Melodias Celestiales

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quarta-feira, 8 de junho de 2016

Biblia Reina Valera completa - Exodo


ÉXODO 1
1Éstos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia. 2Rubén, Simeón, Leví y Judá; 3Isacar, Zabulón y Benjamín; 4Dan y Neftalí, Gad y Aser. 5Y todas las almas de los que salieron de los lomos de Jacob, fueron setenta. Y José estaba en Egipto. 6Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación. 7Y los hijos de Israel fructificaron, y crecieron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo; y la tierra se llenó de ellos.8Entretanto, se levantó un nuevo rey sobre Egipto, que no conocía a José, 9y dijo a su pueblo: He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es más grande y más fuerte que nosotros: 10Ahora, pues, seamos sabios para con él, no sea que se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una con nuestros enemigos, y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra. 11Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos para que los oprimieran con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de abastecimiento, Pitón y Ramesés. 12Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían; así que ellos estaban fastidiados de los hijos de Israel.13Y los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza; 14y amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del campo, y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigor. 15Y habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo: 16Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y las mirareis sobre sus asientos, si fuere hijo, matadlo; y si fuere hija, entonces viva.17Mas las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaban la vida a los niños. 18Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis preservado la vida a los niños?19Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; porque son robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas.20Y Dios hizo bien a las parteras: y el pueblo se multiplicó, y se fortaleció en gran manera. 21Y sucedió que por haber las parteras temido a Dios, Él les hizo casas. 22Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad en el río a todo hijo que naciere, y a toda hija preservad la vida.
ÉXODO 2
1Un varón de la familia de Leví fue, y tomó por esposa a una hija de Leví: 2La cual concibió, y dio a luz un hijo: y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses. 3Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos, y la calafateó con asfalto y betún, y colocó en ella al niño, y lo puso en un carrizal a la orilla del río: 4Y una hermana suya se paró a lo lejos, para ver lo que le acontecería. 5Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase. 6Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es éste. 7Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte a una nodriza de las hebreas, para que te críe este niño?8Y la hija de Faraón respondió: Ve. Entonces fue la doncella, y llamó a la madre del niño; 9a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva este niño, y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño, y lo crió. 10Y cuando creció el niño, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué. 11Y en aquellos días aconteció que, crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y vio sus cargas: y vio a un egipcio que hería a uno de los hebreos, sus hermanos. 12Y miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio, y lo escondió en la arena. 13Y salió al día siguiente, y viendo a dos hebreos que reñían, dijo al que hacía la injuria: ¿Por qué hieres a tu prójimo?14Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esta cosa es descubierta.15Y cuando Faraón escuchó esto, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián; y se sentó junto a un pozo. 16Tenía el sacerdote de Madián siete hijas, las cuales vinieron a sacar agua, para llenar las pilas y dar de beber a las ovejas de su padre. 17Mas los pastores vinieron, y las echaron: Entonces Moisés se levantó y las defendió, y abrevó sus ovejas. 18Y volviendo ellas a Reuel su padre, les dijo él: ¿Por qué habéis venido hoy tan pronto? 19Y ellas respondieron: Un varón egipcio nos defendió de mano de los pastores, y también nos sacó el agua, y abrevó las ovejas. 20Y dijo a sus hijas: ¿Y dónde está? ¿Por qué habéis dejado ese hombre? llamadle para que coma pan. 21Y Moisés acordó en morar con aquel varón; y él dio a Moisés a su hija Séfora. 22Y ella le dio a luz un hijo, y él le puso por nombre Gersón, porque dijo: Peregrino soy en tierra ajena. 23Y aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. 24Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. 25Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios.
ÉXODO 3
1Y apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas detrás del desierto, y vino a Horeb, monte de Dios. 2Y le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza: y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. 3Y Moisés dijo: Iré yo ahora, y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. 4Y viendo Jehová que iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. 5Y dijo: No te acerques; quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás, tierra santa es. 6Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. 7Y dijo Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues conozco sus angustias; 8y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo, y del jebuseo. 9El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. 10Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel. 11Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo, para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? 12Y Él le respondió: Ve, porque yo seré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: luego que hubieres sacado este pueblo de Egipto, serviréis a Dios sobre este monte. 13Y dijo Moisés a Dios: He aquí cuando yo llegue a los hijos de Israel, y les diga: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros; si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé? 14Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me ha enviado a vosotros. 15Y además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Éste es mi nombre para siempre, éste es mi memorial por todas las generaciones. 16Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob, me apareció, diciendo: De cierto os he visitado, y visto lo que se os hace en Egipto; 17y he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, y del heteo, y del amorreo, y del ferezeo, y del heveo, y del jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel. 18Y oirán tu voz; e irás tú, y los ancianos de Israel, al rey de Egipto, y le diréis: Jehová, el Dios de los hebreos, nos ha encontrado; por tanto, nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, para que ofrezcamos sacrificios a Jehová nuestro Dios. 19Y yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte. 20Pero yo extenderé mi mano, y heriré a Egipto con todas mis maravillas que haré en él, y entonces os dejará ir. 21Y yo daré a este pueblo gracia en los ojos de los egipcios, y sucederá que cuando saliereis, no saldréis con las manos vacías;22sino que demandará cada mujer a su vecina y su huéspeda joyas de plata, joyas de oro, y vestiduras, las cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas, y despojaréis a Egipto.
ÉXODO 4
1Entonces Moisés respondió y dijo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová. 2Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. 3Y Él le dijo: Échala en tierra. Y él la echó en tierra, y se convirtió en una serpiente; y Moisés huía de ella.4Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se convirtió en una vara en su mano. 5Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. 6Y le dijo más Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve. 7Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno; y él volvió a meter su mano en su seno; y volviéndola a sacar del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne. 8Si aconteciere, que no te creyeren, ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera. 9Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río, y las derramarás sobre la tierra seca; y las aguas que tomarás del río, se volverán sangre sobre la tierra seca. 10Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay Señor! yo no soy de palabras elocuentes, ni de antes, ni aun desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua. 11Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová?12Ahora pues, ve, que yo seré con tu boca, y te enseñaré lo que has de decir. 13Y él dijo: ¡Ay Señor! envía por mano del que has de enviar. 14Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No es Aarón, el levita, tu hermano? Yo sé que él habla bien. Y además, he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte, se alegrará en su corazón. 15Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo seré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que habéis de hacer. 16Y él hablará por ti al pueblo; y él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios. 17Y tomarás esta vara en tu mano, con la cual harás las señales. 18Así se fue Moisés, y volviendo a su suegro Jetro, le dijo: Iré ahora, y volveré a mis hermanos que están en Egipto, para ver si aún viven. Y Jetro dijo a Moisés: Ve en paz. 19Dijo también Jehová a Moisés en Madián: Ve, y vuélvete a Egipto, porque han muerto todos los que procuraban tu muerte. 20Entonces Moisés tomó su esposa y sus hijos, y los puso sobre un asno, y se volvió a tierra de Egipto. Tomó también Moisés la vara de Dios en su mano. 21Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hubiereis vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano: pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo. 22Y dirás a Faraón: Así dice Jehová: Israel es mi hijo, mi primogénito. 23Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir: he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito. 24Y aconteció en el camino, que en una posada le salió al encuentro Jehová, y quiso matarlo.25Entonces Séfora tomó un afilado pedernal, y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre. 26Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Eres esposo de sangre, a causa de la circuncisión. 27Y Jehová dijo a Aarón: Ve a recibir a Moisés al desierto. Y él fue, y lo encontró en el monte de Dios, y le besó. 28Entonces contó Moisés a Aarón todas las palabras de Jehová que le enviaba, y todas las señales que le había dado. 29Y fueron Moisés y Aarón, y reunieron todos los ancianos de los hijos de Israel: 30Y habló Aarón todas las palabras que Jehová había dicho a Moisés, e hizo las señales delante de los ojos del pueblo. 31Y el pueblo creyó: y oyendo que Jehová había visitado los hijos de Israel, y que había visto su aflicción, se inclinaron y adoraron.
ÉXODO 5
1Después entraron Moisés y Aarón ante Faraón, y le dijeron: Jehová, el Dios de Israel, dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto. 2Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel. 3Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos, pues, ahora camino de tres días por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios; para que no venga sobre nosotros con pestilencia o con espada.4Entonces el rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de su obra? Váyanse a vuestros cargos. 5Dijo también Faraón: He aquí el pueblo de la tierra es ahora mucho, y vosotros les hacéis cesar de sus cargos. 6Y mandó Faraón aquel mismo día a los cuadrilleros del pueblo que le tenían a su cargo, y a sus gobernadores, diciendo: 7De aquí en adelante no daréis paja al pueblo para hacer ladrillo, como hasta ahora; vayan ellos y recojan por sí mismos la paja: 8Y habéis de ponerles la tarea del ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis nada; porque están ociosos, y por eso levantan la voz diciendo: Vamos y ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios. 9Agrávese la servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en ella, y no atiendan a palabras de mentira. 10Y saliendo los cuadrilleros del pueblo y sus gobernadores, hablaron al pueblo, diciendo: Así ha dicho Faraón: Yo no os doy paja. 11Id vosotros, y recoged paja donde la hallareis; que nada se disminuirá de vuestra tarea.12Entonces el pueblo se esparció por toda la tierra de Egipto para recoger rastrojo en lugar de paja. 13Y los cuadrilleros los apremiaban, diciendo: Acabad vuestra obra, la tarea del día en su día, como cuando se os daba paja. 14Y azotaban a los capataces de los hijos de Israel, que los cuadrilleros de Faraón habían puesto sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no habéis cumplido vuestra tarea de ladrillo ni ayer ni hoy, como antes?15Y los capataces de los hijos de Israel vinieron a Faraón, y se quejaron a él, diciendo: ¿Por qué lo haces así con tus siervos? 16No se da paja a tus siervos, y con todo nos dicen: Haced el ladrillo. Y he aquí tus siervos son azotados, pero la culpa la tiene tu pueblo.17Y él respondió: Estáis ociosos, sí, ociosos, y por eso decís: Vamos y ofrezcamos sacrificios a Jehová.18Id, pues, ahora, y trabajad. No se os dará paja, y habéis de entregar la tarea del ladrillo. 19Entonces los capataces de los hijos de Israel se vieron en aflicción, habiéndoseles dicho: No se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea de cada día. 20Y encontrando a Moisés y a Aarón, que estaban a la vista de ellos cuando salían de Faraón, 21les dijeron: Mire Jehová sobre vosotros, y juzgue; pues habéis hecho heder nuestro olor delante de Faraón y de sus siervos, dándoles la espada en las manos para que nos maten. 22Entonces Moisés se volvió a Jehová, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste? 23Porque desde que yo vine a Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido a este pueblo; y tú tampoco has librado a tu pueblo.
ÉXODO 6
1Entonces Jehová respondió a Moisés: Ahora verás lo que yo haré a Faraón; porque con mano fuerte los ha de dejar ir; y con mano fuerte los ha de echar de su tierra. 2Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy JEHOVÁ; 3y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob por el nombre de Dios Omnipotente, pues por mi nombre JEHOVÁ yo no era conocido de ellos. 4Y también establecí mi pacto con ellos, de darles la tierra de Canaán, la tierra en que fueron extranjeros, y en la cual peregrinaron. 5Y asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes hacen servir los egipcios, y me he acordado de mi pacto. 6Por tanto dirás a los hijos de Israel: YO JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las cargas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes: 7Y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios: y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os saco de debajo de las cargas de Egipto: 8Y os meteré en la tierra, por la cual alcé mi mano que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob: y yo os la daré por heredad. YO JEHOVÁ. 9De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel: mas ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre. 10Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 11Entra, y habla a Faraón rey de Egipto, que deje ir de su tierra a los hijos de Israel.12Y respondió Moisés delante de Jehová, diciendo: He aquí, los hijos de Israel no me escuchan: ¿cómo, pues, me escuchará Faraón, siendo yo de labios incircuncisos? 13Entonces Jehová habló a Moisés y a Aarón, y les dio mandamiento para los hijos de Israel, y para Faraón rey de Egipto, para que sacasen a los hijos de Israel de la tierra de Egipto. 14Éstas son las cabezas de las familias de sus padres. Los hijos de Rubén, el primogénito de Israel: Enoc y Falú, Hezrón y Carmi; éstas son las familias de Rubén.15Los hijos de Simeón: Jemuel, y Jamín, y Ohad, y Jaquín, y Zoar, y Saúl, hijo de una cananea; éstas son las familias de Simeón. 16Y éstos son los nombres de los hijos de Leví por sus linajes: Gersón, y Coat, y Merari: Y los años de la vida de Leví fueron ciento treinta y siete años. 17Y los hijos de Gersón: Libni, y Simeí, por sus familias. 18Y los hijos de Coat: Amram, e Izhar, y Hebrón, y Uziel. Y los años de la vida de Coat fueron ciento treinta y tres años. 19Y los hijos de Merari: Mahali, y Musi: éstas son las familias de Leví por sus linajes. 20Y Amram tomó por esposa a Jocabed su tía, la cual le dio a luz a Aarón y a Moisés. Y los años de la vida de Amram fueron ciento treinta y siete años. 21Y los hijos de Izhar: Coré, y Nefeg y Zicri. 22Y los hijos de Uziel: Misael, y Elizafán y Zitri. 23Y tomó Aarón por esposa a Elisabet, hija de Aminadab, hermana de Naasón; la cual le dio a luz a Nadab, y a Abiú, y a Eleazar, y a Itamar. 24Y los hijos de Coré: Asir, y Elcana y Abiasaf; éstas son las familias de los coreítas. 25Y Eleazar, hijo de Aarón, tomó para sí esposa de las hijas de Futiel, la cual le dio a luz a Finees: Y éstas son las cabezas de los padres de los levitas por sus familias. 26Éste es aquel Aarón y aquel Moisés, a los cuales Jehová dijo: Sacad a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus escuadrones. 27Éstos son los que hablaron a Faraón rey de Egipto, para sacar de Egipto a los hijos de Israel. Moisés y Aarón fueron éstos. 28Y sucedió en el día cuando Jehová habló a Moisés en la tierra de Egipto, 29que Jehová habló a Moisés, diciendo: Yo soy JEHOVÁ; di a Faraón rey de Egipto todas las cosas que yo te digo a ti. 30Y Moisés respondió delante de Jehová: He aquí, yo soy de labios incircuncisos, ¿cómo, pues, me ha de oír Faraón?
ÉXODO 7
1Y Jehová dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta.2Tú dirás todas las cosas que yo te mande, y Aarón tu hermano hablará a Faraón, para que deje ir de su tierra a los hijos de Israel. 3Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas. 4Y Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios. 5Y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando extienda mi mano sobre Egipto, y saque los hijos de Israel de en medio de ellos. 6E hizo Moisés y Aarón como Jehová les mandó; así lo hicieron. 7Y era Moisés de edad de ochenta años, y Aarón de edad de ochenta y tres, cuando hablaron a Faraón. 8Y habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: 9Si Faraón os respondiere diciendo: Mostrad milagro; dirás a Aarón: Toma tu vara, y échala delante de Faraón, para que se convierta en serpiente. 10Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón, e hicieron como Jehová lo había mandado: y echó Aarón su vara delante de Faraón y de sus siervos, y se convirtió en serpiente. 11Entonces llamó también Faraón sabios y encantadores; e hicieron también lo mismo los encantadores de Egipto con sus encantamientos; 12pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron serpientes: mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos. 13Y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó; como Jehová lo había dicho. 14Entonces Jehová dijo a Moisés: El corazón de Faraón está endurecido, y no quiere dejar ir al pueblo. 15Ve por la mañana a Faraón, he aquí que él sale a las aguas; y tú ponte a la orilla del río delante de él, y toma en tu mano la vara que se volvió serpiente, 16y dile: Jehová el Dios de los hebreos me ha enviado a ti, diciendo: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva en el desierto; y he aquí que hasta ahora no has querido oír. 17Así dice Jehová: En esto conocerás que yo soy Jehová: he aquí, yo golpearé con la vara que tengo en mi mano el agua que está en el río, y se convertirá en sangre. 18Y los peces que hay en el río morirán, y hederá el río, y los egipcios tendrán asco de beber el agua del río. 19Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Toma tu vara, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos y sobre sus estanques, y sobre todos sus depósitos de aguas, para que se conviertan en sangre, y haya sangre por toda la región de Egipto, así en los vasos de madera como en los de piedra. 20Y Moisés y Aarón hicieron como Jehová lo mandó; y alzando la vara golpeó las aguas que había en el río, en presencia de Faraón y de sus siervos; y todas las aguas que había en el río se convirtieron en sangre.21Asimismo los peces que había en el río murieron; y el río se corrompió, y los egipcios no podían beber de él: y hubo sangre por toda la tierra de Egipto. 22Y los encantadores de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos: y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó; como Jehová lo había dicho. 23Y tornando Faraón se volvió a su casa, y no puso su corazón tampoco en esto. 24Y en todo Egipto cavaron pozos alrededor del río en busca de agua para beber, porque no podían beber de las aguas del río. 25Y se cumplieron siete días después que Jehová hirió el río.
ÉXODO 8
1Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra ante Faraón, y dile: Así dice Jehová: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. 2Y si rehúsas dejarlo ir, he aquí yo heriré con ranas todos tus términos. 3Y el río criará ranas, las cuales subirán, y entrarán en tu casa, y en la cámara de tu cama, y sobre tu cama, y en las casas de tus siervos, y en tu pueblo, y en tus hornos, y en tus artesas: 4Y las ranas subirán sobre ti, y sobre tu pueblo, y sobre todos tus siervos. 5Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, arroyos, y estanques, para que haga venir ranas sobre la tierra de Egipto. 6Entonces Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y subieron ranas que cubrieron la tierra de Egipto. 7Y los encantadores hicieron lo mismo con sus encantamientos, e hicieron venir ranas sobre la tierra de Egipto. 8Entonces Faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: Orad a Jehová que quite las ranas de mí y de mi pueblo; y dejaré ir al pueblo, para que ofrezcan sacrificios a Jehová. 9Y dijo Moisés a Faraón: Gloríate sobre mí: ¿cuándo debo orar por ti, y por tus siervos, y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti, y de tus casas, y que solamente se queden en el río? 10Y él dijo: Mañana. Y Moisés respondió: Se hará conforme a tu palabra, para que conozcas que no hay como Jehová nuestro Dios:11Y las ranas se irán de ti, y de tus casas, y de tus siervos, y de tu pueblo, y solamente se quedarán en el río. 12Entonces salieron Moisés y Aarón de delante del Faraón. Y Moisés clamó a Jehová sobre el asunto de las ranas que había mandado a Faraón. 13E hizo Jehová conforme a la palabra de Moisés, y murieron las ranas de las casas, de los cortijos y de los campos.14Y las juntaron en montones, y apestaban la tierra.15Pero viendo Faraón que le habían dado reposo, endureció su corazón, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho. 16Entonces Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu vara, y golpea el polvo de la tierra, para que se vuelva piojos por todo el país de Egipto.17Y ellos lo hicieron así; y Aarón extendió su mano con su vara, y golpeó el polvo de la tierra, el cual se volvió piojos, así en los hombres como en las bestias; todo el polvo de la tierra se volvió piojos en todo el país de Egipto. 18Y los encantadores hicieron así también, para sacar piojos con sus encantamientos; mas no pudieron. Y había piojos así en los hombres como en las bestias. 19Entonces los encantadores dijeron a Faraón: Dedo de Dios es éste. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó; como Jehová lo había dicho. 20Y Jehová dijo a Moisés: Levántate de mañana y ponte delante de Faraón, he aquí él sale a las aguas; y dile: Así dice Jehová: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.21Porque si no dejares ir a mi pueblo, he aquí yo enviaré sobre ti, y sobre tus siervos, y sobre tu pueblo, y sobre tus casas toda clase de moscas; y las casas de los egipcios se llenarán de toda clase de moscas, y asimismo la tierra donde ellos estuvieren. 22Y aquel día yo apartaré la tierra de Gosén, en la cual mi pueblo habita, para que ninguna clase de moscas haya en ella; a fin de que sepas que yo soy Jehová en medio de la tierra. 23Y yo pondré división entre mi pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal. 24Y Jehová lo hizo así; y vino toda clase de moscas molestísimas sobre la casa de Faraón, sobre las casas de sus siervos y sobre todo el país de Egipto; y la tierra fue corrompida a causa de ellas. 25Entonces Faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: Andad, ofreced sacrificio a vuestro Dios en la tierra. 26Y Moisés respondió: No conviene que hagamos así, porque ofreceríamos a Jehová nuestro Dios la abominación de los egipcios. Si sacrificáramos la abominación de los egipcios delante de sus ojos, ¿no nos apedrearían? 27Camino de tres días iremos por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, como Él nos dirá.28Y dijo Faraón: Yo os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehová vuestro Dios en el desierto, con tal que no vayáis más lejos: orad por mí. 29Y respondió Moisés: He aquí, que yo salgo de tu presencia, y rogaré a Jehová que las diversas clases de moscas se vayan mañana de Faraón, de sus siervos y de su pueblo; con tal que Faraón no vuelva a obrar con engaño, no dejando ir al pueblo a ofrecer sacrificio a Jehová. 30Entonces Moisés salió de delante de Faraón, y oró a Jehová. 31Y Jehová hizo conforme a la palabra de Moisés; y quitó todas aquellas moscas de Faraón, y de sus siervos, y de su pueblo, sin que quedara una. 32Pero Faraón endureció su corazón también esta vez, y no dejó ir al pueblo.
ÉXODO 9
1Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra ante Faraón, y dile: Jehová, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirvan. 2Porque si no lo quieres dejar ir, y los detuvieres aún, 3he aquí la mano de Jehová será sobre tus ganados que están en el campo, caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas, con pestilencia gravísima: 4Y Jehová hará separación entre los ganados de Israel y los de Egipto, de modo que nada muera de todo lo de los hijos de Israel. 5Y Jehová señaló tiempo, diciendo: Mañana hará Jehová esta cosa en la tierra. 6Y el día siguiente Jehová hizo aquello, y murió todo el ganado de Egipto; mas del ganado de los hijos de Israel no murió uno.7Entonces Faraón envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo. 8Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Tomad puñados de ceniza de un horno, y la esparcirá Moisés hacia el cielo delante de Faraón; 9y vendrá a ser polvo sobre toda la tierra de Egipto, el cual originará sarpullido que cause úlceras en los hombres y en las bestias, por todo el país de Egipto. 10Y tomaron la ceniza del horno, y se pusieron delante de Faraón, y la esparció Moisés hacia el cielo; y vino un sarpullido que causaba úlceras así en los hombres como en las bestias. 11Y los encantadores no podían estar delante de Moisés a causa del sarpullido, porque hubo sarpullido en los encantadores y en todos los egipcios. 12Y Jehová endureció el corazón de Faraón, y no los oyó; como Jehová lo había dicho a Moisés. 13Entonces Jehová dijo a Moisés: Levántate de mañana, y ponte delante de Faraón, y dile: Jehová, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. 14Porque yo enviaré esta vez todas mis plagas a tu corazón, sobre tus siervos, y sobre tu pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra.15Porque ahora yo extenderé mi mano para herirte a ti y a tu pueblo de pestilencia, y serás quitado de la tierra. 16Y a la verdad yo te he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea contado en toda la tierra. 17¿Todavía te ensalzas tú contra mi pueblo, para no dejarlos ir? 18He aquí que mañana a estas horas yo haré llover granizo muy grave, cual nunca fue en Egipto, desde el día que se fundó hasta ahora. 19Envía, pues, a recoger tu ganado, y todo lo que tienes en el campo; porque todo hombre o animal que se hallare en el campo, y no fuere recogido a casa, el granizo descenderá sobre él, y morirá. 20De los siervos de Faraón el que temió la palabra de Jehová, hizo huir sus criados y su ganado a casa:21Mas el que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus criados y sus ganados en el campo.22Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que venga granizo en toda la tierra de Egipto sobre los hombres, y sobre las bestias, y sobre toda la hierba del campo en el país de Egipto. 23Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y Jehová hizo tronar y granizar, y el fuego se desparramó por la tierra; y llovió Jehová granizo sobre la tierra de Egipto.24Hubo, pues, granizo, y fuego mezclado con el granizo, tan grande, cual nunca hubo en toda la tierra de Egipto desde que fue habitada. 25Y aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, así hombres como bestias; asimismo hirió el granizo toda la hierba del campo, y desgajó todos los árboles del país. 26Solamente en la tierra de Gosén, donde los hijos de Israel estaban, no hubo granizo.27Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: He pecado esta vez: Jehová es justo, y yo y mi pueblo impíos. 28Orad a Jehová porque ya basta para que cesen los grandes truenos y el granizo; y yo os dejaré ir, y no os detendréis más. 29Y le respondió Moisés: Al salir yo de la ciudad extenderé mis manos a Jehová, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que de Jehová es la tierra. 30Pero en cuanto a ti y tus siervos, yo sé que todavía no temeréis a Jehová Dios. 31El lino, pues, y la cebada fueron heridos; porque la cebada estaba ya espigada, y el lino en caña. 32Mas el trigo y el centeno no fueron heridos; porque eran tardíos. 33Y Moisés salió de la ciudad, de delante de Faraón, y extendió sus manos a Jehová, y cesaron los truenos y el granizo; y la lluvia no cayó más sobre la tierra. 34Y viendo Faraón que la lluvia había cesado y el granizo y los truenos, perseveró en pecar, y endureció su corazón, él y sus siervos. 35Y el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir a los hijos de Israel; como Jehová lo había dicho por medio de Moisés.
ÉXODO 10
1Y Jehová dijo a Moisés: Entra ante Faraón; porque yo he endurecido su corazón, y el corazón de sus siervos, para dar entre ellos estas mis señales; 2y para que cuentes a tus hijos y a tus nietos las cosas que yo hice en Egipto, y mis señales que hice entre ellos; y para que sepáis que yo soy Jehová.3Entonces Moisés y Aarón vinieron a Faraón, y le dijeron: Jehová, el Dios de los hebreos dice así: ¿Hasta cuándo no querrás humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo para que me sirvan. 4Y si aún rehúsas dejarlo ir, he aquí que yo traeré mañana langosta en tus términos, 5la cual cubrirá la faz de la tierra, de modo que no pueda verse la tierra; y ella comerá lo que quedó salvo, lo que os ha quedado del granizo; comerá asimismo todo árbol que os produce fruto en el campo: 6Y llenarán tus casas, y las casas de todos tus siervos, y las casas de todos los egipcios, cual nunca vieron tus padres ni tus abuelos, desde que ellos fueron sobre la tierra hasta hoy. Y se volvió, y salió de delante de Faraón. 7Entonces los siervos de Faraón le dijeron: ¿Hasta cuándo nos ha de ser éste por lazo? Deja ir a estos hombres, para que sirvan a Jehová su Dios; ¿acaso no sabes aún que Egipto está destruido? 8Y Moisés y Aarón volvieron a ser llamados a Faraón, el cual les dijo: Andad, servid a Jehová vuestro Dios. ¿Quiénes son los que han de ir? 9Y Moisés respondió: Hemos de ir con nuestros niños y con nuestros viejos, con nuestros hijos y con nuestras hijas: con nuestras ovejas y con nuestras vacas hemos de ir; porque tenemos que celebrar fiesta a Jehová. 10Y él les dijo: Así sea Jehová con vosotros; ¿cómo yo os dejaré ir a vosotros y a vuestros niños? mirad cómo la maldad está delante de vuestro rostro. 11No será así: id ahora vosotros los varones, y servid a Jehová: pues esto es lo que vosotros demandasteis. Y los echaron de delante de Faraón. 12Entonces Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto para traer langosta, a fin de que suba sobre el país de Egipto, y consuma todo lo que el granizo dejó. 13Y extendió Moisés su vara sobre la tierra de Egipto, y Jehová trajo un viento oriental sobre el país todo aquel día y toda aquella noche; y a la mañana el viento oriental trajo la langosta.14Y subió la langosta sobre toda la tierra de Egipto, y se asentó en todos los términos de Egipto, en gran manera grave: antes de ella no hubo langosta semejante, ni después de ella vendrá otra tal; 15y cubrió la faz de todo el país, y se oscureció la tierra; y consumió toda la hierba de la tierra, y todo el fruto de los árboles que había dejado el granizo; y no quedó cosa verde en árboles ni en hierba del campo, por toda la tierra de Egipto. 16Entonces Faraón hizo llamar aprisa a Moisés y a Aarón, y dijo: He pecado contra Jehová vuestro Dios, y contra vosotros. 17Mas ruego ahora que perdones mi pecado solamente esta vez, y que oréis a Jehová vuestro Dios que quite de mí solamente esta mortandad. 18Y salió de delante de Faraón, y oró a Jehová. 19Y Jehová volvió un viento occidental fortísimo, y quitó la langosta, y la arrojó en el Mar Rojo; ni una langosta quedó en todo el término de Egipto. 20Mas Jehová endureció el corazón de Faraón, y éste no dejó ir a los hijos de Israel. 21Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tales que cualquiera las palpe. 22Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas tres días por toda la tierra de Egipto. 23Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones. 24Entonces Faraón hizo llamar a Moisés, y dijo: Id, servid a Jehová; solamente queden vuestras ovejas y vuestras vacas; vayan también vuestros niños con vosotros. 25Y Moisés respondió: Tú también nos entregarás sacrificios y holocaustos para que sacrifiquemos para Jehová nuestro Dios.26Nuestros ganados irán también con nosotros; no quedará ni una pezuña; porque de ellos hemos de tomar para servir a Jehová nuestro Dios; y no sabemos con qué hemos de servir a Jehová, hasta que lleguemos allá. 27Mas Jehová endureció el corazón de Faraón, y no quiso dejarlos ir. 28Y le dijo Faraón: Retírate de mí: guárdate que no veas más mi rostro, porque en cualquier día que vieres mi rostro, morirás. 29Y Moisés respondió: Bien has dicho; no veré más tu rostro.
ÉXODO 11
1Y Jehová dijo a Moisés: Una plaga traeré aún sobre Faraón, y sobre Egipto; después de la cual él os dejará ir de aquí; y seguramente os echará de aquí del todo.2Habla ahora al pueblo, y que cada uno demande a su vecino, y cada una a su vecina, joyas de plata y de oro. 3Y Jehová dio gracia al pueblo en los ojos de los egipcios. También Moisés era un gran varón a los ojos de los siervos de Faraón, y a los ojos del pueblo, en la tierra de Egipto. 4Y dijo Moisés: Así dice Jehová: A la media noche yo saldré por medio de Egipto, 5y morirá todo primogénito en tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la sierva que está tras el molino; y todo primogénito de las bestias. 6Y habrá gran clamor por toda la tierra de Egipto, cual nunca hubo, ni jamás habrá. 7Mas entre todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia, ni un perro moverá su lengua: para que sepáis que Jehová hará diferencia entre los egipcios y los israelitas. 8Y descenderán a mí todos estos tus siervos, e inclinados delante de mí dirán: Sal tú, y todo el pueblo que está bajo de ti; y después de esto yo saldré. Y salió muy enojado de delante de Faraón. 9Y Jehová dijo a Moisés: Faraón no os oirá, para que mis maravillas se multipliquen en la tierra de Egipto. 10Y Moisés y Aarón hicieron todos estos prodigios delante de Faraón: mas Jehová había endurecido el corazón de Faraón, y no envió a los hijos de Israel fuera de su país.
ÉXODO 12
1Y Jehová habló a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: 2Este mes os será principio de los meses; será para vosotros el primero en los meses del año. 3Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero por las familias de sus padres, un cordero por familia. 4Y si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el cordero, entonces tomará a su vecino inmediato a su casa, y según el número de las personas, cada uno conforme a su comer, echaréis la cuenta sobre el cordero. 5Vuestro cordero será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras. 6Y habéis de guardarlo hasta el día catorce de este mes; y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes.7Y tomarán de la sangre, y pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer. 8Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura: con hierbas amargas lo comerán.9Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus intestinos. 10Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que habrá quedado hasta la mañana, habéis de quemarlo en el fuego. 11Y así habéis de comerlo: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová.12Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así en los hombres como en las bestias: y haré juicios en todos los dioses de Egipto. YO JEHOVÁ.13Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre, y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad, cuando hiera la tierra de Egipto. 14Y este día os será en memoria, y habéis de celebrarlo como solemne a Jehová durante vuestras generaciones: por estatuto perpetuo lo celebraréis. 15Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas: porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, aquella alma será cortada de Israel. 16El primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una santa convocación: ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que aderecéis lo que cada cual hubiere de comer. 17Y guardaréis la fiesta de los panes sin levadura, porque en este mismo día saqué vuestros ejércitos de la tierra de Egipto: por tanto guardaréis este día en vuestras generaciones por costumbre perpetua. 18En el mes primero, el día catorce del mes por la tarde, comeréis los panes sin levadura, hasta el veintiuno del mes por la tarde.19Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas, porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural del país, aquella alma será cortada de la congregación de Israel. 20Ninguna cosa leudada comeréis; en todas vuestras habitaciones comeréis panes sin levadura. 21Y Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad, y tomaos corderos por vuestras familias, y sacrificad la pascua. 22Y tomad un manojo de hisopo, y mojadle en la sangre que estará en una jofaina, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en la jofaina; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana. 23Porque Jehová pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, Jehová pasará de largo aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir. 24Y guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre. 25Y sucederá que cuando hubiereis entrado en la tierra que Jehová os dará, como Él prometió, guardaréis este rito. 26Y sucederá que cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué significa este rito vuestro?27Vosotros responderéis: Es el sacrificio de la Pascua de Jehová, el cual pasó de largo las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró. 28Y los hijos de Israel se fueron, e hicieron puntualmente así; como Jehová había mandado a Moisés y a Aarón. 29Y aconteció que a la medianoche Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono, hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales. 30Y se levantó aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los egipcios; y había un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese muerto. 31E hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: Salid de en medio de mi pueblo vosotros, y los hijos de Israel; e id, servid a Jehová, como habéis dicho. 32Tomad también vuestras ovejas y vuestras vacas, como habéis dicho, e idos; y bendecidme también a mí. 33Y los egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa a echarlos de la tierra; porque decían: Todos somos muertos. 34Y llevó el pueblo su masa antes que se leudase, sus masas envueltas en sus sábanas sobre sus hombros.35E hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, demandando a los egipcios joyas de plata, y joyas de oro, y vestiduras. 36Y Jehová dio gracia al pueblo delante de los egipcios, y les prestaron; y ellos despojaron a los egipcios. 37Y partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, como seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños. 38Y también subió con ellos grande multitud de diversa clase de gentes, y ovejas, vacas y muchísimo ganado. 39Y cocieron tortas sin levadura de la masa que habían sacado de Egipto; porque no había leudado, por cuanto fueron echados de Egipto, y no habían podido detenerse, ni aun prepararse comida.40El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto, fue cuatrocientos treinta años. 41Y sucedió que al cabo de los cuatrocientos treinta años, en aquel mismo día, todos los ejércitos de Jehová salieron de la tierra de Egipto. 42Es noche de guardar para Jehová, por haberlos sacado de la tierra de Egipto. Esta noche deben guardarla para Jehová todos los hijos de Israel en sus generaciones. 43Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Ésta es la ordenanza de la Pascua: Ningún extraño comerá de ella: 44Mas todo siervo humano comprado por dinero, comerá de ella después que lo hubieres circuncidado. 45El extranjero y el asalariado no comerán de ella. 46En una casa se comerá, y no llevarás de aquella carne fuera de casa, ni quebraréis hueso suyo. 47Toda la congregación de Israel la guardará. 48Mas si algún extranjero peregrinare contigo, y quisiere hacer la pascua a Jehová, séale circuncidado todo varón, y entonces se llegará a hacerla, y será como el natural de la tierra; pero ningún incircunciso comerá de ella. 49La misma ley será para el natural, y para el extranjero que peregrinare entre vosotros. 50Así lo hicieron todos los hijos de Israel; como mandó Jehová a Moisés y a Aarón, así lo hicieron. 51Y sucedió que en aquel mismo día sacó Jehová a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus ejércitos.
ÉXODO 13
1Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 2Santifícame todo primogénito, cualquiera que abre la matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los animales; mío es. 3Y Moisés dijo al pueblo: Tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre; pues Jehová os ha sacado de aquí con mano fuerte; por tanto, no comeréis leudado. 4Vosotros salís hoy en el mes de Abib. 5Y cuando Jehová te hubiere metido en la tierra del cananeo, y del heteo, y del amorreo, y del heveo, y del jebuseo, la cual juró a tus padres que te daría, tierra que destila leche y miel, harás este servicio en este mes. 6Siete días comerás pan sin leudar, y el séptimo día será fiesta a Jehová. 7Por los siete días se comerán los panes sin levadura; y no se verá contigo leudado, ni levadura en todo tu término. 8Y contarás en aquel día a tu hijo, diciendo: Se hace esto con motivo de lo que Jehová hizo conmigo cuando me sacó de Egipto. 9Y te será como una señal sobre tu mano, y como una memoria delante de tus ojos, para que la ley de Jehová esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó Jehová de Egipto. 10Por tanto, tú guardarás este rito en su tiempo de año en año.11Y cuando Jehová te hubiere metido en la tierra del cananeo, como te ha jurado a ti y a tus padres, y cuando te la hubiere dado, 12harás pasar a Jehová todo lo que abriere la matriz, asimismo todo primerizo que abriere la matriz de tus animales: los machos serán de Jehová. 13Mas todo primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres, entonces le quebrarás su cerviz. Asimismo redimirás todo humano primogénito de tus hijos. 14Y cuando mañana te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué es esto? Le dirás: Jehová nos sacó con mano fuerte de Egipto, de casa de servidumbre; 15Y endureciéndose Faraón en no dejarnos ir, Jehová mató en la tierra de Egipto a todo primogénito, desde el primogénito humano hasta el primogénito de la bestia: y por esta causa yo sacrifico para Jehová todo primogénito macho, y redimo todo primogénito de mis hijos. 16Y te será como una señal sobre tu mano, y por un memorial delante de tus ojos; ya que Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte. 17Y sucedió que cuando Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: No sea que cuando el pueblo viere la guerra, se arrepienta y se vuelva a Egipto: 18Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados.19Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el cual había hecho jurar a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros. 20Y salieron de Sucot, y acamparon en Etam, a la entrada del desierto.21Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube, para guiarlos por el camino; y de noche en una columna de fuego para alumbrarles; a fin de que anduviesen de día y de noche. 22Él nunca quitó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.
ÉXODO 14
1Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 2Habla a los hijos de Israel que den la vuelta, y acampen delante de Pihahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis, junto al mar. 3Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado. 4Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército; y sabrán los egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así. 5Y fue dado aviso al rey de Egipto que el pueblo huía: y el corazón de Faraón y de sus siervos se volvió contra el pueblo, y dijeron: ¿Cómo hemos hecho esto de haber dejado ir a Israel, para que no nos sirva? 6Y unció su carro, y tomó consigo a su pueblo;7y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos. 8Y Jehová endureció el corazón de Faraón rey de Egipto, y siguió a los hijos de Israel; pero los hijos de Israel habían salido con mano poderosa. 9Siguiéndolos, pues, los egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su gente de a caballo, y todo su ejército, los alcanzaron acampando junto al mar, al lado de Pihahirot, delante de Baal-zefón. 10Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí los egipcios que venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová. 11Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? 12¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Que mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir en el desierto. 13Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; quedaos quietos, y ved la salvación de Jehová, que Él hará hoy con vosotros; porque a los egipcios que hoy habéis visto, ya nunca más los veréis. 14Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis quietos. 15Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. 16Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo; y entren los hijos de Israel por medio del mar en seco. 17Y yo, he aquí yo endureceré el corazón de los egipcios, para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón, y en todo su ejército, y en sus carros, y en su caballería; 18Y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando me glorifique en Faraón, en sus carros, y en su gente de a caballo. 19Y el Ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó, e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos, se apartó, y se puso a sus espaldas, 20e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche; y en toda aquella noche no se acercaron los unos a los otros. 21Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y cambió el mar en tierra seca, y las aguas quedaron divididas. 22Entonces los hijos de Israel entraron por medio del mar en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda: 23Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta el medio del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros, y su gente de a caballo. 24Y aconteció a la vela de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y perturbó el campamento de los egipcios. 25Y les quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios. 26Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería. 27Y Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en su fuerza, y los egipcios dieron contra él; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar. 28Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno. 29Y los hijos de Israel caminaron por medio del mar en seco, teniendo las aguas por muro a su derecha y a su izquierda. 30Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar. 31Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo.
ÉXODO 15
1Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico a Jehová, y dijeron: Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente, echando en el mar al caballo y al jinete. 2Jehová es mi fortaleza y mi canción, y Él ha sido mi salvación: Éste es mi Dios, y le prepararé morada; Dios de mi padre, le exaltaré.3Jehová, varón de guerra; Jehová es su nombre.4Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército; Y sus príncipes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo. 5Los abismos los cubrieron; Como piedra descendieron a los profundos. 6Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en fortaleza; Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo. 7Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti: Enviaste tu furor; los consumió como a hojarasca. 8Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas; Se juntaron las corrientes como en un montón; Los abismos se cuajaron en medio del mar. 9El enemigo dijo: Perseguiré, prenderé, repartiré despojos; mi alma se saciará de ellos; sacaré mi espada, los destruirá mi mano.10Soplaste con tu viento, los cubrió el mar: Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.11¿Quién como tú, Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en loores, hacedor de maravillas? 12Extendiste tu diestra; la tierra los tragó. 13Condujiste en tu misericordia a este pueblo, al cual salvaste; lo llevaste con tu fortaleza a la habitación de tu santuario. 14Lo oirán los pueblos, y temblarán; se apoderará dolor de los moradores de Filistea. 15Entonces los príncipes de Edom se turbarán; temor sobrecogerá a los valientes de Moab: Se abatirán todos los moradores de Canaán. 16Caiga sobre ellos temblor y espanto; a la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra; hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová, hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste.17Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, en el lugar que tú has preparado para tu morada, oh Jehová; en el santuario del Señor, que tus manos han establecido 18Jehová reinará eternamente y para siempre. 19Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de a caballo en el mar, y Jehová hizo volver las aguas del mar sobre ellos; mas los hijos de Israel pasaron en seco por medio del mar. 20Y Miriam la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. 21Y Miriam les respondía: Cantad a Jehová; porque en extremo se ha engrandecido, echando en el mar al caballo, y al que en él subía. 22E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. 23Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara. 24Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?25Y Moisés clamó a Jehová; y Jehová le mostró un árbol, el cual cuando lo metió dentro de las aguas, las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; 26y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu Sanador. 27Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmas; y acamparon allí junto a las aguas.
ÉXODO 16
1Y partiendo de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince días del mes segundo después que salieron de la tierra de Egipto. 2Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto. 3Y les decían los hijos de Israel: Mejor hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de las carnes, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto, para matar de hambre a toda esta multitud. 4Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá una porción para cada día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no. 5Y sucederá que en el sexto día prepararán lo que han de recoger, que será el doble de lo que solían recoger cada día. 6Entonces dijo Moisés y Aarón a todos los hijos de Israel: A la tarde sabréis que Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto: 7Y a la mañana veréis la gloria de Jehová; porque Él ha oído vuestras murmuraciones contra Jehová; porque nosotros, ¿qué somos, para que vosotros murmuréis contra nosotros?8Y dijo Moisés: Jehová os dará a la tarde carne para comer, y a la mañana pan en abundancia; por cuanto Jehová ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra Él: y, ¿qué somos nosotros? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová. 9Y dijo Moisés a Aarón: Di a toda la congregación de los hijos de Israel: Acercaos a la presencia de Jehová; que Él ha oído vuestras murmuraciones. 10Y hablando Aarón a toda la congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aquí la gloria de Jehová, que apareció en la nube. 11Y Jehová habló a Moisés, diciendo:12Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Entre las dos tardes comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios. 13Y venida la tarde subieron codornices que cubrieron el campamento; y a la mañana descendió rocío en derredor del campamento. 14Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra. 15Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer. 16Esto es lo que Jehová ha mandado: Recogeréis de él cada uno según pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda. 17Y los hijos de Israel lo hicieron así; y recogieron unos más, otros menos: 18Y lo medían por gomer, y no sobraba al que había recogido mucho, ni faltaba al que había recogido poco: cada uno recogió conforme a lo que había de comer. 19Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada de ello para mañana. 20Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y se pudrió; y se enojó contra ellos Moisés.21Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que había de comer: y luego que el sol calentaba, se derretía. 22En el sexto día recogieron doble porción de comida, dos gomeres para cada uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron a Moisés, y se lo hicieron saber. 23Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo sábado, el reposo de Jehová: lo que hubiereis de cocer, cocedlo hoy, y lo que hubiereis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana. 24Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según Moisés había mandado, y no se pudrió, ni hubo en él gusano. 25Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es sábado de Jehová: hoy no hallaréis en el campo. 26En los seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es sábado, en el cual no se hallará. 27Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron. 28Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?29Mirad que Jehová os dio el sábado, y por eso os da en el sexto día pan para dos días. Quédese cada uno en su lugar; y que nadie salga de su lugar en el séptimo día. 30Así el pueblo reposó el séptimo día.31Y la casa de Israel lo llamó Maná; y era como semilla de cilantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel. 32Y dijo Moisés: Esto es lo que Jehová ha mandado: Llenarás un gomer de él para que se guarde para vuestros descendientes, a fin de que vean el pan que yo os di a comer en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de Egipto. 33Y dijo Moisés a Aarón: Toma un vaso y pon en él un gomer lleno de maná, y ponlo delante de Jehová, para que sea guardado para vuestros descendientes. 34Y Aarón lo puso delante del Testimonio para guardarlo, como Jehová lo mandó a Moisés. 35Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que entraron en la tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron al término de la tierra de Canaán. 36Y un gomer es la décima parte del efa.
ÉXODO 17
1Y toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin, por sus jornadas, al mandamiento de Jehová, y acamparon en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiese. 2Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová? 3Así que el pueblo tuvo allí sed de agua, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, y a nuestros hijos y a nuestros ganados?4Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? de aquí a un poco me apedrearán. 5Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara, con que golpeaste el río, y ve. 6He aquí que yo estoy delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y herirás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel. 7Y llamó el nombre de aquel lugar Masah y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?8Y vino Amalec y peleó con Israel en Refidim. 9Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal, pelea con Amalec: mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano. 10E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando con Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado.11Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. 12Y las manos de Moisés estaban pesadas; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, uno de un lado y el otro del otro lado; así hubo firmeza en sus manos hasta que se puso el sol. 13Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada. 14Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que del todo tengo de raer la memoria de Amalec de debajo del cielo. 15Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre Jehová-nisi; 16y dijo: Por cuanto Jehová lo ha jurado: Jehová tendrá guerra contra Amalec de generación en generación.
ÉXODO 18
1Y oyó Jetro, sacerdote de Madián, suegro de Moisés, todas las cosas que Dios había hecho con Moisés, y con Israel su pueblo, y cómo Jehová había sacado a Israel de Egipto: 2Y tomó Jetro, suegro de Moisés a Séfora la esposa de Moisés, después que él la envió, 3Y a sus dos hijos; el uno se llamaba Gersón, porque dijo: Peregrino he sido en tierra ajena;4y el otro se llamaba Eliezer, porque dijo: El Dios de mi padre me ayudó, y me libró de la espada de Faraón.5Y vino Jetro, suegro de Moisés, con los hijos y la esposa de Moisés al desierto, donde éste estaba acampado junto al monte de Dios; 6y dijo a Moisés: Yo tu suegro Jetro vengo a ti, con tu esposa, y sus dos hijos con ella. 7Y Moisés salió a recibir a su suegro, y se inclinó, y lo besó; y se preguntaron el uno al otro cómo estaban, y vinieron a la tienda. 8Y Moisés contó a su suegro todas las cosas que Jehová había hecho a Faraón y a los egipcios por amor de Israel, y todos los trabajos que habían pasado en el camino, y cómo los había librado Jehová. 9Y se alegró Jetro de todo el bien que Jehová había hecho a Israel, que lo había librado de mano de los egipcios. 10Y Jetro dijo: Bendito sea Jehová, que os libró de mano de los egipcios, y de la mano de Faraón, y que libró al pueblo de la mano de los egipcios. 11Ahora conozco que Jehová es más grande que todos los dioses; pues aun en lo que se ensoberbecieron, Él fue sobre ellos. 12Y tomó Jetro, suegro de Moisés, holocaustos y sacrificios para Dios: y vino Aarón y todos los ancianos de Israel a comer pan con el suegro de Moisés delante de Dios. 13Y aconteció que otro día se sentó Moisés a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde.14Y viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la tarde?15Y Moisés respondió a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios: 16Cuando tienen negocios, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios y sus leyes.17Entonces el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces. 18Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el asunto es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo.19Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios. 20Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde anden, y lo que han de hacer. 21Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y constituirás a éstos sobre ellos caporales sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta y sobre diez. 22Los cuales juzgarán al pueblo en todo tiempo; y será que todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así te será ligera la carga, y ellos la llevarán contigo.23Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás persistir, y todo este pueblo se irá también en paz a su lugar. 24Y oyó Moisés la voz de su suegro, e hizo todo lo que dijo. 25Y escogió Moisés varones de virtud de todo Israel, y los puso por cabezas sobre el pueblo, caporales sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez. 26Y juzgaban al pueblo en todo tiempo: el asunto difícil lo traían a Moisés, y ellos juzgaban todo asunto pequeño. 27Y despidió Moisés a su suegro, y éste se fue a su tierra.
ÉXODO 19
1En el mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en ese mismo día llegaron al desierto de Sinaí. 2Porque partieron de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte. 3Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel: 4Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. 5Ahora pues, si obedeciereis mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. 6Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y nación santa. Éstas son las palabras que dirás a los hijos de Israel. 7Entonces vino Moisés, y llamó a los ancianos del pueblo, y propuso en presencia de ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado. 8Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho haremos. Y Moisés refirió las palabras del pueblo a Jehová. 9Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, yo vengo a ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que te crean para siempre. Y Moisés refirió las palabras del pueblo a Jehová. 10Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana, y laven sus vestiduras; 11Y estén apercibidos para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá, a ojos de todo el pueblo, sobre el monte de Sinaí. 12Y señalarás término al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis a su término: cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá:13No le tocará mano, mas será apedreado o asaeteado; sea animal o sea hombre, no vivirá. Cuando suene largamente la trompeta, ellos subirán al monte. 14Y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus vestiduras. 15Y dijo al pueblo: Estad apercibidos para el tercer día; no entréis a vuestras esposas. 16Y aconteció al tercer día cuando vino la mañana, que vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de trompeta muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. 17Y Moisés sacó del campamento al pueblo para ir a encontrarse con Dios; y se pusieron al pie del monte. 18Y todo el monte de Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego: y el humo de él subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera. 19Y el sonido de la trompeta iba aumentándose en extremo: Moisés hablaba, y Dios le respondía en voz. 20Y descendió Jehová sobre el monte de Sinaí, sobre la cumbre del monte: y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió. 21Y Jehová dijo a Moisés: Desciende, ordena al pueblo que no traspasen el término para ver a Jehová, porque caerá multitud de ellos. 22Y también los sacerdotes que se acercan a Jehová, se santifiquen, para que Jehová no haga en ellos estrago.23Y Moisés dijo a Jehová: El pueblo no podrá subir al monte de Sinaí, porque tú nos has mandado diciendo: Señala términos al monte, y santifícalo. 24Y Jehová le dijo: Ve, desciende, y subirás tú, y Aarón contigo: mas los sacerdotes y el pueblo no traspasen el término para subir a Jehová, para que no haga en ellos estrago. 25Entonces Moisés descendió al pueblo y habló con ellos.
ÉXODO 20
1Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: 2Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de siervos. 3No tendrás dioses ajenos delante de mí. 4No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.5No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo, Jehová tu Dios, soy Dios celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6Y que hago misericordia a millares de los que me aman y guardan mis mandamientos. 7No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. 8Te acordarás del día sábado, para santificarlo. 9Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 10pero el séptimo día es el sábado de Jehová tu Dios: no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. 11Porque en seis días hizo Jehová el cielo y la tierra, y el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día sábado y lo santificó. 12Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. 13No matarás.14No cometerás adulterio. 15No hurtarás. 16No hablarás falso testimonio contra tu prójimo. 17No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la esposa de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.18Todo el pueblo percibía los truenos y los relámpagos, y el sonido de la trompeta, y el monte que humeaba. Y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos. 19Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, que nosotros oiremos; mas no hable Dios con nosotros, para que no muramos. 20Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; que para probaros vino Dios, y para que su temor esté en vuestra presencia y no pequéis. 21Entonces el pueblo se puso de lejos, y Moisés se acercó a la oscuridad en la cual estaba Dios. 22Y Jehová dijo a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Vosotros habéis visto que he hablado desde el cielo con vosotros. 23No hagáis conmigo dioses de plata, ni dioses de oro os haréis.24Altar de tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus ovejas y tus vacas: en cualquier lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi nombre, vendré a ti, y te bendeciré.25Y si me haces un altar de piedras, no las labres de cantería; porque si alzas tu herramienta sobre él, lo profanarás. 26Y no subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no sea descubierta sobre él.
ÉXODO 21
1Y éstos son los decretos que les propondrás. 2Si comprares siervo hebreo, seis años servirá; mas al séptimo saldrá libre de balde. 3Si entró solo, solo saldrá; si estaba casado, saldrá él y su esposa con él.4Si su amo le hubiere dado esposa, y ella le hubiere dado a luz hijos o hijas, la esposa y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo. 5Y si el siervo dijere: Yo amo a mi señor, a mi esposa y a mis hijos, no saldré libre: 6Entonces su amo lo traerá ante los jueces; y lo traerá a la puerta o al poste; y su amo le horadará la oreja con lezna, y será su siervo para siempre. 7Y cuando alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá ella como suelen salir los siervos. 8Si no agradare a su señor, por lo cual no la tomó por esposa, le permitirá que sea redimida, y no la podrá vender a pueblo extraño cuando la desechare. 9Mas si la hubiere desposado con su hijo, hará con ella según la costumbre de las hijas. 10Si le tomare otra, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el deber conyugal. 11Y si ninguna de estas tres cosas hiciere, ella saldrá de gracia sin dinero. 12El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él morirá. 13Mas el que no armó asechanzas, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré lugar al cual ha de huir.14Además, si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo, y lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera. 15Y el que hiriere a su padre o a su madre, morirá. 16Asimismo el que robare una persona, y la vendiere, o se hallare en sus manos, morirá. 17Igualmente el que maldijere a su padre o a su madre, morirá. 18Además, si algunos riñeren, y alguno hiriere a su prójimo con piedra o con el puño, y no muriere, pero cayere en cama; 19si se levantare y anduviere fuera sobre su báculo, entonces el que le hirió será absuelto; solamente le compensará por el tiempo perdido, y hará que le curen. 20Y si alguno hiriere a su siervo o a su sierva con palo, y muriere bajo de su mano, será castigado: 21Mas si durare por un día o dos, no será castigado, porque su dinero es. 22Si algunos riñeren, e hiriesen a mujer embarazada, y ésta abortare, pero sin haber otro daño, será penado conforme a lo que le impusiere el marido de la mujer, y pagará según determinen los jueces. 23Mas si hubiere algún otro daño, entonces pagarás vida por vida, 24ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.26Y si alguno hiriere el ojo de su siervo, o el ojo de su sierva, y lo dañare, le dará libertad por razón de su ojo.27Y si sacare el diente de su siervo, o el diente de su sierva, por su diente le dejará ir libre. 28Si un buey acorneare hombre o mujer, y a causa de ello muriere, el buey será apedreado, y no se comerá su carne; mas el dueño del buey será absuelto. 29Pero si el buey ya había acorneado en el pasado, y a su dueño se le había amonestado, y no lo había guardado, y matare hombre o mujer, el buey será apedreado, y también su dueño morirá. 30Si le fuere impuesto rescate, entonces dará por el rescate de su persona cuanto le fuere impuesto. 31Haya acorneado hijo, o haya acorneado hija, conforme a este juicio se hará con él.32Si el buey acorneare siervo o sierva, pagará treinta siclos de plata su señor, y el buey será apedreado.33Y si alguno abriere hoyo, o cavare cisterna, y no la cubriere, y cayere allí buey o asno, 34el dueño de la cisterna pagará el dinero, resarciendo a su dueño, y lo que fue muerto será suyo. 35Y si el buey de alguno hiriere al buey de su prójimo, y éste muriere, entonces venderán el buey vivo, y partirán el dinero de él, y también partirán el muerto. 36Mas si era notorio que el buey era acorneador en tiempo pasado, y su dueño no lo hubiere guardado, pagará buey por buey, y el muerto será suyo.
ÉXODO 22
1Cuando alguno hurtare buey u oveja, y le degollare o vendiere, por aquel buey pagará cinco bueyes, y por aquella oveja, cuatro ovejas. 2Si el ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que le hirió no será culpado de su muerte. 3Y si el sol ya había salido sobre él; el matador será reo de homicidio. El ladrón hará completa restitución; si no tuviere con qué, será vendido por su hurto. 4Si fuere hallado con el hurto en la mano, sea buey o asno u oveja vivos, pagará el doble. 5Si alguno hiciere pacer campo o viña, y metiere su bestia, y comiere la tierra de otro, de lo mejor de su tierra y de lo mejor de su viña, pagará restitución. 6Cuando un fuego se extendiere y tomare espinas, y quemare gavillas amontonadas, o en pie, o campo, el que encendió el fuego pagará lo quemado. 7Cuando alguno diere a su prójimo plata o alhajas a guardar, y fuere hurtado de la casa de aquel hombre, si el ladrón se hallare, pagará el doble. 8Si el ladrón no se hallare, entonces el dueño de la casa será presentado a los jueces, para ver si ha metido su mano en la hacienda de su prójimo.9Sobre todo asunto de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido o sobre cualquier cosa perdida, cuando uno dijere: Esto es mío, la causa de ambos será traída ante los jueces; y aquel a quien los jueces condenaren, pagará el doble a su prójimo.10Si alguno hubiere dado a su prójimo asno, o buey, u oveja, o cualquier otro animal a guardar, y se muriere o se perniquebrare, o fuere llevado sin verlo nadie;11Juramento de Jehová tendrá lugar entre ambos de que no echó su mano a los bienes de su prójimo: y su dueño lo aceptará, y el otro no pagará. 12Mas si le hubiere sido hurtado, resarcirá a su dueño. 13Y si le hubiere sido arrebatado por fiera, le traerá testimonio, y no pagará lo arrebatado. 14Pero si alguno hubiere tomado prestada bestia de su prójimo, y fuere estropeada o muerta, ausente su dueño, deberá pagarla. 15Si el dueño estaba presente, no la pagará. Si era alquilada, él vendrá por su alquiler. 16Y si alguno engañare a alguna doncella que no fuere desposada, y se acostare con ella, deberá dotarla y tomarla por esposa. 17Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata conforme a la dote de las vírgenes. 18No dejarás que viva la hechicera.19Cualquiera que tuviere ayuntamiento con bestia, morirá. 20El que sacrificare a dioses, excepto a sólo Jehová, será muerto. 21Y al extranjero no engañarás, ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. 22A ninguna viuda ni huérfano afligiréis. 23Que si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor; 24y mi furor se encenderá, y os mataré a espada, y vuestras esposas quedarán viudas, y huérfanos vuestros hijos.25Si prestares dinero a algún pobre de los de mi pueblo que está contigo, no serás usurero para con él; no le impondrás usura. 26Si tomares en prenda la vestidura de tu prójimo, a la puesta del sol se lo volverás: 27Porque sólo aquella es su cubierta, es la vestidura para cubrir su piel. ¿En qué dormirá? Y será que cuando él a mí clamare, yo entonces le oiré, porque soy misericordioso. 28A los jueces no injuriarás, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.29No demorarás en dar la primicia de tu cosecha, ni de tu lagar. Me darás el primogénito de tus hijos.30Así harás con el de tu buey y de tu oveja; siete días estará con su madre, y al octavo día me lo darás.31Y habéis de serme varones santos: y no comeréis carne arrebatada de las fieras en el campo; a los perros la echaréis.
ÉXODO 23
1No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso. 2No seguirás a los muchos para mal hacer; ni responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios; 3ni al pobre distinguirás en su causa. 4Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo. 5Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás entonces desamparado? Sin falta le ayudarás a levantarlo. 6No pervertirás el derecho de tu mendigo en su pleito.7De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío.8No recibirás presente; porque el presente ciega a los que ven, y pervierte las palabras del justo. 9Y no angustiarás al extranjero: pues vosotros sabéis cómo se halla el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. 10Seis años sembrarás tu tierra, y recogerás su cosecha: 11Mas el séptimo la dejarás en reposo, y libre, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quedare comerán las bestias del campo. Lo mismo harás con tu viña y con tu olivar. 12Seis días harás tus trabajos, y al séptimo día reposarás, a fin que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero.13Y en todo lo que os he dicho seréis circunspectos. Y el nombre de otros dioses no mencionaréis, ni se oirá de vuestra boca. 14Tres veces en el año me celebraréis fiesta. 15La fiesta de los panes sin levadura guardarás: Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib; porque en él saliste de Egipto: y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías:16También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores que hubieres sembrado en el campo; y la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido tus labores del campo. 17Tres veces en el año se presentarán todos tus varones delante del Señor Jehová. 18No ofrecerás con pan leudo la sangre de mi sacrificio, ni la grosura de mi sacrificio quedará de la noche hasta la mañana. 19Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios. No guisarás el cabrito con la leche de su madre. 20He aquí yo envío el Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.21Guárdate delante de Él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque Él no perdonará vuestra rebelión: porque mi nombre está en Él. 22Pero si en verdad oyeres su voz, e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo a tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren. 23Porque mi Ángel irá delante de ti, y te introducirá al amorreo, y al heteo, y al ferezeo, y al cananeo, y al heveo, y al jebuseo, a los cuales yo destruiré. 24No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrarás enteramente sus estatuas. 25Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y Él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti. 26No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo cumpliré el número de tus días. 27Yo enviaré mi terror delante de ti, y consternaré a todo pueblo donde tú entrares, y te daré la cerviz de todos tus enemigos. 28Yo enviaré la avispa delante de ti, que eche fuera al heveo, y al cananeo, y al heteo, de delante de ti: 29No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las bestias del campo. 30Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes la tierra por heredad. 31Y yo fijaré tu término desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el río: porque pondré en vuestras manos los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti. 32No harás alianza con ellos, ni con sus dioses.33En tu tierra no habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses: porque te será de tropiezo.
ÉXODO 24
1Y dijo a Moisés: Sube ante Jehová, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos. 2Mas Moisés solo se acercará a Jehová; y ellos no se acerquen, ni suba con él el pueblo. 3Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todos los derechos: y todo el pueblo respondió a una voz, y dijeron: Ejecutaremos todas las palabras que Jehová ha dicho. 4Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel. 5Y envió a unos jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová. 6Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar. 7Y tomó el libro de la alianza, y leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos.8Entonces Moisés tomó la sangre, y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas. 9Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; 10Y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno. 11Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel: y vieron a Dios, y comieron y bebieron.12Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarlos.13Y se levantó Moisés, y Josué su ministro; y Moisés subió al monte de Dios. 14Y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros: y he aquí Aarón y Hur están con vosotros: el que tuviere asuntos, venga a ellos. 15Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte. 16Y la gloria de Jehová reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días: y al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube. 17Y el parecer de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel. 18Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte: y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.
ÉXODO 25
1Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 2Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda: de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda. 3Y ésta es la ofrenda que tomaréis de ellos: Oro, plata, bronce, 4azul, púrpura, carmesí, lino fino, pelo de cabras, 5pieles de carneros teñidos de rojo, pieles de tejones y madera de acacia; 6aceite para la luminaria, especias para el aceite de la unción, y para el incienso aromático; 7piedras de ónice, y piedras de engastes para el efod y para el pectoral. 8Y que me hagan un santuario, para que yo habite entre ellos.9Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis. 10Harán también un arca de madera de acacia, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio.11Y la cubrirás de oro puro; por dentro y por fuera la cubrirás; y harás sobre ella una cornisa de oro alrededor. 12Y fundirás para ella cuatro anillos de oro, que pondrás a sus cuatro esquinas; dos anillos a un lado de ella, y dos anillos al otro lado. 13Y harás unas varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro. 14Y meterás las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca con ellas. 15Las varas se estarán en los anillos del arca: no se quitarán de ella. 16Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré. 17Y harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. 18Harás también dos querubines de oro, labrados a martillo los harás, en los dos extremos del propiciatorio. 19Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo: de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos. 20Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio: sus rostros uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines.21Y pondrás el propiciatorio sobre del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré. 22Y de allí me encontraré contigo, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel. 23Harás también una mesa de madera de acacia: su longitud será de dos codos, y de un codo su anchura, y su altura de codo y medio.24Y la cubrirás de oro puro, y le harás una cornisa de oro alrededor. 25Le harás también una moldura alrededor, de un palmo de ancho, y harás a la moldura una cornisa de oro alrededor. 26Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales pondrás a las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas. 27Los anillos estarán junto a la moldura, para lugares de las varas, para llevar la mesa. 28Y harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro, y con ellas será llevada la mesa. 29Harás también sus platos, y sus cucharas, y sus cubiertas, y sus tazones, con que se libará: de oro fino los harás. 30Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí continuamente. 31Harás además un candelero de oro puro; labrado a martillo se hará el candelero: su pie, y su caña, sus copas, sus manzanas, y sus flores, serán de lo mismo: 32Y saldrán seis brazos de sus lados: tres brazos del candelero a un lado, y tres brazos del candelero al otro lado: 33Tres copas en forma de flor de almendro en un brazo, una manzana y una flor; y tres copas, figura de flor de almendro en otro brazo, una manzana y una flor: así pues, en los seis brazos que salen del candelero: 34Y en el candelero cuatro copas en forma de flor de almendro, sus manzanas y sus flores. 35Habrá una manzana debajo de los dos brazos del mismo, otra manzana debajo de los otros dos brazos del mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos del mismo, en conformidad a los seis brazos que salen del candelero. 36Sus manzanas y sus brazos serán del mismo, todo ello una pieza labrada a martillo, de oro puro. 37Y les harás siete candilejas, las cuales encenderás para que alumbren a la parte de su delantera: 38También sus despabiladeras y sus platillos, de oro puro. 39De un talento de oro fino lo harás, con todos estos vasos.40Y mira, y hazlos conforme a su modelo, que te ha sido mostrado en el monte.
ÉXODO 26
1Y harás el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura, y carmesí: y harás querubines de obra de arte. 2La longitud de una cortina será de veintiocho codos, y la anchura de la misma cortina de cuatro codos: todas las cortinas tendrán una medida.3Cinco cortinas estarán juntas la una con la otra, y cinco cortinas unidas la una con la otra. 4Y harás lazadas de azul en la orilla de la una cortina, en el borde, en la unión: y así harás en la orilla de la postrera cortina en la segunda unión. 5Cincuenta lazadas harás en una cortina, y cincuenta lazadas harás en el borde de la cortina que está en la segunda unión: las lazadas estarán contrapuestas la una a la otra.6Harás también cincuenta corchetes de oro, con los cuales juntarás las cortinas la una con la otra, y se formará un tabernáculo. 7Y harás cortinas de pelo de cabras para una cubierta sobre el tabernáculo; once cortinas harás. 8La longitud de una cortina será de treinta codos, y la anchura de la misma cortina de cuatro codos: una medida tendrán las once cortinas.9Y juntarás cinco cortinas aparte y seis cortinas aparte; y doblarás la sexta cortina en el frente del tabernáculo. 10Y harás cincuenta lazadas en la orilla de una cortina, al borde de la unión, y cincuenta lazadas en la orilla de la segunda cortina en la otra juntura. 11Y harás cincuenta corchetes de bronce, los cuales meterás por las lazadas; y juntarás la tienda, para que se haga una sola cubierta. 12Y el sobrante que resulta en las cortinas de la tienda, la mitad de la cortina que sobra, colgará a las espaldas del tabernáculo. 13Y un codo de un lado, y otro codo del otro lado, que sobran en la longitud de las cortinas de la tienda, colgará sobre los lados del tabernáculo a un lado y al otro lado, para cubrirlo. 14Y harás a la tienda una cubierta de pieles de carneros, teñidos de rojo, y una cubierta de pieles de tejones encima. 15Y harás para el tabernáculo tablas de madera de acacia, que estén derechas. 16La longitud de cada tabla será de diez codos, y de codo y medio la anchura de cada tabla. 17Dos espigas tendrá cada tabla, para unirlas una con otra; así harás todas las tablas del tabernáculo. 18Harás, pues, las tablas del tabernáculo: veinte tablas al lado del mediodía, al sur.19Y harás cuarenta bases de plata debajo de las veinte tablas; dos bases debajo de una tabla para sus dos espigas, y dos bases debajo de la otra tabla para sus dos espigas. 20Y al otro lado del tabernáculo, al lado del norte, veinte tablas; 21y sus cuarenta bases de plata: dos bases debajo de una tabla, y dos bases debajo de la otra tabla. 22Y para el lado del tabernáculo, al occidente, harás seis tablas. 23Y harás dos tablas para las esquinas del tabernáculo en los dos ángulos posteriores; 24las cuales se unirán por abajo, y asimismo se juntarán por su alto a un gozne: así será de las otras dos que estarán a las dos esquinas. 25De manera que serán ocho tablas, con sus bases de plata, dieciséis bases; dos bases debajo de una tabla, y dos bases debajo de la otra tabla.26Harás también cinco vigas de madera de acacia, para las tablas de un lado del tabernáculo, 27y cinco vigas para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco vigas para las tablas del otro lado del tabernáculo, que está al occidente. 28Y la viga del medio pasará por medio de las tablas, de un extremo al otro. 29Y cubrirás las tablas de oro, y harás sus anillos de oro para meter por ellos las vigas: también cubrirás las vigas de oro. 30Y levantarás el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte. 31Y harás también un velo de azul, y púrpura, y carmesí, y de lino torcido: será hecho de obra de arte, con querubines: 32Y has de ponerlo sobre cuatro columnas de madera de acacia cubiertas de oro; sus capiteles de oro, sobre bases de plata.33Y pondrás el velo debajo de los corchetes, y meterás allí, del velo adentro, el arca del testimonio; y aquel velo os hará separación entre el lugar santo y el lugar santísimo. 34Y pondrás el propiciatorio sobre el arca del testimonio en el lugar santísimo. 35Y pondrás la mesa fuera del velo, y el candelero enfrente de la mesa al lado sur del tabernáculo; y pondrás la mesa al lado del norte. 36Y harás a la puerta del tabernáculo una cortina de azul, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, obra de bordador. 37Y harás para la cortina cinco columnas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro, con sus capiteles de oro: y les harás cinco bases de bronce fundido.
ÉXODO 27
1Harás también un altar de madera de acacia de cinco codos de longitud, y de cinco codos de anchura: será cuadrado el altar, y su altura de tres codos. 2Y harás sus cuernos a sus cuatro esquinas; los cuernos serán de lo mismo; y lo cubrirás de bronce. 3Harás también sus calderas para echar su ceniza; y sus paletas, y sus tazones, y sus garfios, y sus braseros: harás todos sus vasos de bronce. 4Y le harás un enrejado de bronce de obra de malla; y sobre el enrejado harás cuatro anillos de bronce a sus cuatro esquinas. 5Y lo has de poner dentro del cerco del altar abajo; y llegará el enrejado hasta el medio del altar. 6Harás también varas para el altar, varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de bronce. 7Y sus varas se meterán por los anillos: y estarán aquellas varas a ambos lados del altar, para ser llevado. 8De tablas lo harás, hueco: de la manera que te fue mostrado en el monte, así lo harás. 9Y harás el atrio del tabernáculo; para el lado del mediodía, hacia el sur; tendrá el atrio cortinas de lino torcido, de cien codos de longitud para un lado; 10y sus veinte columnas, y sus veinte bases serán de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata. 11Y de la misma manera al lado del norte habrá a lo largo cortinas de cien codos de longitud, y sus veinte columnas, con sus veinte bases de bronce; los capiteles de sus columnas y sus molduras, de plata. 12Y el ancho del atrio del lado occidental tendrá cortinas de cincuenta codos; sus columnas diez, con sus diez bases. 13Y en el ancho del atrio por el lado del oriente, al este, habrá cincuenta codos. 14Y las cortinas de un lado de la entrada serán de quince codos; sus columnas tres, con sus tres bases. 15Al otro lado quince codos de cortinas; sus columnas tres, con sus tres bases. 16Y a la puerta del atrio habrá una cortina de veinte codos, de azul, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, de obra de bordador; cuatro serán sus columnas y cuatro sus bases. 17Todas las columnas del atrio en derredor serán ceñidas de plata; sus capiteles de plata, y sus bases de bronce. 18La longitud del atrio será de cien codos, y la anchura cincuenta por un lado y cincuenta por el otro, y la altura de cinco codos: sus cortinas de lino torcido, y sus bases de bronce. 19Todos los vasos del tabernáculo en todo su servicio, y todos sus clavos, y todos los clavos del atrio, serán de bronce.20Y tú mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas para el alumbrado, para hacer arder las lámparas continuamente. 21En el tabernáculo de la congregación, afuera del velo que está delante del testimonio, las pondrá en orden Aarón y sus hijos, delante de Jehová desde la tarde hasta la mañana, como estatuto perpetuo de los hijos de Israel por sus generaciones.
ÉXODO 28
1Y tú haz llegar a ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón, Nadab y Abiú, Eleazar e Itamar, hijos de Aarón. 2Y harás vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para gloria y hermosura. 3Y tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado con el espíritu de sabiduría; a fin que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle a que me sirva de sacerdote. 4Las vestiduras que harán son estas: el pectoral, y el efod, y el manto, y la túnica labrada, la mitra, y el cinturón. Hagan, pues, las vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, y a sus hijos, para que sean mis sacerdotes. 5Tomarán oro, y azul, y púrpura, y carmesí, y lino torcido. 6Y harán el efod de oro y azul, y púrpura, y carmesí, y lino torcido de obra de arte. 7Tendrá dos hombreras que se junten a sus dos lados, y se juntará. 8Y el artificio de su cinto que está sobre él, será de su misma obra, de lo mismo; de oro, azul, y púrpura, y carmesí, y lino torcido. 9Y tomarás dos piedras de ónice, y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel; 10seis de sus nombres en una piedra, y los otros seis nombres en la otra piedra, conforme al nacimiento de ellos. 11De obra de escultor en piedra a modo de grabaduras de sello, harás grabar aquellas dos piedras con los nombres de los hijos de Israel; les harás alrededor engastes de oro. 12Y pondrás aquellas dos piedras sobre los hombros del efod, para piedras de memoria a los hijos de Israel; y Aarón llevará los nombres de ellos delante de Jehová en sus dos hombros por memoria. 13Harás pues, engastes de oro, 14y dos cadenillas de oro fino; las cuales harás de hechura de trenza; y fijarás las cadenas de hechura de trenza en los engastes. 15Y harás el pectoral del juicio de obra de arte; lo harás conforme a la obra del efod; lo harás de oro, azul, púrpura, carmesí y lino fino torcido.16Será cuadrado y doble, de un palmo de largo y un palmo de ancho; 17y lo llenarás de pedrería con cuatro hileras de piedras. La primera hilera de una piedra sárdica, un topacio y un carbunclo; esta será la primera hilera. 18La segunda hilera, una esmeralda, un zafiro y un diamante. 19La tercera hilera, un jacinto, un ágata y una amatista. 20Y la cuarta hilera, un berilo, un ónice y un jaspe. Estarán montadas en engastes de oro. 21Y las piedras serán con los nombres de los hijos de Israel, doce según sus nombres; como grabaduras de sello cada una con su nombre, serán según las doce tribus. 22Y harás sobre el pectoral cadenillas de hechura de trenzas de oro puro. 23Y harás en el pectoral dos anillos de oro, y pondrás los dos anillos a los dos extremos del pectoral. 24Y pondrás las dos trenzas de oro en los dos anillos a los dos extremos del pectoral: 25Y pondrás los dos extremos de las dos trenzas sobre los dos engastes, y los colocarás a los lados del efod en la parte delantera. 26Harás también dos anillos de oro, los cuales pondrás a los dos extremos del pectoral, en el borde que está al lado del efod hacia adentro. 27Harás asimismo dos anillos de oro, los cuales pondrás a los dos lados del efod abajo en la parte delantera, delante de su juntura sobre el cinto del efod. 28Y juntarán el pectoral por sus anillos a los anillos del efod con un cordón de jacinto, para que esté sobre el cinto del efod, y no se aparte el pectoral del efod. 29Y llevará Aarón los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio sobre su corazón, cuando entrare en el santuario, para memoria delante de Jehová continuamente. 30Y pondrás en el pectoral del juicio Urim y Tumim, para que estén sobre el corazón de Aarón cuando entrare delante de Jehová; y llevará siempre Aarón el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón delante de Jehová. 31Harás el manto del efod todo de azul, 32y en medio de él por arriba habrá una abertura, la cual tendrá un borde alrededor de obra de tejedor, como el cuello de un coselete, para que no se rompa. 33Y abajo en sus orillas harás granadas de azul, y púrpura, y carmesí, por sus bordes alrededor; y entre ellas campanillas de oro alrededor. 34Una campanilla de oro y una granada, campanilla de oro y granada, por las orillas del manto alrededor. 35Y estará sobre Aarón cuando ministrare; y se oirá su sonido cuando él entrare en el santuario delante de Jehová y cuando saliere, para que no muera. 36Harás además una plancha de oro fino, y grabarás en ella grabadura de sello, SANTIDAD A JEHOVÁ. 37Y la pondrás con un cordón de azul, y estará sobre la mitra; por el frente anterior de la mitra estará. 38Y estará sobre la frente de Aarón: y llevará Aarón el pecado de las cosas santas, que los hijos de Israel hubieren consagrado en todas sus santas ofrendas; y sobre su frente estará continuamente para que hallen gracia delante de Jehová. 39Y bordarás una túnica de lino fino, y harás una mitra de lino fino; harás también un cinto de obra de bordador. 40Y para los hijos de Aarón harás túnicas; también les harás cintos, y les formarás tiaras para gloria y hermosura. 41Y con ellos vestirás a Aarón tu hermano, y a sus hijos con él: y los ungirás, y los consagrarás, y santificarás, para que sean mis sacerdotes. 42Y les harás calzoncillos de lino para cubrir su desnudez; serán desde los lomos hasta los muslos. 43Y estarán sobre Aarón y sobre sus hijos cuando entraren en el tabernáculo de la congregación, o cuando se acercaren al altar para servir en el santuario, para que no lleven pecado y mueran. Estatuto perpetuo para él, y para su simiente después de él.
ÉXODO 29
1Y esto es lo que harás para consagrarlos, para que sean mis sacerdotes: Toma un becerro de la vacada, y dos carneros sin defecto; 2y panes sin levadura, y tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite; y las harás de flor de harina de trigo: 3Y las pondrás en un canastillo, y en el canastillo las ofrecerás, con el becerro y los dos carneros. 4Y harás llegar a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de la congregación, y los lavarás con agua. 5Y tomarás las vestiduras, y vestirás a Aarón la túnica y el manto del efod, y el efod, y el pectoral, y le ceñirás con el cinto del efod;6y pondrás la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la corona santa. 7Y tomarás el aceite de la unción, y derramarás sobre su cabeza, y le ungirás.8Y harás acercar a sus hijos, y les vestirás las túnicas. 9Y les ceñirás el cinto, a Aarón y a sus hijos, y les atarás las tiaras, y tendrán el sacerdocio por fuero perpetuo; y consagrarás a Aarón y a sus hijos.10Y harás llegar el becerro delante del tabernáculo de la congregación, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro. 11Y matarás el becerro delante de Jehová a la puerta del tabernáculo de la congregación. 12Y tomarás de la sangre del becerro, y pondrás sobre los cuernos del altar con tu dedo, y derramarás toda la demás sangre al pie del altar. 13Tomarás también toda la grosura que cubre los intestinos, la grosura que está sobre el hígado, los dos riñones y la grosura que está sobre ellos, y lo quemarás sobre el altar. 14Pero la carne del becerro, y su piel, y su estiércol, los quemarás a fuego fuera del campamento; es ofrenda por el pecado. 15Asimismo tomarás un carnero, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero. 16Y matarás el carnero, y tomarás su sangre, y rociarás sobre el altar alrededor. 17Y cortarás el carnero en pedazos, y lavarás sus intestinos y sus piernas, y las pondrás sobre sus trozos y sobre su cabeza. 18Y quemarás todo el carnero sobre el altar; es holocausto a Jehová, olor grato, es ofrenda quemada a Jehová.19Tomarás luego el otro carnero, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero. 20Y matarás el carnero, y tomarás de su sangre, y pondrás sobre la ternilla de la oreja derecha de Aarón, y sobre la ternilla de las orejas de sus hijos, y sobre el dedo pulgar de las manos derechas de ellos, y sobre el dedo pulgar de los pies derechos de ellos, y esparcirás la sangre sobre el altar alrededor. 21Y tomarás de la sangre que hay sobre el altar, y del aceite de la unción, y esparcirás sobre Aarón, y sobre sus vestiduras, y sobre sus hijos, y sobre las vestimentas de éstos; y él será santificado, y sus vestiduras, y sus hijos, y las vestimentas de sus hijos con él. 22Luego tomarás del carnero la grosura, y la cola, y la grosura que cubre los intestinos, y la grosura del hígado, y los dos riñones, y la grosura que está sobre ellos, y la espaldilla derecha; porque es carnero de consagraciones: 23También una torta de pan, y una torta amasada con aceite, y una hojaldre del canastillo de los panes sin levadura presentado a Jehová; 24Y lo pondrás todo en las manos de Aarón, y en las manos de sus hijos; y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Jehová.25Después lo tomarás de sus manos, y lo harás arder sobre el altar en holocausto, por olor agradable delante de Jehová. Es ofrenda encendida a Jehová. 26Y tomarás el pecho del carnero de la consagración de Aarón, y lo mecerás por ofrenda agitada delante de Jehová; y será tu porción. 27Y santificarás el pecho de la ofrenda mecida, y la espaldilla de la ofrenda elevada, lo que fue mecido y lo que fue santificado del carnero de la consagración de Aarón y de sus hijos:28Y será para Aarón y para sus hijos por estatuto perpetuo de los hijos de Israel, porque es porción elevada; y será tomada de los hijos de Israel de sus sacrificios pacíficos, porción de ellos elevada en ofrenda a Jehová. 29Y las vestimentas santas, que son de Aarón, serán de sus hijos después de él, para ser ungidos con ellas, y para ser con ellas consagrados. 30Por siete días las vestirá el sacerdote de sus hijos, que en su lugar viniere al tabernáculo de la congregación a servir en el santuario.31Y tomarás el carnero de las consagraciones, y cocerás su carne en el lugar del santuario. 32Y Aarón y sus hijos comerán la carne del carnero, y el pan que está en el canastillo, a la puerta del tabernáculo de la congregación. 33Y comerán aquellas cosas con las cuales se hizo expiación, para consagrarlos y santificarlos; mas el extranjero no comerá de ello, porque es cosa santa. 34Y si sobrare algo de la carne de las consagraciones y del pan hasta la mañana, quemarás al fuego lo que hubiere sobrado: no se comerá, porque es cosa santa. 35Así pues harás a Aarón y a sus hijos, conforme a todas las cosas que yo te he mandado, por siete días los consagrarás.36Y sacrificarás el becerro de la expiación en cada día para las expiaciones; y limpiarás el altar cuando hayas hecho expiación por él, y lo ungirás para santificarlo. 37Por siete días expiarás el altar, y lo santificarás, y será un altar santísimo: cualquiera cosa que tocare al altar, será santificada. 38Y esto es lo que ofrecerás sobre el altar cada día: dos corderos de un año, continuamente. 39Ofrecerás un cordero a la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde: 40Y con un cordero una décima parte de un efa de flor de harina amasada con la cuarta parte de un hin de aceite molido; y la libación será la cuarta parte de un hin de vino. 41Y ofrecerás el otro cordero a la caída de la tarde, haciendo conforme a la ofrenda de la mañana, y conforme a su libación, en olor de suavidad; será ofrenda encendida a Jehová. 42Esto será holocausto continuo por vuestras generaciones a la puerta del tabernáculo de la congregación delante de Jehová, en el cual me encontraré con vosotros, para hablaros allí. 43Y allí me encontraré con los hijos de Israel, y el tabernáculo será santificado con mi gloria.44Y santificaré el tabernáculo de la congregación y el altar: santificaré asimismo a Aarón y a sus hijos, para que me sirvan como sacerdotes. 45Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios. 46Y conocerán que yo soy Jehová su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto, para habitar en medio de ellos: Yo Jehová su Dios.
ÉXODO 30
1Harás asimismo un altar para quemar el incienso; de madera de acacia lo harás. 2Su longitud será de un codo, y su anchura de un codo: será cuadrado: y su altura de dos codos: y sus cuernos serán de lo mismo.3Y lo cubrirás de oro puro, su techado, y sus paredes en derredor, y sus cuernos; y le harás en derredor una cornisa de oro. 4Le harás también dos anillos de oro debajo de su cornisa, a sus dos esquinas en ambos lados suyos, para meter las varas con que será llevado. 5Y harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro. 6Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde yo me encontraré contigo. 7Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aderezare las lámparas lo quemará. 8Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso sobre él; incienso perpetuo delante de Jehová por vuestras generaciones. 9No ofreceréis sobre él incienso extraño, ni holocausto, ni presente; ni tampoco derramaréis sobre él libación. 10Y sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez en el año con la sangre de la ofrenda por el pecado para expiación: una vez en el año hará expiación sobre él por vuestras generaciones; será muy santo a Jehová. 11Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 12Cuando tomares el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno dará a Jehová el rescate de su persona, cuando los contares, para que no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado. 13Esto dará todo el que pasare entre los que serán contados, medio siclo conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte geras; la mitad de un siclo será la ofrenda a Jehová. 14Cualquiera que pasare entre los que serán contados, de veinte años arriba, dará la ofrenda a Jehová. 15Ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá de medio siclo, cuando dieren la ofrenda a Jehová para hacer expiación por vuestras almas. 16Y tomarás de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones, y lo darás para la obra del tabernáculo de la congregación: y será por memoria a los hijos de Israel delante de Jehová, para expiar vuestras personas. 17Habló más Jehová a Moisés, diciendo:18Harás también una fuente de bronce, con su base de bronce, para lavar; y la has de poner entre el tabernáculo de la congregación y el altar; y pondrás en ella agua. 19Y de ella se lavarán Aarón y sus hijos sus manos y sus pies: 20Cuando entraren en el tabernáculo de la congregación, se han de lavar con agua, para que no mueran: y cuando se acerquen al altar para ministrar, para quemar la ofrenda encendida para Jehová, 21se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su simiente por sus generaciones. 22Habló más Jehová a Moisés, diciendo: 23Y tú has de tomar de las principales especias; de mirra excelente quinientos siclos, y de canela aromática la mitad, esto es, doscientos cincuenta, y de cálamo aromático doscientos cincuenta, 24y de casia quinientos, al peso del santuario, y de aceite de olivas un hin: 25Y harás de ello el aceite de la santa unción, superior ungüento, según el arte del perfumista, el cual será el aceite de la unción santa. 26Con él ungirás el tabernáculo de la congregación, y el arca del testimonio, 27y la mesa, y todos sus vasos, y el candelero, y todos sus vasos, y el altar del incienso,28Y el altar del holocausto, todos sus vasos, y la fuente y su base. 29Así los consagrarás, y serán cosas santísimas: todo lo que tocare en ellos, será santificado. 30Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes.31Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Éste será mi aceite de la santa unción por vuestras generaciones. 32Sobre carne de hombre no será untado, ni haréis otro semejante, conforme a su composición: santo es; por santo habéis de tenerlo vosotros. 33Cualquiera que preparare ungüento semejante, y que pusiere de él sobre un extraño, será cortado de su pueblo. 34Dijo además Jehová a Moisés: Tómate especias aromáticas, estacte y uña aromática y gálbano aromático e incienso puro; de todo en igual peso. 35Y harás de ello un perfume de confección según el arte del perfumador, bien mezclado, puro y santo. 36Y molerás parte de él muy fino, y lo pondrás delante del testimonio en el tabernáculo de la congregación, donde yo me encontraré contigo. Os será cosa santísima. 37Como el perfume que harás, no os haréis otro según su composición; te será cosa santa para Jehová.38Cualquiera que hiciere otro como él para olerlo, será cortado de entre su pueblo.
ÉXODO 31
1Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 2Mira, yo he llamado por su nombre a Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; 3Y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, y en inteligencia, y en ciencia, y en todo artificio, 4para inventar diseños, para trabajar en oro, y en plata, y en bronce, 5y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para obrar en toda clase de labor. 6Y he aquí que yo he puesto con él a Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que yo te he mandado; 7el tabernáculo de la congregación, y el arca del testimonio, y el propiciatorio que está sobre ella, y todos los vasos del tabernáculo; 8y la mesa y sus vasos, y el candelero puro y todos sus vasos, y el altar del incienso; 9y el altar del holocausto y todos sus vasos, y la fuente y su base; 10y las vestiduras del servicio, y las santas vestiduras para Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos, para que ejerzan el sacerdocio; 11Y el aceite de la unción, y el incienso aromático para el santuario; harán conforme a todo lo que te he mandado. 12Habló además Jehová a Moisés, diciendo: 13Habla tú a los hijos de Israel, diciendo: Ciertamente vosotros guardaréis mis sábados: porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. 14Así que guardaréis el sábado, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella alma será cortada de en medio de su pueblo. 15Seis días se hará obra, mas el día séptimo es sábado de reposo consagrado a Jehová; cualquiera que hiciere obra el día del sábado, ciertamente morirá. 16Guardarán, pues, el sábado los hijos de Israel: celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo: 17Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó, y reposó. 18Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.
ÉXODO 32
1Mas viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercó entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. 2Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras esposas, y de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos.3Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón: 4El cual los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, éstos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. 5Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta a Jehová. 6Y el día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz: y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantaron a regocijarse. 7Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de tierra de Egipto se ha corrompido. 8Pronto se han apartado del camino que yo les mandé, y se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y han sacrificado a él, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. 9Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz:10Ahora pues, déjame que se encienda mi furor contra ellos, y los consuma: y a ti yo te pondré sobre gran gente. 11Entonces Moisés oró a la faz de Jehová su Dios, y dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran fortaleza, y con mano fuerte? 12¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del furor de tu ira, y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo. 13Acuérdate de Abraham, de Isaac, y de Israel tus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les has dicho: Yo multiplicaré vuestra simiente como las estrellas del cielo; y daré a vuestra simiente toda esta tierra que he dicho, y la tomarán por heredad para siempre. 14Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo. 15Y se volvió Moisés, y descendió del monte trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de uno y otro lado estaban escritas. 16Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas. 17Y oyendo Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en el campamento. 18Y él respondió: No es voz de grito de vencedores, ni voz de alarido de vencidos. Voz de cantar oigo yo. 19Y aconteció, que cuando llegó él al campamento, y vio el becerro y las danzas, Moisés se enardeció de ira, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte. 20Y tomó el becerro que habían hecho, y lo quemó en el fuego, y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció sobre las aguas, y lo dio a beber a los hijos de Israel. 21Y dijo Moisés a Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él tan gran pecado? 22Y respondió Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces el pueblo, que es inclinado al mal. 23Porque me dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros, que a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le ha acontecido. 24Y yo les respondí: ¿Quién tiene oro? Apartadlo. Y me lo dieron, y lo eché en el fuego, y salió este becerro. 25Y viendo Moisés que el pueblo estaba desnudo, porque Aarón lo había desnudado para vergüenza entre sus enemigos, 26se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién es de Jehová? júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví. 27Y él les dijo: Así dice Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo: pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente. 28Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés: y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres.29Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado a Jehová, porque cada uno se ha consagrado en su hijo, y en su hermano, para que Él dé hoy bendición sobre vosotros. 30Y aconteció que el día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado; mas yo subiré ahora a Jehová; quizá le aplacaré acerca de vuestro pecado. 31Entonces volvió Moisés a Jehová, y dijo: Te ruego, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro, 32que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito. 33Y Jehová respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro. 34Ve pues ahora, lleva a este pueblo donde te he dicho: he aquí mi Ángel irá delante de ti; que en el día de mi visitación yo visitaré en ellos su pecado. 35Y Jehová hirió al pueblo, porque habían hecho el becerro que formó Aarón.
ÉXODO 33
1Y Jehová dijo a Moisés: Ve, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto, a la tierra de la cual juré a Abraham, Isaac, y Jacob, diciendo: A tu simiente la daré: 2Y yo enviaré delante de ti el Ángel, y echaré fuera al cananeo y al amorreo, y al heteo, y al ferezeo, y al heveo y al jebuseo: 3A la tierra que fluye leche y miel; porque yo no subiré en medio de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino. 4Y oyendo el pueblo esta mala noticia, vistieron luto, y ninguno se puso sus atavíos: 5Pues Jehová dijo a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz: en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré; quítate, pues, ahora tus atavíos, para que yo sepa lo que te he de hacer. 6Entonces los hijos de Israel se despojaron de sus atavíos desde el monte Horeb. 7Y Moisés tomó el tabernáculo, y lo levantó fuera del campamento, lejos del campamento, y lo llamó el Tabernáculo de la congregación. Y fue, que cualquiera que buscaba a Jehová, salía al tabernáculo de la congregación, que estaba fuera del campamento. 8Y sucedía que, cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba, y estaba cada cual en pie a la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés, hasta que él entraba en el tabernáculo. 9Y cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía, y se ponía a la puerta del tabernáculo, y Jehová hablaba con Moisés. 10Y todo el pueblo miraba la columna de nube, que estaba a la puerta del tabernáculo, y todo el pueblo se levantaba, cada uno a la puerta de su tienda, y adoraba. 11Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; mas el joven Josué, su criado, hijo de Nun, no se apartaba de en medio del tabernáculo. 12Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo: y tú no me has declarado a quién has de enviar conmigo: sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos. 13Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y que halle gracia en tus ojos; y considera que este pueblo es tu gente. 14Y Él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. 15Y él respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. 16¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en andar tú con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra? 17Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre. 18Él entonces dijo: Te ruego: Muéstrame tu gloria. 19Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente. 20Dijo más: No podrás ver mi rostro: porque no me verá hombre, y vivirá. 21Y dijo aún Jehová: He aquí lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña: 22Y será que, cuando pasare mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado: 23Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro.
ÉXODO 34
1Y Jehová dijo a Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste. 2Apercíbete, pues, para mañana, y sube por la mañana al monte de Sinaí, y preséntate allí ante mí, sobre la cumbre del monte. 3Y no suba hombre contigo, ni parezca alguno en todo el monte; ni ovejas ni bueyes pazcan delante del monte. 4Y Moisés alisó dos tablas de piedra como las primeras; y se levantó por la mañana, y subió al monte de Sinaí, como le mandó Jehová, y llevó en su mano las dos tablas de piedra. 5Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de Jehová. 6Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: Jehová, Jehová, fuerte, misericordioso, y piadoso; tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad; 7Que guarda la misericordia en millares, que perdona la iniquidad, la rebelión, y el pecado, y que de ningún modo dará por inocente al culpable; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera, y cuarta generación. 8Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró; 9Y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia en tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros; porque éste es pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos por tu heredad. 10Y Él dijo: He aquí, yo hago pacto delante de todo tu pueblo: haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna; y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra de Jehová; porque será cosa terrible la que yo haré contigo. 11Guarda lo que yo te mando hoy; he aquí que yo echo de delante de tu presencia al amorreo, y al cananeo, y al heteo, y al ferezeo, y al heveo, y al jebuseo. 12Guárdate que no hagas alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, para que no sean tropezadero en medio de ti: 13Mas derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y talaréis sus imágenes de Asera. 14Porque no adorarás a dios ajeno; pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es. 15Por tanto no harás alianza con los moradores de aquella tierra; porque fornicarán en pos de sus dioses, y sacrificarán a sus dioses, y te llamarán, y comerás de sus sacrificios; 16o tomando de sus hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en pos de sus dioses, harán también fornicar a tus hijos en pos de los dioses de ellas. 17No te harás dioses de fundición. 18La fiesta de los panes sin levadura guardarás: siete días comerás pan sin levadura, según te he mandado, en el tiempo del mes de Abib; porque en el mes de Abib saliste de Egipto. 19Todo lo que abre matriz, mío es; y de tu ganado todo primerizo de vaca o de oveja que fuere macho. 20Pero redimirás con cordero el primerizo del asno; y si no lo redimieres, entonces le quebrarás la cerviz. Redimirás todo primogénito de tus hijos, y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías. 21Seis días trabajarás, mas en el séptimo día descansarás: Descansarás aun en la arada y en la siega. 22Y te harás la fiesta de las semanas a los principios de la siega del trigo: y la fiesta de la cosecha a la vuelta del año. 23Tres veces en el año se presentarán todos tus varones delante de Jehová el Señor, Dios de Israel. 24Porque yo arrojaré las naciones de tu presencia, y ensancharé tu término: y ninguno codiciará tu tierra, cuando tú subieres para presentarte delante de Jehová tu Dios tres veces en el año. 25No ofrecerás con leudo la sangre de mi sacrificio; ni quedará de la noche para la mañana el sacrificio de la fiesta de la pascua. 26La primicia de los primeros frutos de tu tierra meterás en la casa de Jehová tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.27Y Jehová dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel. 28Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches: no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos. 29Y aconteció, que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, mientras descendía del monte, no sabía él que la tez de su rostro resplandecía, después que hubo con Él hablado. 30Y miró Aarón y todos los hijos de Israel a Moisés, y he aquí la tez de su rostro era resplandeciente; y tuvieron miedo de acercarse a él. 31Y los llamó Moisés; y Aarón y todos los príncipes de la congregación volvieron a él, y Moisés les habló. 32Y después se acercaron todos los hijos de Israel, a los cuales mandó todas las cosas que Jehová le había dicho en el monte de Sinaí. 33Y cuando hubo acabado Moisés de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro. 34Y cuando venía Moisés delante de Jehová para hablar con Él, se quitaba el velo hasta que salía; y saliendo, hablaba con los hijos de Israel lo que le era mandado;35y veían los hijos de Israel el rostro de Moisés, que la tez de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con Él.
ÉXODO 35
1Y Moisés reunió a toda la congregación de los hijos de Israel, y les dijo: Éstas son las cosas que Jehová ha mandado que hagáis. 2Seis días se hará obra, mas el día séptimo os será santo, sábado de reposo a Jehová: cualquiera que en él hiciere obra, morirá.3No encenderéis fuego en todas vuestras moradas en el día del sábado. 4Y habló Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que Jehová ha mandado, diciendo: 5Tomad de entre vosotros ofrenda para Jehová; todo aquel que sea de corazón generoso traerá ofrenda a Jehová: oro, plata, bronce; 6azul, púrpura y carmesí, lino fino y pelo de cabra; 7pieles de carneros teñidas de rojo, y pieles de tejones y madera de acacia; 8aceite para la luminaria, especias aromáticas para el aceite de la unción y para el incienso aromático; 9piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y para el pectoral. 10Y todo sabio de corazón de entre vosotros, vendrá y hará todas las cosas que Jehová ha mandado: 11el tabernáculo, su tienda, su cubierta, sus anillos, sus tablas, sus vigas, sus columnas y sus bases; 12el arca y sus varas, el propiciatorio, el velo de la tienda; 13la mesa y sus varas, y todos sus vasos, y el pan de la proposición. 14el candelero de la luminaria y sus vasos, sus candilejas, y el aceite para la luminaria; 15el altar del incienso y sus varas, el aceite de la unción, el incienso aromático, la cortina de la puerta para la entrada del tabernáculo; 16el altar del holocausto, su enrejado de bronce y sus varas, y todos sus vasos, y la fuente con su base; 17las cortinas del atrio, sus columnas y sus bases, la cortina de la puerta del atrio; 18las estacas del tabernáculo, y las estacas del atrio y sus cuerdas; 19las vestiduras del servicio para ministrar en el santuario, las sagradas vestiduras de Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos para servir en el sacerdocio. 20Y salió toda la congregación de los hijos de Israel de delante de Moisés. 21Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, y trajeron ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de la congregación, y para todo su servicio, y para las vestiduras santas. 22Y vinieron así hombres como mujeres, todo voluntario de corazón, y trajeron cadenas y zarcillos, anillos y brazaletes, y toda joya de oro; y todos ofrecían ofrenda de oro a Jehová. 23Todo hombre que tenía azul, o púrpura, o carmesí, o lino fino, o pelo de cabras, o pieles rojas de carneros, o pieles de tejones, lo traía. 24Todo el que ofrecía ofrenda de plata o de bronce, traía a Jehová la ofrenda: y todo el que tenía madera de acacia, la traía para toda la obra del servicio. 25Además todas las mujeres sabias de corazón hilaban de sus manos, y traían lo que habían hilado; azul, púrpura, carmesí y lino fino. 26Y todas las mujeres cuyo corazón las levantó en sabiduría, hilaron pelo de cabras. 27Y los príncipes trajeron piedras de ónice, y las piedras de engaste para el efod y el pectoral, 28y las especias aromáticas y el aceite para la luminaria, y para el aceite de la unción, y para el incienso aromático. 29De los hijos de Israel, así hombres como mujeres, todos los que tuvieron corazón voluntario para traer para toda la obra, que Jehová había mandado por medio de Moisés que hiciesen, trajeron ofrenda voluntaria a Jehová. 30Y dijo Moisés a los hijos de Israel: Mirad, Jehová ha nombrado a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; 31y lo ha llenado de Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, y en ciencia, y en todo arte,32para proyectar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, 33y en el labrado de piedras de engaste, y en el tallado de madera, y para trabajar en toda clase de obra de arte. 34Y ha puesto en su corazón el que pueda enseñar, así él como Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan: 35y los ha llenado de sabiduría de corazón, para que hagan toda obra de arte y de diseño, y de bordado en azul, en púrpura, en carmesí, en lino fino y en telar; para que hagan toda labor, e inventen todo diseño.
ÉXODO 36
1Bezaleel, Aholiab y todo hombre sabio de corazón a quien Jehová dio sabiduría e inteligencia para saber hacer toda la obra del servicio del santuario, harán todas las cosas que ha mandado Jehová. 2Y Moisés llamó a Bezaleel y a Aholiab, y a todo varón sabio de corazón, en cuyo corazón había dado Jehová sabiduría, y a todo hombre a quien su corazón le movió a venir a la obra para trabajar en ella. 3Y recibieron de Moisés toda la ofrenda que los hijos de Israel habían traído para la obra del servicio del santuario, a fin de hacerla. Y ellos seguían trayendo ofrendas voluntarias cada mañana. 4Vinieron, por tanto, todos los maestros que hacían toda la obra del santuario, cada uno de la obra que hacía. 5Y hablaron a Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que se necesita para la obra del servicio que Jehová ha mandado que se haga. 6Entonces Moisés mandó pregonar por el campamento, diciendo: Ningún hombre ni mujer haga más obra para ofrecer para el santuario. Y así el pueblo fue impedido de ofrendar más; 7pues tenían material abundante para hacer toda la obra, y sobraba. 8Y todos los sabios de corazón entre los que hacían la obra, hicieron el tabernáculo de diez cortinas, de lino torcido, y de azul, y de púrpura y carmesí; las cuales hicieron de obra de arte, con querubines. 9La longitud de una cortina era de veintiocho codos, y la anchura de cuatro codos: todas las cortinas tenían una misma medida. 10Y juntó las cinco cortinas la una con la otra: asimismo unió las otras cinco cortinas la una con la otra. 11E hizo las lazadas de azul en la orilla de una cortina, en el borde, a la juntura; y así hizo en la orilla al borde de la segunda cortina, en la juntura. 12Cincuenta lazadas hizo en una cortina, y otras cincuenta en la segunda cortina, en el borde, en la juntura; las lazadas sostenían a una cortina con la otra. 13Hizo también cincuenta corchetes de oro, con los cuales juntó las cortinas, la una con la otra; y se hizo un tabernáculo. 14Hizo asimismo cortinas de pelo de cabras para la tienda sobre el tabernáculo, y las hizo en número de once.15La longitud de una cortina era de treinta codos, y la anchura de cuatro codos; las once cortinas tenían una misma medida. 16Y juntó las cinco cortinas de por sí, y las seis cortinas aparte. 17Hizo además cincuenta lazadas en la orilla de la postrera cortina en la juntura, y otras cincuenta lazadas en la orilla de la otra cortina en la juntura. 18Hizo también cincuenta corchetes de bronce para juntar la tienda, de modo que fuese una.19E hizo una cubierta para la tienda de pieles de carneros teñidas de rojo, y encima una cubierta de pieles de tejones. 20Además hizo las tablas para el tabernáculo de madera de acacia, para estar derechas.21La longitud de cada tabla de diez codos, y de codo y medio la anchura. 22Cada tabla tenía dos espigas para unirlas una con otra; así hizo todas las tablas del tabernáculo. 23Hizo, pues, las tablas para el tabernáculo; veinte tablas al lado del mediodía, al sur.24Hizo también las cuarenta bases de plata debajo de las veinte tablas; dos bases debajo de una tabla para sus dos espigas, y dos bases debajo de la otra tabla para sus dos espigas. 25Y para el otro lado del tabernáculo, al lado norte, hizo veinte tablas, 26con sus cuarenta bases de plata: dos bases debajo de la una tabla, y dos bases debajo de la otra tabla. 27Y para el lado occidental del tabernáculo hizo seis tablas.28Para las esquinas del tabernáculo en los dos lados hizo dos tablas, 29las cuales se juntaban por abajo, y asimismo por arriba a un gozne; y así hizo a la una y a la otra en las dos esquinas. 30Eran, pues, ocho tablas, y sus bases de plata dieciséis; dos bases debajo de cada tabla. 31Hizo también las vigas de madera de acacia; cinco para las tablas de un lado del tabernáculo, 32Y cinco vigas para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco vigas para las tablas del lado del tabernáculo a la parte occidental. 33E hizo que la viga del medio pasase por medio de las tablas de un extremo al otro. 34Y cubrió las tablas de oro, e hizo de oro los anillos de ellas por donde pasasen las vigas: cubrió también de oro las vigas. 35Hizo asimismo el velo de azul, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, el cual hizo con querubines de obra de arte.36Y para él hizo cuatro columnas de madera de acacia; y las cubrió de oro, los capiteles de las cuales eran de oro; e hizo para ellas cuatro bases de plata de fundición. 37Hizo también el velo para la puerta del tabernáculo, de azul, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, obra de recamador; 38Y sus cinco columnas con sus capiteles: y cubrió las cabezas de ellas y sus molduras de oro: pero sus cinco bases las hizo de bronce.
ÉXODO 37
1Hizo también Bezaleel el arca de madera de acacia; su longitud era de dos codos y medio, y de codo y medio su anchura, y su altura de otro codo y medio:2Y la cubrió de oro puro por dentro y por fuera, y le hizo una cornisa de oro en derredor. 3Le hizo además de fundición cuatro anillos de oro a sus cuatro esquinas; en un lado dos anillos y en el otro lado dos anillos. 4Hizo también las varas de madera de acacia, y las cubrió de oro. 5Y metió las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca. 6Hizo asimismo el propiciatorio de oro puro; su longitud de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio.7Hizo también los dos querubines de oro, los hizo labrados a martillo, a los dos extremos del propiciatorio: 8Un querubín a un extremo, y el otro querubín al otro extremo; de una pieza con el propiciatorio; hizo los querubines a sus dos extremos.9Y los querubines extendían sus alas por encima, cubriendo con sus alas el propiciatorio; y con sus rostros el uno frente al otro, mirando hacia el propiciatorio los rostros de los querubines. 10Hizo también la mesa de madera de acacia; su longitud de dos codos, y su anchura de un codo, y de codo y medio su altura; 11Y la cubrió de oro puro, y le hizo una cornisa de oro en derredor. 12Le hizo también una moldura de un palmo menor de anchura alrededor, e hizo en derredor de la moldura una cornisa de oro.13Le hizo asimismo de fundición cuatro anillos de oro, y los puso a las cuatro esquinas que correspondían a las cuatro patas de ella. 14Delante de la moldura estaban los anillos, por los cuales se metiesen las varas para llevar la mesa. 15E hizo las varas de madera de acacia para llevar la mesa, y las cubrió de oro. 16También hizo los vasos que habían de estar sobre la mesa, sus platos, y sus cucharas, y sus cubiertos y sus tazones con que se había de libar, de oro fino. 17Hizo asimismo el candelero de oro puro, y lo hizo labrado a martillo: su pie y su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores eran de lo mismo.18De sus lados salían seis brazos; tres brazos de un lado del candelero, y otros tres brazos del otro lado del candelero: 19En un brazo, tres copas figura de flor de almendro, una manzana y una flor; y en el otro brazo tres copas figura de flor de almendro, una manzana y una flor: y así en los seis brazos que salían del candelero. 20Y en el candelero había cuatro copas figura de flor de almendro, sus manzanas y sus flores, 21y una manzana debajo de los dos brazos de lo mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos de lo mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos de lo mismo, conforme a los seis brazos que salían de él. 22Sus manzanas y sus brazos eran de lo mismo; todo era una pieza labrada a martillo, de oro puro. 23Hizo asimismo sus siete candilejas, y sus despabiladeras, y sus platillos, de oro puro; 24de un talento de oro puro lo hizo, con todos sus vasos. 25Hizo también el altar del incienso de madera de acacia; un codo su longitud, y otro codo su anchura, era cuadrado; y su altura de dos codos; y sus cuernos de la misma pieza. 26Y lo cubrió de oro puro, su mesa y sus paredes alrededor, y sus cuernos; y le hizo una cornisa de oro alrededor. 27Le hizo también dos anillos de oro debajo de la cornisa en las dos esquinas a los dos lados, para meter por ellos las varas con que había de ser llevado. 28E hizo las varas de madera de acacia, y las cubrió de oro.29Hizo asimismo el aceite santo de la unción, y el incienso puro de especias aromáticas, obra de perfumista.
ÉXODO 38
1Igualmente hizo el altar del holocausto de madera de acacia: su longitud de cinco codos, y su anchura de otros cinco codos, cuadrado, y de tres codos de altura. 2E hizo los cuernos a sus cuatro esquinas, los cuales eran de la misma pieza, y lo cubrió de bronce.3Hizo asimismo todos los vasos del altar: calderas, y tenazas, y tazones, y garfios, y palas; todos sus vasos hizo de bronce. 4E hizo para el altar el enrejado de bronce, de hechura de red, que puso en su cerco por debajo hasta el medio del altar. 5Hizo también cuatro anillos de fundición a los cuatro extremos del enrejado de bronce, para meter las varas. 6E hizo las varas de madera de acacia, y las cubrió de bronce. 7Y metió las varas por los anillos a los lados del altar, para llevarlo con ellas: hueco lo hizo, de tablas. 8También hizo la fuente de bronce, con su base de bronce, de los espejos de las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de la congregación. 9Hizo asimismo el atrio; del lado sur, al mediodía, las cortinas del atrio eran de cien codos, de lino torcido: 10Sus columnas veinte, con sus veinte bases de bronce: los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata. 11Y a la parte del norte cortinas de cien codos; sus columnas, veinte, con sus veinte bases de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata. 12A la parte del occidente cortinas de cincuenta codos; sus columnas diez, y sus diez bases; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata. 13Y a la parte oriental, al este, cortinas de cincuenta codos: 14a un lado cortinas de quince codos, sus tres columnas, y sus tres bases; 15al otro lado, de uno y otro lado de la puerta del atrio, cortinas de quince codos, sus tres columnas, y sus tres bases. 16Todas las cortinas del atrio alrededor eran de lino torcido. 17Y las bases de las columnas eran de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata; asimismo las cubiertas de las cabezas de ellas, de plata: y todas las columnas del atrio tenían molduras de plata. 18Y la cortina de la puerta del atrio era de obra de recamador, de azul, y púrpura, y carmesí, y lino torcido: la longitud de veinte codos, y la altura en el ancho de cinco codos, conforme a las cortinas del atrio. 19Y sus columnas fueron cuatro con sus cuatro bases de bronce: y sus capiteles de plata; y las cubiertas de los capiteles de ellas y sus molduras, de plata. 20Y todas las estacas del tabernáculo y del atrio alrededor eran de bronce. 21Éstas son las cuentas del tabernáculo, del tabernáculo del testimonio, como fue contado, por orden de Moisés por mano de Itamar, hijo de Aarón sacerdote, para el ministerio de los levitas. 22Y Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá, hizo todas las cosas que Jehová mandó a Moisés.23Y con él estaba Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan, artífice, y diseñador, y recamador en azul, y púrpura, y carmesí, y lino fino. 24Todo el oro empleado en la obra, en toda la obra del santuario, el cual fue oro de ofrenda, fue veintinueve talentos, y setecientos treinta siclos, según el siclo del santuario.25Y la plata de los contados de la congregación fue cien talentos, y mil setecientos setenta y cinco siclos, según el siclo del santuario: 26Medio por cabeza, medio siclo, según el siclo del santuario, a todos los que pasaron por cuenta de edad de veinte años y arriba, que fueron seiscientos tres mil quinientos cincuenta. 27Hubo además cien talentos de plata para hacer de fundición las bases del santuario y las bases del velo; en cien bases cien talentos, a talento por base. 28Y de los mil setecientos setenta y cinco siclos hizo los capiteles de las columnas, y cubrió los capiteles de ellas, y las ciñó. 29Y el bronce ofrendado fue setenta talentos, y dos mil cuatrocientos siclos; 30del cual hizo las bases de la puerta del tabernáculo de la congregación, y el altar de bronce, y su enrejado de bronce, y todos los vasos del altar.31Y las bases del atrio alrededor, y las bases de la puerta del atrio, y todas las estacas del tabernáculo, y todas las estacas del atrio alrededor.
ÉXODO 39
1Y del azul, y púrpura, y carmesí, hicieron las vestimentas del ministerio para ministrar en el santuario, y asimismo hicieron las vestiduras santas para Aarón; como Jehová lo había mandado a Moisés.2Hizo también el efod de oro, de azul y púrpura y carmesí, y lino torcido. 3Y extendieron las planchas de oro, y cortaron hilos para tejerlos entre el azul, y entre la púrpura, y entre el carmesí, y entre el lino, con delicada obra. 4Le hicieron las hombreras para que se juntasen; y se unían en sus dos lados. 5Y el cinto del efod que estaba sobre él, era de lo mismo, conforme a su obra; de oro, azul, y púrpura, y carmesí, y lino torcido; como Jehová lo había mandado a Moisés. 6Y labraron las piedras de ónice montadas en engastes de oro, grabadas de grabadura de sello con los nombres de los hijos de Israel: 7Y las puso sobre las hombreras del efod, por piedras de memoria a los hijos de Israel; como Jehová lo había mandado a Moisés. 8Hizo también el pectoral de obra de arte, como la obra del efod, de oro, azul, y púrpura, y carmesí, y lino torcido. 9Era cuadrado: doble hicieron el pectoral: su longitud era de un palmo, y de un palmo su anchura, doblado. 10Y engastaron en él cuatro hileras de piedras. La primera hilera era un sardio, un topacio, y un carbunclo; ésta era la primera hilera.11La segunda hilera, una esmeralda, un zafiro, y un diamante. 12La tercera hilera, un jacinto, un ágata, y una amatista. 13Y la cuarta hilera, un berilo, un ónice y un jaspe; montadas y encajadas en sus engastes de oro. 14Y las piedras eran conforme a los nombres de los hijos de Israel, doce según los nombres de ellos; como grabaduras de sello, cada una con su nombre según las doce tribus. 15Hicieron también sobre el pectoral las cadenas pequeñas de hechura de trenza, de oro puro. 16Hicieron asimismo los dos engastes y los dos anillos, de oro; y pusieron los dos anillos de oro en los dos cabos del pectoral. 17Y pusieron las dos trenzas de oro en aquellos dos anillos a los cabos del pectoral. 18Y fijaron los dos extremos de las dos trenzas en los dos engastes, que pusieron sobre las hombreras del efod, en la parte delantera de él. 19E hicieron dos anillos de oro, que pusieron en los dos extremos del pectoral, en su orilla, a la parte baja del efod. 20Hicieron además dos anillos de oro, los cuales pusieron en las dos hombreras del efod, abajo en la parte delantera, delante de su juntura, sobre el cinto del efod. 21Y ataron el pectoral de sus anillos a los anillos del efod con un cordón de azul, para que estuviese sobre el cinto del mismo efod, y no se apartase el pectoral del efod; como Jehová lo había mandado a Moisés. 22Hizo también el manto del efod de obra de tejedor, todo de azul. 23Con su abertura en medio de él, como el cuello de un coselete, con un borde en derredor de la abertura, para que no se rompiese. 24E hicieron en las orillas del manto las granadas de azul, y púrpura, y carmesí, y lino torcido.25Hicieron también las campanillas de oro puro, y pusieron las campanillas entre las granadas por las orillas del manto alrededor, entre las granadas.26Una campanilla y una granada, una campanilla y una granada alrededor, en las orillas del manto, para ministrar; como Jehová lo mandó a Moisés.27Igualmente hicieron las túnicas de lino fino de obra de tejedor, para Aarón y para sus hijos; 28asimismo la mitra de lino fino, y los adornos de las tiaras de lino fino, y los calzoncillos de lino, de lino torcido;29también el cinto de lino torcido, y de azul, y púrpura, y carmesí, de obra de recamador; como Jehová lo mandó a Moisés. 30Hicieron asimismo la plancha de la corona santa de oro puro, y escribieron en ella como grabado de sello, SANTIDAD A JEHOVÁ. 31Y pusieron en ella un cordón de azul, para colocarla en alto sobre la mitra; como Jehová lo había mandado a Moisés. 32Así fue acabada toda la obra del tabernáculo, del tabernáculo de la congregación; e hicieron los hijos de Israel como Jehová lo había mandado a Moisés: así lo hicieron.33Y trajeron el tabernáculo a Moisés, el tabernáculo y todos sus vasos; sus corchetes, sus tablas, sus vigas, y sus columnas, y sus bases; 34y la cubierta de pieles rojas de carneros, y la cubierta de pieles de tejones, y el velo del pabellón; 35el arca del testimonio, y sus varas, y el propiciatorio; 36la mesa, todos sus vasos, y el pan de la proposición; 37el candelero puro, sus candilejas, las lámparas que debían mantenerse en orden, y todos sus vasos, y el aceite para la luminaria; 38y el altar de oro, y el aceite de la unción, y el incienso aromático, y la cortina para la puerta del tabernáculo; 39el altar de bronce, con su enrejado de bronce, sus varas, y todos sus vasos; y la fuente, y su base; 40las cortinas del atrio, y sus columnas, y sus bases, y la cortina para la puerta del atrio, y sus cuerdas, y sus estacas, y todos los vasos del servicio del tabernáculo, del tabernáculo de la congregación; 41las vestimentas del servicio para ministrar en el santuario, las santas vestiduras para Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos, para ministrar en el sacerdocio. 42En conformidad a todas las cosas que Jehová había mandado a Moisés, así hicieron los hijos de Israel toda la obra. 43Y vio Moisés toda la obra, y he aquí que la habían hecho como Jehová había mandado; y los bendijo.
ÉXODO 40
1Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 2En el primer día del mes primero harás levantar el tabernáculo, el tabernáculo de la congregación: 3Y pondrás en él el arca del testimonio, y cubrirás el arca con el velo. 4Y meterás la mesa, y la pondrás en orden; meterás también el candelero y encenderás sus lámparas; 5y pondrás el altar de oro para el incienso delante del arca del testimonio, y pondrás la cortina delante de la puerta del tabernáculo. 6Después pondrás el altar del holocausto delante de la puerta del tabernáculo, del tabernáculo de la congregación. 7Luego pondrás la fuente entre el tabernáculo de la congregación y el altar; y pondrás agua en ella. 8Finalmente pondrás el atrio en derredor, y la cortina de la puerta del atrio.9Y tomarás el aceite de la unción y ungirás el tabernáculo, y todo lo que está en él; y le santificarás con todos sus vasos, y será santo. 10Ungirás también el altar del holocausto y todos sus vasos: y santificarás el altar, y será un altar santísimo.11Asimismo ungirás la fuente y su base, y la santificarás. 12Y harás llegar a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de la congregación, y los lavarás con agua. 13Y harás vestir a Aarón las vestiduras santas, y lo ungirás, y lo santificarás, para que sea mi sacerdote. 14Después harás llegar sus hijos, y les vestirás las túnicas: 15Y los ungirás como ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes: y será que su unción les servirá por sacerdocio perpetuo por sus generaciones. 16Y Moisés hizo conforme a todo lo que Jehová le mandó; así lo hizo. 17Y así en el día primero del primer mes, en el segundo año, el tabernáculo fue erigido. 18Y Moisés hizo levantar el tabernáculo, y asentó sus bases, y colocó sus tablas, y puso sus vigas, e hizo alzar sus columnas. 19Y extendió la tienda sobre el tabernáculo, y puso la sobrecubierta encima del mismo, como Jehová había mandado a Moisés. 20Y tomó y puso el testimonio dentro del arca; y colocó las varas en el arca y puso el propiciatorio arriba, sobre el arca: 21Y metió el arca en el tabernáculo, y puso el velo de la tienda y cubrió el arca del testimonio, como Jehová había mandado a Moisés. 22Y puso la mesa en el tabernáculo de la congregación, al lado norte de la cortina, fuera del velo,23y sobre ella puso por orden los panes delante de Jehová, como Jehová había mandado a Moisés. 24Y puso el candelero en el tabernáculo de la congregación, enfrente de la mesa, al lado sur de la cortina. 25Y encendió las lámparas delante de Jehová, como Jehová había mandado a Moisés.26Puso también el altar de oro en el tabernáculo de la congregación, delante del velo, 27y encendió sobre él el incienso aromático, como Jehová había mandado a Moisés. 28Puso asimismo la cortina de la puerta del tabernáculo. 29Y colocó el altar del holocausto a la puerta del tabernáculo, del tabernáculo de la congregación; y ofreció sobre él holocausto y presente, como Jehová había mandado a Moisés.30Y puso la fuente entre el tabernáculo de la congregación y el altar; y puso en ella agua para lavar.31Y Moisés y Aarón y sus hijos lavaban en ella sus manos y sus pies. 32Cuando entraban en el tabernáculo de la congregación, y cuando se acercaban al altar, se lavaban, como Jehová había mandado a Moisés. 33Finalmente erigió el atrio en derredor del tabernáculo y del altar, y puso la cortina de la puerta del atrio. Y así acabó Moisés la obra.34Entonces una nube cubrió el tabernáculo de la congregación, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo. 35Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de la congregación, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo tenía lleno. 36Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas; 37pero si la nube no se alzaba, no partían hasta el día en que ella se alzaba. 38Porque la nube de Jehová estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche en él, a vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas.


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