara alta por la del
medio.8Y miré la altura de la casa alrededor; los
cimientos de las cámaras eran una caña entera de seis codos largos. 9Y la anchura
de la pared de afuera de las cámaras era de cinco codos, y el espacio que
quedaba de las cámaras de la casa por dentro. 10Y entre las
cámaras había anchura de veinte codos por todos lados alrededor de la casa. 11Y la puerta
de cada cámara salía al espacio que quedaba; una puerta hacia el norte, y otra
puerta hacia el sur; y la anchura del espacio que quedaba era de cinco codos
por todo alrededor. 12Y el edificio que estaba delante del área reservada
al final, hacia el occidente era de setenta codos; y la pared del edificio, de
cinco codos de anchura alrededor, y noventa codos de largo. 13Y midió la
casa, cien codos de largo; y el área reservada, y el edificio, y sus paredes,
de longitud de cien codos;14y la anchura de la delantera de la casa, y del área
reservada al oriente, de cien codos. 15Y midió la
longitud del edificio que estaba delante del área reservada que había detrás de
él, y las cámaras de un lado y otro, cien codos; y el templo de dentro, y los
portales del atrio. 16Los umbrales y las ventanas estrechas y las cámaras
alrededor de los tres pisos estaba todo cubierto de madera alrededor, desde el
suelo hasta las ventanas; y las ventanas también estaban cubiertas. 17Por encima de
la puerta, y hasta la casa de dentro, y de fuera, y por toda la pared en
derredor por dentro y por fuera, tomó medidas. 18Y estaba
labrada con querubines y palmeras; entre querubín y querubín una palmera; y
cada querubín tenía dos rostros. 19Un rostro de
hombre hacia la palmera de un lado, y un rostro de león hacia la palmera del
otro lado, por toda la casa alrededor. 20Desde el
suelo hasta encima de la puerta había querubines labrados y palmeras, por toda
la pared del templo. 21Cada poste del templo era cuadrado, y el frente del
santuario era como el otro frente. 22La altura del
altar de madera era de tres codos, y su longitud de dos codos; y sus esquinas,
y su superficie, y sus paredes, eran de madera. Y me dijo: Ésta es la mesa que
está delante de Jehová. 23Y el templo y el santuario tenían dos
puertas. 24Y en cada puerta había dos hojas, dos hojas que
giraban; dos hojas en una puerta, y otras dos en la otra. 25Y en las
puertas del templo había labrados de querubines y palmeras, como los que
estaban labrados en las paredes, y sobre la fachada del pórtico por fuera,
había unas vigas de madera.26Y había ventanas estrechas, y palmeras de uno y
otro lado, por los lados del pórtico, y sobre las cámaras laterales de la casa,
y por las vigas.
EZEQUIEL 42
1Me sacó luego al atrio de afuera hacia el norte, y
me llevó a la cámara que estaba delante del área reservada que quedaba enfrente
del edificio, hacia el norte. 2Por delante
de la puerta del norte su longitud era de cien codos, y la anchura de cincuenta
codos.3Frente a los veinte codos que había en el atrio de
adentro, y enfrente del enlosado que había en el atrio exterior, estaban las
cámaras, las unas enfrente de las otras en tres pisos. 4Y delante de
las cámaras había un corredor de diez codos de ancho hacia adentro, con una vía
de un codo; y sus puertas daban hacia el norte.5Y las cámaras
más altas eran más estrechas; porque las galerías quitaban de ellas más que de
las bajas y de las de en medio del edificio. 6Porque
estaban en tres pisos, y no tenían columnas como las columnas de los atrios:
por tanto, eran más estrechas que las de abajo y las del medio desde el
suelo. 7Y el muro que estaba afuera enfrente de las
cámaras, hacia el atrio exterior enfrente de las cámaras, tenía cincuenta codos
de largo. 8Porque la longitud de las cámaras del atrio de
afuera era de cincuenta codos; y delante de la fachada del templo había cien
codos. 9Y debajo de las cámaras estaba la entrada al lado
oriental, para entrar en él desde el atrio de afuera. 10A lo largo
del muro del atrio, hacia el oriente, enfrente del área reservada, y delante
del edificio, había cámaras. 11Y el corredor
que había delante de ellas era semejante al de las cámaras que estaban hacia el
norte, conforme a su longitud, asimismo su anchura, y todas sus salidas;
conforme a sus puertas, y conforme a sus entradas.12Y conforme a
las puertas de las cámaras que estaban hacia el sur, había una puerta al
comienzo del corredor, del corredor frente al muro hacia el oriente a los que
entran. 13Y me dijo: Las cámaras del norte y las del sur, que
están delante del área reservada, son cámaras santas, en las cuales los
sacerdotes que se acercan a Jehová comerán las cosas santísimas; allí pondrán
las ofrendas santas, el presente, y la expiación, y el sacrificio por el
pecado; porque el lugar es santo. 14Cuando los
sacerdotes entren, no saldrán del lugar santo al atrio de afuera, sino que allí
dejarán sus vestimentas con que ministran, porque son santas; y se vestirán
otras vestiduras, y así se acercarán a lo que es del pueblo. 15Y luego que
acabó las medidas de la casa de adentro, me sacó por el camino de la puerta que
miraba hacia el oriente, y lo midió todo alrededor. 16Midió el lado
oriental con la caña de medir, quinientas cañas de la caña de medir en
derredor. 17Midió al lado del norte, quinientas cañas de la
caña de medir alrededor. 18Midió al lado del sur, quinientas cañas de la caña
de medir.19Rodeó al lado del occidente, y midió quinientas
cañas de la caña de medir. 20A los cuatro
lados lo midió; tenía un muro todo alrededor de quinientas cañas de longitud, y
quinientas cañas de anchura, para hacer separación entre el santuario y el
lugar profano.
EZEQUIEL 43
1Luego me llevó a la puerta, a la puerta que mira
hacia el oriente; 2y he aquí la gloria del Dios de Israel, que venía
del oriente; y su voz era como el sonido de muchas aguas, y la tierra
resplandecía a causa de su gloria. 3Y el aspecto
de la visión que vi era como aquella visión que vi cuando vine para destruir la
ciudad; y las visiones eran como la visión que vi junto al río de Quebar; y caí
sobre mi rostro.4Y la gloria de Jehová entró en la casa por la vía
de la puerta que daba hacia el oriente. 5Y me alzó el
Espíritu, y me metió en el atrio de adentro; y he aquí que la gloria de Jehová
llenó la casa. 6Y oí a uno que me hablaba desde la casa; y el varón
estaba junto a mí, 7y me dijo: Hijo de hombre, éste es el lugar de mi
trono, y el lugar de las plantas de mis pies, en el cual habitaré en medio de
los hijos de Israel para siempre; y nunca más profanará la casa de Israel mi
santo nombre, ni ellos ni sus reyes, con sus fornicaciones, ni con los cuerpos
muertos de sus reyes en sus lugares altos. 8Porque al
poner ellos su umbral junto a mi umbral, y su poste junto a mi poste, y sólo
una pared entre ellos y yo, así han contaminado mi santo nombre con las
abominaciones que han hecho; por tanto los consumí en mi furor. 9Ahora, que
echen lejos de mí su fornicación, y los cuerpos muertos de sus reyes, y
habitaré en medio de ellos para siempre. 10Tú, hijo de
hombre, muestra a la casa de Israel esta casa, y avergüéncense de sus pecados,
y midan el diseño de ella. 11Y si se
avergonzaren de todo lo que han hecho, hazles entender la forma de la casa, y
su diseño, y sus salidas y sus entradas, y todas sus formas, y todas sus
descripciones, y todas sus configuraciones, y todas sus leyes; y descríbelo
delante de sus ojos, para que guarden toda su forma, y todas sus reglas, y las
pongan por obra. 12Ésta es la ley de la casa: Sobre la cumbre del
monte, todo su término alrededor será santísimo. He aquí que ésta es la ley de
la casa. 13Y éstas son las medidas del altar por codos cada
codo de un codo y un palmo menor. La base, de un codo, y de un codo el ancho; y
su remate por su borde alrededor, de un palmo menor. Éste será el podio del
altar. 14Y desde la base de sobre el suelo hasta el lugar de
abajo, dos codos, y la anchura de un codo; y desde el lugar menor hasta el
lugar mayor, cuatro codos, y la anchura de un codo.15Y el altar,
de cuatro codos, y encima del altar, cuatro cuernos. 16Y el altar
tenía doce codos de largo, y doce de ancho, cuadrado a sus cuatro lados.17Y el área, de
catorce codos de longitud y catorce de anchura en sus cuatro lados, y de medio
codo el borde alrededor; y la base de un codo por todos lados; y sus gradas
estaban al oriente. 18Y me dijo: Hijo de hombre, así dice Jehová el
Señor: Éstas son las ordenanzas del altar el día en que sea hecho, para ofrecer
sobre él holocausto, y para esparcir sobre él sangre. 19A los
sacerdotes levitas que son del linaje de Sadoc, que se acercan a mí para
ministrarme, dice Jehová el Señor, darás un becerro de la vacada para
expiación. 20Y tomarás de su sangre, y pondrás en los cuatro
cuernos del altar, y en las cuatro esquinas del descanso, y en el borde
alrededor; así lo limpiarás y purificarás. 21Tomarás luego
el becerro de la expiación, y lo quemarás conforme a la ley de la casa, fuera
del santuario. 22Y al segundo día ofrecerás un macho cabrío sin
defecto, para expiación; y purificarán el altar como lo purificaron con el
becerro. 23Cuando acabes de expiar, ofrecerás un becerro de la
vacada sin defecto, y un carnero sin tacha de la manada: 24Y los
ofrecerás delante de Jehová, y los sacerdotes echarán sal sobre ellos y los
ofrecerán en holocausto a Jehová. 25Por siete
días sacrificarán un macho cabrío cada día en expiación; asimismo sacrificarán
el becerro de la vacada y un carnero sin defecto del rebaño. 26Por siete
días harán expiación por el altar, y lo limpiarán, y así se consagrarán. 27Y acabados
estos días, del octavo día en adelante, los sacerdotes sacrificarán sobre el
altar vuestros holocaustos y vuestras ofrendas de paz; y me seréis aceptos,
dice Jehová el Señor.
EZEQUIEL 44
1Y me hizo volver hacia la puerta de afuera del
santuario, la cual mira hacia el oriente; y estaba cerrada. 2Y me dijo
Jehová: Esta puerta estará cerrada; no se abrirá, ni entrará por ella hombre,
porque Jehová Dios de Israel entró por ella; por tanto permanecerá
cerrada. 3Es para el príncipe; el príncipe, él se sentará en
ella para comer pan delante de Jehová; por el camino del vestíbulo de la puerta
entrará, y por el mismo camino saldrá. 4Y me llevó
hacia la puerta del norte por delante de la casa, y miré, y he aquí, la gloria
de Jehová había llenado la casa de Jehová; y caí sobre mi rostro. 5Y me dijo
Jehová: Hijo de hombre, pon tu corazón, y mira con tus ojos, y oye con tus
oídos todo lo que yo hablo contigo sobre todas las ordenanzas de la casa de
Jehová, y todas sus leyes; y pon tu corazón a las entradas de la casa, y a
todas las salidas del santuario. 6Y dirás a los
rebeldes, a la casa de Israel: Así dice Jehová el Señor: ¡Ya basta de todas
vuestras abominaciones, oh casa de Israel! 7De traer
extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de carne, para estar en
mi santuario, y para contaminar mi casa; de ofrecer mi pan, la grosura y la
sangre; y de invalidar mi pacto con todas vuestras abominaciones. 8Y no habéis
guardado las ordenanzas de mis cosas santas, sino que habéis puesto extranjeros
como guardas de mis ordenanzas en mi santuario. 9Así dice
Jehová el Señor: Ningún hijo de extranjero, incircunciso de corazón e
incircunciso de carne, entrará en mi santuario, de todos los hijos de
extranjeros que están entre los hijos de Israel. 10Y los levitas
que se apartaron lejos de mí cuando Israel de descarrrrió, el cual se alejó de
mí, yendo en pos de sus ídolos, llevarán su iniquidad. 11Y serán
ministros en mi santuario, porteros a las puertas de la casa, y sirvientes en
la casa; ellos matarán el holocausto y la víctima para el pueblo, y estarán
delante de ellos para servirles. 12Por cuanto
les sirvieron delante de sus ídolos, y fueron a la casa de Israel por
tropezadero de maldad; por tanto, he alzado mi mano contra ellos, y llevarán su
iniquidad, dice Jehová el Señor. 13No se
acercarán a mí para servirme como sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis
cosas santas en el lugar santísimo; sino que llevarán su vergüenza, y las
abominaciones que hicieron. 14Los pondré,
pues, por guardas de las ordenanzas del templo para todo su servicio, y para
todo lo que en él hubiere de hacerse.15Mas los
sacerdotes levitas, hijos de Sadoc, que guardaron el ordenamiento de mi
santuario, cuando los hijos de Israel se desviaron de mí, ellos se acercarán a
mí para ministrarme, y estarán delante de mí para ofrecerme la grosura y la sangre,
dice Jehová el Señor. 16Ellos entrarán en mi santuario, y se acercarán a mi
mesa para servirme, y guardarán mis ordenanzas. 17Y será que
cuando entraren por las puertas del atrio interior, se vestirán de vestiduras
de lino; no llevarán sobre ellos lana, cuando ministraren en las puertas del
atrio de adentro y en el templo.18Mitras de
lino tendrán sobre sus cabezas, y calzoncillos de lino en sus lomos; no se
ceñirán nada que los haga sudar. 19Y cuando
salgan al atrio exterior, al atrio de afuera, al pueblo, se despojarán de sus
vestiduras con que ministraron, y las dejarán en las cámaras del santuario, y
se vestirán de otras vestimentas; para no santificar al pueblo con sus
vestiduras. 20Y no raparán su cabeza, ni dejarán crecer su
cabello; sólo se recortarán el pelo de su cabeza. 21Y ninguno de
los sacerdotes beberá vino cuando haya de entrar en el atrio interior. 22Ni viuda ni
repudiada tomarán por esposa; sino que tomarán vírgenes del linaje de la casa
de Israel, o viuda que fuere viuda de sacerdote. 23Y enseñarán a
mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a
discernir entre lo limpio y lo no limpio.24Y en el
pleito ellos estarán para juzgar; conforme a mis derechos juzgarán; y mis leyes
y mis decretos guardarán en todas mis fiestas solemnes, y santificarán mis
sábados. 25Y a hombre muerto no entrarán para contaminarse;
mas por padre, o madre, o hijo, o hija, hermano o hermana que no haya tenido
marido, sí podrán contaminarse. 26Y después de
su purificación, le contarán siete días. 27Y el día que
entrare al santuario, al atrio de adentro, para ministrar en el santuario,
ofrecerá su expiación, dice Jehová el Señor. 28Y será a
ellos por heredad; Yo seré su heredad; y no les daréis posesión en Israel: Yo
soy su posesión. 29Comerán la ofrenda y la expiación y el sacrificio
por el pecado; y toda cosa consagrada en Israel, será de ellos. 30Y las
primicias de todos los primeros frutos de todo, y toda ofrenda de todo lo que
se ofreciere de todas vuestras ofrendas, será de los sacerdotes; daréis
asimismo las primicias de todas vuestras masas al sacerdote, para que haga
reposar la bendición en vuestras casas. 31Ninguna cosa
mortecina, ni desgarrada, así de aves como de animales, comerán los sacerdotes.
EZEQUIEL 45
1Y cuando repartáis por suertes la tierra en
heredad, consagraréis para Jehová una porción de la tierra, de longitud de
veinticinco mil cañas y diez mil de ancho; esto será santificado en todo su
término alrededor.2De esto serán para el santuario quinientas cañas de
longitud, y quinientas de ancho, en cuadro alrededor; y cincuenta codos en
derredor para sus ejidos. 3Y de esta medida medirás en longitud veinticinco
mil cañas, y en anchura diez mil, en lo cual estará el santuario y el lugar
santísimo. 4Lo consagrado de esta tierra será para los
sacerdotes, ministros del santuario, que se acercan para ministrar a Jehová; y
servirá de lugar para sus casas, y como lugar santo para el santuario.5Asimismo
veinticinco mil de longitud, y diez mil de anchura, lo cual será para los
levitas ministros de la casa, por su posesión, con veinte cámaras. 6Y para la
posesión de la ciudad daréis cinco mil de anchura y veinticinco mil de
longitud, delante de lo que se apartó para el santuario; será para toda la casa
de Israel. 7Y la parte del príncipe estará junto a lo que se
apartó para el santuario, de uno y otro lado, y junto a la posesión de la
ciudad, delante de lo que se apartó para el santuario, y delante de la posesión
de la ciudad, desde el extremo occidental hacia el occidente, hasta el extremo
oriental hacia el oriente; y su longitud será de una parte a la otra, desde el
límite del occidente hasta el límite del oriente. 8Esta tierra
tendrá por posesión en Israel; y mis príncipes nunca más oprimirán a mi pueblo;
y darán la tierra a la casa de Israel por sus tribus. 9Así dice
Jehová el Señor: ¡Basta ya, oh príncipes de Israel! Dejad la violencia y la
rapiña; haced juicio y justicia; quitad vuestras imposiciones de sobre mi
pueblo, dice el Señor Jehová. 10Balanza
justa, efa justo, y bato justo, tendréis. 11El efa y el
bato serán de una misma medida; que el bato tenga la décima parte del homer, y
la décima parte del homer el efa; la medida de ellos será según el homer. 12Y el siclo
será de veinte geras. Veinte siclos, con veinticinco siclos, y quince siclos,
os serán una mina. 13Ésta es la ofrenda que ofreceréis: la sexta parte
de un efa de homer del trigo, y la sexta parte de un efa de homer de la cebada.14En cuanto a
la ordenanza del aceite: ofreceréis un bato de aceite, que es la décima parte
de un coro; que es un homer de diez batos porque diez batos son un homer. 15Y una cordera
del rebaño de doscientas, de los delicados pastos de Israel, para sacrificio, y
para holocausto y para ofrendas de paz, para expiación por ellos, dice Jehová
el Señor. 16Todo el pueblo de la tierra dará esta ofrenda para
el príncipe de Israel. 17Mas del príncipe será el dar el holocausto, y el
sacrificio, y la libación, en las fiestas solemnes, y en las lunas nuevas, y en
los sábados, y en todas las fiestas de la casa de Israel; él dispondrá la
expiación, la ofrenda, el holocausto y las ofrendas de paz, para hacer
expiación por la casa de Israel. 18Así dice
Jehová el Señor: El mes primero, el primer día del mes, tomarás un becerro sin
defecto de la vacada, y purificarás el santuario. 19Y el
sacerdote tomará de la sangre de la expiación, y pondrá sobre los postes de la
casa, y sobre los cuatro ángulos del descanso del altar, y sobre los postes de
las puertas del atrio interior. 20Así harás el
séptimo día del mes por el que peca por error o por engaño; y harás expiación
por la casa. 21El mes primero, a los catorce días del mes,
tendréis la pascua, fiesta de siete días; se comerá pan sin levadura. 22Y aquel día
el príncipe sacrificará por sí mismo y por todo el pueblo de la tierra, un
becerro por el pecado. 23Y en los siete días de la fiesta solemne hará
holocausto a Jehová, siete becerros y siete carneros sin defecto, cada día de
los siete días; y por el pecado un macho cabrío cada día.24Y con cada
becerro ofrecerá presente de un efa, y con cada carnero un efa; y por cada efa
un hin de aceite. 25En el mes séptimo, a los quince del mes, en la
fiesta, hará como en estos siete días, en cuanto a la expiación, en cuanto al
holocausto, en cuanto a la ofrenda y en cuanto al aceite.
EZEQUIEL 46
1Así dice Jehová el Señor: La puerta del atrio
interior que mira al oriente, estará cerrada los seis días de trabajo, y el día
del sábado se abrirá; se abrirá también el día de la luna nueva. 2Y el príncipe
entrará por el camino del portal de la puerta exterior, y estará de pie junto
al umbral de la puerta, mientras los sacerdotes harán su holocausto y sus
ofrendas de paz, y adorará a la entrada de la puerta; después saldrá; mas no se
cerrará la puerta hasta la tarde. 3Asimismo
adorará el pueblo de la tierra delante de Jehová, a la entrada de la puerta, en
los sábados y en las lunas nuevas. 4Y el
holocausto que el príncipe ofrecerá a Jehová el día del sábado, será de seis
corderos sin defecto, y un carnero sin tacha; 5y por ofrenda
un efa con cada carnero; y con cada cordero una ofrenda, según sus
posibilidades, y un hin de aceite con el efa. 6Mas el día de
la luna nueva, ofrecerá un becerro sin defecto de la vacada, y seis corderos, y
un carnero; deberán ser sin defecto. 7Y hará
ofrenda de un efa con el becerro, y un efa con cada carnero; mas con los
corderos, según sus posibilidades; y un hin de aceite por cada efa. 8Y cuando el
príncipe entrare, entrará por el camino del portal de la puerta, y por el mismo
camino saldrá. 9Mas cuando el pueblo de la tierra entrare delante
de Jehová en las fiestas, el que entrare por la puerta del norte, saldrá por la
puerta del sur; y el que entrare por la puerta del sur, saldrá por la puerta
del norte; no volverá por la puerta por donde entró, sino que saldrá por la de
enfrente de ella. 10Y el príncipe, cuando ellos entraren, entrará en
medio de ellos; y cuando ellos salieren, él saldrá. 11Y en las
fiestas y en las solemnidades será la ofrenda un efa con cada becerro, y un efa
con cada carnero; y con los corderos, según sus posibilidades; y un hin de
aceite con cada efa. 12Mas cuando el príncipe libremente hiciere
holocausto u ofrendas de paz a Jehová, le abrirán la puerta que mira al
oriente, y hará su holocausto y sus ofrendas de paz, como hace en el día del
sábado; y luego saldrá; y cerrarán la puerta después que saliere. 13Y
sacrificarás para Jehová cada día en holocausto un cordero de un año sin
defecto, cada mañana lo sacrificarás. 14Y con él
harás todas las mañanas ofrenda de la sexta parte de un efa, y la tercera parte
de un hin de aceite para mezclar con la flor de harina; ofrenda para Jehová
continuamente, por estatuto perpetuo. 15Ofrecerán,
pues, el cordero, y la ofrenda y el aceite, todas las mañanas en holocausto
continuo. 16Así dice Jehová el Señor: Si el príncipe diere
algún don de su heredad a alguno de sus hijos, será de ellos; posesión de ellos
será por herencia. 17Mas si de su heredad diere presente a alguno de sus
siervos, será de él hasta el año del jubileo, y volverá al príncipe; mas su
herencia será de sus hijos. 18Y el príncipe
no tomará nada de la herencia del pueblo, para no defraudarlos de su posesión;
de lo que él posee dará herencia a sus hijos; para que mi pueblo no sea echado
cada uno de su posesión. 19Me metió después por la entrada que estaba hacia la
puerta, a las cámaras santas de los sacerdotes, las cuales miraban al norte, y
vi que había allí un lugar a los lados del occidente. 20Y me dijo:
Éste es el lugar donde los sacerdotes cocerán el sacrificio por el pecado y la
expiación; allí cocerán la ofrenda, para no sacarla al atrio exterior para
santificar al pueblo. 21Luego me sacó al atrio exterior, y me llevó por los
cuatro rincones del atrio; y en cada rincón había un patio. 22En los cuatro
ángulos del atrio había patios unidos de cuarenta codos de longitud, y treinta
de anchura; los cuatro ángulos tenían una misma medida. 23Y había una
pared alrededor de ellos, alrededor de los cuatro, y fogones hechos abajo de
las paredes de alrededor. 24Y me dijo: Éstos son los aposentos de los
cocineros, donde los servidores de la casa cocerán el sacrificio del pueblo.
EZEQUIEL 47
1Me hizo volver luego a la entrada de la casa; y he
aquí aguas que salían de debajo del umbral de la casa hacia el oriente; porque
la fachada de la casa estaba al oriente: y las aguas descendían de debajo,
hacia el lado derecho de la casa, al sur del altar. 2Y me sacó por
el camino de la puerta del norte, y me hizo rodear por el camino exterior,
fuera de la puerta, al camino de la que mira al oriente; y he aquí que las
aguas salían del lado derecho. 3Y saliendo el
varón hacia el oriente, tenía un cordel en su mano; y midió mil codos, y me
hizo pasar por las aguas hasta los tobillos. 4Y midió otros
mil, y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas. Midió luego otros mil, y
me hizo pasar por las aguas hasta los lomos. 5Y midió otros
mil, y era ya un río que yo no podía pasar; porque las aguas habían crecido,
aguas para nadar, y el río no se podía pasar. 6Y me dijo:
¿Has visto, hijo de hombre? Después me llevó, y me hizo volver por la ribera
del río. 7Y cuando volví, he aquí en la ribera del río había
muchísimos árboles a uno y otro lado. 8Y me dijo:
Estas aguas salen a la región del oriente, y descenderán a la llanura, y
entrarán en el mar; y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas. 9Y será que
toda alma viviente que nadare por dondequiera que entraren estos dos ríos,
vivirá; y habrá muchísimos peces por haber entrado allá estas aguas, y
recibirán sanidad; y vivirá todo lo que entrare en este río. 10Y será que
junto a él estarán pescadores; y desde Engadi hasta Eneglaim será tendedero de
redes; en su especie será su pescado como el pescado del Mar Grande, mucho en
gran manera 11Sus pantanos y sus lagunas no se sanearán; quedarán
para salinas. 12Y junto al río, en su ribera de uno y otro lado,
crecerá todo árbol frutal; su hoja nunca caerá, ni faltará su fruto; a sus
meses madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para
comer, y su hoja para medicina. 13Así dice
Jehová el Señor: Éste será el término, en el cual recibiréis la tierra por
heredad entre las doce tribus de Israel; José tendrá dos partes. 14Y la
heredaréis así los unos como los otros; por ella alcé mi mano jurando que la
había de dar a vuestros padres; por tanto, esta tierra os será por
heredad. 15Y éste será el término de la tierra hacia el lado
del norte; desde el Mar Grande, camino de Hetlón viniendo a Sedad;16Hamat,
Berota, Sibrahim, que está entre el término de Damasco y el término de Hamat;
Hazar-haticón, que es el término de Haurán. 17Y será el
término del norte desde el mar de Hazar-enán al término de Damasco al norte, y
al término de Hamat al lado del norte. 18Al lado del
oriente, por medio de Haurán y de Damasco, y de Galaad, y de la tierra de
Israel, al Jordán; esto mediréis de término hasta el mar del oriente. 19Y al lado del
Neguev, hacia el sur, desde Tamar hasta las aguas de las rencillas; desde Cades
y el arroyo hasta el Mar Grande; y esto será el lado sur, hacia el
Neguev. 20Del lado del occidente el Mar Grande será el
término hasta enfrente de la entrada de Hamat; éste será el lado
occidental. 21Repartiréis, pues, esta tierra entre vosotros
conforme a las tribus de Israel. 22Y será que
echaréis sobre ella suertes por herencia para vosotros, y para los extranjeros
que peregrinan entre vosotros, que entre vosotros han engendrado hijos; y los
tendréis como naturales entre los hijos de Israel; echarán suertes con vosotros
para heredar entre las tribus de Israel. 23Y será que en
la tribu en que peregrinare el extranjero, allí le daréis su heredad, dice
Jehová el Señor.
EZEQUIEL 48
1Y éstos son los nombres de las tribus: Desde el
extremo norte por la vía de Hetlón viniendo a Hamat, Hazar-enán, al término de
Damasco, al norte, al término de Hamat; tendrá Dan una porción, desde el lado
oriental hasta el occidental. 2Y junto al
término de Dan, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, para Aser una
porción. 3Y junto al término de Aser, desde el lado oriental
hasta el lado del mar, Neftalí, otra. 4Y junto al
término de Neftalí, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, Manasés,
otra. 5Y junto al término de Manasés, desde el lado del
oriente hasta el lado del mar, Efraín, otra. 6Y junto al
término de Efraín, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, Rubén,
otra. 7Y junto al término de Rubén, desde el lado del
oriente hasta el lado del mar, Judá, otra. 8Y junto al
término de Judá, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, será la
suerte que apartaréis de veinticinco mil cañas de anchura, y de longitud como
cualquiera de las otras partes, desde el lado del oriente hasta el lado del
mar; y el santuario estará en medio de ella. 9La porción
que apartaréis para Jehová, será de longitud de veinticinco mil cañas, y de
diez mil de ancho. 10Y allí será la porción santa de los sacerdotes, de
veinticinco mil cañas al norte, y de diez mil de anchura al occidente, y de
diez mil de ancho al oriente, y de veinticinco mil de longitud al sur; y el
santuario de Jehová estará en medio de ella. 11Los
sacerdotes santificados de los hijos de Sadoc, que guardaron mi observancia,
que no erraron cuando erraron los hijos de Israel, como erraron los levitas,12tendrán como
parte santísima, la porción de la tierra reservada, junto al término de los
levitas. 13Y la de los levitas, al lado del término de los
sacerdotes, será de veinticinco mil cañas de longitud, y de diez mil de
anchura; toda la longitud de veinticinco mil, y la anchura de diez mil. 14No venderán
de ello, ni lo permutarán, ni traspasarán las primicias de la tierra; porque es
cosa consagrada a Jehová. 15Y las cinco mil cañas de anchura que quedan de las
veinticinco mil, serán profanas, para la ciudad, para habitación y para ejido;
y la ciudad estará en medio. 16Y éstas serán
sus medidas: al lado del norte cuatro mil quinientas cañas, y al lado del sur
cuatro mil quinientas, y al lado del oriente cuatro mil quinientas, y al lado
del occidente cuatro mil quinientas. 17Y el ejido de
la ciudad será al norte de doscientas cincuenta cañas, y al sur de doscientas
cincuenta, y al oriente de doscientas cincuenta, y de doscientas cincuenta al
occidente.18Y lo que quedare de longitud delante de la porción
santa, diez mil cañas al oriente y diez mil al occidente, que será lo que
quedará de la porción santa, será para sembrar para los que sirven a la
ciudad. 19Y los que servirán a la ciudad, serán de todas las
tribus de Israel.20Toda la porción reservada de veinticinco mil cañas
por veinticinco mil en cuadro, apartaréis como porción para el santuario, y
para la posesión de la ciudad.21Y del príncipe será lo que quedare a uno y otro
lado de la porción santa, y de la posesión de la ciudad, esto es, delante de
las veinticinco mil cañas de la porción hasta el término oriental, y al
occidente delante de las veinticinco mil hasta el término occidental, delante
de las partes dichas será del príncipe; y porción santa será; y el santuario de
la casa estará en medio de ella.22Y desde la
posesión de los levitas, y desde la posesión de la ciudad, en medio estará lo
que pertenecerá al príncipe, entre el término de Judá y el término de Benjamín
estará la porción del príncipe.23En cuanto a las demás tribus, desde el lado del
oriente hasta el lado del mar, tendrá Benjamín una porción. 24Y junto al
término de Benjamín, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, Simeón,
otra.25Y junto al término de Simeón, desde el lado del
oriente hasta el lado del mar, Isacar, otra. 26Y junto al
término de Isacar, desde el lado del oriente hasta el lado del mar, Zabulón,
otra. 27Y junto al término de Zabulón, desde el lado del
oriente hasta el lado del mar, Gad, otra. 28Y junto al término
de Gad, al lado del austro, al sur, será el término desde Tamar hasta las aguas
de las rencillas, y desde Cades y el arroyo hasta el Mar Grande. 29Ésta es la
tierra que repartiréis por suertes en heredad a las tribus de Israel, y éstas
son sus porciones, dice Jehová el Señor.30Y éstas son
las salidas de la ciudad al lado del norte, cuatro mil quinientas cañas por
medida. 31Y las puertas de la ciudad serán según los nombres
de las tribus de Israel; tres puertas al norte: la puerta de Rubén, una; la
puerta de Judá, otra; la puerta de Leví, otra. 32Y al lado
oriental cuatro mil quinientas cañas, y tres puertas; la puerta de José, una;
la puerta de Benjamín, otra; la puerta de Dan, otra. 33Y al lado del
sur, cuatro mil quinientas cañas por medida, y tres puertas; la puerta de
Simeón, una; la puerta de Isacar, otra; la puerta de Zabulón, otra. 34Y al lado del
occidente cuatro mil quinientas cañas, y sus tres puertas; la puerta de Gad,
una; la puerta de Aser, otra; la puerta de Neftalí, otra. 35En derredor
tendrá dieciocho mil cañas. Y el nombre de la ciudad desde aquel día será
JEHOVÁ SAMA.
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