1 CORINTIOS 1
1Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la
voluntad de Dios, y nuestro hermano Sóstenes, 2a la iglesia
de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser
santos, con todos los que en todo lugar invocan el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, Señor de ellos y nuestro. 3Gracia y paz
sean a vosotros, de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. 4Doy gracias a
mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es dada en Cristo
Jesús; 5porque en todas las cosas sois enriquecidos en Él,
en toda palabra y en todo conocimiento; 6así como el
testimonio de Cristo ha sido confirmado en vosotros: 7De manera que
nada os falta en ningún don; esperando la venida de nuestro Señor
Jesucristo; 8el cual también os confirmará hasta el fin, para
que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. 9Fiel es Dios,
por el cual fuisteis llamados a la comunión de su Hijo Jesucristo nuestro
Señor. 10Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro
Señor Jesucristo, que todos habléis una misma cosa, y que no haya entre
vosotros divisiones, sino que seáis perfectamente unidos en una misma mente y
en un mismo parecer. 11Porque me ha sido dicho de vosotros, hermanos míos,
por los que son de la casa de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. 12Digo esto
ahora, porque cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo
de Cefas; y yo de Cristo. 13¿Está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por
vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? 14Doy gracias a
Dios que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, 15para que
ninguno diga que yo he bautizado en mi nombre. 16Y también
bauticé a la familia de Estéfanas; mas no sé si bauticé a algún otro. 17Porque no me
envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de
palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.18Porque la
predicación de la cruz es locura a los que se pierden; pero a nosotros los
salvos, es poder de Dios. 19Porque está escrito: Destruiré la sabiduría de los
sabios, y desecharé la inteligencia de los entendidos. 20¿Dónde está
el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este mundo? ¿No
ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?21Y ya que en
la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios por medio de la sabiduría;
agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. 22Porque los
judíos piden señal, y los griegos buscan sabiduría; 23pero nosotros
predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y
para los griegos locura;24mas para los llamados, así judíos como griegos,
Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. 25Porque lo
insensato de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más
fuerte que los hombres.26Pues mirad, hermanos, vuestro llamamiento, que no
muchos sabios según la carne, no muchos poderosos, no muchos nobles son
llamados. 27Antes lo necio del mundo escogió Dios para
avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo
fuerte; 28y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios,
y lo que no es, para deshacer lo que es; 29para que
ninguna carne se jacte en su presencia. 30Mas por Él
estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual de Dios nos es hecho sabiduría, y
justificación, y santificación y redención;31para que,
como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
1 CORINTIOS 2
1Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para
predicaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de
sabiduría. 2Pues me propuse no saber otra cosa entre vosotros,
sino a Jesucristo, y a Éste crucificado. 3Y estuve con
vosotros en flaqueza, y mucho temor y temblor; 4y mi palabra
y mi predicación no fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con
demostración del Espíritu y de poder; 5para que
vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de
Dios.6Pero hablamos sabiduría entre perfectos; y
sabiduría, no de este mundo, ni de los príncipes de este mundo, que se
desvanece. 7Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la
sabiduría encubierta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra
gloria; 8la que ninguno de los príncipes de este mundo
conoció; porque si la hubieran conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de
gloria. 9Antes, como está escrito: Ojo no ha visto, ni oído
ha escuchado, ni han subido en corazón de hombre, las cosas que Dios ha
preparado para los que le aman. 10Pero Dios nos
las reveló a nosotros por su Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña,
aun lo profundo de Dios. 11Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del
hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoce
las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12Y nosotros
hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para
que conozcamos lo que Dios nos ha dado; 13lo cual
también hablamos, no con palabras que enseña la humana sabiduría, sino con las
que enseña el Espíritu Santo, acomodando lo espiritual a lo espiritual.14Pero el
hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para
él son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente. 15Pero el que es espiritual juzga todas las cosas;
mas él no es juzgado por nadie.16Porque ¿quién conoció la mente del Señor, para que
le instruyese? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
1 CORINTIOS 3
1De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a
espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2Os di a beber
leche, y no carne; porque aún no podíais digerirla, ni aún ahora podéis;3porque aún
sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, y contiendas, y divisiones,
¿no sois carnales, y andáis como hombres? 4Porque cuando
uno dice: Yo soy de Pablo; y otro: Yo de Apolos; ¿no sois carnales? 5¿Qué, pues,
es Pablo, y qué es Apolos? Sino ministros por los cuales habéis creído, y eso
según lo que a cada uno ha concedido el Señor.6Yo planté,
Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. 7Así que, ni
el que planta es algo, ni el que riega; sino Dios, que da el crecimiento. 8Y el que
planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su
recompensa conforme a su labor.9Porque nosotros, colaboradores somos de Dios; y
vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.10Conforme a la
gracia de Dios que me es dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y
otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.11Porque nadie
puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es
Jesucristo. 12Y si alguno edificare sobre este fundamento oro,
plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca; 13la obra de
cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará; porque por el fuego
será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14Si
permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15Si la obra de
alguno fuere quemada, sufrirá pérdida; si bien él mismo será salvo, aunque así
como por fuego. 16¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el
Espíritu de Dios mora en vosotros? 17Si alguno
destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios,
el cual sois vosotros, santo es. 18Nadie se
engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree ser sabio en este mundo,
hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. 19Porque la
sabiduría de este mundo insensatez es para con Dios; pues escrito está: Él
prende a los sabios en la astucia de ellos. 20Y otra vez:
El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. 21Así que,
ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro, 22sea Pablo,
sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo
presente, sea lo por venir; todo es vuestro, 23y vosotros
sois de Cristo, y Cristo de Dios.
1 CORINTIOS 4
1Téngannos los hombres por ministros de Cristo, y
administradores de los misterios de Dios. 2Ahora bien,
se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. 3Yo en muy
poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por juicio humano; y ni aun yo mismo
me juzgo. 4Porque de nada tengo mala conciencia, mas no por
eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor. 5Así que, no
juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual también traerá
a luz lo encubierto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los
corazones; y entonces cada uno tendrá de Dios la alabanza. 6Pero esto,
hermanos, lo he transferido por ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros;
para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, para que
ninguno de vosotros se envanezca, por causa de uno contra otro. 7Porque ¿quién
te distingue? ¿O qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué
te glorías como si no lo hubieras recibido? 8Ya estáis
saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis: Y quisiera Dios que reinaseis,
para que nosotros reinásemos también con vosotros. 9Porque pienso
que Dios nos ha puesto a nosotros los apóstoles como postreros, como a
sentenciados a muerte; porque somos hechos espectáculo al mundo, y a los
ángeles, y a los hombres. 10Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, mas
vosotros sois sabios en Cristo; nosotros débiles, mas vosotros fuertes;
vosotros honorables, mas nosotros despreciados. 11Hasta esta
hora padecemos hambre, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos abofeteados,
y no tenemos morada fija. 12Y trabajamos obrando con nuestras manos; siendo
maldecidos, bendecimos; siendo perseguidos, lo sufrimos; 13siendo
difamados, rogamos; hemos venido a ser como la escoria del mundo, el desecho de
todos hasta ahora. 14No escribo esto para avergonzaros, sino que os
amonesto como a hijos míos amados. 15Porque aunque
tengáis diez mil ayos en Cristo, no tenéis muchos padres; pues en Cristo Jesús
yo os engendré por medio del evangelio.16Por tanto, os
ruego que seáis seguidores de mí.17Por esta
causa os envié a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os
recordará de mis caminos cuáles sean en Cristo, de la manera que enseño en
todas partes en todas las iglesias. 18Pero algunos
están envanecidos, como si nunca hubiese yo de ir a vosotros. 19Pero iré
pronto a vosotros, si el Señor quiere; y conoceré, no las palabras de los que
andan envanecidos, sino el poder. 20Porque el
reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.21¿Qué queréis?
¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre?
1 CORINTIOS 5
1Se oye por todas partes que hay entre vosotros
fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto
que alguno tiene la esposa de su padre. 2Y vosotros
estáis envanecidos, en vez de haberos entristecido, para que el que cometió tal
acción fuese quitado de entre vosotros. 3Porque yo
ciertamente, como ausente en cuerpo, mas presente en espíritu, ya he juzgado
como si estuviera presente al que tal acción ha cometido. 4En el nombre
de nuestro Señor Jesucristo, congregados vosotros y mi espíritu, con el poder
de nuestro Señor Jesucristo,5el tal sea entregado a Satanás para la destrucción
de la carne, para que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. 6No es buena
vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?7Limpiaos,
pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, como sois sin levadura;
porque Cristo, nuestra pascua, ya fue sacrificado por nosotros. 8Así que
celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y
de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad. 9Os he escrito
por carta, que no os asociéis con los fornicarios; 10mas no del
todo con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o
con los idólatras; pues entonces os sería necesario salir del mundo. 11Mas ahora os
he escrito, que no os asociéis con ninguno que, llamándose hermano, sea
fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón, con el
tal ni aun comáis.12Porque ¿qué me va a mí en juzgar a los que están
fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro?13Porque a los
que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.
1 CORINTIOS 6
1¿Osa alguno de vosotros, teniendo algo contra otro,
ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? 2¿O no sabéis
que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por
vosotros, ¿sois indignos de juzgar las cosas más pequeñas? 3¿O no sabéis
que hemos de juzgar ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? 4Por tanto, si
tenéis juicios de cosas de esta vida, poned para juzgar a los que son de menor
estima en la iglesia. 5Para vuestra vergüenza lo digo. ¿Será así, que no
haya entre vosotros sabio, ni siquiera uno que pueda juzgar entre sus
hermanos? 6Sino que el hermano con el hermano pleitea en
juicio, y esto ante los incrédulos. 7Así que, por
cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos.
¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser
defraudados? 8Mas vosotros hacéis la injuria, y defraudáis, y
esto a vuestros hermanos. 9¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino
de Dios? No os engañéis: Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los
adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10ni los
ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los
estafadores, heredarán el reino de Dios. 11Y esto erais
algunos de vosotros; mas ya sois lavados, ya sois santificados, ya sois
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro
Dios. 12Todas las cosas me son lícitas, pero no todas
convienen; todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por
ninguna. 13Los alimentos son para el vientre, y el vientre
para los alimentos; pero tanto al uno como a los otros destruirá Dios. Pero el
cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor para el
cuerpo. 14Y Dios, que resucitó al Señor, también a nosotros
nos resucitará con su poder. 15¿No sabéis
que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Tomaré, acaso, los miembros de
Cristo, y los haré miembros de una ramera? ¡Dios me libre! 16¿O no sabéis
que el que se une con una ramera, es hecho un cuerpo con ella? Porque dice: Los
dos serán una sola carne. 17Pero el que se une al Señor, un espíritu es. 18Huid de la
fornicación. Todo pecado que el hombre comete, está fuera del cuerpo; mas el
que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19¿O ignoráis
que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en vosotros, el cual
tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20Porque
comprados sois por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en
vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
1 CORINTIOS 7
1En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno
es al hombre no tocar mujer. 2Mas para
evitar fornicaciones, cada varón tenga su propia esposa, y cada mujer tenga su
propio marido. 3El marido pague a su esposa la debida benevolencia;
y asimismo la esposa a su marido. 4La esposa no
tiene potestad de su propio cuerpo, sino el marido; e igualmente tampoco el
marido tiene potestad de su propio cuerpo, sino la esposa. 5No os
defraudéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento,
para ocuparos en ayuno y oración; y volved a juntaros en uno, para que no os
tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. 6Pero esto
digo por permisión, no por mandamiento. 7Quisiera más
bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de
Dios; uno de una manera, y otro de otra.8Digo, pues, a
los solteros y a las viudas, que bueno les sería si se quedasen como yo, 9pero si no
pueden contenerse, cásense; que mejor es casarse que quemarse. 10Y a los
casados mando, no yo, sino el Señor: Que la esposa no se separe de su
marido; 11y si se separa, que se quede sin casar, o
reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su esposa. 12Y a los demás
yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene esposa no creyente, y ella
consiente en habitar con él, no la despida. 13Y la mujer
que tiene marido no creyente, y él consiente en habitar con ella, no lo
deje. 14Porque el marido no creyente es santificado en la
esposa, y la esposa no creyente en el marido; pues de otra manera vuestros
hijos serían inmundos; mas ahora son santos.15Pero si el no
creyente se separa, sepárese. En tales casos el hermano o la hermana no están
sujetos a servidumbre; antes a paz nos llamó Dios. 16Porque ¿de
dónde sabes, oh esposa, si harás salvo a tu marido? ¿O de dónde sabes, oh marido,
si quizá harás salva a tu esposa? 17Pero cada uno
como Dios le repartió, y como el Señor llamó a cada uno, así ande. Y así ordeno
en todas las iglesias. 18¿Es llamado alguno siendo circunciso? Quédese
circunciso. ¿Es llamado alguno incircunciso? Que no se circuncide.19La
circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los
mandamientos de Dios. 20Cada uno quédese en el llamamiento en que fue
llamado.21¿Eres llamado siendo siervo? No te dé cuidado; pero
si puedes hacerte libre, procúralo más.22Porque el que
en el Señor es llamado siendo siervo, liberto es del Señor; asimismo también el
que es llamado siendo libre, siervo es de Cristo. 23Por precio
sois comprados; no os hagáis siervos de los hombres. 24Cada uno,
hermanos, en lo que es llamado, en ello permanezca con Dios. 25En cuanto a
las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como quien ha
alcanzado misericordia del Señor para ser fiel. 26Tengo, pues,
esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; que bueno es al hombre
quedarse así. 27¿Estás ligado a esposa? No procures soltarte.
¿Estás libre de esposa? No procures esposa. 28Mas también
si te casas, no pecaste; y si la virgen se casa, no pecó; pero aflicción de
carne tendrán los tales; pero yo os dejo. 29Pero esto
digo, hermanos, que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa
sean como si no la tuviesen, 30y los que
lloran, como si no llorasen; y los que se regocijan, como si no se regocijasen;
y los que compran, como si no poseyesen; 31y los que
disfrutan de este mundo, como no abusando de ello; porque la apariencia de este
mundo se pasa. 32Quisiera, pues, que estuvieseis sin afán. El
soltero tiene cuidado de las cosas que son del Señor, de cómo ha de agradar al
Señor; 33pero el casado tiene cuidado de las cosas del
mundo, de cómo ha de agradar a su esposa.34También hay
diferencia entre la casada y la virgen. La soltera tiene cuidado de las cosas
del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; mas la casada tiene
cuidado de las cosas del mundo, de cómo ha de agradar a su marido. 35Y esto digo
para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y
para que sin impedimento os acerquéis al Señor. 36Pero si
alguno considera que se va a comportar indecorosamente hacia su virgen y si
ella está en la flor de la edad, y necesita así hacerlo, haga lo que quiera, no
peca. Cásense. 37Pero el que está firme en su corazón, y no tiene
necesidad, sino que tiene potestad sobre su propia voluntad, y determinó en su
corazón el conservarla virgen, bien hace. 38Así que el
que la da en casamiento, bien hace; y el que no la da en casamiento hace mejor.39La esposa
está atada a la ley mientras su marido vive; pero si su marido muere, libre es;
cásese con quien quiera, con tal que sea en el Señor. 40Pero a mi
parecer, será más dichosa si se queda así; y pienso que también yo tengo el
Espíritu de Dios.
1 CORINTIOS 8
1Y en cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos
que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, mas el amor
edifica. 2Y si alguno piensa que sabe algo, aún no sabe nada
como debe saber.3Pero si alguno ama a Dios, el tal es conocido de
Él.4Y en cuanto a comer de aquello que es sacrificado a
los ídolos, sabemos que el ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un
solo Dios. 5Porque aunque haya algunos que se llamen dioses, ya
sea en el cielo, o en la tierra como hay muchos dioses y muchos señores, 6mas para
nosotros sólo hay un Dios, el Padre, de quien son todas las cosas, y nosotros
en Él; y un Señor, Jesucristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros por
Él. 7Pero no en todos hay este conocimiento; porque
algunos con conciencia del ídolo hasta ahora, comen como sacrificado a ídolos;
y su conciencia, siendo débil, se contamina. 8Si bien el
alimento no nos hace más aceptos a Dios; pues ni porque comamos, seremos más;
ni porque no comamos, seremos menos. 9Mas mirad que
esta vuestra libertad de ninguna manera venga a ser tropezadero a los que son
débiles. 10Porque si te ve alguno a ti, que tienes conocimiento,
sentado a la mesa en el templo de los ídolos, la conciencia de aquel que es
débil, ¿no será incitada a comer de lo sacrificado a los ídolos? 11Y por tu
conocimiento se perderá el hermano débil por el cual Cristo murió.12De esta
manera, pues, pecando contra los hermanos, e hiriendo su débil conciencia,
contra Cristo pecáis. 13Por lo cual, si la comida hace tropezar a mi
hermano, jamás comeré carne para no ser tropiezo a mi hermano.
1 CORINTIOS 9
1¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a
Jesucristo nuestro Señor? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? 2Si para otros
no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi
apostolado sois vosotros en el Señor. 3Ésta es mi
respuesta a los que me preguntan. 4¿Acaso no
tenemos derecho a comer y beber? 5¿No tenemos
derecho de traer con nosotros una hermana, una esposa, como también los otros
apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? 6¿O sólo yo y
Bernabé no tenemos derecho a no trabajar? 7¿Quién jamás
fue a la guerra a sus propias expensas? ¿Quién planta viña, y no come de su
fruto? ¿O quién apacienta el rebaño, y no se alimenta de la leche del rebaño?8¿Digo esto
como hombre? ¿No dice esto también la ley? 9Porque en la
ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios
cuidado de los bueyes? 10¿O lo dice enteramente por nosotros? Sí,
ciertamente por nosotros está escrito; porque con esperanza ha de arar el que
ara; y el que trilla, con esperanza de participar de lo que espera.11Si nosotros
sembramos en vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si cosechamos de vosotros lo
material?12Si otros participan de este derecho sobre vosotros,
¿por qué no nosotros? Pero no hemos usado de este derecho; antes todo lo
sufrimos, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo. 13¿No sabéis
que los que ministran en las cosas santas, comen del templo; y que los que
sirven al altar, del altar participan? 14Así también
ordenó el Señor que los que predican el evangelio, vivan del evangelio.15Pero yo de
nada de esto me he aprovechado; ni tampoco he escrito esto para que se haga así
conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie haga vana esta mi gloria. 16Porque aunque
predico el evangelio, no tengo de qué gloriarme porque me es impuesta
necesidad; y ¡ay de mí si no predico el evangelio! 17Por lo cual,
si lo hago de voluntad, recompensa tendré; mas si por fuerza, la dispensación
del evangelio me ha sido encomendada. 18¿Cuál, pues,
es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el
evangelio de Cristo, para no abusar de mi potestad en el evangelio. 19Por lo cual,
siendo libre para con todos, me he hecho siervo de todos para ganar a
más. 20Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a
los judíos; a los que están bajo la ley, como bajo la ley, para ganar a los que
están bajo la ley; 21a los que están sin ley, como si yo estuviera sin
ley no estando yo sin ley a Dios, mas bajo la ley a Cristo, para ganar a los
que están sin ley.22A los débiles, me he hecho como débil, para ganar a
los débiles: A todos me he hecho todo, para que de todos modos salve a
algunos. 23Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme
copartícipe de él.24¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos
a la verdad corren, mas sólo uno se lleva el premio? Corred de tal manera que
lo obtengáis. 25Y todo aquel que lucha, de todo se abstiene; y
ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible; pero nosotros, una
incorruptible. 26Así que, yo de esta manera corro, no como a la
ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, 27sino que
sujeto mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; no sea que habiendo predicado a
otros, yo mismo venga a ser reprobado.
1 CORINTIOS 10
1Mas no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros
padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron a través del mar; 2y todos en
Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar; 3y todos
comieron el mismo alimento espiritual; 4y todos
bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la Roca espiritual que
los seguía, y la Roca era Cristo. 5Pero Dios no
se agradó de muchos de ellos; por lo cual quedaron postrados en el
desierto. 6Pero estas cosas fueron ejemplo para nosotros, a
fin de que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. 7Ni seáis
idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a
comer y a beber, y se levantaron a jugar. 8Ni
forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés
mil.9Ni tentemos a Cristo, como también algunos de ellos
le tentaron, y perecieron por las serpientes. 10Ni murmuréis,
como algunos de ellos murmuraron, y fueron destruidos por el destructor. 11Y todas estas
cosas les acontecieron como ejemplo; y están escritas para amonestarnos a
nosotros, sobre quienes los fines de los siglos han venido. 12Así que, el
que piensa estar firme, mire que no caiga. 13No os ha
tomado tentación, sino humana; mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados
más de lo que podéis soportar; sino que con la tentación dará también la
salida, para que podáis resistir. 14Por tanto,
amados míos, huid de la idolatría. 15Como a sabios
hablo; juzgad vosotros lo que digo. 16La copa de
bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que
partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? 17Porque
nosotros, siendo muchos somos un solo pan, y un solo cuerpo; pues todos
participamos de aquel mismo pan. 18Mirad a
Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del
altar? 19¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea
algo lo que es sacrificado a los ídolos? 20Antes digo
que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios;
y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. 21No podéis
beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la
mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.22¿Provocaremos
a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que Él? 23Todo me es
lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.24Ninguno
busque su propio bien, sino el del otro.25De todo lo
que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por causa de la
conciencia;26porque del Señor es la tierra y su plenitud. 27Si algún no
creyente os convida, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed,
sin preguntar nada por causa de la conciencia. 28Pero si
alguien os dice: Esto fue sacrificado a los ídolos; no lo comáis, por causa de
aquel que lo declaró, y por causa de la conciencia; porque del Señor es la
tierra y su plenitud.29La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro.
Pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro? 30Y si yo con
agradecimiento participo, ¿por qué he de ser difamado por lo que doy
gracias? 31Si pues coméis, o bebéis, o hacéis otra cosa,
hacedlo todo para la gloria de Dios. 32No seáis
ofensa, ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios; 33Como también
yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino
el de muchos, para que sean salvos
1 CORINTIOS 11
1Sed seguidores de mí, así como yo de Cristo. 2Y os alabo,
hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las ordenanzas tal como
os las entregué.3Mas quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de
todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de
Cristo. 4Todo varón que ora o profetiza cubierta la cabeza,
deshonra su cabeza. 5Mas toda mujer que ora o profetiza no cubierta su
cabeza, deshonra su cabeza; porque lo mismo es que si se rapase. 6Porque si la
mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la
mujer trasquilarse o raparse, cúbrase. 7Pero el varón
no debe cubrir su cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios; pero la
mujer es la gloria del varón. 8Porque el
varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón. 9Porque
tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del
varón.10Por lo cual, la mujer debe tener señal de autoridad
sobre su cabeza, por causa de los ángeles. 11Mas en el
Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón. 12Porque así
como la mujer procede del varón, también el varón nace por causa de la mujer;
pero todo procede de Dios. 13Juzgad
vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse? 14La naturaleza
misma ¿no os enseña que es deshonroso al varón traer el cabello largo? 15Pero si una
mujer tiene cabello largo, le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el
cabello. 16Con todo, si alguno quiere ser contencioso,
nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios. 17Pero en esto
que os declaro, no os alabo; porque os reunís no para lo mejor, sino para lo
peor. 18Pues en primer lugar, cuando os reunís en la
iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. 19Porque es
necesario que también entre vosotros haya herejías, para que los que son
aprobados se manifiesten entre vosotros. 20Así que
cuando vosotros os reunís en un lugar, esto no es comer la cena del
Señor. 21Pues al comer, cada uno se adelanta a tomar su
propia cena; y uno tiene hambre, y otro está embriagado. 22¿Acaso no
tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios y
avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré en esto? No os
alabo. 23Porque yo recibí del Señor lo que también os he
enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24y habiendo
dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por
vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. 25Asimismo tomó
también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo
testamento en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en
memoria de mí. 26Porque todas las veces que comiereis este pan, y
bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que Él venga. 27De manera que
cualquiera que comiere este pan, o bebiere la copa del Señor indignamente, será
culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.28Por tanto,
examínese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 29Porque el que
come y bebe indignamente, come y bebe juicio para sí, no discerniendo el cuerpo
del Señor. 30Por lo cual hay muchos debilitados y enfermos entre
vosotros; y muchos duermen. 31Que si nos
juzgásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados. 32Mas siendo
juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el
mundo. 33Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer,
esperaos unos a otros. 34Y si alguno tuviere hambre, coma en su casa; para
que no os reunáis para condenación. Y las demás cosas las pondré en orden cuando
yo fuere.
1 CORINTIOS 12
1Y en cuanto a los dones espirituales, no quiero
hermanos, que ignoréis. 2Sabéis que vosotros erais gentiles, llevados, como
se os llevaba, a los ídolos mudos. 3Por tanto, os
hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios, llama anatema a Jesús;
y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo. 4Ahora bien,
hay diversidad de dones; pero el mismo Espíritu es. 5Y hay
diversidad de ministerios; pero el mismo Señor es. 6Y hay
diversidad de operaciones; pero es el mismo Dios el que hace todas las cosas en
todos. 7Pero a cada uno le es dada manifestación del
Espíritu para provecho. 8Porque a la verdad, a éste es dada por el Espíritu
palabra de sabiduría; a otro, palabra de conocimiento por el mismo
Espíritu; 9a otro, fe por el mismo Espíritu, y a otro, dones
de sanidades por el mismo Espíritu; 10a otro, el
hacer milagros, y a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a
otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.11Pero todas
estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo en particular a cada
uno como Él quiere. 12Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos
miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo
cuerpo, así también Cristo. 13Porque por un
solo Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, ya sean judíos o gentiles,
ya sean siervos o libres; y todos hemos bebido de un mismo Espíritu. 14Porque el
cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15Si dijere el
pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo; ¿por eso no será del cuerpo? 16Y si dijere
la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo; ¿por eso no será del cuerpo?17Si todo el
cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el
olfato?18Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de
ellos en el cuerpo, como Él quiso. 19Que si todos
fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? 20Mas ahora son
muchos los miembros, pero un solo cuerpo. 21Y el ojo no
puede decir a la mano: No te necesito: Ni tampoco la cabeza a los pies: No
tengo necesidad de vosotros. 22Antes bien,
los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; 23y los
miembros del cuerpo que estimamos menos dignos, a éstos vestimos más
dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, son tratados con mucho
más decoro.24Porque los miembros que en nosotros son más
decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante
honor al que le faltaba;25para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino
que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. 26Y si un
miembro padece, todos los miembros se duelen con él; o si un miembro es
honrado, todos los miembros con él se regocijan.27Vosotros,
pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros en particular. 28Y a unos puso
Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, lo segundo profetas, lo tercero
maestros; luego milagros; después dones de sanidades, ayudas, gobernaciones,
diversidad de lenguas. 29¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Todos
maestros? ¿Hacen todos milagros?30¿Tienen todos
dones de sanidad? ¿Todos hablan lenguas? ¿Interpretan todos? 31Procurad,
pues, los dones mejores; mas yo os muestro un camino aun más excelente.
1 CORINTIOS 13
1Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no
tengo caridad, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2Y si tuviese
el don de profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia; y si
tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo
caridad, nada soy. 3Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer
a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de
nada me sirve. 4La caridad es sufrida, es benigna; La caridad no
tiene envidia, la caridad no es jactanciosa, no se envanece; 5no hace nada
indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal; 6no se goza en
la injusticia, mas se goza en la verdad; 7todo lo
sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8La caridad
nunca deja de ser; mas las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la
ciencia acabará. 9Porque en parte conocemos, y en parte
profetizamos; 10mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo
que es en parte se acabará.11Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como
niño, juzgaba como niño, mas cuando ya fui hombre hecho, dejé lo que era de
niño. 12Y ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces
veremos cara a cara; ahora conozco en parte; mas entonces conoceré como soy
conocido. 13Y ahora permanecen la fe, la esperanza y la
caridad, estas tres; pero la mayor de ellas es la caridad.
1 CORINTIOS 14
1Seguid la caridad; y desead los dones espirituales,
mas sobre todo que profeticéis. 2Porque el que
habla en lengua desconocida, no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le
entiende, aunque en espíritu hable misterios. 3Mas el que
profetiza, habla a los hombres para edificación, y exhortación, y
consolación. 4El que habla en lengua desconocida, a sí mismo se
edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. 5Yo quisiera
que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque
mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las
interprete para que la iglesia reciba edificación.6Ahora pues,
hermanos, si yo vengo a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si
no os hablo, o con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con
doctrina? 7Y aun las cosas inanimadas que hacen sonidos, ya
sea la flauta, o el arpa; si no dan distinción de sonidos, ¿cómo se sabrá lo
que se toca con la flauta o con el arpa? 8Y si la
trompeta da un sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?9Así también
vosotros, si por la lengua no habláis palabra bien entendible, ¿cómo se sabrá
lo que se dice? Pues hablaréis al aire. 10Hay, por
ejemplo, tantas clases de idiomas en el mundo, y ninguno de ellos carece de
significado. 11Pero si yo ignoro el significado de lo que se dice,
seré extranjero al que habla, y el que habla será extranjero para mí. 12Así también
vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para
la edificación de la iglesia. 13Por lo cual,
el que habla en lengua desconocida, pida en oración que pueda
interpretar. 14Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu
ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. 15¿Qué hay
entonces? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento;
cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento. 16De otra
manera, si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa el lugar de un simple
oyente, ¿cómo dirá amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has
dicho. 17Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el
otro no es edificado. 18Doy gracias a mi Dios que hablo en lenguas más que
todos vosotros; 19pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con
mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua
desconocida.20Hermanos, no seáis niños en el entendimiento; sino
sed niños en la malicia, pero hombres en el entendimiento. 21En la ley
está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni
aun así me oirán, dice el Señor. 22Así que, las
lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la
profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes. 23De manera
que, si toda la iglesia se reúne en un lugar, y todos hablan en lenguas, y
entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?24Pero si todos
profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por
todos es juzgado; 25y de esta manera los secretos de su corazón se
hacen manifiestos; y así, postrándose sobre su rostro, adorará a Dios,
declarando que en verdad Dios está en vosotros. 26¿Qué hay,
pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene
doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación: Hágase todo
para edificación. 27Si alguno habla en lengua desconocida, sea esto por
dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. 28Pero si no
hay intérprete, calle en la iglesia, y hable a sí mismo y a Dios.29Asimismo, los
profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen. 30Y si algo le
es revelado a otro que está sentado, calle el primero. 31Porque podéis
profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean
exhortados. 32Y los espíritus de los profetas están sujetos a los
profetas;33porque Dios no es autor de confusión, sino de paz;
como en todas las iglesias de los santos. 34Vuestras
mujeres callen en las iglesias; porque no les es permitido hablar, sino que
estén sujetas, como también la ley lo dice. 35Y si quieren
aprender alguna cosa, pregunten en casa a sus maridos; porque vergonzoso es que
una mujer hable en la iglesia. 36¿Acaso ha
salido de vosotros la palabra de Dios? ¿O solamente a vosotros ha
llegado? 37Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca
que lo que os escribo son mandamientos del Señor. 38Pero si
alguno es ignorante, sea ignorante. 39Así que,
hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas.40Pero hágase
todo decentemente y con orden.
1 CORINTIOS 15
1Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he
predicado, el cual también recibisteis, en el cual estáis firmes; 2por el cual
asimismo sois salvos, si retenéis la palabra que os he predicado, si no habéis
creído en vano. 3Porque primeramente os he entregado lo que asimismo
recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras; 4y que fue
sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; 5y que fue
visto por Cefas, y después por los doce. 6Y después,
fue visto por más de quinientos hermanos a la vez; de los cuales muchos viven
aún, y otros ya duermen.7Después fue visto por Jacobo; luego por todos los
apóstoles. 8Y al último de todos, como por un nacido a
destiempo, Él fue visto también por mí. 9Porque yo soy
el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol,
porque perseguí la iglesia de Dios. 10Mas por la
gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo;
antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios que
ha sido conmigo. 11Así que, ya sea yo o ellos, así predicamos, y así
habéis creído. 12Y si se predica que Cristo resucitó de los muertos,
¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? 13Porque si no
hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó.14Y si Cristo
no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra
fe. 15Y además somos hallados falsos testigos de Dios;
porque hemos testificado de Dios, que Él resucitó a Cristo; al cual no
resucitó, si en verdad los muertos no resucitan.16Porque si los
muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. 17Y si Cristo
no resucitó, vana es vuestra fe; aún estáis en vuestros pecados. 18Entonces
también los que durmieron en Cristo perecieron. 19Si sólo en
esta vida esperamos en Cristo, somos los más miserables de todos los
hombres. 20Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos;
primicias de los que durmieron es hecho. 21Y por cuanto
la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los
muertos. 22Porque así como en Adán todos mueren, así también
en Cristo todos serán vivificados. 23Pero cada uno
en su debido orden: Cristo las primicias; luego los que son de Cristo, en su
venida. 24Luego vendrá el fin; cuando haya entregado el reino
al Dios y Padre, cuando haya abatido todo dominio y toda autoridad y poder.25Porque es
menester que Él reine, hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus
pies.26Y el postrer enemigo que será destruido es la
muerte. 27Porque todas las cosas sujetó debajo de sus pies.
Pero cuando dice: Todas las cosas son sujetadas a Él, claramente se exceptúa a
Aquél que sujetó a Él todas las cosas. 28Y cuando
todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará a
Aquél que sujetó a Él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos. 29De otro modo,
¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los
muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos? 30¿Y por qué
nosotros peligramos a toda hora? 31Os aseguro
por la gloria que de vosotros tengo en Cristo Jesús Señor nuestro, que cada día
muero. 32Si como hombre batallé en Éfeso contra bestias,
¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana
moriremos. 33No os engañéis; las malas conversaciones corrompen
las buenas costumbres.34Despertad a justicia, y no pequéis; porque algunos
no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo.35Pero dirá
alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? 36Necio, lo que
tú siembras no revive, si antes no muere. 37Y lo que
siembras, no siembras el cuerpo que ha de ser, sino el grano desnudo, ya sea de
trigo o de otro grano;38pero Dios le da el cuerpo como Él quiere, y a cada
semilla su propio cuerpo. 39No toda carne es la misma carne; pues una carne es
la de los hombres, y otra carne la de los animales, y otra la de los peces, y
otra la de las aves. 40También hay cuerpos celestiales, y cuerpos
terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los
terrenales. 41Una es la gloria del sol, y otra la gloria de la
luna, y otra la gloria de las estrellas; porque una estrella es diferente de
otra estrella en gloria. 42Así también es la resurrección de los muertos. Se
siembra en corrupción, se levantará en incorrupción; 43se siembra en
deshonra, se levantará en gloria; se siembra en flaqueza, se levantará en
poder; 44se siembra cuerpo natural, resucitará cuerpo
espiritual. Hay cuerpo natural, y hay cuerpo espiritual. 45Y así está
escrito: El primer hombre Adán fue hecho un alma viviente; el postrer Adán, un
espíritu vivificante. 46Mas lo espiritual no es primero, sino lo natural;
luego lo espiritual. 47El primer hombre, es de la tierra, terrenal; el
segundo hombre que es el Señor, es del cielo. 48Cual el
terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los
celestiales. 49Y así como hemos llevado la imagen del terrenal,
llevaremos también la imagen del celestial. 50Mas esto
digo, hermanos; que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni
la corrupción hereda la incorrupción. 51He aquí, os
digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos transformados. 52En un
momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la
trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos
transformados.53Porque es necesario que esto corruptible se vista
de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.54Y cuando esto
corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de
inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la
muerte en victoria. 55¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh
sepulcro, tu victoria? 56El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder
del pecado es la ley. 57Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la
victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 58Así que,
hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor
siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
1 CORINTIOS 16
1En cuanto a la ofrenda para los santos, haced
vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. 2Cada primer
día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, atesorándolo, conforme
Dios le haya prosperado; para que cuando yo llegue, no se recojan entonces
ofrendas. 3Y cuando haya llegado, enviaré a los que vosotros
hayáis aprobado por cartas, para que lleven vuestra liberalidad a
Jerusalén. 4Y si es preciso que yo también vaya, irán
conmigo. 5Y vendré a vosotros, cuando hubiere pasado por
Macedonia, pues por Macedonia tengo que pasar. 6Y podrá ser
que me quede y pase el invierno con vosotros, para que vosotros me encaminéis a
donde haya de ir.7Porque no quiero ahora veros de paso; pues espero
estar con vosotros algún tiempo, si el Señor lo permite. 8Pero me
quedaré en Éfeso hasta Pentecostés; 9porque se me
ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios. 10Y si llega
Timoteo, mirad que esté con vosotros sin temor; porque como yo, también él hace
la obra del Señor. 11Por tanto, nadie le tenga en poco; sino encaminadle
en paz, para que venga a mí; porque le espero con los hermanos. 12En cuanto a
nuestro hermano Apolos; mucho le rogué que fuese a vosotros con los hermanos;
mas en ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tenga
oportunidad. 13Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente,
esforzaos. 14Todas vuestras cosas sean hechas con amor. 15Hermanos, ya
conocéis a la familia de Estéfanas, que son las primicias de Acaya, y que se
han hecho adictos al ministerio de los santos, 16os ruego que
os sujetéis a los tales, y a todos los que con nosotros ayudan y
trabajan. 17Me gozo de la venida de Estéfanas y de Fortunato y
de Acaico; porque lo que de vosotros faltaba, ellos lo suplieron. 18Porque
recrearon mi espíritu y el vuestro; reconoced, pues, a los tales. 19Las iglesias
de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os
saludan mucho en el Señor.20Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a
los otros con ósculo santo. 21La salutación
de Pablo, de mi propia mano. 22El que no
amare al Señor Jesucristo, sea anatema. Maranata. 23La gracia del
Señor Jesucristo sea con vosotros. 24Mi amor en
Cristo Jesús sea con todos vosotros. Amén.
Nenhum comentário:
Postar um comentário