Melodias Celestiales

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quarta-feira, 8 de junho de 2016

Biblia Reina Valera completa - 1 Corintios


1 CORINTIOS 1
1Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y nuestro hermano Sóstenes, 2a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con todos los que en todo lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro. 3Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. 4Doy gracias a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es dada en Cristo Jesús; 5porque en todas las cosas sois enriquecidos en Él, en toda palabra y en todo conocimiento; 6así como el testimonio de Cristo ha sido confirmado en vosotros: 7De manera que nada os falta en ningún don; esperando la venida de nuestro Señor Jesucristo; 8el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. 9Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión de su Hijo Jesucristo nuestro Señor. 10Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos habléis una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que seáis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11Porque me ha sido dicho de vosotros, hermanos míos, por los que son de la casa de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. 12Digo esto ahora, porque cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. 13¿Está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? 14Doy gracias a Dios que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, 15para que ninguno diga que yo he bautizado en mi nombre. 16Y también bauticé a la familia de Estéfanas; mas no sé si bauticé a algún otro. 17Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.18Porque la predicación de la cruz es locura a los que se pierden; pero a nosotros los salvos, es poder de Dios. 19Porque está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé la inteligencia de los entendidos. 20¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este mundo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?21Y ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios por medio de la sabiduría; agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. 22Porque los judíos piden señal, y los griegos buscan sabiduría; 23pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los griegos locura;24mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. 25Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.26Pues mirad, hermanos, vuestro llamamiento, que no muchos sabios según la carne, no muchos poderosos, no muchos nobles son llamados. 27Antes lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte; 28y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es; 29para que ninguna carne se jacte en su presencia. 30Mas por Él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual de Dios nos es hecho sabiduría, y justificación, y santificación y redención;31para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
1 CORINTIOS 2
1Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para predicaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. 2Pues me propuse no saber otra cosa entre vosotros, sino a Jesucristo, y a Éste crucificado. 3Y estuve con vosotros en flaqueza, y mucho temor y temblor; 4y mi palabra y mi predicación no fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder; 5para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.6Pero hablamos sabiduría entre perfectos; y sabiduría, no de este mundo, ni de los príncipes de este mundo, que se desvanece. 7Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría encubierta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria; 8la que ninguno de los príncipes de este mundo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de gloria. 9Antes, como está escrito: Ojo no ha visto, ni oído ha escuchado, ni han subido en corazón de hombre, las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. 10Pero Dios nos las reveló a nosotros por su Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado; 13lo cual también hablamos, no con palabras que enseña la humana sabiduría, sino con las que enseña el Espíritu Santo, acomodando lo espiritual a lo espiritual.14Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 15Pero el que es espiritual juzga todas las cosas; mas él no es juzgado por nadie.16Porque ¿quién conoció la mente del Señor, para que le instruyese? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
1 CORINTIOS 3
1De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2Os di a beber leche, y no carne; porque aún no podíais digerirla, ni aún ahora podéis;3porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, y contiendas, y divisiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? 4Porque cuando uno dice: Yo soy de Pablo; y otro: Yo de Apolos; ¿no sois carnales? 5¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Sino ministros por los cuales habéis creído, y eso según lo que a cada uno ha concedido el Señor.6Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. 7Así que, ni el que planta es algo, ni el que riega; sino Dios, que da el crecimiento. 8Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.9Porque nosotros, colaboradores somos de Dios; y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.10Conforme a la gracia de Dios que me es dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.11Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 12Y si alguno edificare sobre este fundamento oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca; 13la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará; porque por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15Si la obra de alguno fuere quemada, sufrirá pérdida; si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego. 16¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 17Si alguno destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. 18Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree ser sabio en este mundo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. 19Porque la sabiduría de este mundo insensatez es para con Dios; pues escrito está: Él prende a los sabios en la astucia de ellos. 20Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. 21Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro, 22sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir; todo es vuestro, 23y vosotros sois de Cristo, y Cristo de Dios.
1 CORINTIOS 4
1Téngannos los hombres por ministros de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. 2Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. 3Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por juicio humano; y ni aun yo mismo me juzgo. 4Porque de nada tengo mala conciencia, mas no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor. 5Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual también traerá a luz lo encubierto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno tendrá de Dios la alabanza. 6Pero esto, hermanos, lo he transferido por ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros; para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, para que ninguno de vosotros se envanezca, por causa de uno contra otro. 7Porque ¿quién te distingue? ¿O qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido? 8Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis: Y quisiera Dios que reinaseis, para que nosotros reinásemos también con vosotros. 9Porque pienso que Dios nos ha puesto a nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; porque somos hechos espectáculo al mundo, y a los ángeles, y a los hombres. 10Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, mas vosotros sois sabios en Cristo; nosotros débiles, mas vosotros fuertes; vosotros honorables, mas nosotros despreciados. 11Hasta esta hora padecemos hambre, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos abofeteados, y no tenemos morada fija. 12Y trabajamos obrando con nuestras manos; siendo maldecidos, bendecimos; siendo perseguidos, lo sufrimos; 13siendo difamados, rogamos; hemos venido a ser como la escoria del mundo, el desecho de todos hasta ahora. 14No escribo esto para avergonzaros, sino que os amonesto como a hijos míos amados. 15Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tenéis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio.16Por tanto, os ruego que seáis seguidores de mí.17Por esta causa os envié a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará de mis caminos cuáles sean en Cristo, de la manera que enseño en todas partes en todas las iglesias. 18Pero algunos están envanecidos, como si nunca hubiese yo de ir a vosotros. 19Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere; y conoceré, no las palabras de los que andan envanecidos, sino el poder. 20Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.21¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre?
1 CORINTIOS 5
1Se oye por todas partes que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la esposa de su padre. 2Y vosotros estáis envanecidos, en vez de haberos entristecido, para que el que cometió tal acción fuese quitado de entre vosotros. 3Porque yo ciertamente, como ausente en cuerpo, mas presente en espíritu, ya he juzgado como si estuviera presente al que tal acción ha cometido. 4En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, congregados vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo,5el tal sea entregado a Satanás para la destrucción de la carne, para que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. 6No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?7Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, como sois sin levadura; porque Cristo, nuestra pascua, ya fue sacrificado por nosotros. 8Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad. 9Os he escrito por carta, que no os asociéis con los fornicarios; 10mas no del todo con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues entonces os sería necesario salir del mundo. 11Mas ahora os he escrito, que no os asociéis con ninguno que, llamándose hermano, sea fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón, con el tal ni aun comáis.12Porque ¿qué me va a mí en juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro?13Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.
1 CORINTIOS 6
1¿Osa alguno de vosotros, teniendo algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? 2¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar las cosas más pequeñas? 3¿O no sabéis que hemos de juzgar ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? 4Por tanto, si tenéis juicios de cosas de esta vida, poned para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia. 5Para vuestra vergüenza lo digo. ¿Será así, que no haya entre vosotros sabio, ni siquiera uno que pueda juzgar entre sus hermanos? 6Sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos. 7Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados? 8Mas vosotros hacéis la injuria, y defraudáis, y esto a vuestros hermanos. 9¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis: Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11Y esto erais algunos de vosotros; mas ya sois lavados, ya sois santificados, ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. 12Todas las cosas me son lícitas, pero no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna. 13Los alimentos son para el vientre, y el vientre para los alimentos; pero tanto al uno como a los otros destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor para el cuerpo. 14Y Dios, que resucitó al Señor, también a nosotros nos resucitará con su poder. 15¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Tomaré, acaso, los miembros de Cristo, y los haré miembros de una ramera? ¡Dios me libre! 16¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es hecho un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. 17Pero el que se une al Señor, un espíritu es. 18Huid de la fornicación. Todo pecado que el hombre comete, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20Porque comprados sois por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
1 CORINTIOS 7
1En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno es al hombre no tocar mujer. 2Mas para evitar fornicaciones, cada varón tenga su propia esposa, y cada mujer tenga su propio marido. 3El marido pague a su esposa la debida benevolencia; y asimismo la esposa a su marido. 4La esposa no tiene potestad de su propio cuerpo, sino el marido; e igualmente tampoco el marido tiene potestad de su propio cuerpo, sino la esposa. 5No os defraudéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos en ayuno y oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. 6Pero esto digo por permisión, no por mandamiento. 7Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios; uno de una manera, y otro de otra.8Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les sería si se quedasen como yo, 9pero si no pueden contenerse, cásense; que mejor es casarse que quemarse. 10Y a los casados mando, no yo, sino el Señor: Que la esposa no se separe de su marido; 11y si se separa, que se quede sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su esposa. 12Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene esposa no creyente, y ella consiente en habitar con él, no la despida. 13Y la mujer que tiene marido no creyente, y él consiente en habitar con ella, no lo deje. 14Porque el marido no creyente es santificado en la esposa, y la esposa no creyente en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos; mas ahora son santos.15Pero si el no creyente se separa, sepárese. En tales casos el hermano o la hermana no están sujetos a servidumbre; antes a paz nos llamó Dios. 16Porque ¿de dónde sabes, oh esposa, si harás salvo a tu marido? ¿O de dónde sabes, oh marido, si quizá harás salva a tu esposa? 17Pero cada uno como Dios le repartió, y como el Señor llamó a cada uno, así ande. Y así ordeno en todas las iglesias. 18¿Es llamado alguno siendo circunciso? Quédese circunciso. ¿Es llamado alguno incircunciso? Que no se circuncide.19La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios. 20Cada uno quédese en el llamamiento en que fue llamado.21¿Eres llamado siendo siervo? No te dé cuidado; pero si puedes hacerte libre, procúralo más.22Porque el que en el Señor es llamado siendo siervo, liberto es del Señor; asimismo también el que es llamado siendo libre, siervo es de Cristo. 23Por precio sois comprados; no os hagáis siervos de los hombres. 24Cada uno, hermanos, en lo que es llamado, en ello permanezca con Dios. 25En cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel. 26Tengo, pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; que bueno es al hombre quedarse así. 27¿Estás ligado a esposa? No procures soltarte. ¿Estás libre de esposa? No procures esposa. 28Mas también si te casas, no pecaste; y si la virgen se casa, no pecó; pero aflicción de carne tendrán los tales; pero yo os dejo. 29Pero esto digo, hermanos, que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen, 30y los que lloran, como si no llorasen; y los que se regocijan, como si no se regocijasen; y los que compran, como si no poseyesen; 31y los que disfrutan de este mundo, como no abusando de ello; porque la apariencia de este mundo se pasa. 32Quisiera, pues, que estuvieseis sin afán. El soltero tiene cuidado de las cosas que son del Señor, de cómo ha de agradar al Señor; 33pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo ha de agradar a su esposa.34También hay diferencia entre la casada y la virgen. La soltera tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; mas la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo ha de agradar a su marido. 35Y esto digo para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor. 36Pero si alguno considera que se va a comportar indecorosamente hacia su virgen y si ella está en la flor de la edad, y necesita así hacerlo, haga lo que quiera, no peca. Cásense. 37Pero el que está firme en su corazón, y no tiene necesidad, sino que tiene potestad sobre su propia voluntad, y determinó en su corazón el conservarla virgen, bien hace. 38Así que el que la da en casamiento, bien hace; y el que no la da en casamiento hace mejor.39La esposa está atada a la ley mientras su marido vive; pero si su marido muere, libre es; cásese con quien quiera, con tal que sea en el Señor. 40Pero a mi parecer, será más dichosa si se queda así; y pienso que también yo tengo el Espíritu de Dios.
1 CORINTIOS 8
1Y en cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, mas el amor edifica. 2Y si alguno piensa que sabe algo, aún no sabe nada como debe saber.3Pero si alguno ama a Dios, el tal es conocido de Él.4Y en cuanto a comer de aquello que es sacrificado a los ídolos, sabemos que el ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un solo Dios. 5Porque aunque haya algunos que se llamen dioses, ya sea en el cielo, o en la tierra como hay muchos dioses y muchos señores, 6mas para nosotros sólo hay un Dios, el Padre, de quien son todas las cosas, y nosotros en Él; y un Señor, Jesucristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros por Él. 7Pero no en todos hay este conocimiento; porque algunos con conciencia del ídolo hasta ahora, comen como sacrificado a ídolos; y su conciencia, siendo débil, se contamina. 8Si bien el alimento no nos hace más aceptos a Dios; pues ni porque comamos, seremos más; ni porque no comamos, seremos menos. 9Mas mirad que esta vuestra libertad de ninguna manera venga a ser tropezadero a los que son débiles. 10Porque si te ve alguno a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en el templo de los ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será incitada a comer de lo sacrificado a los ídolos? 11Y por tu conocimiento se perderá el hermano débil por el cual Cristo murió.12De esta manera, pues, pecando contra los hermanos, e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis. 13Por lo cual, si la comida hace tropezar a mi hermano, jamás comeré carne para no ser tropiezo a mi hermano.
1 CORINTIOS 9
1¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesucristo nuestro Señor? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? 2Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor. 3Ésta es mi respuesta a los que me preguntan. 4¿Acaso no tenemos derecho a comer y beber? 5¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana, una esposa, como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? 6¿O sólo yo y Bernabé no tenemos derecho a no trabajar? 7¿Quién jamás fue a la guerra a sus propias expensas? ¿Quién planta viña, y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño, y no se alimenta de la leche del rebaño?8¿Digo esto como hombre? ¿No dice esto también la ley? 9Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes? 10¿O lo dice enteramente por nosotros? Sí, ciertamente por nosotros está escrito; porque con esperanza ha de arar el que ara; y el que trilla, con esperanza de participar de lo que espera.11Si nosotros sembramos en vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si cosechamos de vosotros lo material?12Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿por qué no nosotros? Pero no hemos usado de este derecho; antes todo lo sufrimos, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo. 13¿No sabéis que los que ministran en las cosas santas, comen del templo; y que los que sirven al altar, del altar participan? 14Así también ordenó el Señor que los que predican el evangelio, vivan del evangelio.15Pero yo de nada de esto me he aprovechado; ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie haga vana esta mi gloria. 16Porque aunque predico el evangelio, no tengo de qué gloriarme porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no predico el evangelio! 17Por lo cual, si lo hago de voluntad, recompensa tendré; mas si por fuerza, la dispensación del evangelio me ha sido encomendada. 18¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi potestad en el evangelio. 19Por lo cual, siendo libre para con todos, me he hecho siervo de todos para ganar a más. 20Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están bajo la ley, como bajo la ley, para ganar a los que están bajo la ley; 21a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley no estando yo sin ley a Dios, mas bajo la ley a Cristo, para ganar a los que están sin ley.22A los débiles, me he hecho como débil, para ganar a los débiles: A todos me he hecho todo, para que de todos modos salve a algunos. 23Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él.24¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, mas sólo uno se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. 25Y todo aquel que lucha, de todo se abstiene; y ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible; pero nosotros, una incorruptible. 26Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, 27sino que sujeto mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo venga a ser reprobado.
1 CORINTIOS 10
1Mas no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron a través del mar; 2y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar; 3y todos comieron el mismo alimento espiritual; 4y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la Roca espiritual que los seguía, y la Roca era Cristo. 5Pero Dios no se agradó de muchos de ellos; por lo cual quedaron postrados en el desierto. 6Pero estas cosas fueron ejemplo para nosotros, a fin de que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. 7Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantaron a jugar. 8Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil.9Ni tentemos a Cristo, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. 10Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y fueron destruidos por el destructor. 11Y todas estas cosas les acontecieron como ejemplo; y están escritas para amonestarnos a nosotros, sobre quienes los fines de los siglos han venido. 12Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 13No os ha tomado tentación, sino humana; mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis soportar; sino que con la tentación dará también la salida, para que podáis resistir. 14Por tanto, amados míos, huid de la idolatría. 15Como a sabios hablo; juzgad vosotros lo que digo. 16La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? 17Porque nosotros, siendo muchos somos un solo pan, y un solo cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan. 18Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar? 19¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que es sacrificado a los ídolos? 20Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. 21No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.22¿Provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que Él? 23Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.24Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.25De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia;26porque del Señor es la tierra y su plenitud. 27Si algún no creyente os convida, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia. 28Pero si alguien os dice: Esto fue sacrificado a los ídolos; no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por causa de la conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud.29La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro? 30Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué he de ser difamado por lo que doy gracias? 31Si pues coméis, o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. 32No seáis ofensa, ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios; 33Como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos
1 CORINTIOS 11
1Sed seguidores de mí, así como yo de Cristo. 2Y os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las ordenanzas tal como os las entregué.3Mas quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo. 4Todo varón que ora o profetiza cubierta la cabeza, deshonra su cabeza. 5Mas toda mujer que ora o profetiza no cubierta su cabeza, deshonra su cabeza; porque lo mismo es que si se rapase. 6Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer trasquilarse o raparse, cúbrase. 7Pero el varón no debe cubrir su cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del varón. 8Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón. 9Porque tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón.10Por lo cual, la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. 11Mas en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón. 12Porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace por causa de la mujer; pero todo procede de Dios. 13Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse? 14La naturaleza misma ¿no os enseña que es deshonroso al varón traer el cabello largo? 15Pero si una mujer tiene cabello largo, le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello. 16Con todo, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios. 17Pero en esto que os declaro, no os alabo; porque os reunís no para lo mejor, sino para lo peor. 18Pues en primer lugar, cuando os reunís en la iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. 19Porque es necesario que también entre vosotros haya herejías, para que los que son aprobados se manifiesten entre vosotros. 20Así que cuando vosotros os reunís en un lugar, esto no es comer la cena del Señor. 21Pues al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro está embriagado. 22¿Acaso no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios y avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré en esto? No os alabo. 23Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. 25Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo testamento en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. 26Porque todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que Él venga. 27De manera que cualquiera que comiere este pan, o bebiere la copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.28Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 29Porque el que come y bebe indignamente, come y bebe juicio para sí, no discerniendo el cuerpo del Señor. 30Por lo cual hay muchos debilitados y enfermos entre vosotros; y muchos duermen. 31Que si nos juzgásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados. 32Mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo. 33Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros. 34Y si alguno tuviere hambre, coma en su casa; para que no os reunáis para condenación. Y las demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere.
1 CORINTIOS 12
1Y en cuanto a los dones espirituales, no quiero hermanos, que ignoréis. 2Sabéis que vosotros erais gentiles, llevados, como se os llevaba, a los ídolos mudos. 3Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios, llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo. 4Ahora bien, hay diversidad de dones; pero el mismo Espíritu es. 5Y hay diversidad de ministerios; pero el mismo Señor es. 6Y hay diversidad de operaciones; pero es el mismo Dios el que hace todas las cosas en todos. 7Pero a cada uno le es dada manifestación del Espíritu para provecho. 8Porque a la verdad, a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de conocimiento por el mismo Espíritu; 9a otro, fe por el mismo Espíritu, y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu; 10a otro, el hacer milagros, y a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.11Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo en particular a cada uno como Él quiere. 12Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. 13Porque por un solo Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, ya sean judíos o gentiles, ya sean siervos o libres; y todos hemos bebido de un mismo Espíritu. 14Porque el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo; ¿por eso no será del cuerpo? 16Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo; ¿por eso no será del cuerpo?17Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?18Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como Él quiso. 19Que si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? 20Mas ahora son muchos los miembros, pero un solo cuerpo. 21Y el ojo no puede decir a la mano: No te necesito: Ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. 22Antes bien, los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; 23y los miembros del cuerpo que estimamos menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, son tratados con mucho más decoro.24Porque los miembros que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba;25para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. 26Y si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él; o si un miembro es honrado, todos los miembros con él se regocijan.27Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros en particular. 28Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, lo segundo profetas, lo tercero maestros; luego milagros; después dones de sanidades, ayudas, gobernaciones, diversidad de lenguas. 29¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Todos maestros? ¿Hacen todos milagros?30¿Tienen todos dones de sanidad? ¿Todos hablan lenguas? ¿Interpretan todos? 31Procurad, pues, los dones mejores; mas yo os muestro un camino aun más excelente.
1 CORINTIOS 13
1Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo caridad, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2Y si tuviese el don de profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia; y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo caridad, nada soy. 3Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve. 4La caridad es sufrida, es benigna; La caridad no tiene envidia, la caridad no es jactanciosa, no se envanece; 5no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal; 6no se goza en la injusticia, mas se goza en la verdad; 7todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8La caridad nunca deja de ser; mas las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 9Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.11Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño, mas cuando ya fui hombre hecho, dejé lo que era de niño. 12Y ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte; mas entonces conoceré como soy conocido. 13Y ahora permanecen la fe, la esperanza y la caridad, estas tres; pero la mayor de ellas es la caridad.
1 CORINTIOS 14
1Seguid la caridad; y desead los dones espirituales, mas sobre todo que profeticéis. 2Porque el que habla en lengua desconocida, no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque en espíritu hable misterios. 3Mas el que profetiza, habla a los hombres para edificación, y exhortación, y consolación. 4El que habla en lengua desconocida, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. 5Yo quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.6Ahora pues, hermanos, si yo vengo a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablo, o con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina? 7Y aun las cosas inanimadas que hacen sonidos, ya sea la flauta, o el arpa; si no dan distinción de sonidos, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con el arpa? 8Y si la trompeta da un sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?9Así también vosotros, si por la lengua no habláis palabra bien entendible, ¿cómo se sabrá lo que se dice? Pues hablaréis al aire. 10Hay, por ejemplo, tantas clases de idiomas en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado. 11Pero si yo ignoro el significado de lo que se dice, seré extranjero al que habla, y el que habla será extranjero para mí. 12Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para la edificación de la iglesia. 13Por lo cual, el que habla en lengua desconocida, pida en oración que pueda interpretar. 14Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. 15¿Qué hay entonces? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento. 16De otra manera, si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa el lugar de un simple oyente, ¿cómo dirá amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho. 17Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado. 18Doy gracias a mi Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; 19pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.20Hermanos, no seáis niños en el entendimiento; sino sed niños en la malicia, pero hombres en el entendimiento. 21En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor. 22Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes. 23De manera que, si toda la iglesia se reúne en un lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?24Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado; 25y de esta manera los secretos de su corazón se hacen manifiestos; y así, postrándose sobre su rostro, adorará a Dios, declarando que en verdad Dios está en vosotros. 26¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación: Hágase todo para edificación. 27Si alguno habla en lengua desconocida, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. 28Pero si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable a sí mismo y a Dios.29Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen. 30Y si algo le es revelado a otro que está sentado, calle el primero. 31Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados. 32Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas;33porque Dios no es autor de confusión, sino de paz; como en todas las iglesias de los santos. 34Vuestras mujeres callen en las iglesias; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. 35Y si quieren aprender alguna cosa, pregunten en casa a sus maridos; porque vergonzoso es que una mujer hable en la iglesia. 36¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios? ¿O solamente a vosotros ha llegado? 37Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor. 38Pero si alguno es ignorante, sea ignorante. 39Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas.40Pero hágase todo decentemente y con orden.
1 CORINTIOS 15
1Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual estáis firmes; 2por el cual asimismo sois salvos, si retenéis la palabra que os he predicado, si no habéis creído en vano. 3Porque primeramente os he entregado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras; 4y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; 5y que fue visto por Cefas, y después por los doce. 6Y después, fue visto por más de quinientos hermanos a la vez; de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen.7Después fue visto por Jacobo; luego por todos los apóstoles. 8Y al último de todos, como por un nacido a destiempo, Él fue visto también por mí. 9Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí la iglesia de Dios. 10Mas por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo; antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios que ha sido conmigo. 11Así que, ya sea yo o ellos, así predicamos, y así habéis creído. 12Y si se predica que Cristo resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? 13Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó.14Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. 15Y además somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios, que Él resucitó a Cristo; al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan.16Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. 17Y si Cristo no resucitó, vana es vuestra fe; aún estáis en vuestros pecados. 18Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. 19Si sólo en esta vida esperamos en Cristo, somos los más miserables de todos los hombres. 20Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 21Y por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados. 23Pero cada uno en su debido orden: Cristo las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. 24Luego vendrá el fin; cuando haya entregado el reino al Dios y Padre, cuando haya abatido todo dominio y toda autoridad y poder.25Porque es menester que Él reine, hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.26Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. 27Porque todas las cosas sujetó debajo de sus pies. Pero cuando dice: Todas las cosas son sujetadas a Él, claramente se exceptúa a Aquél que sujetó a Él todas las cosas. 28Y cuando todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará a Aquél que sujetó a Él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos. 29De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos? 30¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora? 31Os aseguro por la gloria que de vosotros tengo en Cristo Jesús Señor nuestro, que cada día muero. 32Si como hombre batallé en Éfeso contra bestias, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos. 33No os engañéis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.34Despertad a justicia, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo.35Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? 36Necio, lo que tú siembras no revive, si antes no muere. 37Y lo que siembras, no siembras el cuerpo que ha de ser, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano;38pero Dios le da el cuerpo como Él quiere, y a cada semilla su propio cuerpo. 39No toda carne es la misma carne; pues una carne es la de los hombres, y otra carne la de los animales, y otra la de los peces, y otra la de las aves. 40También hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales. 41Una es la gloria del sol, y otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas; porque una estrella es diferente de otra estrella en gloria. 42Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, se levantará en incorrupción; 43se siembra en deshonra, se levantará en gloria; se siembra en flaqueza, se levantará en poder; 44se siembra cuerpo natural, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo natural, y hay cuerpo espiritual. 45Y así está escrito: El primer hombre Adán fue hecho un alma viviente; el postrer Adán, un espíritu vivificante. 46Mas lo espiritual no es primero, sino lo natural; luego lo espiritual. 47El primer hombre, es de la tierra, terrenal; el segundo hombre que es el Señor, es del cielo. 48Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. 49Y así como hemos llevado la imagen del terrenal, llevaremos también la imagen del celestial. 50Mas esto digo, hermanos; que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni la corrupción hereda la incorrupción. 51He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos transformados. 52En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.53Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.54Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. 55¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? 56El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. 57Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 58Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
1 CORINTIOS 16
1En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. 2Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, atesorándolo, conforme Dios le haya prosperado; para que cuando yo llegue, no se recojan entonces ofrendas. 3Y cuando haya llegado, enviaré a los que vosotros hayáis aprobado por cartas, para que lleven vuestra liberalidad a Jerusalén. 4Y si es preciso que yo también vaya, irán conmigo. 5Y vendré a vosotros, cuando hubiere pasado por Macedonia, pues por Macedonia tengo que pasar. 6Y podrá ser que me quede y pase el invierno con vosotros, para que vosotros me encaminéis a donde haya de ir.7Porque no quiero ahora veros de paso; pues espero estar con vosotros algún tiempo, si el Señor lo permite. 8Pero me quedaré en Éfeso hasta Pentecostés; 9porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios. 10Y si llega Timoteo, mirad que esté con vosotros sin temor; porque como yo, también él hace la obra del Señor. 11Por tanto, nadie le tenga en poco; sino encaminadle en paz, para que venga a mí; porque le espero con los hermanos. 12En cuanto a nuestro hermano Apolos; mucho le rogué que fuese a vosotros con los hermanos; mas en ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tenga oportunidad. 13Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, esforzaos. 14Todas vuestras cosas sean hechas con amor. 15Hermanos, ya conocéis a la familia de Estéfanas, que son las primicias de Acaya, y que se han hecho adictos al ministerio de los santos, 16os ruego que os sujetéis a los tales, y a todos los que con nosotros ayudan y trabajan. 17Me gozo de la venida de Estéfanas y de Fortunato y de Acaico; porque lo que de vosotros faltaba, ellos lo suplieron. 18Porque recrearon mi espíritu y el vuestro; reconoced, pues, a los tales. 19Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor.20Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a los otros con ósculo santo. 21La salutación de Pablo, de mi propia mano. 22El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. Maranata. 23La gracia del Señor Jesucristo sea con vosotros. 24Mi amor en Cristo Jesús sea con todos vosotros. Amén.


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